El advenimiento de Internet permitió acelerar la generación e intercambio de conocimientos en diversas áreas, lo cual se puede ejemplificar el éxito alcanzado por el movimiento de Software Libre que ha permitido que las personas interesadas en su desarrollo se pongan en contacto fácilmente y puedan difundir rápidamente sus realizaciones.
El movimiento de Software Libre ha hecho que el desarrollo y la comercialización de software haya regresado a sus orígenes, donde primaba la colaboración; esta situación generó el surgimiento de nuevos conceptos relacionados con la propiedad intelectual e industrial. Se puede hablar del movimiento de Software Libre también, como un movimiento social que provoca gran interés en las grandes empresas dedicadas alas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, TIC, en unas por lo que en sí mismo representa y en otras por los retos que le impone. Como todo movimiento social posibilita una mejor forma de comunicación entre los seres humanos, abriendo las puertas a sociedades donde debe primar la colaboración.
El movimiento de Software Libre se basa en las ideas del informático estadounidense Richard Stallman, que tienen como sustento la libertad de los usuarios para ejecutar, copiar, distribuir, estudiar, cambiar y mejorar el software. Lo que se sintetiza en cuatro libertades permitidas a los usuarios:
La libertad amplia de usar el programa, de acuerdo a los objetivos que se proponga (libertad 0).
La libertad de estudiar cómo funciona el programa, y poder adaptarlo a las necesidades de cada cual gracias a la disponibilidad de acceso al código fuente y a que la licencia lo permite (libertad 1).
La libertad de redistribuir copias del programa compartiéndolo con los demás, con lo que se puede ayudar al vecino (libertad 2).
La libertad de mejorar un programa y hacer públicas las mejoras a los demás, de modo que toda la comunidad se beneficie. (libertad 3).
A menudo es mal interpretada la expresión Software Libre debido a que el término en inglés (free) significa a la vez libre y gratuito, sin embargo cuando se habla de Software Libre, la palabra “libre” se refiere a libertad, no a gratuidad. Considerando eso, se debería tener la libertad de distribuir copias, sea con o sin modificaciones, sea gratis o cobrando una cantidad por la distribución, a cualquiera y hacia cualquier lugar. Para que las libertades de modificar y publicar versiones mejoradas tengan sentido es inevitable brindar acceso al código fuente del programa, convirtiéndose dicho acceso en condición indispensable para que se pueda hablar de Software Libre.
Generalmente, las personas tienen confusión entre los términos Software Libre y Software de Código Abierto, como si fuesen sinónimos, pero no lo son. El Software Libre es considerado un subconjunto del Software de Código Abierto, teniendo en cuenta que el primero debe cumplir las cuatro libertades enunciadas anteriormente y el segundo, solo alguna de ellas.
Las Administraciones Públicas de los países, en su doble vertiente de grandes consumidores de software y de instrumento para el fomento del desarrollo de la sociedad, tienen un papel muy importante en el ámbito del Software Libre. Es por ello que diferentes naciones, Estados, provincias y municipios en el mundo han propuesto instrumentos jurídicos para el uso del Software Libre en la esfera de sus funciones.
Las razones fundamentales que sustentan estas políticas, entre otras, son:
Evitar la dependencia tecnológica con terceros países, fundamentalmente de empresas estadounidense, permitiendo la generación de riquezas y recursos nacionales, que quedarían dentro del país.
Disminuir la cuantía del pago por licencias de software, las que elevan el costo total de propiedad (TCO Total Cost of Ownership) del equipamiento.
El uso de Software Libre permite aumentar los niveles de seguridad, dado que el acceso al código fuente permite el estudio de su operación a fin de detectar fallas de seguridad informática o intrusiones en el programa de partes de código con otros fines.
Fomentar la conciencia sobre el aprendizaje y la colaboración.
Permitir adaptar el software a las necesidades de los usuarios.
Al establecer el uso obligatorio del Software Libre en la administración pública se genera empleo para los técnicos nacionales dada la necesidad de la producción y personalización de las aplicaciones, así como el tener que ofrecer soporte técnico a esas instituciones.
Este movimiento ha tenido que sufrir desde su surgimiento enormes presiones por parte de las compañías del sector, fundamentalmente Microsoft, pero el paso del tiempo y la expansión de esta forma de hacer ha hecho realidad aquel viejo dicho, “Si no puedes con tu enemigo, alíate a él”, por lo que cada vez se realizan más alianzas y esfuerzos conjuntos entre compañías que basan su actividad en el código propietario y el libre.
En el caso específico de Cuba, lo relacionado con el uso del software propietario se debe percibir de forma diferente al resto del mundo, debido a la existencia del bloqueo tecnológico impuesto por los Estados Unidos, que prohíbe la venta de software o cualquier tecnología informática desarrollada por compañías de ese país a Cuba, amén de algunos atisbos realizados por la Administración Obama.
Por una cuestión de principios, Cuba no puede reconocerle al gobierno de los Estados Unidos el derecho a bloquearle la utilización de los productos de software propietario que se utilizan en el patio, adquiridos por distintas vías y que se copian libremente, sin afán de lucro, entre las instituciones, y salvo determinadas instituciones, que por su actividad pagan las licencias de software a través de terceros, ya que el uso de estas herramientas es imprescindible en la sociedad contemporánea y Cuba tiene derecho a su desarrollo.
Esta situación ha permitido a Cuba tener costos muy bajos en el proceso de informatización en lo relacionado con el pago de licencias por el uso de aplicaciones propietarios, fundamentalmente del ecosistema Microsoft, que cuenta con una presencia mayoritaria en el país, pero si bien la mayoría de los análisis relacionados con esta temática a nivel internacional parten del aspecto económico, también se valora, y cada vez más, por organizaciones y países los asuntos relacionados con la seguridad. Si bien este asunto siempre estuvo presente en los análisis, es a partir del advenimiento del nuevo milenio que toma fuerza debido al amplio conocimiento que se fue teniendo sobre los programas de recopilación de información llevados a cabo por los Estados Unidos y sus aliados más cercanos, entre ellos, se pueden mencionar: Echelon, TIA, el ataque cibernético llevado a cabo por los servicios especiales israelíes y estadounidenses contra el programa nuclear iraní mediante el gusano Stuxnet, los software espías descubiertos, fundamentalmente por la compañía rusa Kaspersky, como Gauss, Duke, Caretto y otros; todo esto tuvo su colofón en las publicaciones de Edward Snowden en el 2013 cuando develó el programa Prism, de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, NSA, mediante el cual Facebook, Apple, Microsoft, Google, Yahoo! y otras compañías tecnologías cedían amistosamente sus flujos de datos a la mayor agencia de espionaje a nivel planetario.
En el caso específico de Cuba, queda demostrado que para la masificación del Software Libre no es el aspecto del pago de licencias, por ahora, el elemento a considerar debido a los efectos del Bloqueo. Es la agresividad permanente del gobierno estadounidense contra el país, el nivel creciente de informatización, la adquisición de aplicaciones informáticas de variopintas fuentes y que el ecosistema informático sea fundamentalmente Windows, lo que pone el aspecto de la seguridad en un primerísimo lugar. Es por eso que desde inicios del 2000 comienza a tomar forma un Programa Nacional relacionado con el Software Libre, que desgraciadamente a partir del 2013 ha tenido una desaceleración, las bases fundamentales de este programa han sido recomendar la utilización de Software Libre en los sistemas informáticos de los Órganos y Organismos del Estado y el Gobierno, el sector educacional, los centros de investigación y en las dependencias presupuestadas, siempre que sea técnicamente posible. Ese proceso debe realizarse de manera gradual, comenzando por la implantación del sistema operativo Linux en los servidores, posteriormente, la sustitución de los navegadores de internet, reproductores de sonido y vídeo y otras aplicaciones necesarias, y por último la suite ofimática Office, por ser el tipo de aplicación informática, de uso más masivo, por otras libres como Open Office o Libre Office. El proceso debe finalizar con la sustitución del sistema operativo Windows en las estaciones de trabajo por Linux y en paralelo a ese proceso se deben ir desarrollando las nuevas aplicaciones informáticas que se necesitan con herramientas libres e ir migrando poco a poco las existentes.
El proceso descrito lleva tiempo, sí, pero como dice un proverbio coreano, “el viaje más largo comienza con el primer paso”, y las ideas sobre este programa ya tienen 18 años, cuánto se podría haber avanzado en ese lapso de tiempo. Unido a esto debe establecerse que la enseñanza de la informática básica en las escuelas sea con herramientas de Software Libre, para un niño es lo mismo comenzar su aventura ofimática con Office, que con Libre Office, pero no para el profesor, ahí está la primera barrera. La institución que ha impartido cursos de informática a más de cuatro millones de cubanos, y que es un orgullo del país, los Joven Club de computación y electrónica, también deben desterrar las herramientas de código propietario de la enseñanza en sus aulas. Las universidades deben integrar a sus planes de estudio las herramientas de Software Libre como objeto de estudio en las carreras de perfil informático y como medio de trabajo en todas, incluyendo el trabajo oficinesco de esas instituciones.
Deben fortalecerse y estimularse las temáticas de Investigación, Desarrollo e Innovación, I+D+i, relacionadas con Software Libre por las instituciones correspondientes, así como insertar personal informático cubano en las comunidades virtuales que soportan las diferentes herramientas de Software Libre.
Todo este proceso debe ir acompañado de un proceso comunicativo permanente y bien diseñado, que explique los porqués del proceso de migración a Software Libre, este no puede realizarse por ukase, ya que solo provocara rechazo y será muy difícil tratar de explicar después de una primera tentativa fallida. Son casi 40 años de trabajo en el ecosistema Microsoft en el país para pensar que con cambiar las aplicaciones o emitir un nuevo marco legal se resolverá un problema que no es tecnológico, ni jurídico, sino cultural e ideológico. Un ejemplo actual de esa situación se está viviendo actualmente con el equipamiento informático que se está ensamblando y distribuyendo en el país con la distribución cubana Nova, la mayoría de los usuarios finales cuando reciben un equipo con sistema operativo Nova lo primero que hacen es reinstalarle Windows que es con el que se sienten cómodos para trabajar, de esta forma se tira por la borda el trabajo de varias instituciones.
Las diferentes entidades relacionadas con el proceso de la Migración a Software Libre en Cuba deben enfocar este asunto de manera holística y no de manera fragmentada, pues los procesos culturales requieren una respuesta de esa índole y no legal o tecnológica; el reloj continúa su marcha. Ah, y recuerden, si me ven en algún lugar, me saludan.
FUENTE: cubahora