LA MONEDA "COMUNISTA" DEL PESO CHILENO
Moneda de 1933, con la hoz y el martillo en su sello (3 cms. de diámetro).
Por cerca de cuarenta o cincuenta años circuló en Chile una moneda con la perfecta conjunción de una hoz y un martillo en su diseño, expuestos exactamente como lo emplearía por entonces también la Internacional del Partido Comunista.
La moneda en cuestión fue acuñada en Santiago por la ilustre Casa de Moneda, en series de pesos y centavos de distintos tamaños y materiales que se produjeron, aproximadamente, desde 1895 a 1942, aunque sufriendo importantes cambios en el material de su factura. La principal que he fotografiado y reproducido corresponde a la que entró en circulación en 1933, creo que correspondiente a cuando se eliminó la plata de las monedas chilenas, como veremos, unificándolas todas en las de cobre-níquel, material que había comenzado a usarse ya hacia 1927 en otras series.
Dos ramas de laurel contornean el sello de la pieza y se unen precisamente en el lugar donde están la hoz y el martillo que el diseñador de la Casa de Moneda de Chile incluyó, ya sea metiendo un "gol" heráldico o bien en un contexto donde la relación de estas herramientas aún no tenía la connotación política que se le daría más tarde, según veremos. Consultando algunas colecciones y referencias, se confirma que este diseño desaparece en los cuarentas, cuando ya circulan monedas con copihues y espigas de trigo.
Bien, la explicación para esta disonancia y aparente anacronismo es bastante más sencilla de lo que puede pensarse: la hoz y el martillo representan desde antaño a la fuerza de los trabajadores, al progreso y el esfuerzo laboral. Particularmente, señala a los campesinos (hoz) y obreros (martillo) sólidamente unidos en este emblema de herramientas cruzadas. Desde las civilizaciones nórdicas hasta la masonería, ambas herramientas-símbolos han tenido algún grado de presencia y representación heráldica.
Aunque los movimientos socialistas europeos coquetearon desde temprano con la idea de adoptar símbolos generales del proletariado, la "oficialización" del mismo símbolo de la hoz y el martillo por parte del comunismo, comienza recién tras la Revolución Rusa de 1917 y se consolida con la creación de la bandera soviética de 1924, período de transición entre la Segunda y la Tercera Internacional, además. Aunque hay más de una versión sobre su debut, aparentemente el diseño surge cuando el arquitecto y artista Lev Vladimirovich Rudnev, basándose en un estandarte militar que se había usado en las revueltas de 1917, lo colocó en el Palacio Marinsky para decorar la sede del gobierno provisorio. Sería otro diseñador, posterior a la Revolución de Octubre, quien lo propuso como símbolo del nuevo gobierno, agregándole al anterior un globo terráqueo y unas espigas alrededor, pasando desde allí al escudo de armas ruso e icono del comunismo. A partir de este momento, el símbolo bolchevique comienza a ser tomado por los demás comunistas del mundo, incluidos los de América Latina, como demostración de su respeto y fidelidad a la inspiración revolucionaria, reapareciendo también en el emblema oficial de la Cuarta Internacional de 1938. Los leales internacionales al Kominform lo mantuvieron como su blasón tras la Segunda Guerra Mundial y al comenzar la Guerra Fría, perpetuándose más allá de la caída de la URSS y los regímenes de su órbita en la Europa Oriental.
Revisando algunas publicaciones de la época, como revistas de la Federación Obrera y de la Confederación de los Trabajadores de Chile, además de los diarios obreros, me parecería que era más bien esporádica la posibilidad de encontrar la hoz y el martillo entre los principales símbolos del Partido Comunista de Chile hasta fines de los años veinte o inicios de los años treinta. Su uso regular y general en el mundo político se produce más o menos por esos años, ya que también es incorporado a la bandera oficial de la URSS, coincidentemente y como vimos.
"El emblema del partido es una hoz y un martillo cruzados, rodeados de dos espigas entrelazadas, simbolizando la unidad de los obreros con los campesinos, con la leyenda: PARTIDO COMUNISTA DE CHILE, en círculo, en el margen superior, y con la leyenda ADHERIDO A LA INTERNACIONAL COMUNISTA, también en círculo en la parte inferior".
Es interesante que, por entonces, el Partido Comunista haya definido oficialmente en Chile no sólo la adopción de este emblema internacional y proletario de la hoz y el martillo, sino también el detalle de rodearlas con una corona de espigas, composición que se mantiene hasta nuestros días en la simbología de dicho partido. Sin embargo, el parecido con la moneda nuevamente es casual o indirecto: el símbolo del partido con estos detalles, estaría basado en el diseño del escudo de armas de la Unión Soviética, oficializado en 1924. A fines de ese mismo año, por ejemplo, apareció acá en Santiago en los estandartes del dirigente fundador del PC, Luis Emilio Recabarren, como se ve en las filmaciones que existen de este suceso.
"Estatutos del Partido Comunista de Chile", que oficializaron el uso de la hoz y el martillo como símbolo del PC chileno, aunque también cuando la moneda con el mismo emblema ya llevaba más de dos décadas circulando.
Moneda con el mismo símbolo, acuñada en 1902. Hay otros ejemplares de 1895 mostrando el mismo diseño, fabricadas en plata.
puede observarse otra moneda con el mismo diseño de la corona laureada y la hoz cruzada por un martillo, me parece que correspondiendo a una pieza de plata y que está fechada en 1905. Hay otras de colecciones privadas acuñadas en 50 centavos y con fecha de 1902, quince años antes de la Revolución Rusa y veinte o más antes de la publicación de los "Estatutos" del PC acá en Chile. Más aún: esta pieza corresponde al cambio numismático de 1895, de modo que su diseño se remonta a aquella época, tanto con la hoz y el martillo en los laureles cruzados como en el sello como en el cóndor de la cara.
La sorprendente vejez de esta moneda también pone en descrédito una leyenda aparentemente forjada en los tiempos de Alessandri Palma, respecto de que este cuño había sido creado especialmente y casi en forma de conspiración durante los efímeros días del Gobierno de la República Socialista de 1932, razón por la que fuera llamado "Peso Dávila", según aparece en alguna publicación subida a la internet y como referencia en sitios de venta numismática, aludiendo al presidente de la Junta Socialista don Carlos Dávila. Como vemos, sin embargo, era en realidad muy anterior a aquella época, si bien es posible que haya existido algo de oportunismo por parte de la República Socialista para promover este símbolo en el mal llamado "Peso Dávila". Además, debe tenerse en cuenta que la mayoría de las imágenes de la moneda y piezas en venta con tal característica, parecen corresponder a 1933, algo que puede explicarse porque ese año se acabó su acuñado en plata y comenzó a hacerse en el más barato y accesible cobre-níquel.
Adicionalmente, observando la colección particular de don Alfonso Saussol Palazón publicada en internet (http://www.alfonso.saussol.name/), se puede verificar la existencia ejemplares de casi exactamente el mismo peso y con el mismo diseño, acuñados en plata y luego en cobre-níquel en los años 1915, 1921, 1924, 1927, etc., hasta 1940. Todo esto significa que el cuño se hallaba perfectamente en circulación desde antes y hasta después de la breve República Socialista y del cambio de plata a cobre-níquel. El cambio definitivo sucede recién hacia 1942, cuando este peso es sustituido con una pieza de cobre con una corona de copihues en lugar de los laureles con la hoz y el martillo, y con el perfil de O'Higgins en lugar del cóndor al reverso.
Parece un hecho, entonces, que nuestra Casa de Moneda pudo haberse adelantado aquí en Chile, sin proponérselo, a la adopción local e internacional del mismo símbolo de fuerza del trabajo que identificará hasta nuestros días al comunismo internacional y, por extensión, a todo el revolucionarismo obrero-campesino.
Moneda de 1933, con la hoz y el martillo en su sello (3 cms. de diámetro).
Por cerca de cuarenta o cincuenta años circuló en Chile una moneda con la perfecta conjunción de una hoz y un martillo en su diseño, expuestos exactamente como lo emplearía por entonces también la Internacional del Partido Comunista.
La moneda en cuestión fue acuñada en Santiago por la ilustre Casa de Moneda, en series de pesos y centavos de distintos tamaños y materiales que se produjeron, aproximadamente, desde 1895 a 1942, aunque sufriendo importantes cambios en el material de su factura. La principal que he fotografiado y reproducido corresponde a la que entró en circulación en 1933, creo que correspondiente a cuando se eliminó la plata de las monedas chilenas, como veremos, unificándolas todas en las de cobre-níquel, material que había comenzado a usarse ya hacia 1927 en otras series.
Dos ramas de laurel contornean el sello de la pieza y se unen precisamente en el lugar donde están la hoz y el martillo que el diseñador de la Casa de Moneda de Chile incluyó, ya sea metiendo un "gol" heráldico o bien en un contexto donde la relación de estas herramientas aún no tenía la connotación política que se le daría más tarde, según veremos. Consultando algunas colecciones y referencias, se confirma que este diseño desaparece en los cuarentas, cuando ya circulan monedas con copihues y espigas de trigo.
Bien, la explicación para esta disonancia y aparente anacronismo es bastante más sencilla de lo que puede pensarse: la hoz y el martillo representan desde antaño a la fuerza de los trabajadores, al progreso y el esfuerzo laboral. Particularmente, señala a los campesinos (hoz) y obreros (martillo) sólidamente unidos en este emblema de herramientas cruzadas. Desde las civilizaciones nórdicas hasta la masonería, ambas herramientas-símbolos han tenido algún grado de presencia y representación heráldica.
Aunque los movimientos socialistas europeos coquetearon desde temprano con la idea de adoptar símbolos generales del proletariado, la "oficialización" del mismo símbolo de la hoz y el martillo por parte del comunismo, comienza recién tras la Revolución Rusa de 1917 y se consolida con la creación de la bandera soviética de 1924, período de transición entre la Segunda y la Tercera Internacional, además. Aunque hay más de una versión sobre su debut, aparentemente el diseño surge cuando el arquitecto y artista Lev Vladimirovich Rudnev, basándose en un estandarte militar que se había usado en las revueltas de 1917, lo colocó en el Palacio Marinsky para decorar la sede del gobierno provisorio. Sería otro diseñador, posterior a la Revolución de Octubre, quien lo propuso como símbolo del nuevo gobierno, agregándole al anterior un globo terráqueo y unas espigas alrededor, pasando desde allí al escudo de armas ruso e icono del comunismo. A partir de este momento, el símbolo bolchevique comienza a ser tomado por los demás comunistas del mundo, incluidos los de América Latina, como demostración de su respeto y fidelidad a la inspiración revolucionaria, reapareciendo también en el emblema oficial de la Cuarta Internacional de 1938. Los leales internacionales al Kominform lo mantuvieron como su blasón tras la Segunda Guerra Mundial y al comenzar la Guerra Fría, perpetuándose más allá de la caída de la URSS y los regímenes de su órbita en la Europa Oriental.
Revisando algunas publicaciones de la época, como revistas de la Federación Obrera y de la Confederación de los Trabajadores de Chile, además de los diarios obreros, me parecería que era más bien esporádica la posibilidad de encontrar la hoz y el martillo entre los principales símbolos del Partido Comunista de Chile hasta fines de los años veinte o inicios de los años treinta. Su uso regular y general en el mundo político se produce más o menos por esos años, ya que también es incorporado a la bandera oficial de la URSS, coincidentemente y como vimos.
"El emblema del partido es una hoz y un martillo cruzados, rodeados de dos espigas entrelazadas, simbolizando la unidad de los obreros con los campesinos, con la leyenda: PARTIDO COMUNISTA DE CHILE, en círculo, en el margen superior, y con la leyenda ADHERIDO A LA INTERNACIONAL COMUNISTA, también en círculo en la parte inferior".
Es interesante que, por entonces, el Partido Comunista haya definido oficialmente en Chile no sólo la adopción de este emblema internacional y proletario de la hoz y el martillo, sino también el detalle de rodearlas con una corona de espigas, composición que se mantiene hasta nuestros días en la simbología de dicho partido. Sin embargo, el parecido con la moneda nuevamente es casual o indirecto: el símbolo del partido con estos detalles, estaría basado en el diseño del escudo de armas de la Unión Soviética, oficializado en 1924. A fines de ese mismo año, por ejemplo, apareció acá en Santiago en los estandartes del dirigente fundador del PC, Luis Emilio Recabarren, como se ve en las filmaciones que existen de este suceso.
"Estatutos del Partido Comunista de Chile", que oficializaron el uso de la hoz y el martillo como símbolo del PC chileno, aunque también cuando la moneda con el mismo emblema ya llevaba más de dos décadas circulando.
Moneda con el mismo símbolo, acuñada en 1902. Hay otros ejemplares de 1895 mostrando el mismo diseño, fabricadas en plata.
puede observarse otra moneda con el mismo diseño de la corona laureada y la hoz cruzada por un martillo, me parece que correspondiendo a una pieza de plata y que está fechada en 1905. Hay otras de colecciones privadas acuñadas en 50 centavos y con fecha de 1902, quince años antes de la Revolución Rusa y veinte o más antes de la publicación de los "Estatutos" del PC acá en Chile. Más aún: esta pieza corresponde al cambio numismático de 1895, de modo que su diseño se remonta a aquella época, tanto con la hoz y el martillo en los laureles cruzados como en el sello como en el cóndor de la cara.
La sorprendente vejez de esta moneda también pone en descrédito una leyenda aparentemente forjada en los tiempos de Alessandri Palma, respecto de que este cuño había sido creado especialmente y casi en forma de conspiración durante los efímeros días del Gobierno de la República Socialista de 1932, razón por la que fuera llamado "Peso Dávila", según aparece en alguna publicación subida a la internet y como referencia en sitios de venta numismática, aludiendo al presidente de la Junta Socialista don Carlos Dávila. Como vemos, sin embargo, era en realidad muy anterior a aquella época, si bien es posible que haya existido algo de oportunismo por parte de la República Socialista para promover este símbolo en el mal llamado "Peso Dávila". Además, debe tenerse en cuenta que la mayoría de las imágenes de la moneda y piezas en venta con tal característica, parecen corresponder a 1933, algo que puede explicarse porque ese año se acabó su acuñado en plata y comenzó a hacerse en el más barato y accesible cobre-níquel.
Adicionalmente, observando la colección particular de don Alfonso Saussol Palazón publicada en internet (http://www.alfonso.saussol.name/), se puede verificar la existencia ejemplares de casi exactamente el mismo peso y con el mismo diseño, acuñados en plata y luego en cobre-níquel en los años 1915, 1921, 1924, 1927, etc., hasta 1940. Todo esto significa que el cuño se hallaba perfectamente en circulación desde antes y hasta después de la breve República Socialista y del cambio de plata a cobre-níquel. El cambio definitivo sucede recién hacia 1942, cuando este peso es sustituido con una pieza de cobre con una corona de copihues en lugar de los laureles con la hoz y el martillo, y con el perfil de O'Higgins en lugar del cóndor al reverso.
Parece un hecho, entonces, que nuestra Casa de Moneda pudo haberse adelantado aquí en Chile, sin proponérselo, a la adopción local e internacional del mismo símbolo de fuerza del trabajo que identificará hasta nuestros días al comunismo internacional y, por extensión, a todo el revolucionarismo obrero-campesino.