La obra de Charles Louis de Secondat, barón de Montesquieu (1689-1755), tiene muchas entradas y muchos recovecos en los que pararse. La justicia y la libertad del hombre son su pensamiento dominante, las leyes son el lugar donde las busca. La observación y el análisis son su instrumento, la moderación y la serenidad son sus rasgos. Conoce la ironía, pero no sabe ser malévolo. Hombre de la Ilustración, buscador infatigable, mueve su mirada sobre el mundo de los hombres y su historia y nos entrega una lección de relativismo, apertura y racionalidad que dura en el tiempo. Esta introducción a su obra pretende restituir su sentido e importancia o, al menos, indicar alguna entrada para acceder al pensamiento de Montesquieu y detenerse a reflexionar con él.