PROLOGO
El folleto que ofrezco a la atención del lector fue escrito en Zurich durante la primavera de 1916. En las condiciones en que me veía obligado a trabajar tuve que tropezar, naturalmente, con una cierta insuficiencia de materiales franceses e ingleses y con una gran carestía de materiales rusos. Sin embargo, la obra inglesa más importante sobre el imperialismo, el libro de J. A. Hobson, ha sido utilizada con la atención que, a mi juicio, merece.
El folleto está escrito teniendo en cuenta la censura zarista. Por esto, no sólo me vi precisado a limitarme estrictamente a un análisis exclusivamente teórico — sobre todo económico —, sino también a formular las indispensables y poco numerosas observaciones de carácter político con una extraordinaria prudencia, por medio de alusiones, del lenguaje a lo Esopo, maldito lenguaje al cual el zarismo obligaba a recurrir a todos los revolucionarios cuando tomaban la pluma para escribir algo con destino a la literatura "legal".
Produce pena releer ahora, en los días de libertad, los pasajes del folleto desnaturalizados, comprimidos, contenidos en un anillo de hierro por la preocupación de la censura zarista. Para decir que el imperialismo es el preludio de la revolución socialista, que el socialchauvinismo (socialismo de palabra, chauvinismo de hecho) es una traición completa al socialismo, el paso completo al lado de la burguesía, que esa escisión del movimiento obrero está relacionada con las condiciones objetivas del imperialismo, etc., me vi obligado a hablar en un lenguaje servil, y por esto no tengo más remedio que remitir a los lectores que se interesen por el problema a la colección de mis artículos de 1914-1917, publicados en el extranjero, que serán reeditados en breve. Vale la pena, particularmente, señalar un pasaje [1] : para hacer comprender al lector, en forma adaptada a la censura, el modo indecoroso de cómo mienten los capitalistas y los socialchauvinistas que se han pasado al lado de aquéllos (y contra los cuales lucha con tanta inconsecuencia Kautsky), en lo que se refiere a la cuestión de las anexiones, el descaro con que encubren las anexiones de sus capitalistas, me vi precisado a tomar el ejemplo. . . ¡del Japón! El lector atento sustituirá fácilmente el Japón por Rusia, y Corea, por Finlandia, Polonia, Curlandia, Ucrania, Jiva, Bujará, Estlandia y otros territorios del imperio zarista no poblados por grandes rusos.
Quiero abrigar la esperanza de que mi folleto ayudará a orientar en la cuestión económica fundamental, sin cuyo estudio es imposible comprender nada en la apreciación de la guerra y de la política actuales, a saber: la cuestión de la esencia económica del imperialismo.
EL AUTOR
Petrogrado, 26 de abril de 1917
Última edición por ajuan el Dom Oct 23, 2011 5:21 am, editado 2 veces