Introducción de Bitácora Marxista-Leninista
El siguiente documento es un capítulo del amplio libro del francés Vincent Gouysse: «Imperialismo y antiimperialismo» de 2007. El mismo capítulo hay que entenderlo en el contexto del propio libro, pero aún no habiendo leído los capítulos previos y posteriores, el lector puede entender perfectamente el contenido general del mismo y el objetivo del autor, que no es otro que mostrar las costuras del revisionismo chino y demostrar que la revolución china de 1949 se quedó en una revolución democrático-burguesa. Dentro de la obra de Vincent Gouysse, este capítulo sirve como nexo para explicar, en otro aspectos, la actual situación del socialimperialismo chino, por lo tanto, pese a que el capítulo consta de unas cincuenta páginas aproximadamente, no cubre todo el periodo del revisionismo chino, ni hace demasiado énfasis en ninguna etapa en particular; en sus líneas se intenta refrescar la memoria al lector al respecto de los acontecimientos más reseñables ocurridos en China a principios del siglo XX hasta nuestros días, y entender la posición del revisionismo chino en cada uno de ellos. Esa profundidad total en cada tema, es algo que seguramente el lector echará de menos, pero en ese caso, recordamos que existen otras obras del autor que analizan más detenidamente otros puntos muy interesantes como pueden ser la relaciones del revisionismo chino con el revisionismo yugoslavo o el revisionismo soviético o la crítica marxista-leninista al revisionismo chino: nos referimos a la obra: «Comprender las divergencias sino-albanesas» de 2004, en que se cubre un campo mayor en cuanto a la época del revisionismo chino bajo mandato de Mao Zedong. O incluso otras obras del autor que cubren periodos como el propio ascenso del socialimperialismo chino en las últimas décadas como: «El despertar del dragón» de 2012.
El autor intenta explicarnos en la presente obra que el llamado «Pensamiento Mao Zedong», «vía china al socialismo», «socialismo de características chinas», no son sino eslóganes tras los cuales se esconden un pensamiento teórico y una práctica activa nacionalista-burguesa. Con ello se verá las excesivas similitudes entre las limitaciones del nacionalista Sun Yat-sen con el pseudomarxista y nacionalista Mao Zedong; se observará que pese al disfraz de marxista, Mao Zedong no deja una y otra vez de mostrar la distorsión que lleva a cabo en su pensamiento sobre el concepto marxista de Estado, democracia o socialismo; seremos testigos de cómo considera a la burguesía nacional como parte del pueblo; como recupera la teoría menchevique-trotskista de las fuerzas productivas de los representantes de la II Internacional, y como bajo esta teoría intenta colocar una «muralla china» entre la etapa antifascista, antifeudal, anticolonial y la etapa socialista, pronosticando que la primera etapa «duraría décadas»; veremos también como se recuperan teorías kautskistas y browderistas, a través de las cuales abogará porque en esta «larga primera etapa», llamada de «nueva democracia», China desarrolle la propiedad privada incluyendo el capital extranjero estadounidense. Recordemos que muchas de estas teorías ya habían sido detectadas por Iósif Stalin durante los años 40, el cual personalmente dedicó fuertes críticas a Mao Zedong y a otros dirigentes del Partido Comunista de China:
«Usted habla de «chinificación del socialismo». No existe de esa naturaleza. No existe el socialismo inglés, francés, alemán, italiano, ruso, como no existe el socialismo chino. Otra cosa es, que en la construcción del socialismo, es necesario tener en cuenta las características específicas de un determinado país. El socialismo es una ciencia, y necesariamente tiene como toda ciencia, ciertas leyes generales, y uno solo necesita ignorar tales leyes para que la construcción del socialismo esté destinada al fracaso. (…) Si usted no lo entiende va a hacer mucho daño al movimiento comunista internacional. Por lo que yo sé, en el Partido Comunista de China hay una capa delgada de proletarios y los sentimientos nacionalistas son muy fuertes y si no llevan a cabo estas políticas de clase genuinamente marxista-leninistas y no llevan a cabo la lucha contra el nacionalismo burgués, los nacionalistas los estrangularan. Entonces no solo se dará por terminada la construcción socialista, sino que China puede que se convierta en un peligroso juguete en manos de los imperialistas estadounidenses. Os recomiendo encarecidamente a utilizar la espléndida obra de Lenin: «Las tareas inmediatas del poder soviético» de 1918. Esto aseguraría el éxito». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Obras Completas, Tomo 18, Anotaciones en la obra «De la conversación con la delegación del Comité Central del Partido Comunista de China en Moscú el 11 de julio 1949», conversación entre Stalin y Mao Zedong, 1949)
Este documento demuestra que precisamente la dirección revisionista del Partido Comunista de China no comprendió nunca la necesidad de aplicar los axiomas ineludibles de la construcción del socialismo y que se perdió en buscar fórmulas extrañas.
Más tarde, tras el fallecimiento de Stalin, en el Partido Comunista de China aparte de oficializar las desviaciones anteriormente comentadas se empezarían a oficializar teorías económicas jruschovistas-titoistas descentralizadoras y negacionistas de la industria pesada, también tesis sobre que el capitalismo de Estado de las empresas mixtas es una propiedad de tipo socialista, la teoría bujarinista-titoista de la posibilidad del «tránsito pacífico» de las clases explotadoras al «socialismo» ya que según los revisionistas chinos en su país ésta era una «contradicción no antagónica», los conceptos socialdemócratas de partido sobre conciliación entre varias fracciones y líneas o la tendencia titoista a la no celebración de congresos y plenos manteniendo al partido en un estado vegetativo.
El autor usará la experiencia de la revolución albanesa de 1944 y de los marxista-leninistas albaneses para comparar y demostrar que los revisionistas chinos: cuando aludían a las «condiciones específicas» para justificar su política liberal y revisionista, estas no eran unas condiciones específicas locales de mayor dificultad que la de los marxista-leninistas albaneses.
Hay ciertas cuestiones que salen durante el documento que el autor nos resuelve:
¿Qué relaciones hay entre las teorías de Nikolái Bujarin o Tito criticadas por Iósif Stalin en los años 20 y 40 y las teorías de Mao Zedong sobre la «integración» de la burguesía nacional en el «socialismo»? ¿En qué se diferencian las pseudonacionalizaciones de los chinos que dejaban intacto el poder económico de la burguesía a las nacionalizaciones de los albaneses que eliminaban a la burguesía como clase social? ¿Cuál era la composición social del Partido Comunista de China? ¿Cómo reaccionaron chinos y albaneses ante las críticas a Stalin en el XXº Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética? ¿Por qué los revisionistas modernos de otros países como Maurce Thorez o Palmiro Togliatti o los propios revisionistas soviéticos alababan tanto a los revisionistas chinos en 1956? ¿De qué tipo eran el carácter de las contradicciones entre la Unión Soviética capitalista-revisionista y el resto de países revisionistas como China, Rumanía, Corea del Norte, etc., Y si son suficientes para calificar a estos últimos de antiimperialistas? ¿Cómo se concebía la planificación económica en la China revisionista-capitalista y en la Albania socialista y la Unión Soviética socialista? ¿Cómo influiría en China la negación de Mao Zedong del rol de la industria pesada en la construcción del socialismo en la ciudad y el campo, y como influiría la adhesión a este axioma marxista-leninista en Albania con Enver Hoxha al frente? ¿Tenían algún sentido los eslóganes aparentemente marxistas de Mao Zedong durante los años 40 y 5o, los tenían después los de Lin Piao en los 60, o Deng Xiaoping en los 70 sobre la lucha de clases contra la burguesía y el capitalismo? ¿Qué significado tenían para los marxista-leninistas las nuevas teorías de los revisionistas chinos que hablaban de que en su país existía el socialismo pero reconocían en China la existencia de la burguesía nacional como clase social? ¿En cuanto a las diferencias salariales la China revisionista-capitalista estaba más cerca de Albania Socialista o de la Unión Soviética revisionista-capitalista? ¿Cómo influiría la no creación de una industria pesada en China en la apertura a gran escala al capital extranjero a finales de los 70? ¿Había Mao Zedong ideado esta fórmula de industrialización? ¿Acaso alguna vez en China el Partido Comunista de China avanzó más allá de eliminar a la burguesía compradora y a los terratenientes, de la revolución liberal y del régimen burgués? ¿Cómo influiría la entrada de ayuda externa para el desarrollo de la burguesía nacional china; ayudó o entorpeció su crecimiento y ambiciones imperialistas? ¿Cómo influiría el florecer de la burguesía nacional china y sus pretensiones imperialistas en las relaciones con la Albania socialista? ¿Qué significaron los sucesos de 1989 en China desde el punto de vista marxista-leninista?
Todas estas preguntas serán debidamente contestadas en el transcurso de la lectura.