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Hoy he asistido a una asamblea de parados en mi ciudad, Badajoz.
Lo primero y más triste es que ningún partido grande, ningún sindicato grande, ni el inem, ni ninguna institución oficial ha cedido una sala para la asamblea, en edificios que han construido estos obreros con sus propias manos. Han acabado recurriendo a la iglesia como se veían obligados a hacer en el siglo XIX los grupos clandestinos de obreros. Muchas veces despotricamos contra la iglesia pero esto hay que agradecérselo, son los únicos que han comprendido la situación del proletariado en la actualidad.
Han asistido 50 personas, la mayoría parados pero entre ellos había bastantes obreros en riesgo de ser despedidos y 2 estudiantes entre los que me encontraba que estamos en organizaciones políticas. Cada uno ha ido contando sus experiencias en su sector de trabajo y su situación actual. De los 50, 5 personas en paro no saben leer ni escribir, un dato que me ha impactado muchísimo. Muchos han contado la verdadera actitud de los empresarios que se aprovechan del alto nivel de paro que ellos mismos han provocado para tener a trabajadores sin dar de alta en seguridad social, cobrando menos del sueldo mínimo aunque en la nómina pusieran que cobran lo legal, obligándoles a trabajar más horas gratis...etc. Y claro, ¿qué hace el trabajador? Pues o acepta o a la calle, no hay otra. Uno a uno, los obreros fueron aportando ideas para llevarlas ante el ayuntamiento. En estas ideas se ve reflejada su desesperación. Lo único que hacían era pedir y pedir cosas al estado, sin ser conscientes de que el estado no tiene dinero porque lo dedica a rescatar bancos en vez de a nacionalizarlos. Cuando nos llegó el turno a los "políticos" no sabíamos que decir. Todos eran personas bastante mayores y nadie estaba por la labor de hacer una revolución, pero sabíamos que tanta propuesta iba a ser tirada a la basura de inmediato porque supone un gran coste. Tampoco iba a decir que el ayuntamiento colectivizara tierras o fábricas porque sabía que también lo iban a tirar a la basura. Propuse una idea intermedia que se me ocurrió en el momento:
Imponer unos impuestos especiales a todas aquellas empresas privadas que reflejen en su contabilidad un beneficio que no destinen a la creación de nuevos puestos de trabajo. De esta forma el empresario se vería forzado a crear puestos o de lo contrario a pagar al estado, pero no podría enriquecerse mientras la situación económica siguiera así. Todos se sorprendieron con la propuesta porque era la única que consistía en conseguir dinero o sacrificar al empresario, a diferencia de las demás que consistían en que los obreros tenían que recibir más. Después, un perro viejo comunista me sonrió y me dijo que para ello se necesita una lucha intensa, que el estado no dará su brazo a torcer viéndose presionado por las empresas. Entonces eché una ojeada a la sala y comprendí lo que dijo, de los 50 que estábamos, no más de 4 personas teníamos menos de 40 años. ¿Qué cojones le pasa a la juventud que siempre ha encabezado las revoluciones? Sin duda el mayor éxito del estado burgués ha sido acabar con el sector más luchador de todos, el de la juventud. Es por eso que quiero hacer un llamamiento a todos los camaradas del foro a recordarles que ahora es crucialmente importante influir en vuestros puestos de trabajo o en vuestras aulas para conseguir despertar a la gente joven, que no me gusta oir a los veteranos comunistas que la juventud de ahora es la más vergonzosa de la historia sin poder defenderme sabiendo que llevan razón.
Ya informaré de como evoluciona esta asamblea obrera.
Hasta la victoria!
Lo primero y más triste es que ningún partido grande, ningún sindicato grande, ni el inem, ni ninguna institución oficial ha cedido una sala para la asamblea, en edificios que han construido estos obreros con sus propias manos. Han acabado recurriendo a la iglesia como se veían obligados a hacer en el siglo XIX los grupos clandestinos de obreros. Muchas veces despotricamos contra la iglesia pero esto hay que agradecérselo, son los únicos que han comprendido la situación del proletariado en la actualidad.
Han asistido 50 personas, la mayoría parados pero entre ellos había bastantes obreros en riesgo de ser despedidos y 2 estudiantes entre los que me encontraba que estamos en organizaciones políticas. Cada uno ha ido contando sus experiencias en su sector de trabajo y su situación actual. De los 50, 5 personas en paro no saben leer ni escribir, un dato que me ha impactado muchísimo. Muchos han contado la verdadera actitud de los empresarios que se aprovechan del alto nivel de paro que ellos mismos han provocado para tener a trabajadores sin dar de alta en seguridad social, cobrando menos del sueldo mínimo aunque en la nómina pusieran que cobran lo legal, obligándoles a trabajar más horas gratis...etc. Y claro, ¿qué hace el trabajador? Pues o acepta o a la calle, no hay otra. Uno a uno, los obreros fueron aportando ideas para llevarlas ante el ayuntamiento. En estas ideas se ve reflejada su desesperación. Lo único que hacían era pedir y pedir cosas al estado, sin ser conscientes de que el estado no tiene dinero porque lo dedica a rescatar bancos en vez de a nacionalizarlos. Cuando nos llegó el turno a los "políticos" no sabíamos que decir. Todos eran personas bastante mayores y nadie estaba por la labor de hacer una revolución, pero sabíamos que tanta propuesta iba a ser tirada a la basura de inmediato porque supone un gran coste. Tampoco iba a decir que el ayuntamiento colectivizara tierras o fábricas porque sabía que también lo iban a tirar a la basura. Propuse una idea intermedia que se me ocurrió en el momento:
Imponer unos impuestos especiales a todas aquellas empresas privadas que reflejen en su contabilidad un beneficio que no destinen a la creación de nuevos puestos de trabajo. De esta forma el empresario se vería forzado a crear puestos o de lo contrario a pagar al estado, pero no podría enriquecerse mientras la situación económica siguiera así. Todos se sorprendieron con la propuesta porque era la única que consistía en conseguir dinero o sacrificar al empresario, a diferencia de las demás que consistían en que los obreros tenían que recibir más. Después, un perro viejo comunista me sonrió y me dijo que para ello se necesita una lucha intensa, que el estado no dará su brazo a torcer viéndose presionado por las empresas. Entonces eché una ojeada a la sala y comprendí lo que dijo, de los 50 que estábamos, no más de 4 personas teníamos menos de 40 años. ¿Qué cojones le pasa a la juventud que siempre ha encabezado las revoluciones? Sin duda el mayor éxito del estado burgués ha sido acabar con el sector más luchador de todos, el de la juventud. Es por eso que quiero hacer un llamamiento a todos los camaradas del foro a recordarles que ahora es crucialmente importante influir en vuestros puestos de trabajo o en vuestras aulas para conseguir despertar a la gente joven, que no me gusta oir a los veteranos comunistas que la juventud de ahora es la más vergonzosa de la historia sin poder defenderme sabiendo que llevan razón.
Ya informaré de como evoluciona esta asamblea obrera.
Hasta la victoria!
