Mika Feldman de Etchebéhère, nacida en Argentina en 1902 y fallecida en París en 1992, de nombre familiar (una familia judía escapada de los progroms de la época zarista en Rusia) Micaela Feldman, fue una militante argentina que llegó a ser capitana de una milicia del POUM en los comienzos de la Guerra Civil Española.
Estudió Odontología en la universidad de Buenos Aires, en donde perteneció a distintos grupos anarquistas, socialistas y comunistas. En la vida política conoció a su compañero y marido, Hipólito Etchebéhère, joven estudiante de Ingeniería, de origen francés. Juntos participan en la creación de un grupo político alrededor de la revista Insurrexit y también juntos ingresan en el Partido Comunista Argentino en 1924, militancia que solo dura dos años pues en 1926 son expulsados por sus desacuerdos con la política del PCA y por sus simpatías con la figura de León Trotski.
Pasan cuatro años en la Patagonia y en 1931 se trasladan a Europa y se instalan en Berlín. Los años alemanes son de intensa actividad política y de relaciones con distintos grupos trotskistas. El ascenso de Hitler al poder y la derrota de los comunistas les llevan a trasladarse a París donde se relacionan con el grupo trotskista Que Faire. La salud de Hipólito sigue empeorando y la tuberculosis que le persigue desde sus años de Buenos Aires obliga a que sea ingresado en un sanatorio. Este hecho decide a la pareja casarse, pues de otro modo ella no podrá visitarlo en el centro hospitalario. A la tradición francesa de que la mujer tome el apellido del marido se debe la frecuente confusión del personaje, unas veces conocida como Micaela (o Mika) Feldman, otras veces como Mika Etchebéhère, otras como Mika Feldman Etchebéhère o como se suele escribir en castellano, Mika Feldman de Etchebéhère.
Con el triunfo del Frente Popular en España deciden instalarse en Madrid. En julio de 1936 ambos parten en una columna miliciana formada por militantes del POUM, partido con el que se sentían identificados. En el primer combate en el que participan, la toma de Atienza, Hipólito muere y Mika ocupa su puesto. Por su valor y sentido común consigue las estrellas de capitán y así será conocida, como La Capitana, por ser la única mujer extranjera que alcanzó ese rango en las milicias republicanas. Su compañía se batirá en la defensa primero de Sigüenza y después de Madrid, en Pineda de Húmera y en Cerro de Ávila.
En abril de 1937 fue detenida en Madrid e interrogada como trotskista, enemiga de la República. Gracias a las gestiones del anarquista Cipriano Mera fue puesta en libertad pero ya no se le permitió volver a integrarse en el ejército regular republicano. Permaneció en Madrid hasta poco antes de la caída de la ciudad.
Dejó testimonio de su actividad durante la guerra como miliciana en un libro publicado en París en 1975, Ma guerre d'Espagne à moi, editado en español en el año 2003 con el título de Mi guerra de España. Testimonio de una miliciana al mando de una columna del POUM. El libro tiene numerosos errores históricos y es patente que está escrito desde la memoria personal, por lo que sólo puede tenérsele en cuenta, quizás, desde un punto de vista sentimental.
En 1939 está en París, pero la inminente toma de la capital francesa y su condición de judía y militante izquierdista le aconsejan regresar a Buenos Aires, ciudad en la que permanecerá hasta el final de la II Guerra Mundial. Desde 1945 hasta su muerte en 1992 vivirá en Francia, en París y en la ciudad de Perigny, siempre relacionada con ambientes trotskistas. A su muerte fue incinerada y sus restos esparcidos en el Sena por sus amigos franceses
En español es posible leer textos sobre ella en la web de la Fundación Andreu Nin, quien se dedica a mantener viva la memoria del POUM.