Sobre la Obsolescencia programada

Saludos, camaradas, despues de un tiempo sin poder utilizar el foro he decidido abrir este tema, en orden de haceros saber a los que aun no están informados sobre este tema tan curioso: La obsolescencia programada.


Primera punto- ¿Que es la obsolescencia programada?

Es una forma que tienen las grandes empresas capitalistas de hacernos consumir mas. ¿Y como? Muy fácilmente, haciendo que los productos duren menos, pagando a los ingenieros y técnicos para conseguirlo.

Segundo punto- ¿Que propósito tiene esta locura?

Partiendo de la base de que las cosas están fabricadas para romperse, debemos pensar que si se te rompe por ejemplo una bombilla tu enseguida te compraras otra, si las bombillas (Por poner un ejemplo) duraran 5 años se venderían menos, y esto provocaría que los grandes empresarios ganaran menos dinero.

Tercer punto- ¿Como me afecta esto a mi?

Pues muy simplemente, y se puede deducir, si compras mas, mas gastas ¿Obvio no? Pero el gran problema empieza cuando son productos como moviles u otras cosas mas caras.


¿Y que pasa con la obsolescencia programada y el comunismo?

Simplemente no existe, debido a que la economía comunista no requiere de un consumo continuo para poder subsistir, de hecho como se vera mas adelante en este tema, las neveras sovieticas tenian una vida media de 25 años.


Sobre la contaminación del planeta.

Pues a mayor consumo y mayores desechos mas desechos se crean, y las empresas de los países del mundo ''desarrollado'' manda todos los desechos al tercer mundo, se saltan un decreto que lo prohíbe diciendo que es material de segunda mano, pero lo único que hacen es crear basureros colosales.


Dejo aquí un documental (Que debería ser obligatorio en todas las escuelas) Sobre este tema, muy bueno he de añadir.

Este es el enlaze:

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Lo lamento por los camaradas latinos pero no lo encontré en otro tipo de audio.



Un saludo y espero con ansía leer vuestras opiniones sobre este tema.

Recuerda, para la próxima vez, usa el buscador.

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Reconozco mi metedura de pata con dignidad y me disculpo.

Gracias por la información, no conocía el término, aunque recuerdo haber visto un documental hace bastante tiempo en el que decían que la primera vez que se aplicó esto fue en las bombillas. Gracias y saludos.

ya lo sabia, pero me agrado la forma como lo argumentaste...




saludos!!!

La teoría de la Obsolescencia Programada, al igual que muchas de ellas, está impregnada de verdades a medias así como notables dosis de conspiranoia.


La Obsolescencia Programada sólo es posible dentro de un escenario monopolista y con ausencia total de competencia. Su mayor fracaso fue, como algunos sabrán, el cártel Phoebus, que es la adoración de los conspiranoicos de este tipo de teorias. El llamado Cártel Phoebus tiene su origen cuando una serie de fabricantes de bombillas o focos eléctricos se pusieron de acuerdo en 1924 para reducir costos de producción,
aumentar los precios y limitar la vida útil de los focos a 1000 horas. En 1924 esto no sonaba tan descabellado, pero su inviabilidad se hizo evidente cuando otro grupo de fabricantes, la Luma Co-op Society, empezó a producir y vender bombillas más duraderas y más baratas.


Por regla general, la industria busca diseñar los productos más baratos posibles (no siempre los precios se relacionan con el costo de producción, en la fijación de precios entran en consideración muchas otras cosas, principalmente cual es el precio máximo qu el consumidor está dispuesto a pagar por los productos), con un periodo de duración más razonable considerando entre otras cosas las modas, los avances tecnológicos, los cambios en gustos, etc. ¿Se puede fabricar un refrigerador que tenga una duración de 50 años? Sí, se puede, industrialmente existen. ¿Cuánto le costaría a una familia? Un dineral, sería un artículo de lujo. ¿Y si se decretan nuevas leyes para reducir los clorofluorocarbonos, reducir el gasto eléctrico, sistemas antibacterias, controles computarizados? Pues la familia tendría que verlos pasar con su refrigerador de 1980 porque no hay para comprar otro. Si yo soy un fabricante, y veo a otro vendiendo refrigeradores que duran 50 años a un precio delirante con materias primas de primera y yo sé que las familias cambian de refrigerador razonablemente cada 8,5 años, es lógico, que no malévolo, que yo trate de venderles un refrigerador más barato ahorrando lo posible en costos, que contenga el mejor diseño y tecnología, y que tenga una duración de unos 10 años máximo. No
diseño para la perfección, sino para la lógica funcional de uso.


El ingeniero y diseñador Ferdinand Porsche tenía una frase al respecto. Decía que el automóvil de carreras perfecto era el que se destrozaba en pedazos al llegar a la meta. Es decir, que usara al máximo de sus capacidades todos sus materiales y diseño. Un auto de carreras que puede seguir funcionando tiene un claro desperdicio respecto de su objetivo original: ganar una carrera.


Tengamos en cuenta que la mayor parte de los consumidores no suele demandar durabilidad, lo que quiere es poder cambiar su producto frecuentemente. Buscamos tener el último modelo de todo. Tener el último modelo en teléfono celular, el último modelo en consolas de videojuegos... Tenemos una sociedad en la que un coche con diez años y 150.000km se considera un cacharro viejo que hay que cambiar, en la que los móviles duran 18 meses porque es el tiempo que tardan los operadores en ofrecernos uno nuevo. Los fabricantes lo único que hacen es adaptarse a lo que demanda el mercado. Si dejáramos de comprar los productos de mala calidad porque simplemente queremos que nos duren poco tiempo, a los fabricantes no les quedaría más remedio que adaptarse.


Por ejemplo, un iPhone 3 funciona bastante bien. No puede ejecutar las apps más nuevas, pero ¿por qué iba alguien a querer las apps nuevas? ¿Por qué no conformarse con las que tenía cuando todas se hacían para él? Hay celulares de hace 10 años que funcionan muy bien para llamar por teléfono. Pero la mayoría de los consumidores no los quiere. Queremos el iPhone 3 porque su funcionalidad, a parte de su finalidad básica (llamar y recibir llamadas) nos ayuda al trabajo y también a la diversión, a ver y grabar vídeos, escuchar música, a contectarnos a internet, a jugar a videojuegos, a estar en contacto con nuestra gente, porque nos gusta... Nadie nos obliga a comprarlo, los productos anteriores no se han caído a pedazos como el coche ideal de Porsche. Quejarse de "nos manipulan para comprar" es un poco absurdo en esos términos.


Es cierto que los productos no se diseñan para que duren todo lo que podrían durar, pero esto no se debe estrictamente a la malevolencia sino a todo tipo de estrategias comerciales. Cualquier fabricante que abuse (esto lo aprendió Apple casi tardíamente) es presa fácil de otro fabricante más listo y avezado, que esté dispuesto a abusar menos para ganar más, es decir, que en vez de ganar 100 dólares por cliente vendiéndole a un millón de clientes esté dispuesto a ganar 50 dólares vendiéndole a 10 millones de clientes. En 1924 eso era bastante más fácil, hoy, con una economía globalizada, con una tecnología en evolución constante y acelerada, surgimiento y caída de empresas, parece casi imposible de establecer y menos de sostener a largo plazo.


Casos como el del cártel Phoebus ayudaron además al surgimiento de los movimientos de defensa del consumidor, las legislaciones sobre calidad, las normas internacionales, etc. Que sin ser perfectos, todos estas normativas sirven para controlar, salvo excepciones, los más voraces instintos capitalistas. Precisamente por eso el neoliberalismo tiene como su principal bandera la "desregulación total", es decir, que la sociedad deje de legislar cómo deben producir, etiquetar, validar, anunciar y comercializar sus productos, para poder tener vía libre y ser mucho más abusivos de lo que son. Que hay ambición, afán de lucro ilimitado y a veces incluso maldad es innegable, pero de allí a que se diga que los productos de los que disfrutamos no sirven para nada y que todos los fabricantes son unos psicópatas media un largo trecho.


La idea de la obsolescencia programada tal como la predican muchos conspiranoicos, no tiene en cuenta ninguno de estos elementos y ninguno de los avances, insuficientes pero reales, que se han logrado desde principios del siglo XX. Esto es algo habitual en muchos movimientos alternativos y "antisistema", sobresimplifican las cosas para no enredarse en complejidades, omite datos, selecciona y cae en numerosas falacias que en nada ayudan a mejorar lo que está mal y a veces, incluso, son la coartada perfecta para el neoliberal cavernario que se queja de lo mal que lo tratan.

Danko escribió:La teoría de la Obsolescencia Programada, al igual que muchas de ellas, está impregnada de verdades a medias así como notables dosis de conspiranoia.


La Obsolescencia Programada sólo es posible dentro de un escenario monopolista y con ausencia total de competencia. Su mayor fracaso fue, como algunos sabrán, el cártel Phoebus, que es la adoración de los conspiranoicos de este tipo de teorias. El llamado Cártel Phoebus tiene su origen cuando una serie de fabricantes de bombillas o focos eléctricos se pusieron de acuerdo en 1924 para reducir costos de producción,
aumentar los precios y limitar la vida útil de los focos a 1000 horas. En 1924 esto no sonaba tan descabellado, pero su inviabilidad se hizo evidente cuando otro grupo de fabricantes, la Luma Co-op Society, empezó a producir y vender bombillas más duraderas y más baratas.


Por regla general, la industria busca diseñar los productos más baratos posibles (no siempre los precios se relacionan con el costo de producción, en la fijación de precios entran en consideración muchas otras cosas, principalmente cual es el precio máximo qu el consumidor está dispuesto a pagar por los productos), con un periodo de duración más razonable considerando entre otras cosas las modas, los avances tecnológicos, los cambios en gustos, etc. ¿Se puede fabricar un refrigerador que tenga una duración de 50 años? Sí, se puede, industrialmente existen. ¿Cuánto le costaría a una familia? Un dineral, sería un artículo de lujo. ¿Y si se decretan nuevas leyes para reducir los clorofluorocarbonos, reducir el gasto eléctrico, sistemas antibacterias, controles computarizados? Pues la familia tendría que verlos pasar con su refrigerador de 1980 porque no hay para comprar otro. Si yo soy un fabricante, y veo a otro vendiendo refrigeradores que duran 50 años a un precio delirante con materias primas de primera y yo sé que las familias cambian de refrigerador razonablemente cada 8,5 años, es lógico, que no malévolo, que yo trate de venderles un refrigerador más barato ahorrando lo posible en costos, que contenga el mejor diseño y tecnología, y que tenga una duración de unos 10 años máximo. No
diseño para la perfección, sino para la lógica funcional de uso.


El ingeniero y diseñador Ferdinand Porsche tenía una frase al respecto. Decía que el automóvil de carreras perfecto era el que se destrozaba en pedazos al llegar a la meta. Es decir, que usara al máximo de sus capacidades todos sus materiales y diseño. Un auto de carreras que puede seguir funcionando tiene un claro desperdicio respecto de su objetivo original: ganar una carrera.


Tengamos en cuenta que la mayor parte de los consumidores no suele demandar durabilidad, lo que quiere es poder cambiar su producto frecuentemente. Buscamos tener el último modelo de todo. Tener el último modelo en teléfono celular, el último modelo en consolas de videojuegos... Tenemos una sociedad en la que un coche con diez años y 150.000km se considera un cacharro viejo que hay que cambiar, en la que los móviles duran 18 meses porque es el tiempo que tardan los operadores en ofrecernos uno nuevo. Los fabricantes lo único que hacen es adaptarse a lo que demanda el mercado. Si dejáramos de comprar los productos de mala calidad porque simplemente queremos que nos duren poco tiempo, a los fabricantes no les quedaría más remedio que adaptarse.


Por ejemplo, un iPhone 3 funciona bastante bien. No puede ejecutar las apps más nuevas, pero ¿por qué iba alguien a querer las apps nuevas? ¿Por qué no conformarse con las que tenía cuando todas se hacían para él? Hay celulares de hace 10 años que funcionan muy bien para llamar por teléfono. Pero la mayoría de los consumidores no los quiere. Queremos el iPhone 3 porque su funcionalidad, a parte de su finalidad básica (llamar y recibir llamadas) nos ayuda al trabajo y también a la diversión, a ver y grabar vídeos, escuchar música, a contectarnos a internet, a jugar a videojuegos, a estar en contacto con nuestra gente, porque nos gusta... Nadie nos obliga a comprarlo, los productos anteriores no se han caído a pedazos como el coche ideal de Porsche. Quejarse de "nos manipulan para comprar" es un poco absurdo en esos términos.


Es cierto que los productos no se diseñan para que duren todo lo que podrían durar, pero esto no se debe estrictamente a la  malevolencia sino a todo tipo de estrategias comerciales. Cualquier fabricante que abuse (esto lo aprendió Apple casi tardíamente) es presa fácil de otro fabricante más listo y avezado, que esté dispuesto a abusar menos para ganar más, es decir, que en vez de ganar 100 dólares por cliente vendiéndole a un millón de clientes esté dispuesto a ganar 50 dólares vendiéndole a 10 millones de clientes. En 1924 eso era bastante más fácil, hoy, con una economía globalizada, con una tecnología en evolución constante y acelerada, surgimiento y caída de empresas, parece casi imposible de establecer y menos de sostener a largo plazo.


Casos como el del cártel Phoebus ayudaron además al surgimiento de los movimientos de defensa del consumidor, las legislaciones sobre calidad, las normas internacionales, etc. Que sin ser perfectos, todos estas normativas sirven para controlar, salvo excepciones, los más voraces instintos capitalistas. Precisamente por eso el neoliberalismo tiene como su principal bandera la "desregulación total", es decir, que la sociedad deje de legislar cómo deben producir, etiquetar, validar, anunciar y comercializar sus productos, para poder tener vía libre y ser mucho más abusivos de lo que son. Que hay ambición, afán de lucro ilimitado y a veces incluso maldad es innegable, pero de allí a que se diga que los productos de los que disfrutamos no sirven para nada y que todos los fabricantes son unos psicópatas media un largo trecho.


La idea de la obsolescencia programada tal como la predican muchos conspiranoicos, no tiene en cuenta ninguno de estos elementos y ninguno de los avances, insuficientes pero reales, que se han logrado desde principios del siglo XX. Esto es algo habitual en muchos movimientos alternativos y "antisistema", sobresimplifican las cosas para no enredarse en complejidades, omite datos, selecciona y cae en numerosas falacias que en nada ayudan a mejorar lo que está mal y a veces, incluso, son la coartada perfecta para el neoliberal cavernario que se queja de lo mal que lo tratan.

Un análisis muy interesante sobre la obsolencia.No lo había visto nunca desde este punto de vista y por lo menos es otra versión (muy interesante, por cierto).Sin embargo, creo que obvias un método mucho más eficaz para dejar un producto obsoleto.La reparación.Dejar de fabricar los recambios imprescindibles una vez ha salido el nuevo modelo al mercado.

Danko escribió:La teoría de la Obsolescencia Programada, al igual que muchas de ellas, está impregnada de verdades a medias así como notables dosis de conspiranoia.


La Obsolescencia Programada sólo es posible dentro de un escenario monopolista y con ausencia total de competencia. Su mayor fracaso fue, como algunos sabrán, el cártel Phoebus, que es la adoración de los conspiranoicos de este tipo de teorias. El llamado Cártel Phoebus tiene su origen cuando una serie de fabricantes de bombillas o focos eléctricos se pusieron de acuerdo en 1924 para reducir costos de producción,
aumentar los precios y limitar la vida útil de los focos a 1000 horas. En 1924 esto no sonaba tan descabellado, pero su inviabilidad se hizo evidente cuando otro grupo de fabricantes, la Luma Co-op Society, empezó a producir y vender bombillas más duraderas y más baratas.


Por regla general, la industria busca diseñar los productos más baratos posibles (no siempre los precios se relacionan con el costo de producción, en la fijación de precios entran en consideración muchas otras cosas, principalmente cual es el precio máximo qu el consumidor está dispuesto a pagar por los productos), con un periodo de duración más razonable considerando entre otras cosas las modas, los avances tecnológicos, los cambios en gustos, etc. ¿Se puede fabricar un refrigerador que tenga una duración de 50 años? Sí, se puede, industrialmente existen. ¿Cuánto le costaría a una familia? Un dineral, sería un artículo de lujo. ¿Y si se decretan nuevas leyes para reducir los clorofluorocarbonos, reducir el gasto eléctrico, sistemas antibacterias, controles computarizados? Pues la familia tendría que verlos pasar con su refrigerador de 1980 porque no hay para comprar otro. Si yo soy un fabricante, y veo a otro vendiendo refrigeradores que duran 50 años a un precio delirante con materias primas de primera y yo sé que las familias cambian de refrigerador razonablemente cada 8,5 años, es lógico, que no malévolo, que yo trate de venderles un refrigerador más barato ahorrando lo posible en costos, que contenga el mejor diseño y tecnología, y que tenga una duración de unos 10 años máximo. No
diseño para la perfección, sino para la lógica funcional de uso.


El ingeniero y diseñador Ferdinand Porsche tenía una frase al respecto. Decía que el automóvil de carreras perfecto era el que se destrozaba en pedazos al llegar a la meta. Es decir, que usara al máximo de sus capacidades todos sus materiales y diseño. Un auto de carreras que puede seguir funcionando tiene un claro desperdicio respecto de su objetivo original: ganar una carrera.


Tengamos en cuenta que la mayor parte de los consumidores no suele demandar durabilidad, lo que quiere es poder cambiar su producto frecuentemente. Buscamos tener el último modelo de todo. Tener el último modelo en teléfono celular, el último modelo en consolas de videojuegos... Tenemos una sociedad en la que un coche con diez años y 150.000km se considera un cacharro viejo que hay que cambiar, en la que los móviles duran 18 meses porque es el tiempo que tardan los operadores en ofrecernos uno nuevo. Los fabricantes lo único que hacen es adaptarse a lo que demanda el mercado. Si dejáramos de comprar los productos de mala calidad porque simplemente queremos que nos duren poco tiempo, a los fabricantes no les quedaría más remedio que adaptarse.


Por ejemplo, un iPhone 3 funciona bastante bien. No puede ejecutar las apps más nuevas, pero ¿por qué iba alguien a querer las apps nuevas? ¿Por qué no conformarse con las que tenía cuando todas se hacían para él? Hay celulares de hace 10 años que funcionan muy bien para llamar por teléfono. Pero la mayoría de los consumidores no los quiere. Queremos el iPhone 3 porque su funcionalidad, a parte de su finalidad básica (llamar y recibir llamadas) nos ayuda al trabajo y también a la diversión, a ver y grabar vídeos, escuchar música, a contectarnos a internet, a jugar a videojuegos, a estar en contacto con nuestra gente, porque nos gusta... Nadie nos obliga a comprarlo, los productos anteriores no se han caído a pedazos como el coche ideal de Porsche. Quejarse de "nos manipulan para comprar" es un poco absurdo en esos términos.


Es cierto que los productos no se diseñan para que duren todo lo que podrían durar, pero esto no se debe estrictamente a la  malevolencia sino a todo tipo de estrategias comerciales. Cualquier fabricante que abuse (esto lo aprendió Apple casi tardíamente) es presa fácil de otro fabricante más listo y avezado, que esté dispuesto a abusar menos para ganar más, es decir, que en vez de ganar 100 dólares por cliente vendiéndole a un millón de clientes esté dispuesto a ganar 50 dólares vendiéndole a 10 millones de clientes. En 1924 eso era bastante más fácil, hoy, con una economía globalizada, con una tecnología en evolución constante y acelerada, surgimiento y caída de empresas, parece casi imposible de establecer y menos de sostener a largo plazo.


Casos como el del cártel Phoebus ayudaron además al surgimiento de los movimientos de defensa del consumidor, las legislaciones sobre calidad, las normas internacionales, etc. Que sin ser perfectos, todos estas normativas sirven para controlar, salvo excepciones, los más voraces instintos capitalistas. Precisamente por eso el neoliberalismo tiene como su principal bandera la "desregulación total", es decir, que la sociedad deje de legislar cómo deben producir, etiquetar, validar, anunciar y comercializar sus productos, para poder tener vía libre y ser mucho más abusivos de lo que son. Que hay ambición, afán de lucro ilimitado y a veces incluso maldad es innegable, pero de allí a que se diga que los productos de los que disfrutamos no sirven para nada y que todos los fabricantes son unos psicópatas media un largo trecho.


La idea de la obsolescencia programada tal como la predican muchos conspiranoicos, no tiene en cuenta ninguno de estos elementos y ninguno de los avances, insuficientes pero reales, que se han logrado desde principios del siglo XX. Esto es algo habitual en muchos movimientos alternativos y "antisistema", sobresimplifican las cosas para no enredarse en complejidades, omite datos, selecciona y cae en numerosas falacias que en nada ayudan a mejorar lo que está mal y a veces, incluso, son la coartada perfecta para el neoliberal cavernario que se queja de lo mal que lo tratan.

Lo que yo entiendo de todo esto que cuentas, que no es que no tengas razón, es que te muestras a favor del ciclo de consumo capitalista. El cual no es asimilable para una sociedad sana, es decir, que el consumo y la demanda no superen la capacidad física (materias primas, industria, organización, distribución, renovación de la materia...)

No hace falta hacer un estudio científico para comprobar que los materiales con los que se hacen a día de hoy los electrodomésticos (por ejemplo) son cada vez peores, la electrónica cada vez dura menos y los recambios (como señalan por arriba) no se encuentran disponibles pasados X tiempo. La nevera de mi casa tiene 25 años y funciona a la perfección, las neveras que compran mis compañeros a día de hoy les duran entre 5 y 10 años.

Otro ejemplo sería el de la electrónica en los coches. Ahora todo está hecho de tal manera que el ordenador de abordo del coche lo controla todo, de tal manera que cualquier avería necesite de un experto de la marca, que son los que tienen los materiales para reparar, si se puede, el incidente. Cuando los coches se regía por mecánica y no por electrónica los pequeños fallos podían ser solventados con unos mínimos conocimientos o en cualquier taller.

Tenemos una sociedad en la que un coche con diez años y 150.000km se considera un cacharro viejo

Pues en mi casa hemos llegado a tener dos coches que ha superado uno de ellos los 300,000 y otro los 400,000. Y ahora mismo estamos usando uno que tiene casi 200,000 con 15 años desde su compra. Hace poco cambié el monitor de tubo (tenía 10 años) porque me petó cual globo al rozar una chincheta, no por gusto.

Y no me salgas con " es que a la gente le gusta comprar", que a algunas impresoras (por ponerte un ejemplo) les colocan un chip para que se averíen.

Totalmente de acuerdo, yo vi un documental sobre esto. Es obvio que el comunismo en este aspecto es mejor (y en todos jaja).

nunca escribió:

Tenemos una sociedad en la que un coche con diez años y 150.000km se considera un cacharro viejo

Pues en mi casa hemos llegado a tener dos coches que ha superado uno de ellos los 300,000 y otro los 400,000. Y ahora mismo estamos usando uno que tiene casi 200,000 con 15 años desde su compra. Hace poco cambié el monitor de tubo (tenía 10 años) porque me petó cual globo al rozar una chincheta, no por gusto.

Y no me salgas con " es que a la gente le gusta comprar", que a algunas impresoras (por ponerte un ejemplo) les colocan un chip para que se averíen.

Precisamente, una de las anécdotas sobre la "obsolescencia programada" que más ha circulado en la red es el famoso chip que incluyen algunas impresoras Epson y el cual las inutilizaba cuando se alcanzaba un cierto número de copias.

Con motivo de la denuncia del referido documental, la OCU (Organización de consumidores y usuarios) se decidió a utilizar el método experimental para zanjar la cuestión.

Estas son sus declaraciones al respecto:


“Hemos analizado impresoras multifunción de inyección de tinta, y la verdad es que en este análisis no detectamos la práctica que denuncia el documental. Y eso que algunas impresoras las analizamos usando 40 juegos de cartuchos de tinta por modelo. ¿Podría haber pasado con el 41?, ¿o con otro modelo? Quien sabe.”

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Como toda historia de conspiraciones, la obsolescencia programada como complot industrial puede resultar creíble. Sin embargo existe una explicación más sencilla: muchos consumidores prefieren comprar más barato aunque el producto tenga menos duración o comprarse el último gadget antes incluso de que el anterior deje de funcionar. Y en algunos sectores, la industria se ve obligada a competir fabricando productos con nuevas características demandadas por los usuarios a precios cada vez más bajos dentro de una especie de carrera frenética hacia el made in china generalizado.

No es necesario realizar un documental de casi una hora de duración para transmitir algo que todos sabemos: que las empresas quieren ganar dinero a toda costa y que nuestra sociedad de consumo es despilfarradora.

incontrolable escribió:
Lo que yo entiendo de todo esto que cuentas, que no es que no tengas razón, es que te muestras a favor del ciclo de consumo capitalista. El cual no es asimilable para una sociedad sana, es decir, que el consumo y la demanda no superen la capacidad física (materias primas, industria, organización, distribución, renovación de la materia...)

Que puedan existir límites en nuestros recursos físicos, naturales y energéticos no implica que eos límites sean un límite al consumo y mucho menos al crecimiento económico.

Las necesidades de consumo humanas por persona son bastante, pero que bastante más bajas que nuestros límites energéticos y físicos teóricos, y de sobras. Una persona no necesita de 6.1000 toneladas de comida al año ni 400 vehículos personales para desplazarse, ni 200 móviles celulares para llamar por teléfono. En España, por ejemplo, tenemos tierras más que suficientes para alimentar a toda su población, y produciendo tanta comida que incluso hace falta arrancar cosechas para que no bajen más los precios.

Las necesidades físicas y energéticas de una persona son por naturaleza limitadas, esto es, tienen un “techo”, o más correctamente, que tienden a límite (en principio es lógico: una persona es finita como ente orgánico, no vive eternamente, y es lógico que tenga o tienda a un límite físico y energético también. No olvidemos que las personas no quieren o no necesitan de tener MÁS CANTIDAD, sino MEJOR CALIDAD. Por tanto, esto ya descarta la necesidad infinita de materia, y casi que cuestiona la necesidad infinita de energía.

De hecho, se puede crecer económicamente (más calidad), sin necesidad de gastar más materia, ni más recursos naturales, ni más energía, y todo ello dentro se puede realizar dentro de nuestros techos energéticos y físicos (o también a través de la producción y reciclaje de estos recursos).

Te dejas además el proceso de reciclaje, que permite la reutilización de bienes de consumo... y el diseño de soluciones tecnológicas. ¿Dónde demonios están los agoreros que decían que la producción de papel iba a acabar con los bosques?

Precisamente, gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías, el uso de papel está cada vez más obsoleto (el dinero es hoy mayoritariamente electrónico y los IPOD y E-books cada vez hacen más innecesario el papel), y en consecuencia se talan menos bosques por ello, por no decir que el proceso de reciclaje nos permite recuperar aproximadamente 80% del papel fabricado.

incontrolable escribió:No hace falta hacer un estudio científico para comprobar que los materiales con los que se hacen a día de hoy los electrodomésticos (por ejemplo) son cada vez peores, la electrónica cada vez dura menos y los recambios (como señalan por arriba) no se encuentran disponibles pasados X tiempo. La nevera de mi casa tiene 25 años y funciona a la perfección, las neveras que compran mis compañeros a día de hoy les duran entre 5 y 10 años.

Otro ejemplo sería el de la electrónica en los coches. Ahora todo está hecho de tal manera que el ordenador de abordo del coche lo controla todo, de tal manera que cualquier avería necesite de un experto de la marca, que son los que tienen los materiales para reparar, si se puede, el incidente. Cuando los coches se regía por mecánica y no por electrónica los pequeños fallos podían ser solventados con unos mínimos conocimientos o en cualquier taller.

Los aparatos electrodomésticos antiguos eran carísimos, y muy derrochadores (sobre todo de agua y energía) en comparación a los de la actualidad. Piensa en el precio que costaba una lavadora hace 50 años, y en el precio que cuesta ahora una moderna. (Y eso que las de antes se estropeaban también, y a muy a menudo. Pero al menos salía más a cuenta llamar a alguien que las arreglase, por todo lo caras que eran)

Hoy, en las gamas altas y profesionales, tienes aparatos electrodomésticos que duran muchísimo más, más baratos, y muchísimo mejores.

Aunque hoy en día gran parte de los productos tienen obsolescencia programada muchos otros no la tienen pero utilizan otras técnica en ellos como fabricarlos de materiales poco duraderos o en caso de aparatos electrónicos haciendo que los nuevos programas no te funcionen.

Lo que si se ve bastante claro en este tema de la Obsolescencia Programada es que -lo admite el camarada Danko en parte-, el capitalismo tendría que recurrir a ella no sólo cuando se instaure la fase monopolista plena y no exista la competencia, si no también cuando los mercados lleguen a abarrotarse de productos, cuando el círculo del consumo se cierra y se presenten la crisis cada vez mas frecuentes. Ahí es cuando los capitalistas echan mano de todo lo que esté a su alcance para no ver reducido (o desaparecido) su beneficio. Con la obsolescencia programada ocurre un tanto como cuando se habla que la sociedad burguesa ha inventado necesidades "innecesarias" con fines de lucro y ésto, creo, nadie pudiera calificarlo de conspiranoia. Sobran ejemplos. También es evidente que la cuasi maniática necesidad de la población de permanente cambio de productos, caracterizándolos de obsoletos está también controlada, dirigida y programada por la enorme industria publicitaria y en general toda la superestructura de propaganda y subjetividad sólo en manos de la burguesía. Este fenómeno se presenta porque se va agudizando la contradicción fundamental del capitalismo, establecida como ley por el marxismo: la Correspondencia de las Relaciones de Producción con las Fuerzas Productivas, que en esta sociedad de clases dicha correspondencia va desapareciendo. La única forma de disolver esa contradicción antagónica: La Revolución Comunista.