Crece el número de indigentes que adopta la playa como casa en Los Angeles
Crece el número que adopta la playa como casa tras abandonar los hogares de crianza
Durante el día, en la zona turística de la playa de Venice, el camuflaje de los jóvenes sin hogar son sus zapatos juveniles "all star" o "sckechers", su ropa alterada a la moda y su actitud de estar "cool" con el mundo. Algunos tienen gatos o perros. Otros son un poco más obvios y cargan rótulos para pedir dinero.
Al caer la noche, la zona peatonal se transforma en una isla de negocios cerrados, algunos hoteles de dudosa reputación y decenas de jóvenes que buscan una acera donde pernoctar.
Al platicar con estos jóvenes, la historia se repite una y otra vez. Estuvieron en algún momento en el sistema de cuidado de crianza o fueron expulsados de éste al cumplir 18 años.
Richard S., de 21 años de edad, estuvo en diferentes hogares de crianza desde los 11 años cuando su madre se dio por vencida y lo entregó voluntariamente al condado.
"Un día mi mamá dijo que ya no podía cuidarme. Me entregó a las autoridades y se marchó. A través de los años he tenido contacto esporádico con ella… es difícil encontrarle sentido a las cosas cuando uno no le importa a nadie", dijo Richard, quien lleva más de dos meses "hangin’ out" (pasando el tiempo) en la zona peatonal de Venice durante el día y durmiendo en una acera de la calle Pacific durante la noche.
Richard recibe estampillas de comida y cuando necesita dinero se sienta en la zona peatonal con alguno de sus rótulos de indigentes. Uno de esos dice "Me puedes golpear por $1" y otro "Mis padres se fueron al lado oscuro. Necesito dinero para clases de Jedi"
A unos pocos metros de Richard, se encontraba Sage acostado en la grama que separa a la playa de la zona peatonal. Sage lleva 10 años entre las playas de Long Beach y Venice, después de escaparse de una casa para adolescentes de cuidado de crianza, ubicada en Hollywood.
"Los albergues me deprimen, especialmente los del Centro de Los Ángeles…. No tengo a donde ir, a nadie le importa donde paso la noche, si estoy vivo, si he comido o si me he muerto. Llevo años viendo cómo algunas personas tienen mucho dinero, mucha comida y caminan por las calles de forma indiferente, algunos hasta nos ven con desdén", manifestó Sage, sin ánimos ni para levantar la cabeza de la grama al hablar.
Para la doctora Theresa Brehove, directora de servicios para indigentes de la Venice Family Clinic, el principal reto de salud que enfrentan estos jóvenes es la falta de prevención de enfermedades venéreas y VIH.
"Las enfermedades infecciosas en la piel son muy comunes. Hay algunos casos VIH y las enfermedades venéreas también se propagan fácilmente como el herpes, clamidia y las verrugas", explicó la Dra. Brehove.
Las jóvencitas indigentes son muy vulnerables a las violaciones y a ser víctimas de violencia. Faith Santos, una residente del área, comentó que hace unas semanas, fue testigo de cómo una noche un hombre le dio bebidas alcohólicas a una adolescente de 14 años e intentó violarla cerca de la zona peatonal.
"Cuando vi lo que estaba sucediendo comencé a gritar para alertar a mi esposo y a otras personas para que se encargaran de ese hombre. Lo sacamos corriendo de esta playa y estoy segura que aquí no regresa", dijo Santos, quien todos los días recorre la zona peatonal, ya sea en su bicicleta o caminando.
Santos también estuvo en el sistema de cuidado de crianza por un breve período en su adolescencia y se ha dado a la tarea de hablar con los jóvenes y hacerles sentir que a ella le importa su bienestar.
"Estos jóvenes están aquí porque no saben cómo o no pueden tener una vida normal. Ellos sienten que la vida no importa y lo único a lo que le encuentran sentido es a la playa. Este es un lugar bonito en donde nadie los ve mal y pueden perderse entre la gente", comentó Santos.
Empleados de la organización sin fines de lucro Stand up 4 Kids, visitan a estos jóvenes los lunes y los jueves justo antes de que caiga la noche. Les dan comida y les platican sobre los programas disponibles para que dejen las calles. Sin embargo, la mayoría de estos no quieren cambiar la playa por un albergue.
"Los adolescentes aman la playa. Les gusta el ambiente, pasan el tiempo con otros jóvenes y aunque no tienen el mismo nivel de ayuda que en otras zonas de Los Ángeles como Hollywood o el centro, prefieren estar ahí", manifestó Laurie Coggan, portavoz de Stand up 4 Kids.
Aunque no hay un censo específico para jóvenes indigentes en Venice, Stand up 4 Kids estima que en el condado angelino hay entre 12,000 a 15,000 jóvenes sin hogar y que un 80% duerme en las calles.
En los últimos dos años, la cantidad de jóvenes que duermen en las aceras o áreas públicas de Venice ha incrementado de unos 50 a alrededor de 200, según organizaciones de ayuda.
"Los jóvenes siguen llegando. La playa es como un imán para ellos", acotó Santos.
http://noticiasconclase.blogspot.com/2010/08/crece-el-numero-de-indigentes-que.html
Crece el número que adopta la playa como casa tras abandonar los hogares de crianza
Durante el día, en la zona turística de la playa de Venice, el camuflaje de los jóvenes sin hogar son sus zapatos juveniles "all star" o "sckechers", su ropa alterada a la moda y su actitud de estar "cool" con el mundo. Algunos tienen gatos o perros. Otros son un poco más obvios y cargan rótulos para pedir dinero.
Al caer la noche, la zona peatonal se transforma en una isla de negocios cerrados, algunos hoteles de dudosa reputación y decenas de jóvenes que buscan una acera donde pernoctar.
Al platicar con estos jóvenes, la historia se repite una y otra vez. Estuvieron en algún momento en el sistema de cuidado de crianza o fueron expulsados de éste al cumplir 18 años.
Richard S., de 21 años de edad, estuvo en diferentes hogares de crianza desde los 11 años cuando su madre se dio por vencida y lo entregó voluntariamente al condado.
"Un día mi mamá dijo que ya no podía cuidarme. Me entregó a las autoridades y se marchó. A través de los años he tenido contacto esporádico con ella… es difícil encontrarle sentido a las cosas cuando uno no le importa a nadie", dijo Richard, quien lleva más de dos meses "hangin’ out" (pasando el tiempo) en la zona peatonal de Venice durante el día y durmiendo en una acera de la calle Pacific durante la noche.
Richard recibe estampillas de comida y cuando necesita dinero se sienta en la zona peatonal con alguno de sus rótulos de indigentes. Uno de esos dice "Me puedes golpear por $1" y otro "Mis padres se fueron al lado oscuro. Necesito dinero para clases de Jedi"
A unos pocos metros de Richard, se encontraba Sage acostado en la grama que separa a la playa de la zona peatonal. Sage lleva 10 años entre las playas de Long Beach y Venice, después de escaparse de una casa para adolescentes de cuidado de crianza, ubicada en Hollywood.
"Los albergues me deprimen, especialmente los del Centro de Los Ángeles…. No tengo a donde ir, a nadie le importa donde paso la noche, si estoy vivo, si he comido o si me he muerto. Llevo años viendo cómo algunas personas tienen mucho dinero, mucha comida y caminan por las calles de forma indiferente, algunos hasta nos ven con desdén", manifestó Sage, sin ánimos ni para levantar la cabeza de la grama al hablar.
Para la doctora Theresa Brehove, directora de servicios para indigentes de la Venice Family Clinic, el principal reto de salud que enfrentan estos jóvenes es la falta de prevención de enfermedades venéreas y VIH.
"Las enfermedades infecciosas en la piel son muy comunes. Hay algunos casos VIH y las enfermedades venéreas también se propagan fácilmente como el herpes, clamidia y las verrugas", explicó la Dra. Brehove.
Las jóvencitas indigentes son muy vulnerables a las violaciones y a ser víctimas de violencia. Faith Santos, una residente del área, comentó que hace unas semanas, fue testigo de cómo una noche un hombre le dio bebidas alcohólicas a una adolescente de 14 años e intentó violarla cerca de la zona peatonal.
"Cuando vi lo que estaba sucediendo comencé a gritar para alertar a mi esposo y a otras personas para que se encargaran de ese hombre. Lo sacamos corriendo de esta playa y estoy segura que aquí no regresa", dijo Santos, quien todos los días recorre la zona peatonal, ya sea en su bicicleta o caminando.
Santos también estuvo en el sistema de cuidado de crianza por un breve período en su adolescencia y se ha dado a la tarea de hablar con los jóvenes y hacerles sentir que a ella le importa su bienestar.
"Estos jóvenes están aquí porque no saben cómo o no pueden tener una vida normal. Ellos sienten que la vida no importa y lo único a lo que le encuentran sentido es a la playa. Este es un lugar bonito en donde nadie los ve mal y pueden perderse entre la gente", comentó Santos.
Empleados de la organización sin fines de lucro Stand up 4 Kids, visitan a estos jóvenes los lunes y los jueves justo antes de que caiga la noche. Les dan comida y les platican sobre los programas disponibles para que dejen las calles. Sin embargo, la mayoría de estos no quieren cambiar la playa por un albergue.
"Los adolescentes aman la playa. Les gusta el ambiente, pasan el tiempo con otros jóvenes y aunque no tienen el mismo nivel de ayuda que en otras zonas de Los Ángeles como Hollywood o el centro, prefieren estar ahí", manifestó Laurie Coggan, portavoz de Stand up 4 Kids.
Aunque no hay un censo específico para jóvenes indigentes en Venice, Stand up 4 Kids estima que en el condado angelino hay entre 12,000 a 15,000 jóvenes sin hogar y que un 80% duerme en las calles.
En los últimos dos años, la cantidad de jóvenes que duermen en las aceras o áreas públicas de Venice ha incrementado de unos 50 a alrededor de 200, según organizaciones de ayuda.
"Los jóvenes siguen llegando. La playa es como un imán para ellos", acotó Santos.
http://noticiasconclase.blogspot.com/2010/08/crece-el-numero-de-indigentes-que.html