¿Es posible llevar el sindicalismo a los barrios de los trabajadores?

Pero depende mucho de la situación del país...

Totalmente de acuerdo, además creo que hay que plantearse ¿qué se define por sindicalismo?

La definición tradicional se identifica con la parte del movimiento obrero que se organiza mediante sindicatos, habitualmente en función de los trabajos desarrollados, para defender colectivamente las condiciones de vida y de trabajo.

Depende del momento histórico concreto y la situación social concreta, porque hoy, en el Estado español, ¿de qué sirven los sindicatos?, ¿cual es la actuación real de los sindicatos que conocemos?, ¿en qué se han convertido los sindicatos, salvo muy honradas contadas excepciones sin ninguna trascendencia?

En realidad, los sindicatos, originalmente creados por los propios trabajadores para defender sus condiciones laborales, se desenvuelven únicamente en un marco de conciliación de clases —si la empresa tiene beneficios se solicitan mejoras salariales, sociales, pero si no es así, nada de nada— y defensa de su propia existencia dentro de las instituciones del Estado, del que viven en base a subvenciones y gabelas más o menos encubiertas.

Si seguimos identificando sindicalismo con organización obrera, perfecto el interés en llevar esa organización a los barrios, pero de manera abierta, en asambleas de barrio, con elección de delegados revocables en cualquier momento, relacionándose con otros barrios, estableciendo canales de relación solidaria... sin entrar en el juego de los llamados sindicatos mayoritarios, establecidos como simples mayoristas de la venta de fuerza de trabajo, absorbidos en las estructuras del Estado, independientemente de la buena voluntad de sus afiliados de base.