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    Los nacionalismos y sus potencial de enfrentamientos

    Nestor Estebenz Nogal
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    Los nacionalismos y sus potencial de enfrentamientos Empty Los nacionalismos y sus potencial de enfrentamientos

    Mensaje por Nestor Estebenz Nogal Jue Nov 25, 2010 11:25 pm

    Los nacionalismos y su potencial lesivo de enfrentamientos.(notas) Néstor Estebenz Nogal

    La indisolubilidad es un concepto desmentido por la química. Por si hubieran dudas las políticas geográficas no paran de hacer rallas en los suelos para reparto de territorios y reorganización de sus usos en función de intereses posesivos y afinidades. Repetidas ojeadas a la historia demuestran que frente a lo absoluto las expresiones de lo disoluto son continuas.

    Los pueblos y las naciones no son negociables pero por lo visto la clase política se ha especializado en el negocio de recortar sus libertades. El reto histórico es hacer un mundo plurinacional y respetuoso sin fronteras dejando que la libre fluencia mezcle razas y culturas sin imposiciones de ninguna clase.


    Ni siquiera el concepto de nación tiene una validez extempórea. Son las menos las naciones puras del inventario antropológico de diferencias a escala planetaria. Cada realidad nacional que se pretenda pura al averiguar sus orígenes encontrará las influencias y trasplantes de signos de otras. Desde el momento en que no se reconoce el hecho plurinacional un estado unicéntrico (sea del color ideológico que sea) tiende a ningunear las diferencias etnoculturales y a suprimir su expresión política. El penoso espectáculo de la negociación del estatuto catalán se ha utilizado como entretenimiento para que el discurso de la autonomía no lleve a ningún puerto seguro. La amenazante perspectiva de la balcanización española no consigue su propósito disuasorio para silenciar la polémica sobre las libertades nacionales amordazadas. El bluf de una supuesta Yugoslavia unitaria de la época del delirio de Tito terminó por venirse abajo y desde la desmembración de aquella gran Serbia la realidad plurinacional de la realidad fragmentada es comparativamente más rica, bella, lujosa y culturalmente activa que bajo el dominio del nacionalismo serbio dominante. La terrible fatalidad de las guerras para una legitima desmembración permitió al fin una nueva era de concordia, aun no del todo garantizada. Que los dioses del Olimpo no quieran que en España se tenga que pasar por semejantes procesos de crueldad pero si se impide la autodeterminación a una de sus partes ¿qué otra opción queda que la de imponerla? Algo que no escapa a la mirada desvisceralizada del mapa de España es la minúscula proporción del territorio geográfico ocupado por Catalunya. ¿Cómo es posible que una nacionalidad tan minúscula mantengan tan ocupadas las ansiedades colectivas? ¿no sería mejor permitir su independencia y dejar de dar la lata con este asunto? Catalunya tiene un nivel superior de vida económica al resto del estado al que pertenece por obligación. La independencia incrementaría este nivel de vida. Dado el materialismo dominante en los actos de pensamiento de la sociedad basta tal presupuesto para que la mayoría votara a favor de ella. Pues bien, que así sea. Los países miembros de la Unión Europea irán pactando un gobierno unitario para todos ellos, el hecho del estado fronterizo histórico irá perdiendo su sentido y el arco de la plurinacionalidad pasará a un primer plano, la circulación de los habitantes por las distintas regiones del continente permitirá una conciencia mas evolucionada: una sentimentalidad transnacional, los nacionalismos, tanto los de los estados que fuerzan a naciones menores como los de estas mismas nacionalidades están condenados a desaparecer, todo lo que se tarde en hacerlo contribuirá al sufrimiento, a la falta de entente y a la pérdida de tiempo en discusiones estériles. Viva la vida, abajo las naciones (meros convenios de temporada por larga que sea.)


    Los debates sobre la cuestión nacional han levantado muchas chispas además de abrir heridas por las que se han desangrado demasiados contendientes. Entiendo que la condición de nación como la de cualquier otra de singularidad no admite muchas opciones. Antes o después lleva al reconocimiento de un hecho en sí. Si pasa en todas las disciplinas científicas ¿Por qué iba a ser una excepción en el campo de las ciencias sociales? Tener la piel blanca o negro, ser hombre, mujer o transexual, hablar suahili o woloff, tener piernas funcionales o paraplejia irreversible. La condición de nación es un conjunto de atributos que agrupan a un conjunto de personas en torno a unas características compartidas. Si es así: ni todas las naciones que existieron existen aún (ya que muchas desaparecieron de la faz de la tierra lo mismo que desaparecen especies en la biosfera) ni todas las que existen limitan el parque potencial de las que están por constituirse. Praxis de intimidades futuras y de cócteles de ADN darán lugar a otras figuras humanas, en lo cultural los neologismos crearan otras formas de habla y los panoramas iconográficos serán la base para otros rituales y adhesiones. La categoría de pertenencia nacional no deja de ser para la matemática de los conjuntos, un subgrupo dentro de otro grupo. La condición de membrecía es múltiple ya que la inclusión en una categoría no quita estarlo en otras aunque las ideologías sin generan enfrentamiento insolubles presentando las categorías como antagónicas. Metodológicamente todas las categorías son artefactos de interpretación que varían según la investigación científica y la necesidad de precisar nuevas conclusiones y por tanto nuevas categorizaciones. La indisolubilidad de un grupo (el que sea: desde el club de futbol con una tradición de muchas décadas a la timba de las palabras con las que pasar los viernes noche desde hace pocas veladas a la patria en la que se ha nacido y que existe desde hace cientos de años…) es perfectamente posible. El posicionamiento para que no lo sea depende de la voluntad subjetivista de sus defensores. La pregunta es si es legítimo que unos pocos – o incluso la mitad- quieran hacer prevalecer la continuidad de un tipo de categoría con tantas fisuras que pide una renovación o cambio.


    Hasta que la UE no se reconstituya como un estado federal de intervinculación de las naciones europeas superando los estados obsoletos hay tela para rato de mandangas discursivas y gasto de papel y tinta.Lo que no toleran los estados unicéntricos es que las naciones pequeñas pero no débiles puedan vivir por su cuenta sin necesitarlos y además vivir mejor.


    La condición de españolidad o la de cualquier otra nacionalidad no viene dada por haber nacido en la geografía hispana o por aquello del amor a la patria chica y la proyección en la patria grande. Es el eje de una ideología determinada. Para muchos españoles ser español significas entre otra cosa no aceptar el hecho diferencial de las otras nacionalidades dentro de su territorio. Objetar una visión internacionalista que no se desprende de una españolidad es presuponer que los humanos nacidos de vientre y linaje en unas coordenadas espacio-temporales nos debemos a perpetuidad a ellas como si fuéramos setas o plantas aborígenes expertas en sedentarismo sin tener la oportunidad de viajes y residencias en el extranjero y sin poder asumir una filosofía apátrida. La visión internacionalista permite más que la localista el respeto a las diversidades y, por tanto, a las divergencias, de todas menos de aquellas que no aceptan las de los demás. Eso no significa aceptar todas las culturas en todos sus extremos y jurídicas. Como se sabe hay legislaciones injustas y folclores dañinos y mediocres.


    Mientras la eclosión nacionalista en el panorama mundial se ha ido extendiendo la demografía también ha ido variando. Por encima del concepto de pueblo (en su sentido étnico) tiende a dominar el concepto de población (en su sentido geográfico). Max Adler ya cuestionó que en el sistema capitalista pudiera existir realmente un pueblo unido en cambio sí una población geográfica y socialmente constituida reunida en unas coordenadas tempo-espaciales . En nacionalidades como Catalunya, tierra de acogida o recepcionaria en todo caso de un alto porcentaje de inmigración (sin la cual no hubiera alcanzado la fuerza económica que tiene) el deseo de la independencia nacional persiste como un espejismo a pesar del libre derecho a la determinación, planteamiento de largo recorrido histórico. La lógica de esa aspiración no significa que una nacionalidad oprimida por un estado unicéntrico una vez alcanzara su independencia dejara de ser una sociedad capitalista. Los movimientos nacionalistas se distinguen por su abigarrado interclasismo y los nacionalismos mas radicales que presentan un programa socialista se quedan sin socios aliados desde el comienzo. La paradoja de la lucha nacionalista es que puede ayudar a una recolocación del poder sin cambiar sustancialmente las estructuras del país. En Catalunya un problema severo es el mismo concepto de pueblo catalán y el de catalanidad no subscrita por extranjeros que viven y trabajan en su territorio o que incluso han nacido en él con familias originarias de otras partes. Teniendo en cuenta que el futuro internacional al que se va es el de mezclas interétnicas en un buen número de países con naciones marginadas, la pérdida de etnicidad de origen es un hecho inevitable e incluso deseable. Su transculturalidad bien manejada va en beneficio de todos los habitantes.

    Las diplomacias internacionales se esmeran en no decir una palabra de más no sea que metan la pata y optan pues por dejar de decir muchas cosas. La mejor definición de diplomacia es la de ser el arte de la diletancia, de la demora para la toma de compromisos por las soluciones. La posición ralentizada y no contundente del gobierno-psoe ante el ataque de las fuerzas marroquís al campamento en principio pacifista del pueblo saharaui, quedándose a la espera de una implicación y un compromiso de la UE y los USA en el tema, demuestra la escasa capacidad soberana de España. Su no implicación con el pueblo saharaui viene de lejos. Si el gobierno español no está de acuerdo en respetar estatutos de autonomía que posibiliten a largo plazo procesos de autodeterminación en suelo ibérico ¿por qué razón iba a estar a favor del pueblo saharaui para la autodeterminación de su territorio y constitución como país independiente? Es terrible que la diplomacia tenga que esperar a informes o implicaciones de otros gobiernos antes de emitir un veredicto firme. Es evidente la ansia marroquí de su expansión geográfica y su trato represivo tanto ante los oponentes desde el Sahara como ante los medios informativos internacionales al impedirles que informen al mundo de lo sucedido. España no ha estado a la altura de los últimos acontecimientos por su bajo nivel de implicación. Sin embargo, todos los gobiernos del mundo comparten un pacto no escrito en no injerir en sus asuntos del llamado orden público. Todos acuden a la represión en un grado u otro algo que saben que los deslegitima para lanzarse sus criticas respectivas.


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