A mi entender, tienen razón los economistas burgueses, que hablan exclusivamente de la creación ampliada de VALOR, el cual no es coincidente de manera exacta con los productos. Una cosa son los productos (que en el Marxismo se denominan "Valores de USO"), y otra diferente son los valores (de CAMBIO, según el Marxismo) o, simplemente, VALOR o VALORES.
Lo que aumenta es la cuantía de los valores (de cambio), del Valor socialmente generado en toda sociedad mercantil, de la que la capitalista es su forma histórica más perfeccionada y desarrollada, y que es un producto o creación convencional social, mientras que los productos, como valores de uso, sí son una creación física, material, una transformación física de los recursos materiales naturales mediante el trabajo.
Los valores o "el Valor" como tal, no tienen una existencia física, si no convencional, que sirve a los fines del intercambio entre mercancías equivalentes en VALOR, que son productos destinados al mercado. No todos los productos, fruto del trabajo humano, son mercancías, ya que algunos de ellos se destinan a su consumo directo por quien los produce, sin pasar por el sistema de mercado. Una silla, por ejemplo, siempre es una silla, un determiando objeto material, fruto del trabajo, que cubre una necesidad humana. Pero el valor (magnitud convencional, socialemnte determinada) de esa silla, puede variar mucho en diferentes países y en diferentes épocas de la sociadad mercantil.
La relación entre productos de uso y recursos naturales, en un sistema cerrado como es nuestro planeta, sí ha de ser finalmente "suma cero", pues si no, se estará esquilmando (como de hecho sucede) la base material misma de nuestra existencia; pero eso no ha de ser necesariamente así para el VALOR asignado, sobre la base de la cantidad de trabajo socialmente empleada para producirlos, a los productos destinados al mercado.
Por tanto, los valores socialmente creados, sí aumentan, en principio y teóricamente, de forma "ilimitada" en el Capitalismo, por lo que la producción de Valor no es de "suma cero", como sí ocrurre con la producción social y material de productos contemplados como valores de uso o bienes de consumo.
Evidentemente, si el planeta queda esquilmado de recursos para el sostenimiento de la vida humana, se acaba toda producción social: de valores de uso, de valores de cambio y hasta de seres humanos como tal. Pero no hay que confundir ni identificar de manera directa e inmediata productos del trabajo humano con producción de Valor, de Valores (de CAMBIO), que es algo privativo de las sociedades mercantiles y posterior a formas naturales de economía, anteriores a las mercantiles y, por tanto, al Capitalismo.
En cuanto a la erradicación de la pobreza universal, es harina de otro costal. Cierto que la cantidad de Valor socialmente producido nunca ha sido tan gigantesca como durante el Capitalismo, y que crece de día en día, pero la forma de propiedad de los recursos y medios de producción social, impide una distribución (o posesión) de la producción social capaz de erradicar la pobreza (relativa, al menos) de la inmensa mayoría de la población mundial, rodeada cada vez más de productos transfigurados en valores a los que le es más difícil y penoso acceder, a pesar de estarlos produciendo con sus propias manos bajo un sistema mercantil capitalista, que enajena a los productores de lo que ellos mismos producen y subordina su acceso a los productos a un determinado sistema social de propiedad (privada).
Además, esa forma de propiedad, que determina la forma social de producir lo necesario para la vida y prosperidad de la especie humana, pone en marcha mecanismos sociales objetivos que llevan a la esquilmación del planeta, para poder mantener en marcha la producción ampliada e ilimtada de Valor, que va a parar mayoritariamente, y en primer lugar, a las manos de los propietarios de los medios de producción social, de la Burguesía, la cual luego los distribuye según sus intereses particulares y no según las necesidades reales de la especie humana como conjunto.
Para un buena comprensión de este tema de la interrelación -que no identidad- entre valores de uso y valor, te recomendaría un estudio atento y profundo de los "Grundisse", de K. Marx ("Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (borrador)", escrito por Karl Marx entre 1857 y 1858).
Un saludo.