5 preguntas sobre el comunismo
Corriente Comunista Internacional
publicado en 2006 en Acción Proletaria de noviembre 2005/enero 2006
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Estimados compañeros:
Se ha animado un debate sobre el supuesto “comunismo” de los Sres. Chavez y Castro. Se han hecho varias contribuciones al Foro. Es una discusión importante que aborda el siguiente sujeto: ¿Todos los que se proclaman “comunistas” y “socialistas” lo son efectivamente o, por el contrario, no han sido el “comunismo” de Rusia y el “socialismo” de los partidos socialdemócratas las grandes mentiras del siglo XX?
Cada vez más compañeros se dan cuenta de que el capitalismo se hace insoportable: guerras, miseria, hambre, catástrofes medioambientales, degeneración moral, etc. La pregunta que se plantean es: ¿Existe una alternativa a este sistema social?
Una de las causas que impide una clara respuesta es que haya países que se presentan como “comunistas” o “en transición al comunismo” donde sus “venturosos ciudadanos” padecen una miseria, una opresión y una barbarie intolerables. Tales son los casos de los “comunismos” de Corea del Norte, de China o de Cuba, o anteriormente en Rusia o Albania. Ante eso muchos compañeros dicen, ¡Si esa es la alternativa al capitalismo, prefiero quedarme con lo que hay!
Por eso es vital aclarar entre todos que eso del “comunismo” en Rusia, Cuba, China, etc. es una GRAN MENTIRA, que allí hay capitalismo puro y duro.
En una serie de artículos aparecidos en nuestra Revista Internacional titulada El comunismo no es un bello ideal sino una necesidad material desarrollamos detalladamente qué entendemos por el comunismo partiendo de cómo lo ha entendido realmente el movimiento revolucionario del proletariado. Nos hemos inspirado en esa serie y especialmente en los artículos “El comunismo una sociedad sin estado” (Revista Internacional nº 77 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] [1]) y “El comunismo contra el socialismo de Estado” (nº 78 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] [2]) para realizar una contribución a la discusión en el Foro sobre la base de 5 preguntas:
1ª ¿Se puede llamar “socialismo” o “comunismo” a la propiedad estatal de los medios de producción, o por el contrario, el comunismo supone la abolición del Estado?
2ª ¿Puede desarrollarse el comunismo conservando y utilizando el Estado –esa vieja máquina de opresión vinculada a la sociedad de clases-o para hacerlo es necesario destruir el Estado?
3ª ¿Fueron comunistas los regímenes estalinistas en la URSS y los países del Este? ¿Son comunistas los gobiernos de China, Cuba o Venezuela?
4ª ¿Se puede implantar el comunismo y el socialismo a través de gobernantes “bienintencionados” que, “como la mayoría del pueblo no cree en el comunismo” hacen lo que “buenamente pueden”? ¿O por el contrario, el comunismo sólo puede salir de la lucha directa y autoorganizada de todos los trabajadores?
5ª ¿Puede desarrollarse el comunismo en un solo país? o, por el contrario, ¿el comunismo será mundial o no será?
1ª¿Se puede llamar “socialismo” o “comunismo” a la propiedad estatal de los medios de producción, o por el contrario, el comunismo supone la abolición del Estado?
En el foro, un mensaje de los compañeros de la revista “La protesta”, de filiación anarquista, plantea que «El comunismo es un sistema capitalista, la razón de que el comunismo persigue la abolición de la propiedad privada, es porque toda propiedad debe pertenecer al estado y eso es capitalismo», atribuye esa posición a Marx y Engels: «La teoría de Marx sostenía que todo el capital debería pertenecer al Estado» y la confronta con la posición de Bakunin, que «sostenía la teoría del socialismo sin Estado».
Es absolutamente falso que Marx y Engels identificaran el comunismo con el capitalismo de Estado (o más genéricamente con una sociedad en la que todo está bajo control del Estado). Ninguna apreciación de su trayectoria política y sus escritos, o la de sus corrientes continuadoras, apoya esa afirmación, que en realidad es el producto del impacto de las campañas de la burguesía para calumniar el comunismo.
Desde antes incluso de la elaboración del Manifiesto Comunista en 1848, Marx y Engels ya habían llegado a la convicción de que la sociedad comunista sería una sociedad sin clases y sin Estado. En otro mensaje de “La Protesta” en el foro, se cita el libro de la Ideología alemana para apoyar la denuncia del “comunismo” de Chavez y Castro; podemos tomar precisamente ese trabajo escrito en 1846, en el que hay un esfuerzo de elaboración del método del materialismo histórico, para ver que ya en ese momento Marx y Engels habían señalado la perspectiva revolucionaria de una sociedad en la que se producirá una apropiación social universal de los medios producción como superación de la propiedad privada capitalista: «Todas las anteriores apropiaciones revolucionarias habían tenido un carácter limitado; individuos cuya propia actividad se veía restringida por un instrumento de producción y un intercambio limitados, se apropiaban este instrumento limitado de producción y, con ello, no hacían por tanto, más que limitarlo nuevamente. Su instrumento de producción pasaba a ser propiedad suya, pero ellos mismos se veían absorbidos por la división del trabajo y por su propio instrumento de producción; en cambio, en la apropiación por los proletarios es una masa de instrumentos de producción la que tiene necesariamente que verse absorbida por cada individuo y la propiedad sobre ellos, por todos. El moderno intercambio universal sólo puede verse absorbido entre los individuos siempre y cuando se vea absorbido por todos. La apropiación se halla, además, condicionada por el modo como tiene que llevarse a cabo. En efecto, sólo puede llevarse a cabo mediante una asociación, que, dado el carácter del proletariado mismo, no puede ser tampoco mas que una asociación universal, y por obra de una revolución en la que, de una parte, se derroque el poder del modo de producción y de intercambio anterior y la organización social correspondiente y en la que, de otra parte, se desarrollen el carácter universal y la energía de la que el proletariado necesita para llevar a cabo la apropiación, a la par que el mismo proletariado, por su parte, se despoja de cuanto pueda quedar en él de la posición que ocupaba en la anterior sociedad» (parte sobre Feuerbach) (Grijalbo 1970, pags. 79-80)
En esa sociedad comunista, no habrá necesidad de ningún Estado: «Que hasta ahora, las revoluciones, dentro del régimen de la división del trabajo, tenían necesariamente que conducir a nuevas instituciones políticas se desprende de lo dicho más arriba en contra de Feuerbach; que la revolución comunista, al acabar con la división del trabajo, elimina por último las instituciones políticas, se desprende también de ello;» (parte sobre Stirner) (Id. Pag. 452)
Hay que tener en cuenta que Marx y Engels no escribieron la Ideología alemana con la intención de que se publicara, sino para clarificar sus propias ideas; por eso, y por la misma naturaleza embrollada del pensamiento y la literatura de la “crítica-crítica” contra la que argumentaban, algunos pasajes resultan “difíciles”. Pero algunos años más tarde (todavía antes del Manifiesto, en 1847), en su crítica a Proudhon, Marx formula las mismas ideas en un terreno más político: «...En el transcurso de su desarrollo, la clase obrera sustituirá la antigua sociedad civil por una asociación que excluya las clases y su antagonismo; y no existirá ya un poder político propiamente dicho, pues el poder político es precisamente la expresión oficial del antagonismo de las clases dentro de la sociedad civil» (Tomado de El Estado y la revolución, Lenin, Ed Progreso, Obras escogidas, T 2, pag. 307)
En el programa comunista elaborado en El Manifiesto, se asocia igualmente la presencia de una institución estatal a la división de la sociedad en clases, y ésta a la persistencia de relaciones de producción (y por ende de propiedad) capitalistas; pero se dice muy claramente que en la sociedad comunista el proletariado ha suprimido las relaciones de producción capitalistas y la necesidad del Estado: «Una vez que en el curso del desarrollo hayan desaparecido las diferencias de clase, y se haya concentrado toda la producción en manos de los individuos asociados, el poder público perderá su carácter político. El poder político, hablando propiamente, es la violencia organizada de una clase para la opresión de otra. Si en la lucha contra la burguesía el proletariado se constituye indefectiblemente en clase; si mediante la revolución se convierte en clase dominante y, en cuanto clase dominante, suprime por la fuerza las viejas relaciones de producción, suprime al mismo tiempo que estas relaciones de producción las condiciones para la existencia del antagonismo de clase y de las clases en general, y por tanto, su propia dominación como clase» (Obras de Marx y Engels, Ed Grijalbo 1978, pag. 43).
Podríamos seguir poniendo más y más citas, que muestran que la posición que tenían Marx y Engels sobre la naturaleza del Estado, hacía incompatible una institución semejante en el comunismo: «Por tanto, el Estado no ha existido eternamente. Ha habido sociedades que se las arreglaron sin él, que no tuvieron la menor noción del Estado ni de su poder. Al llegar a cierta fase del desarrollo económico, que estaba ligada necesariamente a la división de la sociedad en clases, esta división hizo del Estado una necesidad. Ahora nos aproximamos con rapidez a una fase de desarrollo de la producción en que la existencia de estas clases no sólo deja de ser una necesidad, sino que se convierte en un obstáculo directo para la producción. Las clases desaparecerán de un modo tan inevitable como surgieron en su día. Con la desaparición de las clases desaparecerá inevitablemente el Estado. La sociedad, reorganizando de un modo nuevo la producción sobre la base de una asociación libre de productores iguales, enviará toda la máquina del Estado al lugar que entonces le ha de corresponder: al museo de antigüedades, junto a la rueca y el hacha de bronce» (“El Origen de la familia la propiedad privada y el Estado”, Engels, citado en El Estado y la Revolución, Lenin, op cit, pag. 301)
Si la burguesía hoy, a pesar de su campaña sobre “el fin del comunismo”, continua difamando y tergiversando el marxismo, es porque sabe bien que el comunismo no ha muerto, que es “el movimiento real que anula y supera el estado de cosas actual” (La Ideología alemana), que una nueva generación se plantea una perspectiva revolucionaria, y el marxismo es el programa político de ese combate.
Última edición por lolagallego el Jue Abr 01, 2021 9:34 pm, editado 2 veces