La realidad es relativamente prometedora: cada vez se suman más paises de Latino-américa a un gobierno socialista, comunista o por lo menos con matíces de izquierda.
Una vez un profe nos dijo que el panorama de un país pre-revolucionario era como el suelo arado y preparado para un cultivo. Cuándo el campesino hecha todos esos químicos y fertilizantes a las semillas; por fuera se nota una calma y pasividad amplia, aunque por debajo de la tierra exista un hervidero y que en cualquier momento explote y salga a la luz esa semilla.
México precisamente se encuentra así, y sin embargo no es secreto. El gobierno de facto pro- capitalista ha tomado sus precausiones. La reflexión empiza aquí: no tiene mucho que la presencia del ejercito en el espacio civil creció injustificadamente. Se han encargado de matar, por órdenes del gobierno asesino, a miles de personas (incluyendo ancianos, niños y mujeres embarazadas) en retenes militares, por una supuesta lucha contra el narco.
También ha tenido presencia y ha habido agresiones injustificadas en intervenciones sociales de nuestros camaradas estudiantes y trabajadores por parte de la policía, argumentando (a veces ni eso) actitudes que atentaban contra el bienestar civil. Lo más relevante y cruel, lo ocurrido en Atenco, sin contar las numerosas muertes de camaradas estudiantes por supuestos accidentes y confusiones (haganme el favor ).
Con todo eso he llegado a una conclusión: Los aumentos estratosféricos y desmesurados de beneficios, tanto económicos como sociales a las fuerzas armadas y al cuerpo policiaco no son coincidencia. El gobierno de facto ya siente ñañaras porque prevee el aquelarre que se avecina. Y que mejor estrategia que mantener comprado al ejercito y la policia para evitar futuros conflictos, y subyugar a cualquier movimiento de camaradas en aras de libertad de la única forma que lo han hecho, con la fuerza del ejercito y la policía.
FeCal está conciente (wow!)de que lo ocurrido recientemente en Ecuador tiene un alto porcentaje que se sucite en México.
¿Qué es lo que pasará? No falta mucho para averiguarlo, pero esa enajenación que el gobierno de facto ha provocado en el ejercito y la policía nos pone algo en desventaja, y aunque somos más, el plomo somete.
Esperemos que el ejército y la policía recuerde su compromiso social y, cuando llegue el momento, se unan a nuestra causa.
Una vez un profe nos dijo que el panorama de un país pre-revolucionario era como el suelo arado y preparado para un cultivo. Cuándo el campesino hecha todos esos químicos y fertilizantes a las semillas; por fuera se nota una calma y pasividad amplia, aunque por debajo de la tierra exista un hervidero y que en cualquier momento explote y salga a la luz esa semilla.
México precisamente se encuentra así, y sin embargo no es secreto. El gobierno de facto pro- capitalista ha tomado sus precausiones. La reflexión empiza aquí: no tiene mucho que la presencia del ejercito en el espacio civil creció injustificadamente. Se han encargado de matar, por órdenes del gobierno asesino, a miles de personas (incluyendo ancianos, niños y mujeres embarazadas) en retenes militares, por una supuesta lucha contra el narco.
También ha tenido presencia y ha habido agresiones injustificadas en intervenciones sociales de nuestros camaradas estudiantes y trabajadores por parte de la policía, argumentando (a veces ni eso) actitudes que atentaban contra el bienestar civil. Lo más relevante y cruel, lo ocurrido en Atenco, sin contar las numerosas muertes de camaradas estudiantes por supuestos accidentes y confusiones (haganme el favor ).
Con todo eso he llegado a una conclusión: Los aumentos estratosféricos y desmesurados de beneficios, tanto económicos como sociales a las fuerzas armadas y al cuerpo policiaco no son coincidencia. El gobierno de facto ya siente ñañaras porque prevee el aquelarre que se avecina. Y que mejor estrategia que mantener comprado al ejercito y la policia para evitar futuros conflictos, y subyugar a cualquier movimiento de camaradas en aras de libertad de la única forma que lo han hecho, con la fuerza del ejercito y la policía.
FeCal está conciente (wow!)de que lo ocurrido recientemente en Ecuador tiene un alto porcentaje que se sucite en México.
¿Qué es lo que pasará? No falta mucho para averiguarlo, pero esa enajenación que el gobierno de facto ha provocado en el ejercito y la policía nos pone algo en desventaja, y aunque somos más, el plomo somete.
Esperemos que el ejército y la policía recuerde su compromiso social y, cuando llegue el momento, se unan a nuestra causa.