Teoría marxista y acumulación originaria de capital
Fausto Burgueño L.
Texto contenido en su libro «Estado y acumulación. Ensayos de interpretación marxista»
publicado en 2017 por el blog Marx desde cero
►en el Foro en 4 mensajes
Pero, en realidad, los métodos de la acumulación originaria fueron cualquier cosa menos idílicos. - El Capital, t. I. Carlos Marx
Sin duda, la teoría marxista ha tenido un importante desarrollo en los últimos decenios aun cuando para ello tuvo que vencer varios obstáculos que la conformación ideológica ortodoxa le habían impuesto durante muchos años; hoy afortunadamente se ha roto el velo que impedía revisar y analizar autores como Trotsky, Rosa Luxemburgo, Bujarin, Gramsci, Mao Tse Tung, etcétera, quienes han fecundado el estudio científico de la realidad teórico-concreta. A su vez, sin duda, la teoría leninista representa un gran aporte al estudio del imperialismo y las estructuras del atraso en países como los latinoamericanos. No intentamos, en este caso, revisar las similitudes y diferencias que existen entre las apreciaciones de Lenin y otros teóricos marxistas -caso de Rosa Luxemburgo o Bujarin– pues ello implica revisar posiciones político-ideológicas que van aunadas a los momentos históricos en que éstas se manifiestan; creemos que independientemente de coincidencias y diferencias, las contribuciones que en cada uno de ellos son manifiestas hoy mantienen singular interés, trátese de penetrar en la esencia del imperialismo como fase capitalista o de las formas que hoy adopta dentro del marco esencial del capitalismo contemporáneo. Para poder comprender los elementos que componen a los países atrasados económicamente, así como para establecer los rasgos fundamentales que históricamente conforman a éstos y por ende las características que hoy son predominantes y que definen el arraso y la dependencia estructural que el capitalismo ha impuesto e impone, es necesario tener en cuenta las aportaciones de los teóricos antes mencionados.
MÉTODO Y CONTENIDO EN EL CAPITAL DE MARX
El capital obra cumbre de Marx, continúa siendo la principal herramienta teórica para el estudio de la realidad concreta, sin que ello signifique que todo está contenido en ella o que el propio Marx sea infalible en sus predicciones. Marx utiliza un método diferente al de los economistas anteriores a él, abre un cauce formidable de análisis del modo de producción capitalista y sobre todo como el mismo Marx lo señala en el prólogo a la primera edición de El capital:
El objetivo final de esta obra consiste en investigar el régimen capitalista de producción y las relaciones de producción y circulación que le corresponden…1
Lo que significa penetrar y descubrir los diversos factores históricos objetivos de la sociedad capitalista que ocultan tanto la esencia de su nacimiento como de su superación. De esta manera su trabajo se inicia con el estudio de la mercancía y termina en el tercer tomo con el capítulo sobre las clases; el por qué de esta selección en la investigación lo señala el propio Marx en Introducción a la crítica de la economía política, cuando se refiere a “el método de la economía política“. En ese lugar Marx explica la importancia y el por qué de las “determinaciones abstractas [que] finalizan en la reproducción de lo concreto por la vía del pensamiento“,2 y que es denominado por Sweezy como el método de la “reducción progresiva de la abstracción“.3 Marx comienza su estudio por la forma fenomenal de la mercancía para desarrollar categorías como valor, valor de cambio, dinero, etcétera. De esta manera descubre uno la ley básica en que se sustenta el capitalismo: la plusvalía, que se obtiene debido a la existencia de una mercancía diferente al resto, la mercancía fuerza de trabajo, generadora del valor que se apropia el capitalista debido a las relaciones de producción sustentadas en la propiedad privada de los medios de producción, que permite poner en movimiento tanto a los propios medios de producción como a la fuerza de trabajo. De esta manera el proceso de producción es un fenómeno esencialmente social, y por lo tanto, histórico. Después del análisis del proceso de producción y de las leyes de acumulación de capital, en los libros segundo y tercero Marx aborda la circulación y la distribución del capital. No sólo será necesaria la plusvalía, también lo será que el capitalista la realice en el mercado. Posteriormente plantea, sobre todo en el tercer libro, la distribución de la plusvalía y su descomposición en beneficio, renta de la tierra y otros elementos del ingreso. De esta manera método y contenido se imbrican en un solo proceso dialéctico, histórico y complejo.
Ahora bien, desde la aparición del libro primero de El capital han transcurrido más de 100 años y por lo tanto durante este lapso la evolución y revolución social no se ha interrumpido y en este sentido, la estructura lógica de El capital, que está ligado de forma determinante a la realidad capitalista que analiza, pierde parte de su alcance teórico y práctico, aun cuando las categorías fundamentales continúen vigentes en la medida que sean tomados no como algo estático e inmutable, sino a la inversa, corno el mismo Marx señalaba en una carta a Annenkov,
que las categorías económicas no son más que abstracciones de esas relaciones reales, que sólo son verdades en la medida y durante tanto tiempo como esas relaciones existen…4
En este sentido los conceptos fundamentales deben ser desarrollados, en vez de ser relegados, ante una confrontación permanente con la realidad.
MARX Y ENGELS Y EL COLONIALISMO
Tanto Marx como Engels estudiaron el mundo de su época no sólo para interpretarlo sino para transformarlo, ya que al final de cuentas tenían como meta, la construcción del socialismo y por lo tanto su preocupación revolucionaria los hada centrar su atención en aquellos países en donde la clase obrera podría ser capaz de realizar dicha transformación; este cuadro se completaba con su interés y estudio de la situación colonial. Los capítulos históricos5 de El capital tratan este tema difícil y complejo. En diversos pasajes de la obra de Marx y Engels se encuentran referencias, por ejemplo, al papel jugado por el descubrimiento de América y a la importancia del desarrollo de la navegación transoceánica en el desarrollo de la burguesía como clase, la ampliación del mercado y del capitalismo; asimismo se destaca la importancia de las relaciones económicas entre países avanzados y atrasados; pero en cierto sentido son afirmaciones generales aun cuando importantes, como el análisis de la acumulación originaria y sobre la situación de atraso y el comportamiento del capitalismo en India, Turquía, Irlanda, China, en artículos publicados en el New York Daily Tribune,6 además de variadas observaciones en la correspondencia de ambos.
La propia posición de Marx y Engels variaría respecto a la naturaleza de las transformaciones que estaba creando el capitalismo en las zonas dependientes. La visión del Manifiesto Comunista y de los artículos del New York Daily Tribune, aprueban a nombre del progresismo el proceso de implantación del capitalismo en los países dependientes. Sobre este aspecto modificarían su apreciación en especial en los Grundrisse y en el tomo III de El capital. En éste, tal como lo señala Pedro Scaron en su introducción a Materiales para la historia de América Latina y que cita Armando Córdova,7 Marx se acerca a la actual concepción de “capitalismo subdesarrollado“, cuando lo concibe como “caricatura” del capitalismo maduro de los países dominantes, en el mismo sentido entendería el hecho de que la clase obrera inglesa nunca haría nada mientras no se liberase de Irlanda.8 Marx y Engels se convencerían de que la expansión del capitalismo no llevaba necesariamente a la implantación del modo burgués en forma mecánica en todas partes. Al contrario, denotaban el atrofiamiento y rapaz explotación que el capitalismo realizaba en estos países y al mismo tiempo consideraban la creación de una aristocracia obrera que serviría de amortiguador de las luchas revolucionarias del proletariado y el papel de los pueblos sojuzgados en la revolución socialista.
En la obra de Marx no existe un análisis específico del problema colonial. En realidad lo trata en la medida en que aclara las formas como se manifiesta el capitalismo o en casos en que se vuelve un problema de actualidad en la política europea. Es en los capítulos 24 y 25 del tomo I de El capital9 en donde se elabora un tratamiento del fenómeno colonial en cuanto éste forma parte del proceso de acumulación originaria del capital y muestra los aspectos más sobresalientes de la rapacidad y la barbarie capitalista en la búsqueda de ganancias. En estos capítulos se desmitifica la historia del capital (“sabido es que en la historia real desempeñan un gran papel la conquista, la esclavización, el robo y el asesinato; la violencia, en una palabra. En la dulce economía política, por el contrario, ha reinado siempre el idilio“)10 al demostrar que los métodos de la acumulación originaria fueron cualquier cosa menos idílicos. Tomando como ejemplo básico el caso inglés, desarrolla en líneas posteriores el proceso que engendra al capitalismo, es decir: el proceso de disociación entre el obrero y el capital de tal forma que
la llamada acumulación originaria no es, pues, más que el proceso histórico de disociación entre el productor y los medios de producción. Se le llama, originaria, porque forma la prehistoria del capital y del régimen socialista de producción.11
Así pues, es sobre todo a) un proceso histórico; y b) es la prehistoria del capital. Sobre esta base de análisis se centran sus observaciones respecto al sistema colonial.
Marx dedica el capítulo 25 de El capital a analizar la teoría de la colonización de Waikefield, donde muestra, y al mismo tiempo ratifica, que la existencia del régimen capitalista está ligada a la necesidad de destruir la propiedad privada nacida del propio trabajo. Lograr el hombre libre, libre de medios de producción y libre para vender su fuerza de trabajo como mercancía.
De esta forma, Marx y Engels atribuyen especial relieve al sistema colonial como fuente de acumulación originaria del capital en Europa; y si bien en un primer momento mantienen una mera concepción progresiva y eurocentrista, en sus últimos trabajos hay cambios importantes respecto a la consideración del carácter progresista y revolucionario del capital británico, por ejemplo, en la India o Irlanda.12 Tanto en El capital como en cartas a Engels y a otros personajes de la época vemos una radicalización paulatina en sus concepciones. Así, ya en 1856, Engels señala a Marx
que Irlanda es la primera colonia inglesa y allí se da uno cuenta de que la pretendida libertad inglesa tiene por base la opresión de las colonias.13
Posteriormente Marx, en carta a Engels del 18 de diciembre de 1869 señala;
Durante mucho tiempo creí que sería posible derrocar el régimen irlandés por el ascendiente de la clase obrera inglesa. Siempre expresé este punto de vista en New York Daily Tribune. Pero un estudio más profundo me ha convencido de lo contrario. La clase obrera inglesa nunca hará nada mientras no se libre de Irlanda. La palanca debe aplicarse en Irlanda. Por esto tiene tanta importancia el problema irlandés para el movimiento social en general.14
La misma reflexión es anotada respecto a la India
Los métodos de explotación de la india por los ingleses revelan mejor que la historia de ningún otro pueblo, toda una serie de experimentos fallidos y realmente necios (en la práctica infames).
En Bengala crearon una caricatura de la propiedad inglesa de la tierra. en la India sudoriental una caricatura de la propiedad parcelaria; en el noroeste, convirtieron en lo que de ellos dependía, la comunidad económica india basada en la propiedad colectiva en una caricatura de sí misma.15
Otro importante aspecto de Marx y Engels sobre la cuestión colonial es el papel de la lucha anticolonial, la relación de ésta con la lucha anticapitalista y lo relativo al desarrollo del capitalismo en las colonias. Sus apreciaciones sobre Irlanda son un punto de partida, tanto para enfocar la lucha anticolonialista en su relación con la lucha anticapitalista y, por ende, de la ligazón dialéctica e indisoluble entre una y otra, como el significar, como señala Córdova, el punto de ruptura con la posición progresista de los primeros planteamientos de lo que aquí se discute.
Estos acontecimientos convencen definitivamente a Marx de que la expansión mundial del capitalismo no lleva necesariamente a la implantación mecánica del modo de producción burgués en todas partes.16
Ya se ha señalado que desde 1856 Engels plantea a Marx el carácter de la opresión en Irlanda y cómo sobre ésta se fincaba la pretendida libertad inglesa. En un principio se considera que la liberación de la clase obrera inglesa conduciría a la liberación de Irlanda, cuando menos así es defendida en el New York Daily Tribune, pero en carta de Engels del 10 de diciembre de 1869 se rectifican esos criterios: “La clase obrera inglesa no hará nada hasta que se desembarace de Irlanda“.17 De esta manera si Irlanda es un fuerte de la oligarquía agraria inglesa, destruyendo su poder en Irlanda se le debilita en Inglaterra, pues en la mayoría de los casos son las mismas personas los propietarios en uno y otro lado.18 Hay también importantes anotaciones sobre los esfuerzos realizados por movilizar a la clase obrera inglesa por la liberación de Irlanda y la escisión que provoca este problema en la propia clase. El odio que siente el obrero inglés hacia el irlandés y cómo este antagonismo era fomentado por la burguesía, se adelantaba así el hecho de que la explotación de otros países estaba permitiendo a la burguesía de los países capitalistas de Europa crear una aristocracia obrera que sirviera de amortiguador a las luchas revolucionarias del proletariado. Es por ello que el obrero irlandés ve en el obrero inglés un cómplice de la burguesía. Ante todo esto, Marx ve la liberación de Irlanda no sólo como una cuestión de humanitarismo sino que constituye una cuestión política urgente y así lo plantea y recomienda a la “Internacional“. 19
Por supuesto que Marx como Engels no sólo plantearon un punto de partida para enfocar la lucha anticolonialista, no sólo contemplan la importancia que para la lucha metropolitana tenía Irlanda, sino que además, eran ya claros sobre los efectos nocivos de la conquista.
Cuanto más estudio el asunto, más claro me resulta que Irlanda ha sido frenada en su desarrollo por la invasión inglesa, y que se la ha hecho retroceder varios siglos…20 … La historia irlandesa le muestra a uno lo desastroso que es para una nación el haber subyugado a otra nación. Todas las abominaciones de los ingleses se originan en el Pale irlandés …21
Si bien Marx ubica correctamente el papel de la expansión colonial en el desarrollo del capitalismo, no logra percibir las particularidades del desarrollo capitalista en los países coloniales y es que la visión histórica que Marx y Engels tenían sobre los países coloniales o semicoloniales era bastante compleja y difícil. Ellos se habían dedicado fundamentalmente al estudio del surgimiento del capitalismo en Europa Occidental y lo explicaban “desde las entrañas del régimen feudal” de ahí que toda una serie de complicaciones que manifestaba la penetración, descomposición y subordinación por el capitalismo, como modo de producción, a toda una amplia gama de situaciones muy diferentes unas de las otras e incluso en muchas de ellas donde no era ni es aplicable la asimilación de modos de producción conocidos y vividos en Europa Occidental.
En efecto -dice Córdova–
La situación precapitalista que antecede a la acumulación originaria europea puede ser concebida teóricamente como un modelo puro (feudalismo), o cuando más, como fase de transición de ese modelo a otro (el capitalismo). Las situaciones precapitalistas del siglo XXI, en cambio, al haber ya sido penetradas desde afuera por el capitalismo, no sólo dejaban de ser precapitalistas, sino que conformaban realidades sociales heterogéneas.22
A ello hay que agregar el nivel de conocimiento histórico que existía en la época, las diferencias estructurales en las diferentes sociedades subordinadas o penetradas así como los diferentes grados de intensidad y formas en que el capitalismo inició su proceso de conformación en las formaciones sociales colonizadas. Lo anterior no debe significar que Marx y Engels no tuvieran una interpretación sobre la naturaleza de estos países atrasados y de su papel dentro del sistema capitalista mundial; no se trata de eso, sino de señalar la complejidad del proceso histórico y las limitaciones en términos de claridad y coherencia que se reflejaban en esa época y también recordar que entre otras limitaciones está la de que el problema colonial en estos pensadores está dado en la medida que aclara la comprensión de su estudio del capitalismo o en los casos en que se convertía en un problema de la actualidad política europea, normalmente la inglesa, y en la medida en que incide con el objetivo central de su preocupación: la revolución socialista, si a lo anterior se señala una última razón: en el modelo del funcionamiento de la economía capitalista elaborado por Marx se prescinde del comercio exterior; así, queda claro el nivel de nuestro propio señalamiento.
Y es que el funcionamiento del comercio exterior es de gran importancia para entender la forma como se desarrolló el capitalismo en una economía dependiente y periférica. En la medida en que su producción está en función del mercado mundial y de la metrópoli, ello va a modelar su economía y va a establecer una estructura productiva atrofiada y complementaria de explotación permanente cuya caracterización está dada por un desarrollo desigual y combinado del capitalismo, que agravará y agrava permanentemente una desigualdad cada vez mayor entre las metrópolis y las colonias.
En el mismo sentido se pueden anotar la denuncia y condena que manifiestan ante las atrocidades de los colonialistas, sus artículos sobre la cuestión colonial constituyen, durante toda una época, una disección de la misión civilizadora del hombre blanco aun cuando para Marx, la burguesía cumplía una función revolucionaria en la medida que incorporaba a estos pueblos -coloniales- a la historia moderna y los sacudía del estancamiento en que las formas asiáticas de producción los habían mantenido. Su afirmación en el prólogo a El capital (primera edición) de te fabula narratur lo extiende implícitamente a las zonas coloniales.
Los países industrialmente más desarrollados no hacen más que poner por delante de los países menos progresivos el espejo de su propio porvenir.23
Ya hemos señalado en páginas anteriores cómo el propio pensamiento de Marx y Engels se fue desarrollando y tomando claridad sobre el papel del sistema colonial en su conjunto, con el mismo sentido recordamos aquí su pensamiento sobre los beneficios de la sociedad moderna vinculado a una de sus preocupaciones más importantes: la revolución comunista Para Marx, se trataba de plantearse si era posible la revolución comunista, si el capitalismo no llegaba a Asia. Sobre este aspecto son de central interés los artículos al New York Daily Tribune: “La dominación británica en la India” y “Futuros resultados de la dominación británica en la India“.24 En estos artículos se refiere también a la doble misión de Inglaterra en la India,
una destructora, y una regeneradora: la aniquilación de la vieja sociedad asiática, y la colocación de los fundamentos materiales de la sociedad occidental en Asia.25
Marx, en una primera fase no condenó toda conquista y dominación extranjera. El determinar si una particular aventura colonizadora era deseable o no, debería estar determinado por el efecto que ella tuviera sobre la posible víctima, el conquistador y el mundo en general, distinguía entre conquistadores que vivían parasitariamente del país sometido sin contribuir a su desarrollo económico y de quienes mejoraban la economía al paso que explotaban a la población. Las formas de dominio variaban con las condiciones económicas y sociales.
Es una noción tradicional que en ciertos periodos se ha vivido únicamente del pillaje. Pero para poder saquear es necesario que haya algo que saquear, es decir producción. Y la clase de pillaje está determinado por la clase de la producción. No se puede saquear una stock jobing nation de la misma manera que una nación de vaqueros.26
Así los antiguos romanos se contentaban con exigir tributos, sin perturbar en lo demás las economías locales. Los mongoles destruyeron y devastaron porque su economía pastoral requería vastas extensiones de tierra deshabitada y no cultivada para el apacentamiento.
En efecto, el capitalismo no tuvo siempre el mismo carácter. El capitalismo de carácter puramente comercial prosperaba en economías atrasadas sin necesitar su transformación, aunque al debilitar las economías explotadas, las volvió más susceptibles de cambio. El capitalismo comercial no hizo ninguna contribución positiva, y la medida en que este podía indirectamente promover un cambio hacia adelante no dependía de sus propias actividades sino de la naturaleza, solidez y articulación interna de la economía sometida. En referencia a la India, Marx señalaba en uno de los artículos y a mencionados:
Lo que llamamos su historia no es más que la historia de los sucesivos intrusos que fundaron sus imperios sobre la base pasiva de una sociedad inmutable que no oponía resistencia … la debilidad y el atraso o ‘predestinaban’ a la India a ser conquistada y la cuestión no era si los ingleses tenían derecho a conquistarla sino si hemos de preferir una India conquistada por los turcos, por los persas, por los rusos, a una India conquistada por los británicos.27…Al socavar las dos bases de las pequeñas comunidades semibárbaras y semicivilizadas y las antiguas artes manuales, Inglaterra estaba realizando la más grande y para decir verdad, la única revolución social que jamás se ha visto en Asia.28 …Inglaterra tiene que cumplir en la India una doble misión: una destructora, la otra regeneradora; la aniquilación de la vieja sociedad asiática y la colocación de los fundamentos materiales de la sociedad occidental en Asia.29
Fausto Burgueño L.
Texto contenido en su libro «Estado y acumulación. Ensayos de interpretación marxista»
publicado en 2017 por el blog Marx desde cero
►en el Foro en 4 mensajes
Pero, en realidad, los métodos de la acumulación originaria fueron cualquier cosa menos idílicos. - El Capital, t. I. Carlos Marx
Sin duda, la teoría marxista ha tenido un importante desarrollo en los últimos decenios aun cuando para ello tuvo que vencer varios obstáculos que la conformación ideológica ortodoxa le habían impuesto durante muchos años; hoy afortunadamente se ha roto el velo que impedía revisar y analizar autores como Trotsky, Rosa Luxemburgo, Bujarin, Gramsci, Mao Tse Tung, etcétera, quienes han fecundado el estudio científico de la realidad teórico-concreta. A su vez, sin duda, la teoría leninista representa un gran aporte al estudio del imperialismo y las estructuras del atraso en países como los latinoamericanos. No intentamos, en este caso, revisar las similitudes y diferencias que existen entre las apreciaciones de Lenin y otros teóricos marxistas -caso de Rosa Luxemburgo o Bujarin– pues ello implica revisar posiciones político-ideológicas que van aunadas a los momentos históricos en que éstas se manifiestan; creemos que independientemente de coincidencias y diferencias, las contribuciones que en cada uno de ellos son manifiestas hoy mantienen singular interés, trátese de penetrar en la esencia del imperialismo como fase capitalista o de las formas que hoy adopta dentro del marco esencial del capitalismo contemporáneo. Para poder comprender los elementos que componen a los países atrasados económicamente, así como para establecer los rasgos fundamentales que históricamente conforman a éstos y por ende las características que hoy son predominantes y que definen el arraso y la dependencia estructural que el capitalismo ha impuesto e impone, es necesario tener en cuenta las aportaciones de los teóricos antes mencionados.
MÉTODO Y CONTENIDO EN EL CAPITAL DE MARX
El capital obra cumbre de Marx, continúa siendo la principal herramienta teórica para el estudio de la realidad concreta, sin que ello signifique que todo está contenido en ella o que el propio Marx sea infalible en sus predicciones. Marx utiliza un método diferente al de los economistas anteriores a él, abre un cauce formidable de análisis del modo de producción capitalista y sobre todo como el mismo Marx lo señala en el prólogo a la primera edición de El capital:
El objetivo final de esta obra consiste en investigar el régimen capitalista de producción y las relaciones de producción y circulación que le corresponden…1
Lo que significa penetrar y descubrir los diversos factores históricos objetivos de la sociedad capitalista que ocultan tanto la esencia de su nacimiento como de su superación. De esta manera su trabajo se inicia con el estudio de la mercancía y termina en el tercer tomo con el capítulo sobre las clases; el por qué de esta selección en la investigación lo señala el propio Marx en Introducción a la crítica de la economía política, cuando se refiere a “el método de la economía política“. En ese lugar Marx explica la importancia y el por qué de las “determinaciones abstractas [que] finalizan en la reproducción de lo concreto por la vía del pensamiento“,2 y que es denominado por Sweezy como el método de la “reducción progresiva de la abstracción“.3 Marx comienza su estudio por la forma fenomenal de la mercancía para desarrollar categorías como valor, valor de cambio, dinero, etcétera. De esta manera descubre uno la ley básica en que se sustenta el capitalismo: la plusvalía, que se obtiene debido a la existencia de una mercancía diferente al resto, la mercancía fuerza de trabajo, generadora del valor que se apropia el capitalista debido a las relaciones de producción sustentadas en la propiedad privada de los medios de producción, que permite poner en movimiento tanto a los propios medios de producción como a la fuerza de trabajo. De esta manera el proceso de producción es un fenómeno esencialmente social, y por lo tanto, histórico. Después del análisis del proceso de producción y de las leyes de acumulación de capital, en los libros segundo y tercero Marx aborda la circulación y la distribución del capital. No sólo será necesaria la plusvalía, también lo será que el capitalista la realice en el mercado. Posteriormente plantea, sobre todo en el tercer libro, la distribución de la plusvalía y su descomposición en beneficio, renta de la tierra y otros elementos del ingreso. De esta manera método y contenido se imbrican en un solo proceso dialéctico, histórico y complejo.
Ahora bien, desde la aparición del libro primero de El capital han transcurrido más de 100 años y por lo tanto durante este lapso la evolución y revolución social no se ha interrumpido y en este sentido, la estructura lógica de El capital, que está ligado de forma determinante a la realidad capitalista que analiza, pierde parte de su alcance teórico y práctico, aun cuando las categorías fundamentales continúen vigentes en la medida que sean tomados no como algo estático e inmutable, sino a la inversa, corno el mismo Marx señalaba en una carta a Annenkov,
que las categorías económicas no son más que abstracciones de esas relaciones reales, que sólo son verdades en la medida y durante tanto tiempo como esas relaciones existen…4
En este sentido los conceptos fundamentales deben ser desarrollados, en vez de ser relegados, ante una confrontación permanente con la realidad.
MARX Y ENGELS Y EL COLONIALISMO
Tanto Marx como Engels estudiaron el mundo de su época no sólo para interpretarlo sino para transformarlo, ya que al final de cuentas tenían como meta, la construcción del socialismo y por lo tanto su preocupación revolucionaria los hada centrar su atención en aquellos países en donde la clase obrera podría ser capaz de realizar dicha transformación; este cuadro se completaba con su interés y estudio de la situación colonial. Los capítulos históricos5 de El capital tratan este tema difícil y complejo. En diversos pasajes de la obra de Marx y Engels se encuentran referencias, por ejemplo, al papel jugado por el descubrimiento de América y a la importancia del desarrollo de la navegación transoceánica en el desarrollo de la burguesía como clase, la ampliación del mercado y del capitalismo; asimismo se destaca la importancia de las relaciones económicas entre países avanzados y atrasados; pero en cierto sentido son afirmaciones generales aun cuando importantes, como el análisis de la acumulación originaria y sobre la situación de atraso y el comportamiento del capitalismo en India, Turquía, Irlanda, China, en artículos publicados en el New York Daily Tribune,6 además de variadas observaciones en la correspondencia de ambos.
La propia posición de Marx y Engels variaría respecto a la naturaleza de las transformaciones que estaba creando el capitalismo en las zonas dependientes. La visión del Manifiesto Comunista y de los artículos del New York Daily Tribune, aprueban a nombre del progresismo el proceso de implantación del capitalismo en los países dependientes. Sobre este aspecto modificarían su apreciación en especial en los Grundrisse y en el tomo III de El capital. En éste, tal como lo señala Pedro Scaron en su introducción a Materiales para la historia de América Latina y que cita Armando Córdova,7 Marx se acerca a la actual concepción de “capitalismo subdesarrollado“, cuando lo concibe como “caricatura” del capitalismo maduro de los países dominantes, en el mismo sentido entendería el hecho de que la clase obrera inglesa nunca haría nada mientras no se liberase de Irlanda.8 Marx y Engels se convencerían de que la expansión del capitalismo no llevaba necesariamente a la implantación del modo burgués en forma mecánica en todas partes. Al contrario, denotaban el atrofiamiento y rapaz explotación que el capitalismo realizaba en estos países y al mismo tiempo consideraban la creación de una aristocracia obrera que serviría de amortiguador de las luchas revolucionarias del proletariado y el papel de los pueblos sojuzgados en la revolución socialista.
En la obra de Marx no existe un análisis específico del problema colonial. En realidad lo trata en la medida en que aclara las formas como se manifiesta el capitalismo o en casos en que se vuelve un problema de actualidad en la política europea. Es en los capítulos 24 y 25 del tomo I de El capital9 en donde se elabora un tratamiento del fenómeno colonial en cuanto éste forma parte del proceso de acumulación originaria del capital y muestra los aspectos más sobresalientes de la rapacidad y la barbarie capitalista en la búsqueda de ganancias. En estos capítulos se desmitifica la historia del capital (“sabido es que en la historia real desempeñan un gran papel la conquista, la esclavización, el robo y el asesinato; la violencia, en una palabra. En la dulce economía política, por el contrario, ha reinado siempre el idilio“)10 al demostrar que los métodos de la acumulación originaria fueron cualquier cosa menos idílicos. Tomando como ejemplo básico el caso inglés, desarrolla en líneas posteriores el proceso que engendra al capitalismo, es decir: el proceso de disociación entre el obrero y el capital de tal forma que
la llamada acumulación originaria no es, pues, más que el proceso histórico de disociación entre el productor y los medios de producción. Se le llama, originaria, porque forma la prehistoria del capital y del régimen socialista de producción.11
Así pues, es sobre todo a) un proceso histórico; y b) es la prehistoria del capital. Sobre esta base de análisis se centran sus observaciones respecto al sistema colonial.
Marx dedica el capítulo 25 de El capital a analizar la teoría de la colonización de Waikefield, donde muestra, y al mismo tiempo ratifica, que la existencia del régimen capitalista está ligada a la necesidad de destruir la propiedad privada nacida del propio trabajo. Lograr el hombre libre, libre de medios de producción y libre para vender su fuerza de trabajo como mercancía.
De esta forma, Marx y Engels atribuyen especial relieve al sistema colonial como fuente de acumulación originaria del capital en Europa; y si bien en un primer momento mantienen una mera concepción progresiva y eurocentrista, en sus últimos trabajos hay cambios importantes respecto a la consideración del carácter progresista y revolucionario del capital británico, por ejemplo, en la India o Irlanda.12 Tanto en El capital como en cartas a Engels y a otros personajes de la época vemos una radicalización paulatina en sus concepciones. Así, ya en 1856, Engels señala a Marx
que Irlanda es la primera colonia inglesa y allí se da uno cuenta de que la pretendida libertad inglesa tiene por base la opresión de las colonias.13
Posteriormente Marx, en carta a Engels del 18 de diciembre de 1869 señala;
Durante mucho tiempo creí que sería posible derrocar el régimen irlandés por el ascendiente de la clase obrera inglesa. Siempre expresé este punto de vista en New York Daily Tribune. Pero un estudio más profundo me ha convencido de lo contrario. La clase obrera inglesa nunca hará nada mientras no se libre de Irlanda. La palanca debe aplicarse en Irlanda. Por esto tiene tanta importancia el problema irlandés para el movimiento social en general.14
La misma reflexión es anotada respecto a la India
Los métodos de explotación de la india por los ingleses revelan mejor que la historia de ningún otro pueblo, toda una serie de experimentos fallidos y realmente necios (en la práctica infames).
En Bengala crearon una caricatura de la propiedad inglesa de la tierra. en la India sudoriental una caricatura de la propiedad parcelaria; en el noroeste, convirtieron en lo que de ellos dependía, la comunidad económica india basada en la propiedad colectiva en una caricatura de sí misma.15
Otro importante aspecto de Marx y Engels sobre la cuestión colonial es el papel de la lucha anticolonial, la relación de ésta con la lucha anticapitalista y lo relativo al desarrollo del capitalismo en las colonias. Sus apreciaciones sobre Irlanda son un punto de partida, tanto para enfocar la lucha anticolonialista en su relación con la lucha anticapitalista y, por ende, de la ligazón dialéctica e indisoluble entre una y otra, como el significar, como señala Córdova, el punto de ruptura con la posición progresista de los primeros planteamientos de lo que aquí se discute.
Estos acontecimientos convencen definitivamente a Marx de que la expansión mundial del capitalismo no lleva necesariamente a la implantación mecánica del modo de producción burgués en todas partes.16
Ya se ha señalado que desde 1856 Engels plantea a Marx el carácter de la opresión en Irlanda y cómo sobre ésta se fincaba la pretendida libertad inglesa. En un principio se considera que la liberación de la clase obrera inglesa conduciría a la liberación de Irlanda, cuando menos así es defendida en el New York Daily Tribune, pero en carta de Engels del 10 de diciembre de 1869 se rectifican esos criterios: “La clase obrera inglesa no hará nada hasta que se desembarace de Irlanda“.17 De esta manera si Irlanda es un fuerte de la oligarquía agraria inglesa, destruyendo su poder en Irlanda se le debilita en Inglaterra, pues en la mayoría de los casos son las mismas personas los propietarios en uno y otro lado.18 Hay también importantes anotaciones sobre los esfuerzos realizados por movilizar a la clase obrera inglesa por la liberación de Irlanda y la escisión que provoca este problema en la propia clase. El odio que siente el obrero inglés hacia el irlandés y cómo este antagonismo era fomentado por la burguesía, se adelantaba así el hecho de que la explotación de otros países estaba permitiendo a la burguesía de los países capitalistas de Europa crear una aristocracia obrera que sirviera de amortiguador a las luchas revolucionarias del proletariado. Es por ello que el obrero irlandés ve en el obrero inglés un cómplice de la burguesía. Ante todo esto, Marx ve la liberación de Irlanda no sólo como una cuestión de humanitarismo sino que constituye una cuestión política urgente y así lo plantea y recomienda a la “Internacional“. 19
Por supuesto que Marx como Engels no sólo plantearon un punto de partida para enfocar la lucha anticolonialista, no sólo contemplan la importancia que para la lucha metropolitana tenía Irlanda, sino que además, eran ya claros sobre los efectos nocivos de la conquista.
Cuanto más estudio el asunto, más claro me resulta que Irlanda ha sido frenada en su desarrollo por la invasión inglesa, y que se la ha hecho retroceder varios siglos…20 … La historia irlandesa le muestra a uno lo desastroso que es para una nación el haber subyugado a otra nación. Todas las abominaciones de los ingleses se originan en el Pale irlandés …21
Si bien Marx ubica correctamente el papel de la expansión colonial en el desarrollo del capitalismo, no logra percibir las particularidades del desarrollo capitalista en los países coloniales y es que la visión histórica que Marx y Engels tenían sobre los países coloniales o semicoloniales era bastante compleja y difícil. Ellos se habían dedicado fundamentalmente al estudio del surgimiento del capitalismo en Europa Occidental y lo explicaban “desde las entrañas del régimen feudal” de ahí que toda una serie de complicaciones que manifestaba la penetración, descomposición y subordinación por el capitalismo, como modo de producción, a toda una amplia gama de situaciones muy diferentes unas de las otras e incluso en muchas de ellas donde no era ni es aplicable la asimilación de modos de producción conocidos y vividos en Europa Occidental.
En efecto -dice Córdova–
La situación precapitalista que antecede a la acumulación originaria europea puede ser concebida teóricamente como un modelo puro (feudalismo), o cuando más, como fase de transición de ese modelo a otro (el capitalismo). Las situaciones precapitalistas del siglo XXI, en cambio, al haber ya sido penetradas desde afuera por el capitalismo, no sólo dejaban de ser precapitalistas, sino que conformaban realidades sociales heterogéneas.22
A ello hay que agregar el nivel de conocimiento histórico que existía en la época, las diferencias estructurales en las diferentes sociedades subordinadas o penetradas así como los diferentes grados de intensidad y formas en que el capitalismo inició su proceso de conformación en las formaciones sociales colonizadas. Lo anterior no debe significar que Marx y Engels no tuvieran una interpretación sobre la naturaleza de estos países atrasados y de su papel dentro del sistema capitalista mundial; no se trata de eso, sino de señalar la complejidad del proceso histórico y las limitaciones en términos de claridad y coherencia que se reflejaban en esa época y también recordar que entre otras limitaciones está la de que el problema colonial en estos pensadores está dado en la medida que aclara la comprensión de su estudio del capitalismo o en los casos en que se convertía en un problema de la actualidad política europea, normalmente la inglesa, y en la medida en que incide con el objetivo central de su preocupación: la revolución socialista, si a lo anterior se señala una última razón: en el modelo del funcionamiento de la economía capitalista elaborado por Marx se prescinde del comercio exterior; así, queda claro el nivel de nuestro propio señalamiento.
Y es que el funcionamiento del comercio exterior es de gran importancia para entender la forma como se desarrolló el capitalismo en una economía dependiente y periférica. En la medida en que su producción está en función del mercado mundial y de la metrópoli, ello va a modelar su economía y va a establecer una estructura productiva atrofiada y complementaria de explotación permanente cuya caracterización está dada por un desarrollo desigual y combinado del capitalismo, que agravará y agrava permanentemente una desigualdad cada vez mayor entre las metrópolis y las colonias.
En el mismo sentido se pueden anotar la denuncia y condena que manifiestan ante las atrocidades de los colonialistas, sus artículos sobre la cuestión colonial constituyen, durante toda una época, una disección de la misión civilizadora del hombre blanco aun cuando para Marx, la burguesía cumplía una función revolucionaria en la medida que incorporaba a estos pueblos -coloniales- a la historia moderna y los sacudía del estancamiento en que las formas asiáticas de producción los habían mantenido. Su afirmación en el prólogo a El capital (primera edición) de te fabula narratur lo extiende implícitamente a las zonas coloniales.
Los países industrialmente más desarrollados no hacen más que poner por delante de los países menos progresivos el espejo de su propio porvenir.23
Ya hemos señalado en páginas anteriores cómo el propio pensamiento de Marx y Engels se fue desarrollando y tomando claridad sobre el papel del sistema colonial en su conjunto, con el mismo sentido recordamos aquí su pensamiento sobre los beneficios de la sociedad moderna vinculado a una de sus preocupaciones más importantes: la revolución comunista Para Marx, se trataba de plantearse si era posible la revolución comunista, si el capitalismo no llegaba a Asia. Sobre este aspecto son de central interés los artículos al New York Daily Tribune: “La dominación británica en la India” y “Futuros resultados de la dominación británica en la India“.24 En estos artículos se refiere también a la doble misión de Inglaterra en la India,
una destructora, y una regeneradora: la aniquilación de la vieja sociedad asiática, y la colocación de los fundamentos materiales de la sociedad occidental en Asia.25
Marx, en una primera fase no condenó toda conquista y dominación extranjera. El determinar si una particular aventura colonizadora era deseable o no, debería estar determinado por el efecto que ella tuviera sobre la posible víctima, el conquistador y el mundo en general, distinguía entre conquistadores que vivían parasitariamente del país sometido sin contribuir a su desarrollo económico y de quienes mejoraban la economía al paso que explotaban a la población. Las formas de dominio variaban con las condiciones económicas y sociales.
Es una noción tradicional que en ciertos periodos se ha vivido únicamente del pillaje. Pero para poder saquear es necesario que haya algo que saquear, es decir producción. Y la clase de pillaje está determinado por la clase de la producción. No se puede saquear una stock jobing nation de la misma manera que una nación de vaqueros.26
Así los antiguos romanos se contentaban con exigir tributos, sin perturbar en lo demás las economías locales. Los mongoles destruyeron y devastaron porque su economía pastoral requería vastas extensiones de tierra deshabitada y no cultivada para el apacentamiento.
En efecto, el capitalismo no tuvo siempre el mismo carácter. El capitalismo de carácter puramente comercial prosperaba en economías atrasadas sin necesitar su transformación, aunque al debilitar las economías explotadas, las volvió más susceptibles de cambio. El capitalismo comercial no hizo ninguna contribución positiva, y la medida en que este podía indirectamente promover un cambio hacia adelante no dependía de sus propias actividades sino de la naturaleza, solidez y articulación interna de la economía sometida. En referencia a la India, Marx señalaba en uno de los artículos y a mencionados:
Lo que llamamos su historia no es más que la historia de los sucesivos intrusos que fundaron sus imperios sobre la base pasiva de una sociedad inmutable que no oponía resistencia … la debilidad y el atraso o ‘predestinaban’ a la India a ser conquistada y la cuestión no era si los ingleses tenían derecho a conquistarla sino si hemos de preferir una India conquistada por los turcos, por los persas, por los rusos, a una India conquistada por los británicos.27…Al socavar las dos bases de las pequeñas comunidades semibárbaras y semicivilizadas y las antiguas artes manuales, Inglaterra estaba realizando la más grande y para decir verdad, la única revolución social que jamás se ha visto en Asia.28 …Inglaterra tiene que cumplir en la India una doble misión: una destructora, la otra regeneradora; la aniquilación de la vieja sociedad asiática y la colocación de los fundamentos materiales de la sociedad occidental en Asia.29
Última edición por RioLena el Vie Abr 03, 2020 1:40 pm, editado 1 vez