Hola camaradas,
uno de los tópicos del anticomunismo, uno de los clichés más repetidos de la burguesía, es afirmar que los comunistas somos sucios, desordenados, informales y maleducados. Este tópico derechista contra nosotros es una completa falsedad, una falacia completa. De hecho, poca gente hay tan maleducada, estúpida, ruidosa y sucia que los pijos y fachas, es decir, la chusma que, en España, vota al pepé. Y, por otra parte, ya se han visto las "virtudes" que tapaban, bajo sus trajes caros, individuos como rodrigo rato, luis bárcenas, iñaki urdangarín,.... en fin, toda esa panda de bichos repugnantes que tanto daño han hecho y hacen a nuestra Patria.
Por el contrario, un comunista como es debido es una persona limpia, ordenada, y, sin caer en extravagancias ni cursilerías, una persona formal, educada, responsable y atenta. En los años 80, el Ministerio de Educación de Cuba publicó una manual de educación formal que decía cosas como éstas, que son dignas de tener en cuenta en nuestros comportamientos sociales. En definitiva, que nuestras formas correctas, adecuadas y cordiales sean un reflejo fiel de nuestro elevado ideal:
"Normas y hábitos de conducta social
Los hábitos de conducta social son conservados, transformados y trasmitidos de generación en generación. Ellos constituyen modos de actuar, formas de cortesía y respeto. Manifestaciones de la cultura que se han asentado sólidamente en nuestra conducta.
Papel de la educación
Formar en la personalidad de las nuevas generaciones, los Valores humanos. Parte integrante de estos valores son los sentimientos de respeto y solidaridad con los demás.
La adecuada organización de las influencias educativas y una correcta planificación de las distintas actividades sociales con los niños y jóvenes, resultan esenciales para la formación de Hábitos, la creación de actitudes y el desarrollo de sentimientos de simpatía y consideración hacia los compañeros, los adultos, los padres, los maestros y los profesores.
Desde el ingreso del niño en la escuela, la actividad del colectivo escolar constituye el medio idóneo para ejecutar las Normas del comportamiento social.
Conversación y discusión
• Se debe procurar hablar correctamente. La buena pronunciación y articulación de las palabras, la claridad y la forma natural de emitirlas son factores esenciales de la conversación.
• Es necesario hablar en un ritmo adecuado. Es incorrecto hacerlo con demasiada prisa o con desesperante lentitud.
• Al conversar no es correcto acercarse demasiado al interlocutor. Los que los hacen no tienen en cuenta las normas higiénicas.
• No está bien gesticular o hacer movimientos exagerados. No se debe abandonar la conversación sin solicitar y obtener permiso.
• Cuando alguien se preocupe por la salud de otro, se debe responder en este sentido. Se debe evitar contestar con la misma pregunta para que no queden ambas sin respuestas.
• Se debe evitar asumir actitudes poco respetuosas cuando alguien nos habla, como desviar la vista, mirar el reloj insistentemente, leer, escribir, tener apartes y cambiar sonrisas o señas con otros.
• Cuando conversamos en colectivo, mientras una persona habla, las demás deben atender.
• Se debe evitar en todo momento interrumpir a la persona que habla. Si estamos en desacuerdo con lo planteado, se debe esperar paciente el turno para hablar.
• Cuando la necesidad de interrumpir sea necesaria se debe hacer con delicadeza, y la persona debe disculparse en todos los casos.
• En las discusiones, conviene defender correctamente las ideas, sin apasionamientos. La serenidad con que discutamos contribuye a que las personas se entiendan mejor. Cuando es nuestro interlocutor el que incumple esta norma, se debe ser tolerantes con él.
• Se han de dominar los arrebatos de ira. Educar el carácter es parte esencial de la educación.
• Es incorrecto criticar a las personas en su ausencia. En nuestra sociedad la crítica y la autocrítica son elementos educativos para rectificar errores.
• En las comidas, se debe cuidar el tema de la conversación. Deben evitarse los temas que resulten desagradables y los asuntos que puedan suscitar discusión.
En las visitas
• Al llegar al lugar de visita, se debe tocar suavemente a la puerta aun cuando ésta se encuentre abierta. Mientras se espera es incorrecto mirar hacia el interior del local, ya sea por la puerta o por las ventanas.
• Debe recibirse a los visitantes correctamente vestidos, hacérseles pasar de inmediato y ofrecerles asiento.
• Si es necesario hacerlos esperar, nunca será fuera de la casa.
• Cuando se es recibido, se saludará a la persona que te atiende, y al pasar al interior, a todos los presentes. Cuando no se conoce a la persona que te recibe, se debe identificarse de inmediato.
• Para pasar al interior de la casa se debe esperar a que te inviten. No es correcto penetrar en otras habitaciones sin pedir y recibir permiso.
• Cuando se visita a una persona que no nos espera procuremos ser muy breves. La persona visitada debe mostrarse hospitalaria pero en ningún momento manifestará desagrado por la visita. Es correcto si pasado un tiempo prudencial ésta se excusa para cumplir obligaciones o compromisos por cuanto no se tenía conocimiento de nuestra visita.
• El horario y la duración de la visita dependerán del grado de familiaridad, del carácter de la visita y del interés de ambas partes.
• Al recibir una visita, debemos recoger los paquetes y objetos que lleven en las manos para colocarlos en un lugar apropiado.
• Al saludar, se debe esperar a que la persona de mayor jerarquía extienda la mano. El hombre debe esperar que la mujer sea la que extienda la mano.
• Los niños no deberán intervenir en la conversación de los adultos durante las visitas.
• La despedida debe dirigirse a todos los presentes.
• Se deben escoger momentos que no coincidan con los horarios de almuerzo, comida o sueño.
En el trabajo
• Se debe saludar amablemente a los compañeros al llegar al centro trabajo, y despidámonos cortésmente en el momento de retirarnos.
• Expresemos solidaridad y simpatía a las personas que visiten nuestro centro o puesto de trabajo.
• Al entrar a un local, una oficina, un despacho, etc., se debe pedir permiso o tocar a la puerta con corrección. Se debe pasar solo después que se autorice. Al pasar por una puerta se debe dejarla tal y como se encontró.
• Se debe evitar molestar o distraer a los demás desde nuestro puesto de trabajo. No es correcto interrumpir con comentarios al que está concentrado en su labor.
• Se debe ser atento y cortés con el compañero que requiera algo de nosotros. Si no es posible acceder a su petición, nos justificaremos correctamente. Deberá siempre agradecerle la intención y el esfuerzo del compañero que nos haya ayudado.
• Cuando se vaya al puesto de trabajo de otro compañero, se debe cuidar de no desorganizar sus cosas.
• Las herramientas o instrumentos de trabajo de otros compañeros requieren de nuestro cuidado. No deberá utilizarse el puesto de trabajo o instrumentos de una persona sin que previamente ésta nos haya autorizado.
• Se tiene la obligación de cuidar todos los medios que se han puesto a nuestra disposición.
• Al final de la jornada, será correcto dejar limpio y ordenado nuestro puesto de trabajo.
• Los hábitos de puntualidad y el cumplimiento riguroso de las normas del trabajo son aspectos de la conducta que van más allá de la educación formal. Tienen una gran influencia en el respeto que debe ganarse dentro del colectivo.
En las asambleas y reuniones
• Se debe llegar a tiempo a las asambleas o reuniones convocadas. La puntualidad es un hábito que dice mucho no solo de nuestra disciplina y del valor que damos a la actividad, sino también del respeto y consideración que debemos a los demás.
• Se debe permanecer en el local durante toda la sesión. Si en caso excepcional se necesita salir, lo correcto es solicitar autorización.
• No es correcto saludar si se llega tarde, ni interrumpir la reunión para excusarse, se debe aguardar el momento oportuno.
• Los compañeros que presiden una reunión merecen la atención, el respeto y una actitud disciplinada en el transcurso de la actividad. Al terminar la reunión o asamblea; es una regla de cortesía esperar a que el orador se retire primero y después lo hará el público asistente.
• Las visitas de compañeros invitados, dirigentes, entre otros, deben ser recibidas con demostraciones de simpatía y respeto.
• Al pedir la palabra, se debe hacer de modo discreto. No se debe comenzar a hablar sin que el auditorio esté preparado para atendernos.
• Se debe escuchar en silencio, con atención y sin interrupciones, a la persona que habla. No se debe mostrar impaciencia, aun cuando se tenga una respuesta inmediata.
• Cuando se valore la conducta o las opiniones de otro compañero, nuestras palabras deben estar bien medidas y su tono bien controlado. No se debe dar lugar a interpretaciones erróneas de nuestra intención constructiva.
• La atención al que habla y el respeto a todos los presentes se manifiesta a través de la postura adoptada en el asiento. Si nuestra cabeza cuelga o está recostada, si hacemos vagar la vista, y nos balanceamos, etcétera, daremos una demostración de poco interés y de falta de educación.
• Se debe ser receptivos a las observaciones críticas y capaces de comprender cuándo se causa irritación con nuestras formas de expresarnos.
• Se debe evitar toda conversación con una parte de los integrantes de las reuniones o asambleas. Estas “Micro-reuniones” demuestran falta de respeto.
En conversaciones
• Manejar la voz es muy importante. No es nada grato mantener una conversación con quien hiere los oídos. Hablar alto es sinónimo de mal gusto, poca delicadeza y mala educación.
• Escucha, observa y se verá lo inadecuado y reprobable que resulta expresarse a gritos con el fin de ser atendido. Todo lo contrario; te prestarán más atención si sabes mantener el tono grato, si las inflexiones de tu voz son precisas y de acuerdo con lo que deseas expresar.
• La voz se educa. Leer en voz alta, modulando las palabras, pronunciando bien, constituye un excelente ejercicio para alcanzar este objetivo.
Errores frecuentes
• Gritar en lugar de hablar. El que grita confiesa el fracaso de hacerse oír. Presupone una relación viciada: tratar de imponerse por el tono de la voz y no por los argumentos. El grito trae el insulto, la falta de respeto. Es una escalada peligrosa.
• Interrumpir al que esté hablando. Quien interrumpe no escucha, solo piensa en lo que él quiere decir. Espera tu turno y haz que el tuyo sea respetado.
• Adivinar el pensamiento. Adelantarse a suponer qué es lo que quieren decir los demás. Creer firmemente que es así, negando a las otras personas toda posibilidad de rectificar, cortando la palabra, interrumpe la comunicación.
• Pensar y juzgar automáticamente. Seguir un esquema mental preconcebido, derivado de un equivocado aprendizaje, condiciona una respuesta de contraataque (la agresividad se destaca).
• Ser impaciente, controlador, dominante, impulsivo. Querer que las cosas se hagan y digan a tu manera, olvidando que en toda verdad hay matices y enfoques variados que se deben respetar para vivir en armonía y comprensión.
• Hablar de varias cosas a la vez. Cuando se discute no resulta aconsejable introducir variados elementos que alejen del motivo principal. La densidad de temas puede transformar la discusión en una pelea.
• No discutir tonterías. Ser claro, preciso, específico. No vale la pena amargarse por cosas intrascendentes que verdaderamente no trascienden.
• No dar golpes bajos. Traer a colación rencores pasados, dar rienda suelta a la amargura sin base; burlarse, amenazar, manipular.
El objeto de una comunicación es relacionarse, transmitir un mensaje, informar al otro de la opinión personal. Convencer de algo, conseguir colaboración, comprensión, tolerancia. No es triunfar ni humillar.
• En una conversación el tono de voz debe ser moderado. En algunos lugares como hospitales, bibliotecas, cines, museos…, el hablar en tono bajo ha de ser de estricto cumplimiento.
• Los menores de edad deben tratar de usted a los adultos y en particular a sus maestros y profesores. Igual conducta debe regir entre mayores cuando no medien relaciones amistosas.
• En la calle y en los transportes mantendremos un tono de voz adecuado y evitaremos hacer llamadas estruendosas que puedan molestar a otras personas.
• Ayudaremos a quienes andan cargados de paquetes, libros u otros materiales. Es correcto ceder el asiento a la mujer, a los ancianos e impedidos.
• Si nos vemos obligados a pasar entre personas detenidas pidamos permiso.
• En las fiestas debemos extremar los hábitos de cortesía y solidaridad. La alegría no está reñida jamás con el comportamiento correcto. Para divertirse no hay que desencadenar la estridencia, los chistes y gestos groseros. La ropa, la presencia personal, irá acorde con el tipo de actividad, la ocasión, hora, temporada, etc.
• No escribir en las paredes, ni tirar las puertas, o cualquier otra acción que atente contra la propiedad colectiva.
• Está prohibido por las ordenanzas sanitarias botar papeles o echar desperdicios en la calle, lugares públicos y medios de transporte. La calle es parte del ambiente social cuya limpieza e higiene debemos cuidar.
• Se prohíbe fumar en los teatros, cines, vehículos públicos, en las reuniones y asambleas.
En la calle y en los transportes públicos
En la calle y en los transportes mantendremos un tono de voz adecuado y nos abstendremos de hacer llamadas ruidosas que puedan molestar a otras personas.
Cuando transitamos por las calle, no será correcto detenernos a mirar por las ventanas o puertas abiertas.
Siempre que sea necesario adelantarnos a otra persona por una acera estrecha, pediremos permiso para hacerlo. En todos los casos, será correcto ceder el paso amablemente.
Cederemos la parte interior de la acera a la compañera o la persona de mayor edad. Ayudaremos a las compañeras a bajar y subir las aceras, cruzar la calle,etc.
Es costumbre saludar a los conocidos, en la calle y lugares públicos estamos alejados bastara con un ademán. Son de mal gusto las llamadas ruidosas a distancia.
No molestemos el paso de los transeúntes integrando grupos de conversación en medio del flujo de las personas.
Si nos vemos obligados a pasar entre personas detenidas, pediremos permiso. La solicitud para pasar no nos autoriza a empujar a los demás. La delicadeza no estará solo en las palabras sino en toda nuestra conducta.
Ayudaremos a las compañeras y personas mayores cargadas de paquetes, libros, etc. De igual forma actuaremos con aquellas a las cuales se les caiga un objeto. Esto siempre será una manifestación de simpatía y solidaridad.
Brindaremos atención a la persona que lo solicite o la guiaremos a quien pueda ayudarla.
Al montar en el ómnibus al mismo tiempo que ancianos y mujeres no les disputaremos la entrada.
Es correcto ceder el asiento del ómnibus a la mujer, a los ancianos y las personas impedidas. Esta conducta siempre será demostración del desarrollo del sentimiento de solidaridad para con los demás.
Es de obligada cortesía agradecer las demostraciones de respeto, afecto y consideración por parte de los que la reciben.
Durante el viaje, es agradable conversar con nuestros amigos, pero de ningún modo levantar el volumen de la voz hasta el punto de molestar a los demás viajeros.
No es correcto sintonizar el receptor de radio en los transportes públicos. Las normas de cortesía se basan también en el respeto a los demás.
Antes de abrir o cerrar la ventanilla, preguntemos si a las personas cercanas les molesta el aire o el calor. Recordemos que el transporte colectivo es de uso común.
Si ocupamos el asiento que da al pasillo, nos mostraremos atentos y facilitaremos con gentileza la salida de la persona que ocupe la ventanilla.
En el ómnibus o en cualquier vehículo público, cuidaremos de no ocupar más espacio que el imprescindiblemente necesario y de no molestar a nuestros vecinos de viaje con posturas incorrectas.
Procuraremos no molestar con los objetos que llevamos. Cuidemos de no llevar carga excesiva.
Si tropezamos de modo involuntario, debemos disculparnos y tratar de reparar el daño o molestia causado.
La cola en un restaurante, un cine o parada de ómnibus, etc, es una norma de vida colectiva y requiere organización y respeto. Es en extremo delicado forzar el turno que nos corresponde.
En lugares públicos cuidaremos de la postura de nuestro cuerpo. No es correcto sentarse o recostarse de forma descompuesta o poner los pies en los muros, paredes, etc.
La intimidad propia de las demostraciones del sentimiento amoroso no se corresponde con su ostentación pública.
El piropo es una forma común de expresar la admiración y simpatía por el sexo opuesto. Pero las buenas costumbres están reñidas con el piropo soez y de mal gusto, que provoca irritación mas que complacencia.
Algunas normas sanitarias
Esta prohibido por las ordenanzas sanitarias botar papeles o echar desperdicios a la calle o lugares públicos. La calle es parte del ambiente social cuya limpieza e higiene debemos cuidar.
Cuidemos de no realizar ninguna actividad que estropee o ensucie las aceras jardines y calles.
Deben utilizarse los recipientes situados para echar papeles, desperdicios, colillas, etc, cuando se transite por la calle. Si no tenemos a mano estos auxiliares de limpieza, utilicemos en lo posible nuestros bolsillos. La calle es parte del ambiente donde vivimos y conservarla limpia y bien cuidada será un deber elemental para con los que nos rodean.
Esta prohibido fumar en los teatros, cines y vehículos públicos. Es una regla higiénica de obligatorio cumplimiento y una demostración de buena educación.
La conducta social en los espectáculos
Llegaremos a los espectáculos con tiempo para acomodarnos antes de que los mismos comiencen. De esta forma disfrutaremos completamente del acto, seremos disciplinados y no molestaremos a los demás.
Si en caso de justificada necesidad, no podemos esperar a un intermedio para levantarnos, pediremos permiso y saldremos de nuestros asientos con sumo cuidado. Es correcto disculparse cortés y discretamente.
Cuando una persona vaya a tomar asiento, lo más correcto es levantarse. Facilitaremos los mejores asientos a nuestras compañeras y nos preocuparemos por su comodidad.
Evitaremos los comentarios durante el desarrollo del espectáculo. Excepcionalmente lo haremos, y en estos casos en voz muy baja, sin molestar a los demás.
Son de mal gusto y denotan mala educación las expresiones emotivas estridentes dentro de teatros y cines. Aunque en los espectáculos deportivos las manifestaciones estrepitosas de simpatía se han hecho usuales, las chifladuras y demostraciones despreciativas hacia equipos y jugadores son contrarias a los sentimientos de solidaridad humana y al espíritu deportivo.
La conducta social en las bibliotecas, museos y exposiciones
Una conducta correcta en bibliotecas, museos, exposiciones se manifiesta por un discreto interés, que no llame la atención ni provoque molestia a los demás.
Dentro de la biblioteca, debemos movernos lo menos posible: evitaremos todo ruido y conversación.
Acudiremos al personal especializado, para obtener cualquier información adicional y lo haremos en el tono de voz que esos lugares requieran.
En los museos y exposiciones, debe mantenerse una distancia prudencial respecto a las piezas que se exponen. Nunca debemos tocarlas. Tampoco apoyarnos o recostarnos a los estantes donde estén colocadas.
Dentro de museos y galerías, en el caso de visitas dirigidas, mostraremos respeto y atención al guía. Procuremos no obstaculizar la observación de las personas que visitan el lugar conjuntamente con nosotros."
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
uno de los tópicos del anticomunismo, uno de los clichés más repetidos de la burguesía, es afirmar que los comunistas somos sucios, desordenados, informales y maleducados. Este tópico derechista contra nosotros es una completa falsedad, una falacia completa. De hecho, poca gente hay tan maleducada, estúpida, ruidosa y sucia que los pijos y fachas, es decir, la chusma que, en España, vota al pepé. Y, por otra parte, ya se han visto las "virtudes" que tapaban, bajo sus trajes caros, individuos como rodrigo rato, luis bárcenas, iñaki urdangarín,.... en fin, toda esa panda de bichos repugnantes que tanto daño han hecho y hacen a nuestra Patria.
Por el contrario, un comunista como es debido es una persona limpia, ordenada, y, sin caer en extravagancias ni cursilerías, una persona formal, educada, responsable y atenta. En los años 80, el Ministerio de Educación de Cuba publicó una manual de educación formal que decía cosas como éstas, que son dignas de tener en cuenta en nuestros comportamientos sociales. En definitiva, que nuestras formas correctas, adecuadas y cordiales sean un reflejo fiel de nuestro elevado ideal:
"Normas y hábitos de conducta social
Los hábitos de conducta social son conservados, transformados y trasmitidos de generación en generación. Ellos constituyen modos de actuar, formas de cortesía y respeto. Manifestaciones de la cultura que se han asentado sólidamente en nuestra conducta.
Papel de la educación
Formar en la personalidad de las nuevas generaciones, los Valores humanos. Parte integrante de estos valores son los sentimientos de respeto y solidaridad con los demás.
La adecuada organización de las influencias educativas y una correcta planificación de las distintas actividades sociales con los niños y jóvenes, resultan esenciales para la formación de Hábitos, la creación de actitudes y el desarrollo de sentimientos de simpatía y consideración hacia los compañeros, los adultos, los padres, los maestros y los profesores.
Desde el ingreso del niño en la escuela, la actividad del colectivo escolar constituye el medio idóneo para ejecutar las Normas del comportamiento social.
Conversación y discusión
• Se debe procurar hablar correctamente. La buena pronunciación y articulación de las palabras, la claridad y la forma natural de emitirlas son factores esenciales de la conversación.
• Es necesario hablar en un ritmo adecuado. Es incorrecto hacerlo con demasiada prisa o con desesperante lentitud.
• Al conversar no es correcto acercarse demasiado al interlocutor. Los que los hacen no tienen en cuenta las normas higiénicas.
• No está bien gesticular o hacer movimientos exagerados. No se debe abandonar la conversación sin solicitar y obtener permiso.
• Cuando alguien se preocupe por la salud de otro, se debe responder en este sentido. Se debe evitar contestar con la misma pregunta para que no queden ambas sin respuestas.
• Se debe evitar asumir actitudes poco respetuosas cuando alguien nos habla, como desviar la vista, mirar el reloj insistentemente, leer, escribir, tener apartes y cambiar sonrisas o señas con otros.
• Cuando conversamos en colectivo, mientras una persona habla, las demás deben atender.
• Se debe evitar en todo momento interrumpir a la persona que habla. Si estamos en desacuerdo con lo planteado, se debe esperar paciente el turno para hablar.
• Cuando la necesidad de interrumpir sea necesaria se debe hacer con delicadeza, y la persona debe disculparse en todos los casos.
• En las discusiones, conviene defender correctamente las ideas, sin apasionamientos. La serenidad con que discutamos contribuye a que las personas se entiendan mejor. Cuando es nuestro interlocutor el que incumple esta norma, se debe ser tolerantes con él.
• Se han de dominar los arrebatos de ira. Educar el carácter es parte esencial de la educación.
• Es incorrecto criticar a las personas en su ausencia. En nuestra sociedad la crítica y la autocrítica son elementos educativos para rectificar errores.
• En las comidas, se debe cuidar el tema de la conversación. Deben evitarse los temas que resulten desagradables y los asuntos que puedan suscitar discusión.
En las visitas
• Al llegar al lugar de visita, se debe tocar suavemente a la puerta aun cuando ésta se encuentre abierta. Mientras se espera es incorrecto mirar hacia el interior del local, ya sea por la puerta o por las ventanas.
• Debe recibirse a los visitantes correctamente vestidos, hacérseles pasar de inmediato y ofrecerles asiento.
• Si es necesario hacerlos esperar, nunca será fuera de la casa.
• Cuando se es recibido, se saludará a la persona que te atiende, y al pasar al interior, a todos los presentes. Cuando no se conoce a la persona que te recibe, se debe identificarse de inmediato.
• Para pasar al interior de la casa se debe esperar a que te inviten. No es correcto penetrar en otras habitaciones sin pedir y recibir permiso.
• Cuando se visita a una persona que no nos espera procuremos ser muy breves. La persona visitada debe mostrarse hospitalaria pero en ningún momento manifestará desagrado por la visita. Es correcto si pasado un tiempo prudencial ésta se excusa para cumplir obligaciones o compromisos por cuanto no se tenía conocimiento de nuestra visita.
• El horario y la duración de la visita dependerán del grado de familiaridad, del carácter de la visita y del interés de ambas partes.
• Al recibir una visita, debemos recoger los paquetes y objetos que lleven en las manos para colocarlos en un lugar apropiado.
• Al saludar, se debe esperar a que la persona de mayor jerarquía extienda la mano. El hombre debe esperar que la mujer sea la que extienda la mano.
• Los niños no deberán intervenir en la conversación de los adultos durante las visitas.
• La despedida debe dirigirse a todos los presentes.
• Se deben escoger momentos que no coincidan con los horarios de almuerzo, comida o sueño.
En el trabajo
• Se debe saludar amablemente a los compañeros al llegar al centro trabajo, y despidámonos cortésmente en el momento de retirarnos.
• Expresemos solidaridad y simpatía a las personas que visiten nuestro centro o puesto de trabajo.
• Al entrar a un local, una oficina, un despacho, etc., se debe pedir permiso o tocar a la puerta con corrección. Se debe pasar solo después que se autorice. Al pasar por una puerta se debe dejarla tal y como se encontró.
• Se debe evitar molestar o distraer a los demás desde nuestro puesto de trabajo. No es correcto interrumpir con comentarios al que está concentrado en su labor.
• Se debe ser atento y cortés con el compañero que requiera algo de nosotros. Si no es posible acceder a su petición, nos justificaremos correctamente. Deberá siempre agradecerle la intención y el esfuerzo del compañero que nos haya ayudado.
• Cuando se vaya al puesto de trabajo de otro compañero, se debe cuidar de no desorganizar sus cosas.
• Las herramientas o instrumentos de trabajo de otros compañeros requieren de nuestro cuidado. No deberá utilizarse el puesto de trabajo o instrumentos de una persona sin que previamente ésta nos haya autorizado.
• Se tiene la obligación de cuidar todos los medios que se han puesto a nuestra disposición.
• Al final de la jornada, será correcto dejar limpio y ordenado nuestro puesto de trabajo.
• Los hábitos de puntualidad y el cumplimiento riguroso de las normas del trabajo son aspectos de la conducta que van más allá de la educación formal. Tienen una gran influencia en el respeto que debe ganarse dentro del colectivo.
En las asambleas y reuniones
• Se debe llegar a tiempo a las asambleas o reuniones convocadas. La puntualidad es un hábito que dice mucho no solo de nuestra disciplina y del valor que damos a la actividad, sino también del respeto y consideración que debemos a los demás.
• Se debe permanecer en el local durante toda la sesión. Si en caso excepcional se necesita salir, lo correcto es solicitar autorización.
• No es correcto saludar si se llega tarde, ni interrumpir la reunión para excusarse, se debe aguardar el momento oportuno.
• Los compañeros que presiden una reunión merecen la atención, el respeto y una actitud disciplinada en el transcurso de la actividad. Al terminar la reunión o asamblea; es una regla de cortesía esperar a que el orador se retire primero y después lo hará el público asistente.
• Las visitas de compañeros invitados, dirigentes, entre otros, deben ser recibidas con demostraciones de simpatía y respeto.
• Al pedir la palabra, se debe hacer de modo discreto. No se debe comenzar a hablar sin que el auditorio esté preparado para atendernos.
• Se debe escuchar en silencio, con atención y sin interrupciones, a la persona que habla. No se debe mostrar impaciencia, aun cuando se tenga una respuesta inmediata.
• Cuando se valore la conducta o las opiniones de otro compañero, nuestras palabras deben estar bien medidas y su tono bien controlado. No se debe dar lugar a interpretaciones erróneas de nuestra intención constructiva.
• La atención al que habla y el respeto a todos los presentes se manifiesta a través de la postura adoptada en el asiento. Si nuestra cabeza cuelga o está recostada, si hacemos vagar la vista, y nos balanceamos, etcétera, daremos una demostración de poco interés y de falta de educación.
• Se debe ser receptivos a las observaciones críticas y capaces de comprender cuándo se causa irritación con nuestras formas de expresarnos.
• Se debe evitar toda conversación con una parte de los integrantes de las reuniones o asambleas. Estas “Micro-reuniones” demuestran falta de respeto.
En conversaciones
• Manejar la voz es muy importante. No es nada grato mantener una conversación con quien hiere los oídos. Hablar alto es sinónimo de mal gusto, poca delicadeza y mala educación.
• Escucha, observa y se verá lo inadecuado y reprobable que resulta expresarse a gritos con el fin de ser atendido. Todo lo contrario; te prestarán más atención si sabes mantener el tono grato, si las inflexiones de tu voz son precisas y de acuerdo con lo que deseas expresar.
• La voz se educa. Leer en voz alta, modulando las palabras, pronunciando bien, constituye un excelente ejercicio para alcanzar este objetivo.
Errores frecuentes
• Gritar en lugar de hablar. El que grita confiesa el fracaso de hacerse oír. Presupone una relación viciada: tratar de imponerse por el tono de la voz y no por los argumentos. El grito trae el insulto, la falta de respeto. Es una escalada peligrosa.
• Interrumpir al que esté hablando. Quien interrumpe no escucha, solo piensa en lo que él quiere decir. Espera tu turno y haz que el tuyo sea respetado.
• Adivinar el pensamiento. Adelantarse a suponer qué es lo que quieren decir los demás. Creer firmemente que es así, negando a las otras personas toda posibilidad de rectificar, cortando la palabra, interrumpe la comunicación.
• Pensar y juzgar automáticamente. Seguir un esquema mental preconcebido, derivado de un equivocado aprendizaje, condiciona una respuesta de contraataque (la agresividad se destaca).
• Ser impaciente, controlador, dominante, impulsivo. Querer que las cosas se hagan y digan a tu manera, olvidando que en toda verdad hay matices y enfoques variados que se deben respetar para vivir en armonía y comprensión.
• Hablar de varias cosas a la vez. Cuando se discute no resulta aconsejable introducir variados elementos que alejen del motivo principal. La densidad de temas puede transformar la discusión en una pelea.
• No discutir tonterías. Ser claro, preciso, específico. No vale la pena amargarse por cosas intrascendentes que verdaderamente no trascienden.
• No dar golpes bajos. Traer a colación rencores pasados, dar rienda suelta a la amargura sin base; burlarse, amenazar, manipular.
El objeto de una comunicación es relacionarse, transmitir un mensaje, informar al otro de la opinión personal. Convencer de algo, conseguir colaboración, comprensión, tolerancia. No es triunfar ni humillar.
• En una conversación el tono de voz debe ser moderado. En algunos lugares como hospitales, bibliotecas, cines, museos…, el hablar en tono bajo ha de ser de estricto cumplimiento.
• Los menores de edad deben tratar de usted a los adultos y en particular a sus maestros y profesores. Igual conducta debe regir entre mayores cuando no medien relaciones amistosas.
• En la calle y en los transportes mantendremos un tono de voz adecuado y evitaremos hacer llamadas estruendosas que puedan molestar a otras personas.
• Ayudaremos a quienes andan cargados de paquetes, libros u otros materiales. Es correcto ceder el asiento a la mujer, a los ancianos e impedidos.
• Si nos vemos obligados a pasar entre personas detenidas pidamos permiso.
• En las fiestas debemos extremar los hábitos de cortesía y solidaridad. La alegría no está reñida jamás con el comportamiento correcto. Para divertirse no hay que desencadenar la estridencia, los chistes y gestos groseros. La ropa, la presencia personal, irá acorde con el tipo de actividad, la ocasión, hora, temporada, etc.
• No escribir en las paredes, ni tirar las puertas, o cualquier otra acción que atente contra la propiedad colectiva.
• Está prohibido por las ordenanzas sanitarias botar papeles o echar desperdicios en la calle, lugares públicos y medios de transporte. La calle es parte del ambiente social cuya limpieza e higiene debemos cuidar.
• Se prohíbe fumar en los teatros, cines, vehículos públicos, en las reuniones y asambleas.
En la calle y en los transportes públicos
En la calle y en los transportes mantendremos un tono de voz adecuado y nos abstendremos de hacer llamadas ruidosas que puedan molestar a otras personas.
Cuando transitamos por las calle, no será correcto detenernos a mirar por las ventanas o puertas abiertas.
Siempre que sea necesario adelantarnos a otra persona por una acera estrecha, pediremos permiso para hacerlo. En todos los casos, será correcto ceder el paso amablemente.
Cederemos la parte interior de la acera a la compañera o la persona de mayor edad. Ayudaremos a las compañeras a bajar y subir las aceras, cruzar la calle,etc.
Es costumbre saludar a los conocidos, en la calle y lugares públicos estamos alejados bastara con un ademán. Son de mal gusto las llamadas ruidosas a distancia.
No molestemos el paso de los transeúntes integrando grupos de conversación en medio del flujo de las personas.
Si nos vemos obligados a pasar entre personas detenidas, pediremos permiso. La solicitud para pasar no nos autoriza a empujar a los demás. La delicadeza no estará solo en las palabras sino en toda nuestra conducta.
Ayudaremos a las compañeras y personas mayores cargadas de paquetes, libros, etc. De igual forma actuaremos con aquellas a las cuales se les caiga un objeto. Esto siempre será una manifestación de simpatía y solidaridad.
Brindaremos atención a la persona que lo solicite o la guiaremos a quien pueda ayudarla.
Al montar en el ómnibus al mismo tiempo que ancianos y mujeres no les disputaremos la entrada.
Es correcto ceder el asiento del ómnibus a la mujer, a los ancianos y las personas impedidas. Esta conducta siempre será demostración del desarrollo del sentimiento de solidaridad para con los demás.
Es de obligada cortesía agradecer las demostraciones de respeto, afecto y consideración por parte de los que la reciben.
Durante el viaje, es agradable conversar con nuestros amigos, pero de ningún modo levantar el volumen de la voz hasta el punto de molestar a los demás viajeros.
No es correcto sintonizar el receptor de radio en los transportes públicos. Las normas de cortesía se basan también en el respeto a los demás.
Antes de abrir o cerrar la ventanilla, preguntemos si a las personas cercanas les molesta el aire o el calor. Recordemos que el transporte colectivo es de uso común.
Si ocupamos el asiento que da al pasillo, nos mostraremos atentos y facilitaremos con gentileza la salida de la persona que ocupe la ventanilla.
En el ómnibus o en cualquier vehículo público, cuidaremos de no ocupar más espacio que el imprescindiblemente necesario y de no molestar a nuestros vecinos de viaje con posturas incorrectas.
Procuraremos no molestar con los objetos que llevamos. Cuidemos de no llevar carga excesiva.
Si tropezamos de modo involuntario, debemos disculparnos y tratar de reparar el daño o molestia causado.
La cola en un restaurante, un cine o parada de ómnibus, etc, es una norma de vida colectiva y requiere organización y respeto. Es en extremo delicado forzar el turno que nos corresponde.
En lugares públicos cuidaremos de la postura de nuestro cuerpo. No es correcto sentarse o recostarse de forma descompuesta o poner los pies en los muros, paredes, etc.
La intimidad propia de las demostraciones del sentimiento amoroso no se corresponde con su ostentación pública.
El piropo es una forma común de expresar la admiración y simpatía por el sexo opuesto. Pero las buenas costumbres están reñidas con el piropo soez y de mal gusto, que provoca irritación mas que complacencia.
Algunas normas sanitarias
Esta prohibido por las ordenanzas sanitarias botar papeles o echar desperdicios a la calle o lugares públicos. La calle es parte del ambiente social cuya limpieza e higiene debemos cuidar.
Cuidemos de no realizar ninguna actividad que estropee o ensucie las aceras jardines y calles.
Deben utilizarse los recipientes situados para echar papeles, desperdicios, colillas, etc, cuando se transite por la calle. Si no tenemos a mano estos auxiliares de limpieza, utilicemos en lo posible nuestros bolsillos. La calle es parte del ambiente donde vivimos y conservarla limpia y bien cuidada será un deber elemental para con los que nos rodean.
Esta prohibido fumar en los teatros, cines y vehículos públicos. Es una regla higiénica de obligatorio cumplimiento y una demostración de buena educación.
La conducta social en los espectáculos
Llegaremos a los espectáculos con tiempo para acomodarnos antes de que los mismos comiencen. De esta forma disfrutaremos completamente del acto, seremos disciplinados y no molestaremos a los demás.
Si en caso de justificada necesidad, no podemos esperar a un intermedio para levantarnos, pediremos permiso y saldremos de nuestros asientos con sumo cuidado. Es correcto disculparse cortés y discretamente.
Cuando una persona vaya a tomar asiento, lo más correcto es levantarse. Facilitaremos los mejores asientos a nuestras compañeras y nos preocuparemos por su comodidad.
Evitaremos los comentarios durante el desarrollo del espectáculo. Excepcionalmente lo haremos, y en estos casos en voz muy baja, sin molestar a los demás.
Son de mal gusto y denotan mala educación las expresiones emotivas estridentes dentro de teatros y cines. Aunque en los espectáculos deportivos las manifestaciones estrepitosas de simpatía se han hecho usuales, las chifladuras y demostraciones despreciativas hacia equipos y jugadores son contrarias a los sentimientos de solidaridad humana y al espíritu deportivo.
La conducta social en las bibliotecas, museos y exposiciones
Una conducta correcta en bibliotecas, museos, exposiciones se manifiesta por un discreto interés, que no llame la atención ni provoque molestia a los demás.
Dentro de la biblioteca, debemos movernos lo menos posible: evitaremos todo ruido y conversación.
Acudiremos al personal especializado, para obtener cualquier información adicional y lo haremos en el tono de voz que esos lugares requieran.
En los museos y exposiciones, debe mantenerse una distancia prudencial respecto a las piezas que se exponen. Nunca debemos tocarlas. Tampoco apoyarnos o recostarnos a los estantes donde estén colocadas.
Dentro de museos y galerías, en el caso de visitas dirigidas, mostraremos respeto y atención al guía. Procuremos no obstaculizar la observación de las personas que visitan el lugar conjuntamente con nosotros."
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]