"El dogmatismo, la otra cara del oportunismo", http:/www.socialismocientifico.com, es un libro que he escrito en los últimos 9 meses, producto de mi reflexión en torno a mi abandono del PCOE. Es una crítica a las posiciones dogmáticas-reformistas del KKE y partidos afines.
El libro está en la web y también se puede descargar en formato PDF desde ella.
Inserto la introducción:
"La crítica debe consistir en comparar y confrontar un hecho determinado, no con una idea, sino con otro hecho; lo importante es que los dos hechos sean en todo lo posible investigados con exactitud y que representen, uno con respecto al otro, distintos momentos del desarrollo." (Quiénes son los 'amigos del pueblo' y cómo luchan contra los socialdemócratas, pág. 52, V.I. Lenin, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Beijing, 1978).
Introducción
La desaparición de la URSS y los países socialistas en el este europeo y la influencia del "revisionismo", siguen siendo considerada por los comunistas en occidente como la causa principal de la crisis actual de las organizaciones comunistas.
En España, como en muchos países capitalistas occidentales, la muy grave y continuada crisis del sistema capitalista y la falta de alternativa comunista en la práctica, y, por tanto, la falta de conciencia política en el movimiento obrero, demuestran que después de más de 90 años de existencia, el movimiento comunista en occidente hoy es testimonial. En esas condiciones ¿es correcto el análisis que justifica el débil desarrollo actual por el derrumbe de los países socialistas y la influencia externa a los comunistas del "revisionismo"?
Como tema recurrente en todas las crisis del movimiento comunista de España y Europa en general, el factor exterior, convertido en influencia determinante, aparece como explicación de todos los males, trasladando nuestros errores a otros.
Para muchos, el comienzo de la década de los 90, con su inicio en noviembre de 1.989 de la caída del muro de Berlín, supuso la caída en la ciénaga de la restauración capitalista de los países socialistas y como tal se limitan a interpretar el hecho. Sin embargo, los dogmáticos reformistas no explican de forma consecuente en primer lugar las raíces históricas que posibilitaron acercarse al borde de tal ciénaga y en segundo lugar por qué la mayoría del movimiento comunista en España y Europa siguió y sigue atrapado en dicho pantano.
Ante la ausencia de autocríticas consecuentes, la única salida de muchos comunistas parece la reivindicación de los planteamientos políticos fundamentales que estuvieron vigentes en la URSS hasta 1.985 antes de la entrada en escena del gobierno dirigido por Gorbachov, por otra parte, también aclamado en su día, como nueva esperanza roja, por los mismos que hoy lo abominan.
Entender qué es socialismo y qué es comunismo es vital para un partido comunista. Desde la primera revolución socialista, el movimiento comunista ha pasado por múltiples experiencias posteriores a Marx y Lenin. Aprender de los hechos históricos para transformar la realidad es también un desarrollo del socialismo científico que en absoluto puede estar limitado a lo que escribieron e hicieron Marx y Lenin, pues ello sería la muerte del propio legado de Marx y Lenin.
El dogmatismo es la otra cara de la ideología burguesa en el movimiento comunista, además del llamado oportunismo, el reformismo. No se puede reducir la ideología burguesa en el movimiento comunista al reformismo, es necesario remarcar también la importancia del dogmatismo que ha hecho y está haciendo enorme daño al movimiento comunista.
En España, el dogmatismo se ha disfrazado de "izquierdismo", para, en definitiva, llevar a cabo o colaborar de hecho con políticas reformistas y, en nombre del leninismo, convertir las organizaciones comunistas en grupos de teóricos que se quedan en la abstracción o se dedican a dar clases de psicología de agente comercial, pero huyen de la práctica social en el movimiento real que es la base de la forja de los comunistas.
En la primera etapa del PCE, el dogmatismo impidió el desarrollo del partido, hasta que José Díaz rompió con el sectarismo. Incluso así, el PCE cayó en el error de dogmatizar todas las políticas de la Internacional y del PC de la URSS, dándole al Frente Popular un carácter fundamentalmente electoral y de gobierno, obviando la construcción del poder militar, garante del poder político, hasta que se produzco el alzamiento franquista, lo cual posibilitó que el fascismo ocupara un tercio de España en los primeros meses de la guerra civil, antes de que se crease el Ejercito Popular Republicano.
Posteriormente en la postguerra, ante la deriva del PCE que, a su vez, unió sus pasos al ataque de Kruschev contra Stalin y la defensa de la evolución pacífica desde el capitalismo, tuvieron lugar durante los años 50, 60, 70 y 80 diferentes escisiones, pero todas ellas dogmatizaron las posiciones de sus referentes paternos: la revolución cultural en China, Enver Hoxa de Albania, Brézhnev de la URSS, Ceaucescu de Rumanía. De esa manera huyeron de la realidad de España para intentar seguir el camino de los "centros de poder" de sus referentes extranjeros.
En el presente, el dogmatismo aliado con el reformismo continúa haciendo de las suyas en el movimiento comunista español. Incluso si unimos a todos los partidos que se reclaman del marxismo leninismo, la influencia de los comunistas en el movimiento obrero y popular en España es extraordinariamente pequeña después de más de 90 años de historia. Hay que recordar que el Partido Comunista de Grecia, el KKE, aunque en la actualidad su influencia es notablemente mayor lleva también 93 años sin poder materializar el estado socialista. El panorama en el resto de Europa es similar.
Encabezando las posiciones dogmáticas de limitar lo que ellos consideran socialismo científico a lo dicho y hecho por Marx, Lenin y Stalin, se encuentra hoy el KKE (Partido Comunista de Grecia), uno de los pocos partidos comunistas de Europa que tiene una cierta influencia entre las masas de su país y una muy notoria influencia en las demás organizaciones comunistas europeas. El KKE creado en 1.918, a diferencia de las organizaciones comunistas españolas actuales no fue fruto de una escisión, sino la continuidad orgánica del mismo proyecto aunque con cambios en posiciones estratégicas.
Ello explica también la importancia que en este trabajo le doy a los planteamientos de dicho partido expresados en su "Colección sobre temas actuales del movimiento comunista", Edición impresa de Templando el Acero, ®Cierzo Rojo, 2.011. A partir de dichos documentos realizo una crítica pormenorizada de sus planteamientos que considero esenciales, que se pueden considerar extensivas a los partidos españoles clásicamente "pro-soviéticos" como el PCPE, el PCOE y a otros que también se declaran "marxista-leninistas".
El presente trabajo no pretende calificar la lucha del KKE en Grecia. Juzgar eso es tarea de la clase obrera y el pueblo de Grecia. Lo que pretendo es realizar una crítica a las posiciones del KKE respecto a su concepción del socialismo y el comunismo, del papel que según ellos deben jugar los países socialistas, su concepción del proceso del conocimiento, el carácter de las contradicciones que operan a nivel internacional y a nivel nacional, su concepción del internacionalismo y su posición respecto a los países socialistas. Esa crítica irá también unida a determinadas experiencias de España y a recuperar determinadas partes de la historia de España y de los países socialistas tergiversadas por los dogmáticos reformistas.
En España, la crítica al reformismo, oportunismo, o revisionismo de "derechas" por parte de los comunistas en el plano de la denuncia teórica es abundante, sin embargo no lo es tanto en el terreno de la práctica de la lucha de masas. En realidad, es una crítica unilateral pues no tiene en cuenta otro aspecto igualmente oportunista aunque con apariencia "izquierdista": el dogmatismo.
El dogmatismo aparentemente "izquierdista" no es menos dañino que el reformismo, pues en realidad, ambos forman complemento el uno del otro, van los dos de la mano, incluso en las mismas personas y los mismos partidos.
El dogmatismo es poco trabajador. La repetición de los conceptos más conocidos de los clásicos al margen de una realidad social objetiva que es tergiversada, no requiere el esfuerzo del análisis concreto de la realidad concreta, que Marx tanto exigía para transformar la realidad. El dogmatismo se ha convertido hoy en España en una coartada para justificar la inoperancia. No pretendo equiparar al KKE a dicha práctica social, (qué sí define a los comunistas españoles), en la medida que para conocer integralmente un país hay que participar en su transformación. Pero, el KKE tiene la grave responsabilidad de contribuir a ofrecer unas concepciones del socialismo científico desechadas por la historia, en torno a ese embrión de Internacional Comunista que promueve dicho partido en torno a los Encuentros de Partidos Obreros y su "Revista Comunista Internacional" de la cual extraigo una muestra del "leimotiv" repetido por activa y por pasiva por los dogmáticos reformistas, que guía todas sus posiciones:
"Ahora que la presión política del socialismo ha desaparecido, se ha vuelto casi imposible para el movimiento sindical obtener más progresos. En los Países Bajos, en la ocasión de la adopción de una ley sobre las enfermedades y la invalidez mucho más restrictiva que la de los años 90´s, el periódico NRC-Handelsblad (periódico burgués holandés), publicó este título revelador: 'Si Stalin viviera aún, o eventualmente Brézhnev, nuestra nueva legislación no habría pasado'". [1]
Consecuentemente con ello, la burguesía vendría a decir a "su clase obrera": "Como ya no tenéis ni a Stalin ni eventualmente a Brézhnev, dejaros explotar más pues no tenéis otra salida." Y el señor Herwig Lerouge lo repite dócilmente.
Hacer válida la opinión de la burguesía de dependencia del movimiento obrero de cada país respecto al exterior tanto para lo bueno como para lo malo, y promover la incapacidad total, "casi imposible", para combatir con las propias fuerzas a la burguesía de su país, impulsar los sueños de los obreros acerca de Stalin "o eventualmente Brézhnev". He ahí el punto de servilismo hacia las directrices ideológicas de la burguesía al que ha llegado la aristocracia obrera europea en declive, que se autodefine "marxista leninista", impregnada de nostalgia utópica, en vez de asumir sus propias responsabilidades esenciales en la actual situación.
La posición del KKE y de los comunistas españoles y en general europeos, respecto a la cuestión internacional merece una parte importante de este trabajo. Especialmente sobre determinados conceptos en la historia de la construcción del socialismo y el carácter de clase de China a quien el KKE (y PCOE y PCE (m-l) en España, entre otros) acusan abiertamente no sólo de capitalista sino de imperialista. Todas las auto-justificaciones, debilidades, comodidades y ausencias de autocríticas consecuentes en el plano interior de los comunistas europeos, se transforman en este caso en auténticas descalificaciones y "exigencias" intransigentes a China. Condescendientes con la propia inoperancia y comodidad e intransigentes con quienes construyen el socialismo. Al revés de como un comunista debe actuar.
El legado de la lucha de los comunistas en todo el mundo está escrito con sangre y sacrificio. Toda pretensión de no aplicar las ideas y la actividad política a esa realidad histórica universal y actuar en consecuencia, significa desvirtuar el socialismo científico para acomodarlo a la vida pequeñoburguesa de la aristocracia obrera, marginándose de la lucha de clases en nombre de una hipócrita "pureza revolucionaria".
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[1] Herwig Lerouge, PTB, La contribución de la Revolución de Octubre y de la Unión Soviética al movimiento obrero en Europa Occidental y más particularmente en Bélgica, La prueba por la negativa, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
El libro está en la web y también se puede descargar en formato PDF desde ella.
Inserto la introducción:
"La crítica debe consistir en comparar y confrontar un hecho determinado, no con una idea, sino con otro hecho; lo importante es que los dos hechos sean en todo lo posible investigados con exactitud y que representen, uno con respecto al otro, distintos momentos del desarrollo." (Quiénes son los 'amigos del pueblo' y cómo luchan contra los socialdemócratas, pág. 52, V.I. Lenin, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Beijing, 1978).
Introducción
La desaparición de la URSS y los países socialistas en el este europeo y la influencia del "revisionismo", siguen siendo considerada por los comunistas en occidente como la causa principal de la crisis actual de las organizaciones comunistas.
En España, como en muchos países capitalistas occidentales, la muy grave y continuada crisis del sistema capitalista y la falta de alternativa comunista en la práctica, y, por tanto, la falta de conciencia política en el movimiento obrero, demuestran que después de más de 90 años de existencia, el movimiento comunista en occidente hoy es testimonial. En esas condiciones ¿es correcto el análisis que justifica el débil desarrollo actual por el derrumbe de los países socialistas y la influencia externa a los comunistas del "revisionismo"?
Como tema recurrente en todas las crisis del movimiento comunista de España y Europa en general, el factor exterior, convertido en influencia determinante, aparece como explicación de todos los males, trasladando nuestros errores a otros.
Para muchos, el comienzo de la década de los 90, con su inicio en noviembre de 1.989 de la caída del muro de Berlín, supuso la caída en la ciénaga de la restauración capitalista de los países socialistas y como tal se limitan a interpretar el hecho. Sin embargo, los dogmáticos reformistas no explican de forma consecuente en primer lugar las raíces históricas que posibilitaron acercarse al borde de tal ciénaga y en segundo lugar por qué la mayoría del movimiento comunista en España y Europa siguió y sigue atrapado en dicho pantano.
Ante la ausencia de autocríticas consecuentes, la única salida de muchos comunistas parece la reivindicación de los planteamientos políticos fundamentales que estuvieron vigentes en la URSS hasta 1.985 antes de la entrada en escena del gobierno dirigido por Gorbachov, por otra parte, también aclamado en su día, como nueva esperanza roja, por los mismos que hoy lo abominan.
Entender qué es socialismo y qué es comunismo es vital para un partido comunista. Desde la primera revolución socialista, el movimiento comunista ha pasado por múltiples experiencias posteriores a Marx y Lenin. Aprender de los hechos históricos para transformar la realidad es también un desarrollo del socialismo científico que en absoluto puede estar limitado a lo que escribieron e hicieron Marx y Lenin, pues ello sería la muerte del propio legado de Marx y Lenin.
El dogmatismo es la otra cara de la ideología burguesa en el movimiento comunista, además del llamado oportunismo, el reformismo. No se puede reducir la ideología burguesa en el movimiento comunista al reformismo, es necesario remarcar también la importancia del dogmatismo que ha hecho y está haciendo enorme daño al movimiento comunista.
En España, el dogmatismo se ha disfrazado de "izquierdismo", para, en definitiva, llevar a cabo o colaborar de hecho con políticas reformistas y, en nombre del leninismo, convertir las organizaciones comunistas en grupos de teóricos que se quedan en la abstracción o se dedican a dar clases de psicología de agente comercial, pero huyen de la práctica social en el movimiento real que es la base de la forja de los comunistas.
En la primera etapa del PCE, el dogmatismo impidió el desarrollo del partido, hasta que José Díaz rompió con el sectarismo. Incluso así, el PCE cayó en el error de dogmatizar todas las políticas de la Internacional y del PC de la URSS, dándole al Frente Popular un carácter fundamentalmente electoral y de gobierno, obviando la construcción del poder militar, garante del poder político, hasta que se produzco el alzamiento franquista, lo cual posibilitó que el fascismo ocupara un tercio de España en los primeros meses de la guerra civil, antes de que se crease el Ejercito Popular Republicano.
Posteriormente en la postguerra, ante la deriva del PCE que, a su vez, unió sus pasos al ataque de Kruschev contra Stalin y la defensa de la evolución pacífica desde el capitalismo, tuvieron lugar durante los años 50, 60, 70 y 80 diferentes escisiones, pero todas ellas dogmatizaron las posiciones de sus referentes paternos: la revolución cultural en China, Enver Hoxa de Albania, Brézhnev de la URSS, Ceaucescu de Rumanía. De esa manera huyeron de la realidad de España para intentar seguir el camino de los "centros de poder" de sus referentes extranjeros.
En el presente, el dogmatismo aliado con el reformismo continúa haciendo de las suyas en el movimiento comunista español. Incluso si unimos a todos los partidos que se reclaman del marxismo leninismo, la influencia de los comunistas en el movimiento obrero y popular en España es extraordinariamente pequeña después de más de 90 años de historia. Hay que recordar que el Partido Comunista de Grecia, el KKE, aunque en la actualidad su influencia es notablemente mayor lleva también 93 años sin poder materializar el estado socialista. El panorama en el resto de Europa es similar.
Encabezando las posiciones dogmáticas de limitar lo que ellos consideran socialismo científico a lo dicho y hecho por Marx, Lenin y Stalin, se encuentra hoy el KKE (Partido Comunista de Grecia), uno de los pocos partidos comunistas de Europa que tiene una cierta influencia entre las masas de su país y una muy notoria influencia en las demás organizaciones comunistas europeas. El KKE creado en 1.918, a diferencia de las organizaciones comunistas españolas actuales no fue fruto de una escisión, sino la continuidad orgánica del mismo proyecto aunque con cambios en posiciones estratégicas.
Ello explica también la importancia que en este trabajo le doy a los planteamientos de dicho partido expresados en su "Colección sobre temas actuales del movimiento comunista", Edición impresa de Templando el Acero, ®Cierzo Rojo, 2.011. A partir de dichos documentos realizo una crítica pormenorizada de sus planteamientos que considero esenciales, que se pueden considerar extensivas a los partidos españoles clásicamente "pro-soviéticos" como el PCPE, el PCOE y a otros que también se declaran "marxista-leninistas".
El presente trabajo no pretende calificar la lucha del KKE en Grecia. Juzgar eso es tarea de la clase obrera y el pueblo de Grecia. Lo que pretendo es realizar una crítica a las posiciones del KKE respecto a su concepción del socialismo y el comunismo, del papel que según ellos deben jugar los países socialistas, su concepción del proceso del conocimiento, el carácter de las contradicciones que operan a nivel internacional y a nivel nacional, su concepción del internacionalismo y su posición respecto a los países socialistas. Esa crítica irá también unida a determinadas experiencias de España y a recuperar determinadas partes de la historia de España y de los países socialistas tergiversadas por los dogmáticos reformistas.
En España, la crítica al reformismo, oportunismo, o revisionismo de "derechas" por parte de los comunistas en el plano de la denuncia teórica es abundante, sin embargo no lo es tanto en el terreno de la práctica de la lucha de masas. En realidad, es una crítica unilateral pues no tiene en cuenta otro aspecto igualmente oportunista aunque con apariencia "izquierdista": el dogmatismo.
El dogmatismo aparentemente "izquierdista" no es menos dañino que el reformismo, pues en realidad, ambos forman complemento el uno del otro, van los dos de la mano, incluso en las mismas personas y los mismos partidos.
El dogmatismo es poco trabajador. La repetición de los conceptos más conocidos de los clásicos al margen de una realidad social objetiva que es tergiversada, no requiere el esfuerzo del análisis concreto de la realidad concreta, que Marx tanto exigía para transformar la realidad. El dogmatismo se ha convertido hoy en España en una coartada para justificar la inoperancia. No pretendo equiparar al KKE a dicha práctica social, (qué sí define a los comunistas españoles), en la medida que para conocer integralmente un país hay que participar en su transformación. Pero, el KKE tiene la grave responsabilidad de contribuir a ofrecer unas concepciones del socialismo científico desechadas por la historia, en torno a ese embrión de Internacional Comunista que promueve dicho partido en torno a los Encuentros de Partidos Obreros y su "Revista Comunista Internacional" de la cual extraigo una muestra del "leimotiv" repetido por activa y por pasiva por los dogmáticos reformistas, que guía todas sus posiciones:
"Ahora que la presión política del socialismo ha desaparecido, se ha vuelto casi imposible para el movimiento sindical obtener más progresos. En los Países Bajos, en la ocasión de la adopción de una ley sobre las enfermedades y la invalidez mucho más restrictiva que la de los años 90´s, el periódico NRC-Handelsblad (periódico burgués holandés), publicó este título revelador: 'Si Stalin viviera aún, o eventualmente Brézhnev, nuestra nueva legislación no habría pasado'". [1]
Consecuentemente con ello, la burguesía vendría a decir a "su clase obrera": "Como ya no tenéis ni a Stalin ni eventualmente a Brézhnev, dejaros explotar más pues no tenéis otra salida." Y el señor Herwig Lerouge lo repite dócilmente.
Hacer válida la opinión de la burguesía de dependencia del movimiento obrero de cada país respecto al exterior tanto para lo bueno como para lo malo, y promover la incapacidad total, "casi imposible", para combatir con las propias fuerzas a la burguesía de su país, impulsar los sueños de los obreros acerca de Stalin "o eventualmente Brézhnev". He ahí el punto de servilismo hacia las directrices ideológicas de la burguesía al que ha llegado la aristocracia obrera europea en declive, que se autodefine "marxista leninista", impregnada de nostalgia utópica, en vez de asumir sus propias responsabilidades esenciales en la actual situación.
La posición del KKE y de los comunistas españoles y en general europeos, respecto a la cuestión internacional merece una parte importante de este trabajo. Especialmente sobre determinados conceptos en la historia de la construcción del socialismo y el carácter de clase de China a quien el KKE (y PCOE y PCE (m-l) en España, entre otros) acusan abiertamente no sólo de capitalista sino de imperialista. Todas las auto-justificaciones, debilidades, comodidades y ausencias de autocríticas consecuentes en el plano interior de los comunistas europeos, se transforman en este caso en auténticas descalificaciones y "exigencias" intransigentes a China. Condescendientes con la propia inoperancia y comodidad e intransigentes con quienes construyen el socialismo. Al revés de como un comunista debe actuar.
El legado de la lucha de los comunistas en todo el mundo está escrito con sangre y sacrificio. Toda pretensión de no aplicar las ideas y la actividad política a esa realidad histórica universal y actuar en consecuencia, significa desvirtuar el socialismo científico para acomodarlo a la vida pequeñoburguesa de la aristocracia obrera, marginándose de la lucha de clases en nombre de una hipócrita "pureza revolucionaria".
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[1] Herwig Lerouge, PTB, La contribución de la Revolución de Octubre y de la Unión Soviética al movimiento obrero en Europa Occidental y más particularmente en Bélgica, La prueba por la negativa, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]