La verdad es siempre revolucionaria

Vivo en un país con más de 106 millones de habitantes, de los cuales aproximadamente 72 millones viven en condiciones lamentables, donde las jornadas de trabajo no se ven reflejadas en el ingreso que tienen estas familias, porque el salario mínimo es una ofensa comparado con lo que se gasta normalmente por la canasta básica. Vivo en un país que dice tener educación pública, laica y gratuita; y sería lógico pensar que se tratase de que todos los habitantes tuviéramos las mismas oportunidades de estudiar no solo la educación básica o media superior, si no que por lo menos hubiera una cantidad considerable de personas con alguna carrera universitaria, porque en teoría de eso se trata la educación pública, pero cuando llega la hora de ingresar a la universidad, por poner un ejemplo, nos encontramos con que el costo de las inscripciones son carísimas y donde ahí en ese momento, por la falta de oportunidad, por el nivel de desempleo, por cualquier cantidad de circunstancias, frustran los sueños de superación de cada una de las personas que realmente quieren y tienen la ambición de “hacer algo” por su futuro, que con tanto sacrificio han llegado a donde están. Y por contraparte nos encontramos que la gran mayoría de los estudiantes que logran ingresar a las instituciones de nivel superior en México tienen una mentalidad mediocre, que no valoran siquiera el hecho de que pudieran considerarse privilegiados por estar en la universidad, porque no tienen ambición, porque se han dejado maniatar por una forma de pensar que enferma, que no nos deja progresar, que sexenio tras sexenio nos sigue hundiendo mas y más.

También nos encontramos con que existe un Instituto Mexicano del Seguro Social, que dé social no tiene nada, donde el trato que recibe la gente es lamentable, sin mencionar que solo algunos tienen acceso a él.

Expreso mi inconformidad no hacia México, que es un país grande, donde nuestros recursos naturales, nuestros mares, nuestro territorio y nuestra gente dan para muchísimo más. Expreso mi inconformidad hacia el gobierno mexicano, que solo busca el beneficio de unos cuantos olvidándose de la gran mayoría. Mexicanos, somos una democracia, el poder está en nosotros, somos nosotros quienes tenemos el poder de elegir a un gobernante pero también tenemos el mismo poder para quitar de ahí a alguien que claramente es un incompetente, que tiene la ilusión de combatir la violencia con más violencia. Mexicanos, es momento de abrir los ojos, no nos quedemos callados, es momento de manifestar nuestra inconformidad, es momento de cambiar de mentalidad, de cambiar la forma en la que somos gobernados, todos somos humanos, todos somos mexicanos, somos mayoría, busquemos el bien común, unámonos en ideales, y reconozcamos que de esta manera no avanzaremos.

Recordemos las palabras de un célebre filósofo y economista que nos dicen “El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra”

Somos mexicanos y está en nosotros cambiar, o ¿Estamos a gusto así?