Partes del libro:
Parte I Teoría del Imperialismo y Distorsión del Manifiesto
Parte II El Materialismo Histórico – Leer el Manifiesto
Parte III Recuperación del Sentido de la Historia
En la primera parte se discute a intérpretes del MANIFIESTO: a Trotky, a Hobsbawm y a Marshall Berman. En la segunda, el autor ofrece su interpretación; y la tercera parte… Reinterpretación de la historia del capitalismo con base la crítica de interpretaciones de la misma y del MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA. ¿Qué y cómo es que unas se imbrican con las otras?
Una comedia de equivocaciones
Ha sido la historia de las interpretaciones del MANIFIESTO y, precisamente, por basarse en una interpretación equivocada del desarrollo histórico capitalista, en general alguna variante de teoría del imperialismo, la más recurrida es, por supuesto, la de Lenin. De ahí que, luego, no sea casual que se piense la historia del capitalismo equivocadamente. HE AQUÍ UN EXTRAÑO NUDO.
Un nudo teórico e histórico
La historia del siglo XX ha demostrado que la teoría del imperialismo de Lenin estaba equivocada, aunque durante los primeros treinta años de dicha historia pareciera atinada; pues vimos pujante al capitalismo en vez de en su última fase y, aun, vimos desmembrarse a la URSS. Pero, también, cualquier versión de teoría del imperialismo que implique o explicite una ruptura entre el siglo XIX y XX, a la manera de la de Lenin cuando dice que en el XIX dominó el capital industrial –y fue el capitalismo que Marx conoció– mientras que en el XX dominó el capital financiero. Por donde quien lea el MANIFIESTO COMUNISTA desde perspectiva análoga, distorcionará necesariamente lo que allí se dice. La teoría de Marx será mal entendida pero, también, la historia.
Consecuentemente habrá que explicar el imperialismo, cuya realidad es incontrovertible, de otro modo; y, también, la historia habrá que explicarla de otro modo. POR ESO ES QUE EL PRESENTE LIBRO SOBRE EL MANIFIESTO, ES DE HISTORIA.
Un Sentido un Camino Reencrontrado, Reabierto
Reabre el sentido de la historia, el rasgo más genuino del MANIFIESTO. El concepto bien articulado de medida geopolítica del capital es el que permite reentender la relación auténtica entre el siglo XIX y XX y la historia toda del capitalismo para recuperar –contra toda intención de “fin de la historia”– el sentido de la historia previsto por el MANIFIESTO.
Bueno, entonces, ¿qué es eso de medida geopolítica de capital?
De hecho, hablamos de medidas geopolíticas de capital en plural; pues la primera fue la europeo-continental, en cuyo completamiento estalló la revolución de 1848 para la que se redactara el MANIFIESTO COMUNISTA, mismo que predice la conformación del Mercado mundial capitalista; y, entonces, la emergencia de la medida geopolítica mundial de capital. Pero si la europeocontinental llega a asfixia y crisis revolucionaria, la mundial recién inicia, así que el sentido de las cosas muta paradójicamente; lo que decaía reverdece, etc.; y, no obstante, el desarrollo histórico ocurre en continuidad, sin ruptura ninguna y bajo dominio del capital industrial. Y las paradojas y contrastes se multiplican si añadimos las subsiguientes medidas geopolíticas que el capital fue inaugurando conforme sometía cada vez nuevos territorios. El libro que comentamos, narra la historia del siglo XVIII al XXI según esta perspectiva y puede reconocer, POR ELLO, la actualidad plena del MANIFIESTO. La labor de reconstrucción del marxismo en el siglo XXI pasa necesariamente por establecer el sentido de la historia, el rasgo más genuino del MANIFIESTO.
Medidas geopolíticas de capital
Para reabrir la historia, a la que le quieren dar fin real e ideológicamente, como lo demostró Francis Fukuyama con su célebre libro y como lo demuestra el imperio en casi cada una de sus acciones de Bush hijo a la fecha. Pero para reabrirla realmente y no sólo esperanzadamente y en rebeldía como lo hacían Rosa Luxemburgo o Lenin, es necesario, reexplicarla consistentemente, dando cuenta, en primer lugar, de su continuidad y, a la vez, de sus paradojas. Y no que estas nos lleven a creer en rupturas y aquella a creerla rígida y destinal.
El concepto de medida geopolítica de capital posibilita esta doble labor y es un concepto implícito que sostiene el argumento del MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA.