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Fundado en 1922 el Partido Comunista de Japón representa una de las muestras de marxismo más heterodoxo de todo este espectro político, completamente alejado de las directrices emanadas desde Moscú, durante la guerra fría, se caracteriza hasta la fecha por su independencia a la hora de tomar decisiones de carácter internacional y por ser una fuerza en crecimiento en el Japón actual.
Teniendo como precedentes movimientos como la “Sociedad de la Ola Roja”, organización femenina de corte socialista fundada y disuelta en 1920, y la “Liga Socialista Japonesa”, primera estructura con ideología marxista de plena acción, también fundada en 1920, el PCJ se enfrenta prontamente a la persecución política por parte de las autoridades gubernamentales que ante el crecimiento de los movimientos socialista, comunistas y anarquistas van endureciendo las “Leyes de Preservación de la Seguridad” proclamadas durante los gobiernos de Ito Irobumi (1895) y Yamagata Arimoto (1900) para desembocar en la “Ley de Preservación de la Seguridad Pública” (1925) del gobierno de Kato Takaaki. Será este el momento de mayor represión de los movimientos que atenten contra el sistema imperial y se opongan a las políticas gubernamentales.Los arrestos masivos en 1928 y 1929 desgastan notablemente la base de todos los movimientos sociales del país y llevarán a la cárcel, e incluso a la muerte, a destacados escritores e intelectuales como Takiji Kobayashi.
El PCJ llegó a ser criticado en diferentes momentos de su historia, desde sectores más cercanos a los sindicatos y campesinos, por el excesivo peso de los intelectuales en los órganos del partido y en la dirección de los mismos y por sus políticas alejadas de los sectores sociales. La represión de todo tipo de movimientos se mantiene y se endurece en la década de los 30 y el PCJ será el único movimiento que, actuando desde la clandestinidad, se oponga frontalmente al imperialismo japonés y a la entrada del país en la Segunda Guerra Mundial. Tras la derrota de Japón, el Partido seguirá estando prohibido hasta su legalización para las elecciones de 1946; a partir de las cuales formará parte del proceso de reconstrucción de las instituciones de gobierno hasta la purga iniciada en 1950 por el gobierno de Yoshida Shigueru, bajo orden expresa del general MacArthur, por el inicio de las hostilidades en la península de Corea. La evolución del partido, a partir de la salida del gobierno, pasa por una larga sequía y perdida de apoyo popular durante los años 50 y 60, una recuperación de apoyos en los años 70, un periodo de estabilidad electoral durante los 80 y 90, perdida acelerada de apoyos al principio de nuevo milenio y, tras las últimas elecciones de 2014, una vuelta a la escena política con amplias perspectivas de crecimiento.
La última modificación de los estatutos del PCJ llega tras el XXII Congreso del partido el 24 de noviembre de 2000, estos cambios estatutarios llega en un momento en el que, los resultados electorales de ese mismo año, minan los apoyos del Partido. Cabe destacar que para el Partido Comunista de Japón, el arco fundamental de su acción política gira entorno al llamado “Socialismo Científico” como lo definen sus propios estatutos en el articulo 2:
El partido adopta el socialismo científico como su base teórica. (Estatutos del PCJ, 2000, 2).
Es interesante que, el accionar político del Partido, defina un marco claro y alejado a lo que cabria de esperar de una organización que se autodefina como comunista. Si algo destaca del PCJ es su total independencia con respecto a otros partidos comunistas. En mayor mayor medida esto se debe a la singularidad de su situación geográfica (Asia oriental actualmente es un punto de tensión entre China, Japón, y las 2 coreas) y a las propias características del país. Se debe partir de la base que, si bien Japón es una potencia económica altamente desarrollada, sigue conservando sus valores tradicionales y aún hoy elementos como la segregación en el trabajo siguen funcionando, por ejemplo los burakumin (grupo social más bajo en japón ligado a los trabajos de carácter impuro para la sociedad japonesa).
La estructura organizativa del Partido combina un modelo de estricta rigidez entorno al Comité Central y, al mismo tiempo, permite la discrepancia política o de acción siempre y cuando esta no atente contra los intereses del partido o su buen nombre en la sociedad; los comités de prefecturas y de distrito coordinan la acción política de los afiliados y ponen en marcha los planes de trabajo, en su respectiva área de responsabilidad, además de detentar la misión de controlar el ingreso de nuevos miembros, mantener un mínimo de actividad en su zona y crear un vinculo entre los órganos del partido y el ciudadano de a píe (esta labor se debe enmarcar dentro del conservadurismo nato de la sociedad japonesa, a día de hoy sigue siendo un tabú pertenecer al partido comunista de ahí que para la admisión de nuevos miembros se solicite la recomendación de 2 miembros del partido y para postularse a alguno de los cargos del mismo se necesite un mínimo de 2 años dentro de la organización). Las filiales son el órgano más cercano al ciudadano y existen desde las fábricas hasta en los campus universitarios, no son instrumentos de captación si no un vehículo del partido para estar más cercano a la realidad de obreros y estudiantes.
La financiación del Partido corre a cargo por cuotas de sus miembros (1% de sus ingresos netos) siendo esta reducida o exenta en casos como indigencia o dependencia familiar, la suspensión de militancia sigue un rígido proceso apelable en cada una de sus etapas por el interesado en función al daño que este pueda haber causado a la organización. Los estatutos buscan darle solución a todo tipo de situaciones previsibles pero el Comité Central detenta la posibilidad de decisión en torno a cualquier eventualidad no contenida en los mismos.
El programa político del Partido, elaborado en el marco del XXIII Congreso del PCJ en enero de 2004, gira en torno a las razones políticas actuales de acción del partido: se repasa la lucha del PCJ desde su fundación, la lucha contra el imperialismo y el militarismo del gobierno además de hacer una dura critica de la situación actual del país debido a lo que el partido denomina “hegemonía estadounidense” en los asuntos competentes al país, estos van desde el mantenimiento de las bases militares como las de Okinawa hasta la sumisión militar de las “fuerzas de autodefensa” (denominación que reciben las fuerzas armadas japonesas) dentro de la estrategia seguida por los Estados Unidos en Asia-Pacífico. El PCJ articula su discurso sobre la base de que, la problemática social y política del país (desde la explotación laboral desmedida hasta la extensa corrupción política) gira en torno a la perversión de la economía japonesa por parte de la influencia estadounidense.
La interferencia estadounidense en la economía japonesa ha conducido muchas veces la política económica del gobierno japones a direcciones equivocadas y a sido una mayor causa de la crisis y contradicciones en la economía japonesa. (programa del PCJ, 2004, 7).
Como podemos ver esta bastante clara la política del PCJ en cuanto a la influencia estadounidense en los asuntos de estado pero, debemos recordar que, la independencia del Partido es uno de sus elementos más representativos por lo que la organización comunista japonesa puede permitrse desmarcase de los demás círculos comunistas del mundo, las criticas vertidas hacia la “manipulación económica” y el capitalismo monopolista van acompañadas de criticas a la pugna hegemónica protagonizada por la Unión Soviética y los Estados Unidos en la guerra fría, señalan a la URSS como un sistema desvirtuado de los avances y la construcción socialista de los primeros años de Lenin y exponen que bajo la imagen del socialismo tan habia otro sistema más que solo oprimía al pueblo.
... después de la muerte de Lenin, Stalin y otros sucesivos lideres soviéticos descartaron los principios del socialismo. En relaciones internacionales fueron por el camino del hegemonismo por medio de la invasión y opresión de otras naciones y en aspectos internos fueron por el camino del del burocratismo y reprimieron al pueblo trabajador. (programa del PCJ, 2004, 9).
Resulta interesante este planteamiento ya que es una crítica frontal a las políticas soviéticas que llevaron a las intervenciones de Checoslovaquia o Afganistán lo que le otorga al PCJ una independencia poco habitual durante la segunda mitad del siglo XX.
Cuestiones como el control nuclear o la conservación del medio ambiente son de vital importancia para los comunistas japoneses que abogan por mecanismos de control, de las acciones empresariales, que garanticen el mantenimiento de los ecosistemas y por una dura política de desarme nuclear por todas las potencias con arsenales de este tipo. Dentro de este marco, podríamos empezar a hablar de uno de los temas candentes, las relaciones del partido tanto dentro como fuera del país. Siendo un partido que practica el socialismo científico la política del PCJ con respecto a la República Democrática Popular de Corea dista mucho de entendimiento. En la actualidad, las relaciones entre el PCJ y el Partido de los Trabajadores de Corea son inexistentes, este distanciamiento político se debe en gran medida a las acciones emprendidas por las autoridades norcoreanas que chocan frontalmente con las políticas defendidas por el Partido Comunista de Japón. Uno de los temas que separan a ambas organizaciones es la cuestión del secuestro de ciudadanos japoneses por los servicios secretos norcoreanos. Conversaciones bilaterales entre 2002 y 2004 certificaron los secuestros, y permitieron a algunos de los retenidos volver a Japón, pero las relaciones entre ambos países siguen tensas en torno a este asunto ya que desde la RDPC solo se reconocen 13 secuestros mientras que círculos familiares y algunas entidades políticas del Japón afirmas que existen muchos más casos.
Si bien la relación entre el PCJ y el PTC no existe, los comunistas japoneses se oponen frontalmente a invasiones militares o cambios de régimen en la parte norte de la península de Corea, el PCJ aboga por una unificación planteada por ambos pueblos y sin injerencias extranjeras haciendo valer su discurso de que los Estados Unidos son un ente desestabilizador en el Asia nororiental.
El discurso económico del PCJ se articula en 4 bases; autosuficiencia alimentaria y energética, economía reglada, fin de grandes gastos públicos, que solo benefician a grandes empresas, e impulso del sistema de seguridad social. En estos momentos el PCJ entiende que los procesos revolucionarios del siglo pasado ya no son aplicables en la sociedad japonesa actual, esta es la razón fundamental para cambiar los métodos de lucha obrera en el Japón, es decir, no se busca un cambio total de tendencia o de sistema político si no por una mayor regulación en las estructuras capitalistas lo que permitirá ampliar la independencia económica del país. La lucha ya no es armada, es electoral y la estrategia del Partido es generar un apoyo social de grandes proporciones que le garantice un mayoría parlamentaria estable en la Dieta que le posibilite influir de forma acorde a su programa político, la normalización del capitalismo lo convertirá en un elemento previo al paso socialista que es, en definitiva, la idea final del Partido de acuerdo con sus estatutos y su programa político, elementos básicos del ideario socialista serian retomados en esta etapa, socialización de los medios de producción o la abolición de la explotación del hombre por el hombre vuelven a la primera linea ideológica.
220px-kazuo_shiiLa coyuntura de crisis sostenida en los últimos años en Japón esta dando alas al movimiento comunista y el PCJ empieza a recuperar su lugar en la política nipona, el continuo crecimiento experimentado tras los últimos procesos electorales, especialmente los de 2014, los convierten en una fuerza política en crecimiento y con altas probabilidades de seguir esta tendencia de mantenerse al situación económica actual. Kasuo Shii es el actual líder de los comunistas japoneses desde 2000, miembro del Partido desde 1973. Su paso por las estructuras de la organización es destacado debido a su amplia actividad desde su ingreso en la organización hasta ocupar la secretaría general de la organización. Con más de 400.000 militantes, y cerca de una base electoral consolidada de un 9 % del censo electoral, se le considera como una de las principales fuerzas de la oposición del país en especial a la política ejercida por el partido Liberal Democrático del actual primer ministro Shinzo Abe.
Como podemos ver en este breve repaso por la vida y obra del Partido Comunista Japones se trata de una forma diferente de entender el marxismo, son dogmáticos en cuanto a ideario pero pragmáticos en la forma de ejercer política, moderados en su discurso contra los males del sistema pero firmes en la meta final de su programa político. Estas y otras características convierten al PCJ en un elemento único en el panorama político de Asia oriental y en referente de los movimientos sociales que poco a poco toman forma en esta parte alejada, y aveces olvidada, de nuestra realidad europea.
http://www.yuanfangmagazine.com/ideas/marxismo-estilo-nipon-la-labor-del-pcj/
Teniendo como precedentes movimientos como la “Sociedad de la Ola Roja”, organización femenina de corte socialista fundada y disuelta en 1920, y la “Liga Socialista Japonesa”, primera estructura con ideología marxista de plena acción, también fundada en 1920, el PCJ se enfrenta prontamente a la persecución política por parte de las autoridades gubernamentales que ante el crecimiento de los movimientos socialista, comunistas y anarquistas van endureciendo las “Leyes de Preservación de la Seguridad” proclamadas durante los gobiernos de Ito Irobumi (1895) y Yamagata Arimoto (1900) para desembocar en la “Ley de Preservación de la Seguridad Pública” (1925) del gobierno de Kato Takaaki. Será este el momento de mayor represión de los movimientos que atenten contra el sistema imperial y se opongan a las políticas gubernamentales.Los arrestos masivos en 1928 y 1929 desgastan notablemente la base de todos los movimientos sociales del país y llevarán a la cárcel, e incluso a la muerte, a destacados escritores e intelectuales como Takiji Kobayashi.
El PCJ llegó a ser criticado en diferentes momentos de su historia, desde sectores más cercanos a los sindicatos y campesinos, por el excesivo peso de los intelectuales en los órganos del partido y en la dirección de los mismos y por sus políticas alejadas de los sectores sociales. La represión de todo tipo de movimientos se mantiene y se endurece en la década de los 30 y el PCJ será el único movimiento que, actuando desde la clandestinidad, se oponga frontalmente al imperialismo japonés y a la entrada del país en la Segunda Guerra Mundial. Tras la derrota de Japón, el Partido seguirá estando prohibido hasta su legalización para las elecciones de 1946; a partir de las cuales formará parte del proceso de reconstrucción de las instituciones de gobierno hasta la purga iniciada en 1950 por el gobierno de Yoshida Shigueru, bajo orden expresa del general MacArthur, por el inicio de las hostilidades en la península de Corea. La evolución del partido, a partir de la salida del gobierno, pasa por una larga sequía y perdida de apoyo popular durante los años 50 y 60, una recuperación de apoyos en los años 70, un periodo de estabilidad electoral durante los 80 y 90, perdida acelerada de apoyos al principio de nuevo milenio y, tras las últimas elecciones de 2014, una vuelta a la escena política con amplias perspectivas de crecimiento.
La última modificación de los estatutos del PCJ llega tras el XXII Congreso del partido el 24 de noviembre de 2000, estos cambios estatutarios llega en un momento en el que, los resultados electorales de ese mismo año, minan los apoyos del Partido. Cabe destacar que para el Partido Comunista de Japón, el arco fundamental de su acción política gira entorno al llamado “Socialismo Científico” como lo definen sus propios estatutos en el articulo 2:
El partido adopta el socialismo científico como su base teórica. (Estatutos del PCJ, 2000, 2).
Es interesante que, el accionar político del Partido, defina un marco claro y alejado a lo que cabria de esperar de una organización que se autodefina como comunista. Si algo destaca del PCJ es su total independencia con respecto a otros partidos comunistas. En mayor mayor medida esto se debe a la singularidad de su situación geográfica (Asia oriental actualmente es un punto de tensión entre China, Japón, y las 2 coreas) y a las propias características del país. Se debe partir de la base que, si bien Japón es una potencia económica altamente desarrollada, sigue conservando sus valores tradicionales y aún hoy elementos como la segregación en el trabajo siguen funcionando, por ejemplo los burakumin (grupo social más bajo en japón ligado a los trabajos de carácter impuro para la sociedad japonesa).
La estructura organizativa del Partido combina un modelo de estricta rigidez entorno al Comité Central y, al mismo tiempo, permite la discrepancia política o de acción siempre y cuando esta no atente contra los intereses del partido o su buen nombre en la sociedad; los comités de prefecturas y de distrito coordinan la acción política de los afiliados y ponen en marcha los planes de trabajo, en su respectiva área de responsabilidad, además de detentar la misión de controlar el ingreso de nuevos miembros, mantener un mínimo de actividad en su zona y crear un vinculo entre los órganos del partido y el ciudadano de a píe (esta labor se debe enmarcar dentro del conservadurismo nato de la sociedad japonesa, a día de hoy sigue siendo un tabú pertenecer al partido comunista de ahí que para la admisión de nuevos miembros se solicite la recomendación de 2 miembros del partido y para postularse a alguno de los cargos del mismo se necesite un mínimo de 2 años dentro de la organización). Las filiales son el órgano más cercano al ciudadano y existen desde las fábricas hasta en los campus universitarios, no son instrumentos de captación si no un vehículo del partido para estar más cercano a la realidad de obreros y estudiantes.
La financiación del Partido corre a cargo por cuotas de sus miembros (1% de sus ingresos netos) siendo esta reducida o exenta en casos como indigencia o dependencia familiar, la suspensión de militancia sigue un rígido proceso apelable en cada una de sus etapas por el interesado en función al daño que este pueda haber causado a la organización. Los estatutos buscan darle solución a todo tipo de situaciones previsibles pero el Comité Central detenta la posibilidad de decisión en torno a cualquier eventualidad no contenida en los mismos.
El programa político del Partido, elaborado en el marco del XXIII Congreso del PCJ en enero de 2004, gira en torno a las razones políticas actuales de acción del partido: se repasa la lucha del PCJ desde su fundación, la lucha contra el imperialismo y el militarismo del gobierno además de hacer una dura critica de la situación actual del país debido a lo que el partido denomina “hegemonía estadounidense” en los asuntos competentes al país, estos van desde el mantenimiento de las bases militares como las de Okinawa hasta la sumisión militar de las “fuerzas de autodefensa” (denominación que reciben las fuerzas armadas japonesas) dentro de la estrategia seguida por los Estados Unidos en Asia-Pacífico. El PCJ articula su discurso sobre la base de que, la problemática social y política del país (desde la explotación laboral desmedida hasta la extensa corrupción política) gira en torno a la perversión de la economía japonesa por parte de la influencia estadounidense.
La interferencia estadounidense en la economía japonesa ha conducido muchas veces la política económica del gobierno japones a direcciones equivocadas y a sido una mayor causa de la crisis y contradicciones en la economía japonesa. (programa del PCJ, 2004, 7).
Como podemos ver esta bastante clara la política del PCJ en cuanto a la influencia estadounidense en los asuntos de estado pero, debemos recordar que, la independencia del Partido es uno de sus elementos más representativos por lo que la organización comunista japonesa puede permitrse desmarcase de los demás círculos comunistas del mundo, las criticas vertidas hacia la “manipulación económica” y el capitalismo monopolista van acompañadas de criticas a la pugna hegemónica protagonizada por la Unión Soviética y los Estados Unidos en la guerra fría, señalan a la URSS como un sistema desvirtuado de los avances y la construcción socialista de los primeros años de Lenin y exponen que bajo la imagen del socialismo tan habia otro sistema más que solo oprimía al pueblo.
... después de la muerte de Lenin, Stalin y otros sucesivos lideres soviéticos descartaron los principios del socialismo. En relaciones internacionales fueron por el camino del hegemonismo por medio de la invasión y opresión de otras naciones y en aspectos internos fueron por el camino del del burocratismo y reprimieron al pueblo trabajador. (programa del PCJ, 2004, 9).
Resulta interesante este planteamiento ya que es una crítica frontal a las políticas soviéticas que llevaron a las intervenciones de Checoslovaquia o Afganistán lo que le otorga al PCJ una independencia poco habitual durante la segunda mitad del siglo XX.
Cuestiones como el control nuclear o la conservación del medio ambiente son de vital importancia para los comunistas japoneses que abogan por mecanismos de control, de las acciones empresariales, que garanticen el mantenimiento de los ecosistemas y por una dura política de desarme nuclear por todas las potencias con arsenales de este tipo. Dentro de este marco, podríamos empezar a hablar de uno de los temas candentes, las relaciones del partido tanto dentro como fuera del país. Siendo un partido que practica el socialismo científico la política del PCJ con respecto a la República Democrática Popular de Corea dista mucho de entendimiento. En la actualidad, las relaciones entre el PCJ y el Partido de los Trabajadores de Corea son inexistentes, este distanciamiento político se debe en gran medida a las acciones emprendidas por las autoridades norcoreanas que chocan frontalmente con las políticas defendidas por el Partido Comunista de Japón. Uno de los temas que separan a ambas organizaciones es la cuestión del secuestro de ciudadanos japoneses por los servicios secretos norcoreanos. Conversaciones bilaterales entre 2002 y 2004 certificaron los secuestros, y permitieron a algunos de los retenidos volver a Japón, pero las relaciones entre ambos países siguen tensas en torno a este asunto ya que desde la RDPC solo se reconocen 13 secuestros mientras que círculos familiares y algunas entidades políticas del Japón afirmas que existen muchos más casos.
Si bien la relación entre el PCJ y el PTC no existe, los comunistas japoneses se oponen frontalmente a invasiones militares o cambios de régimen en la parte norte de la península de Corea, el PCJ aboga por una unificación planteada por ambos pueblos y sin injerencias extranjeras haciendo valer su discurso de que los Estados Unidos son un ente desestabilizador en el Asia nororiental.
El discurso económico del PCJ se articula en 4 bases; autosuficiencia alimentaria y energética, economía reglada, fin de grandes gastos públicos, que solo benefician a grandes empresas, e impulso del sistema de seguridad social. En estos momentos el PCJ entiende que los procesos revolucionarios del siglo pasado ya no son aplicables en la sociedad japonesa actual, esta es la razón fundamental para cambiar los métodos de lucha obrera en el Japón, es decir, no se busca un cambio total de tendencia o de sistema político si no por una mayor regulación en las estructuras capitalistas lo que permitirá ampliar la independencia económica del país. La lucha ya no es armada, es electoral y la estrategia del Partido es generar un apoyo social de grandes proporciones que le garantice un mayoría parlamentaria estable en la Dieta que le posibilite influir de forma acorde a su programa político, la normalización del capitalismo lo convertirá en un elemento previo al paso socialista que es, en definitiva, la idea final del Partido de acuerdo con sus estatutos y su programa político, elementos básicos del ideario socialista serian retomados en esta etapa, socialización de los medios de producción o la abolición de la explotación del hombre por el hombre vuelven a la primera linea ideológica.
220px-kazuo_shiiLa coyuntura de crisis sostenida en los últimos años en Japón esta dando alas al movimiento comunista y el PCJ empieza a recuperar su lugar en la política nipona, el continuo crecimiento experimentado tras los últimos procesos electorales, especialmente los de 2014, los convierten en una fuerza política en crecimiento y con altas probabilidades de seguir esta tendencia de mantenerse al situación económica actual. Kasuo Shii es el actual líder de los comunistas japoneses desde 2000, miembro del Partido desde 1973. Su paso por las estructuras de la organización es destacado debido a su amplia actividad desde su ingreso en la organización hasta ocupar la secretaría general de la organización. Con más de 400.000 militantes, y cerca de una base electoral consolidada de un 9 % del censo electoral, se le considera como una de las principales fuerzas de la oposición del país en especial a la política ejercida por el partido Liberal Democrático del actual primer ministro Shinzo Abe.
Como podemos ver en este breve repaso por la vida y obra del Partido Comunista Japones se trata de una forma diferente de entender el marxismo, son dogmáticos en cuanto a ideario pero pragmáticos en la forma de ejercer política, moderados en su discurso contra los males del sistema pero firmes en la meta final de su programa político. Estas y otras características convierten al PCJ en un elemento único en el panorama político de Asia oriental y en referente de los movimientos sociales que poco a poco toman forma en esta parte alejada, y aveces olvidada, de nuestra realidad europea.
http://www.yuanfangmagazine.com/ideas/marxismo-estilo-nipon-la-labor-del-pcj/
