El espacio geográfico como fuerza productiva estratégica en El Capital de Marx
Andrés Barreda Marín
►formato pdf - 51 páginas
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Los principales problemas espaciales y territoriales formulados por la crítica de la economía política de Marx desgraciadamente no han sido retomados ni discutidos más que marginalmente y por muy pocos autores de la llamada "geografía radical". Me refiero a la consideración que hace Marx de la totalidad mundial del espacio social:
1) como sitio donde acontecen múltiples desplazamientos de contradicciones, cuyo sentido "neutralizante" mitiga, pero a la vez extiende, las principales contradicciones de la acumulación; 2) como espacio en referencia al cual se mide finalmente la madurez histórica del sistema capitalista y, por ende, el grado de desarrollo de la totalidad de las fuerzas productivas (técnicas y procreativas); y 3) como lugar material, donde necesariamente se ponen en juego los límites objetivos que el capitalismo encuentra para continuarse desarrollando tecnológica y demográficamente, así como para continuar neutralizando sus propias contradicciones.
Andrés Barreda Marín
►formato pdf - 51 páginas
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Los principales problemas espaciales y territoriales formulados por la crítica de la economía política de Marx desgraciadamente no han sido retomados ni discutidos más que marginalmente y por muy pocos autores de la llamada "geografía radical". Me refiero a la consideración que hace Marx de la totalidad mundial del espacio social:
1) como sitio donde acontecen múltiples desplazamientos de contradicciones, cuyo sentido "neutralizante" mitiga, pero a la vez extiende, las principales contradicciones de la acumulación; 2) como espacio en referencia al cual se mide finalmente la madurez histórica del sistema capitalista y, por ende, el grado de desarrollo de la totalidad de las fuerzas productivas (técnicas y procreativas); y 3) como lugar material, donde necesariamente se ponen en juego los límites objetivos que el capitalismo encuentra para continuarse desarrollando tecnológica y demográficamente, así como para continuar neutralizando sus propias contradicciones.