Nuestras montañas son las masas
Salvador Cayetano Carpio “Comandante Marcial”
publicado en la red por el Comité de reconstrucción comunista salvadoreño en julio de 2020
[...] A pesar de la avanzada de las fuerzas guerrilleras la situación queda terriblemente compleja. El régimen oligárquico protegido por los EE.UU. sigue controlando posiciones fundamentales y está en grado de llevar a cabo contraofensivas terribles, la Nicaragua Sandinista está en graves dificultades (no sólo por la contraofensiva de los contras, sino también por sus propias inconsecuencias), la URSS y Cuba, aunque por mediación europea y mexicana, optan por una solución negociada del conflicto en El Salvador y América Central y no parecen dispuestos a ofrecer un apoyo apasionado a la revolución. Todo esto se refleja en el FMLN y las FPL. Dentro de las FPL estalla un conflicto interno virulento sobre el problema unas posibles "negociaciones de paz con el régimen en vista de un eventual acuerdo de paz" al mismo tiempo que Marcial intensifica sus esfuerzos para recuperar el terreno perdido en la cuestión de la construcción de un Partido Marxista Leninista.
Se trata de una lucha intensa y dramática que culmina, durante una reunión de la dirección de las FPL en Nicaragua, en el homicidio de Anaya Montes (Comandante Ana María). Marcial viene acusado de la autoría intelectual de aquel asesinato sin ninguna prueba y está recluido en su domicilio en Managua por las autoridades sandinistas. Poco después, el 12 de Abril 1983, se suicida.
¿Negociación o revolución? ¿Acuerdos de paz o lucha armada hasta la victoria? Marcial consideraba que se trata de un dilema falso (sostiene que las negociaciones son un aspecto político-diplomático de la revolución armada que debe avanzar) y pone de relieve la tendencia implícita a buscar un compromiso con la oligarquía salvadoreña que perjudicaría para siempre el objetivo supremo de la revolución social.
Los hechos van a confirmar sus sospechas. El 16 de enero 1992 después de 12 años de guerra se firman los acuerdos de Chapultepec en Ciudad de México
bajo los auspicios del gobierno mexicano con los cuales el FMLN abandona la lucha armada y entra en la vida civil como fuerza legal. [...]
►formato pdf - 164 páginas
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Salvador Cayetano Carpio “Comandante Marcial”
publicado en la red por el Comité de reconstrucción comunista salvadoreño en julio de 2020
[...] A pesar de la avanzada de las fuerzas guerrilleras la situación queda terriblemente compleja. El régimen oligárquico protegido por los EE.UU. sigue controlando posiciones fundamentales y está en grado de llevar a cabo contraofensivas terribles, la Nicaragua Sandinista está en graves dificultades (no sólo por la contraofensiva de los contras, sino también por sus propias inconsecuencias), la URSS y Cuba, aunque por mediación europea y mexicana, optan por una solución negociada del conflicto en El Salvador y América Central y no parecen dispuestos a ofrecer un apoyo apasionado a la revolución. Todo esto se refleja en el FMLN y las FPL. Dentro de las FPL estalla un conflicto interno virulento sobre el problema unas posibles "negociaciones de paz con el régimen en vista de un eventual acuerdo de paz" al mismo tiempo que Marcial intensifica sus esfuerzos para recuperar el terreno perdido en la cuestión de la construcción de un Partido Marxista Leninista.
Se trata de una lucha intensa y dramática que culmina, durante una reunión de la dirección de las FPL en Nicaragua, en el homicidio de Anaya Montes (Comandante Ana María). Marcial viene acusado de la autoría intelectual de aquel asesinato sin ninguna prueba y está recluido en su domicilio en Managua por las autoridades sandinistas. Poco después, el 12 de Abril 1983, se suicida.
¿Negociación o revolución? ¿Acuerdos de paz o lucha armada hasta la victoria? Marcial consideraba que se trata de un dilema falso (sostiene que las negociaciones son un aspecto político-diplomático de la revolución armada que debe avanzar) y pone de relieve la tendencia implícita a buscar un compromiso con la oligarquía salvadoreña que perjudicaría para siempre el objetivo supremo de la revolución social.
Los hechos van a confirmar sus sospechas. El 16 de enero 1992 después de 12 años de guerra se firman los acuerdos de Chapultepec en Ciudad de México
bajo los auspicios del gobierno mexicano con los cuales el FMLN abandona la lucha armada y entra en la vida civil como fuerza legal. [...]
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