Caso Scala. Terrorismo de Estado y algo más
Xavier Cañadas Gascón - año 2008
111 páginas en formato pdf de muy buena calidad
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Indice
Prefacio Unos apuntes sobre mi trayectoria política
Introducción De la dictadura franquista a los Pactos de la Moncloa
El Caso Scala, punto de inflexión
Anexo I Algunos interrogantes que nunca fueron resueltos
Anexo II Primeras noticias publicadas
Anexo III El montaje se desmorona
El 15 de enero de 1978, a las 13:15 horas, un incendio de grandes dimensiones destruye la sala de fiestas Scala de Barcelona, provocando la muerte de cuatro trabajadores. En 48 horas son localizados los presuntos autores del atentado por parte de la Policía, identificados de entre los 10.000 manifestantes que acababan de participar en la manifestación convocada por CNT contra los Pactos de la Moncloa. Estos Pactos -firmados por el PSOE y el PCE en octubre de 1977, con el beneplácito de UGT y CC.OO.- iban a marcar un antes y un después en la capacidad de la clase trabajadora española para hacer frente a la flexibilización y precarización capitalista del mercado de trabajo que necesitaba la reforma económica neoliberal.
Xavier Cañadas, militante de la CNT en aquellos momentos, fue una de las cinco personas encausadas y condenadas por el llamado «Caso Scala», lo que le supuso pasarse ocho años en prisión. En su relato explica cuál fue la participación y responsabilidad real en los hechos de las personas condenadas, cómo transcurrió el juicio plagado de irregularidades, y cómo se fraguó la destrucción del Scala y el montaje policial, vertebrado en torno a la figura del confidente policial Joaquín Hernández -alias «el Grillo» o «el Viejo Anarquista»-, un delincuente común convertido por obra y gracia de los servicios de inteligencia en un veterano y represaliado militante anarquista.
Con este atentado y la represión posterior contra el conjunto del movimiento libertario, el Gobierno neofranquista de UCD y el entonces ministro del Interior Martín Villa perseguían erosionar la imagen pública de la CNT -y de todo el movimiento libertario-, que por aquel entonces, con sus 100.000 afiliados sólo en Cataluña, constituía una seria amenaza para los pactos, consensos y tejemanejes de los que la izquierda institucional y la cúpula política y empresarial franquista fueron protagonistas durante la llamada Transición.
Xavier Cañadas Gascón - año 2008
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Prefacio Unos apuntes sobre mi trayectoria política
Introducción De la dictadura franquista a los Pactos de la Moncloa
El Caso Scala, punto de inflexión
Anexo I Algunos interrogantes que nunca fueron resueltos
Anexo II Primeras noticias publicadas
Anexo III El montaje se desmorona
El 15 de enero de 1978, a las 13:15 horas, un incendio de grandes dimensiones destruye la sala de fiestas Scala de Barcelona, provocando la muerte de cuatro trabajadores. En 48 horas son localizados los presuntos autores del atentado por parte de la Policía, identificados de entre los 10.000 manifestantes que acababan de participar en la manifestación convocada por CNT contra los Pactos de la Moncloa. Estos Pactos -firmados por el PSOE y el PCE en octubre de 1977, con el beneplácito de UGT y CC.OO.- iban a marcar un antes y un después en la capacidad de la clase trabajadora española para hacer frente a la flexibilización y precarización capitalista del mercado de trabajo que necesitaba la reforma económica neoliberal.
Xavier Cañadas, militante de la CNT en aquellos momentos, fue una de las cinco personas encausadas y condenadas por el llamado «Caso Scala», lo que le supuso pasarse ocho años en prisión. En su relato explica cuál fue la participación y responsabilidad real en los hechos de las personas condenadas, cómo transcurrió el juicio plagado de irregularidades, y cómo se fraguó la destrucción del Scala y el montaje policial, vertebrado en torno a la figura del confidente policial Joaquín Hernández -alias «el Grillo» o «el Viejo Anarquista»-, un delincuente común convertido por obra y gracia de los servicios de inteligencia en un veterano y represaliado militante anarquista.
Con este atentado y la represión posterior contra el conjunto del movimiento libertario, el Gobierno neofranquista de UCD y el entonces ministro del Interior Martín Villa perseguían erosionar la imagen pública de la CNT -y de todo el movimiento libertario-, que por aquel entonces, con sus 100.000 afiliados sólo en Cataluña, constituía una seria amenaza para los pactos, consensos y tejemanejes de los que la izquierda institucional y la cúpula política y empresarial franquista fueron protagonistas durante la llamada Transición.