Claudio Forján escribió:Pero, aún cuando Cuba adoptase este modelo y lo desarrollase en gran escala, la agricultura cubana seguiría padeciendo los efectos del embargo, pues incluso la explotación agrícola artesanal requiere de insumos, aunque se trate simplemente de semillas.
De acuerdo con usted, pero al menos sería una forma de optimizar en que se emplea la riqueza. Y creo que esto es extensivo a otros renglones de la economía… pero en mi modesta opinión el eje central del asunto es la agricultura.
De la misma forma deberían de dejar de invertir y gastar combustibles e insumos en cosas intrascendentales. Con los años que llevo en Cuba he visto cientos de marchas, congresos y movilizaciones inútiles, se gastaron recursos importantes en las plantaciones de NONI, otro tanto en las de moringa, se gastó combustible derribando frutales para hacer el cordón de La Habana, hace poco a un inteligente se le ocurrió dejar de cultivar caña de azúcar, pero lo más increíble es que esas tierras se quedaron abandonadas y luego de poco tiempo hubo que retomar su cultivo, pero con un gasto excesivo por el mal estado en que se encontraban y volver a poner en marcha la industria azucarera, que dicho sea de paso es anticuada y obsoleta (antes del 59 en casi su totalidad) porque ni en la época de los rusos se modernizó esta vital industria.
Yo siempre le pongo un ejemplo a los colegas que visitan este país y no entienden de lo que hablo:
En enero del año 1994 el dólar se cotizaba en Cuba a 120 CUP (pesos cubanos), la libra de arroz a 55 o 60 CUP el frijol a 70 CUP (precios aproximados), todo el país estaba en régimen de 8 horas de electricidad y 8 en apagón, después de las manifestaciones del 5 de agosto de ese año en La Habana, la dirección del país tomó la decisión de liberar el mercado agropecuario y autorizar de forma libre la comercialización de todos los productos agropecuarios (menos el ganado mayor), así como autorizo de forma expedita a cultivar todas las tierras ociosas de forma temporal en el entorno urbano y suburbano. Después de 3 años de crisis aguda de la sociedad, se logró con estas medidas que en diciembre de ese mismo año el dólar bajara su cotización a 22 CUP, la libra de arroz a 5 CUP, el frijol a 8 CUP, etc. Los apagones desaparecieron de forma masiva y quedaron de forma más esporádica y en periodos cortos.
Sencillamente la agricultura suplió un gasto importante del gasto nacional, permitiendo utilizar las divisas en otros renglones de la economía, no fue magia ni nada parecido, solo pensar y actuar a lo loco y basados en una consigna.
Tiempo después el gobierno impuso medidas regulatorias para el sector agropecuario, aparecieron los impuestos, las regulaciones sobre las tierras ociosas y otras arbitrariedades que frenaron el ritmo de crecimiento, estancándolo hasta el día de hoy en que se encuentra más o menos en el mismo lugar de hace más 20 años.
Algunos me comentan, que al parecer el gobierno necesita otra crisis como la del 94 para despertar de su letargo ilógico. Y para serle honesto, lo que más me preocupa es que la realidad histórica es otra y eso puede acabar con malos resultados y ser muy contraproducente desde el punto de vista social para este país, yo en mi modesta opinión preferiría que el gobierno tomara la iniciativa y liberara ciertos renglones de fácil crecimiento y que so estratégicos para la seguridad nacional y de esta forma librara un poco de tenciones y le permitiría centrarse en otros aspectos vitales, como son los medicamentos que están en total crisis en estos momentos en la isla.