El Gobierno no sólo ha admitido que es necesaria una reforma laboral, sino que se deben "eliminar los costes de entrada y de salida para crear empleo", según afirmó el director general del Diálogo social, Alfonso Morón, ayer tras la reunión celebrada con los agentes sociales, en la que, con la ausencia del ministro de Trabajo, el Gobierno les hizo entrega del borrador de la reforma laboral.
En otras palabras, es necesario abaratar el despido. Para ello, ha incluido dos medidas estelares para reducir la rescisiones de contrato. Según añadió Morón, esto "evitará la incertidumbre". Lo que significa que el Gobierno admite que un alto coste del despido no fomenta la creación de empleo.
Contrato de 33 días y causalidad del despido
Uno de los ejes de la reforma laboral para fomentar el empleo con carácter indefinido es la ampliación del contrato de fomento a la contratación indefinida, que tiene un coste de despido de 33 días por año trabajado. En 1997 se aprobó este contrato para los trabajadores menores de 30 años y mayores de 45 y ahora el Ejecutivo lo habilitará para todas las edades.
No obstante, este contrato nunca ha tenido buena acogida entre los empresarios porque el coste del despido en caso de que éste sea ordinario también se eleva hasta los 45 días. Según enuncia el borrador, se modificará está dislexia técnica para que cuando la empresa realice un despido disciplinario también cueste 33 días por año. Además el Ejecutivo fomentará este tipo de contrato con bonificaciones, recuperando las ayudas a la conversión de contratos temporales en indefinidos de 33 días con bonificaciones de cuotas a la Seguridad Social.
El documento también incluye la posibilidad de "objetivar con mayor claridad las causas objetivas de contratos". Actualmente a un empresario le resulta casi imposible despedir de forma ordinaria para evitarse denuncias y salarios de tramitación que a la larga encarecen el despido. Por ello, el Gobierno definirá más exactamente las causas para acogerse a estos despidos.
Un modelo austriaco con un fondo común
Para reducir el coste de las indemnizaciones bien se podría realizar un nuevo contrato, pero esto pondría en pie de guerra a los sindicatos. Por lo que la nueva vía de escape que ha ideado el Ejecutivo es a golpe de talonario. El Gobierno implantará el modelo austríaco de indemnizaciones, que consiste en que la empresa ingresa mensualmente al trabajador en una cuenta individualizada la indemnización que le corresponde por su contrato y que capitaliza cuando es despedido o se lo lleva a otra empresa si cambia de empleo.
De una forma algo diferente, el Gobierno trasladará el concepto a España. Para que la indemnización no suponga un sobrecoste puntual, el Ejecutivo se hará cargo del 40% del coste de las indemnizaciones de todas las empresas que realicen un cese de un contrato de fomento a la contratación indefinida -33 días de despido- por causas objetivas -económicas, de organización o de producción- o un Expediente de Regulación de Empleo a través del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).
Hasta ahora, según el Gobierno, el Fogasa asumía el 40% del coste de los despidos realizados por las empresas con menos de 25 trabajadores, ahora asumirá el de todas las empresas. Todavía falta saber si el Gobierno incrementará las cotizaciones del Fogasa. Pero al contrario que en Austria este fondo será común y no individual, y contributivo y no de capitalización.
Tiempo parcial
El borrador de la reforma detalla algo más la proposición del Ejecutivo de crear un nuevo contrato de tiempo parcial para dotar más flexibilidad del mercado laboral. Según el borrador, se creará un nuevo contrato en el que el empresario podrá modificar el horario de trabajo con un preaviso mínimo a determinar.
Además el empresario y el trabajador podrán acordar la realización de horas extraordinarias, que era la gran traba de este tipo de contrato. Eso sí, estos contratos no estarán bonificados tan sólo lo estará el de conciliación familiar, según lo denomina el Gobierno, que mantiene un horario fijo de trabajo sin posibilidad de ser alterado.
El modelo alemán
Después de varios meses vendiendo que el modelo alemán de reducción de jornada salvará miles de trabajos en España, el Gobierno incluye en esta reforma, como ya se preveía, la modificación de los ERE de carácter temporal a la reducción de jornada.
Para ello, se debe realizar un cambio legislativo y así la empresa podrá reducir las horas trabajadas y por tanto el salario, que será compensado con la prestación por desempleo. Además, el Gobierno compensará la parte de cotizaciones que correspondan a la reducción de jornada. La disminución de horas se podrá computar de forma diaria, mensual o anual.
También el Ejecutivo aprovecha para reformar el desempleo parcial para que el consumo de prestación sea equivalente al porcentaje de jornada y no a un día entero, tal y como actualmente se compatibiliza. En este apartado de la reforma, se hace una referencia a la reforma de la Negociación Colectiva.
ETT y los Servicios Públicos de Empleo
El Gobierno también ha incluido la reforma de las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) en la que se levanta el veto a las empresas de trabajo temporal para que puedan trabajar con la Administración Pública y los sectores de riesgo como construcción y sanidad, donde hasta ahora lo tenían prohibido.
También podrán ocuparse de la formación del trabajador y no sólo de su recolocación. Por otra parte, se realizarán actuaciones de refuerzo de los Servicios Públicos de Empleo.
Jóvenes y bonificación
La reforma contemplará un programa específico para el empleo de los jóvenes de entre 21 y 24 años sin ningún tipo de formación. Asimismo, también incluye un contrato con cotizaciones por desempleo para los becarios de postgrado.
En cuanto a las bonificaciones a la contratación, sólo se realizarán para contratos indefinidos que se realicen a jóvenes de 16 a 30 años, a desempleados de larga duración mayores de 45 años. Además se aplicará un incremento de la ayuda si la contratada es una mujerer. No obstante, el documento menciona que estas bonificaciones se ofrecerán sólo para determinados sectores clave para el futuro modelo productivo y para las pequeñas empresas.
En otras palabras, es necesario abaratar el despido. Para ello, ha incluido dos medidas estelares para reducir la rescisiones de contrato. Según añadió Morón, esto "evitará la incertidumbre". Lo que significa que el Gobierno admite que un alto coste del despido no fomenta la creación de empleo.
Contrato de 33 días y causalidad del despido
Uno de los ejes de la reforma laboral para fomentar el empleo con carácter indefinido es la ampliación del contrato de fomento a la contratación indefinida, que tiene un coste de despido de 33 días por año trabajado. En 1997 se aprobó este contrato para los trabajadores menores de 30 años y mayores de 45 y ahora el Ejecutivo lo habilitará para todas las edades.
No obstante, este contrato nunca ha tenido buena acogida entre los empresarios porque el coste del despido en caso de que éste sea ordinario también se eleva hasta los 45 días. Según enuncia el borrador, se modificará está dislexia técnica para que cuando la empresa realice un despido disciplinario también cueste 33 días por año. Además el Ejecutivo fomentará este tipo de contrato con bonificaciones, recuperando las ayudas a la conversión de contratos temporales en indefinidos de 33 días con bonificaciones de cuotas a la Seguridad Social.
El documento también incluye la posibilidad de "objetivar con mayor claridad las causas objetivas de contratos". Actualmente a un empresario le resulta casi imposible despedir de forma ordinaria para evitarse denuncias y salarios de tramitación que a la larga encarecen el despido. Por ello, el Gobierno definirá más exactamente las causas para acogerse a estos despidos.
Un modelo austriaco con un fondo común
Para reducir el coste de las indemnizaciones bien se podría realizar un nuevo contrato, pero esto pondría en pie de guerra a los sindicatos. Por lo que la nueva vía de escape que ha ideado el Ejecutivo es a golpe de talonario. El Gobierno implantará el modelo austríaco de indemnizaciones, que consiste en que la empresa ingresa mensualmente al trabajador en una cuenta individualizada la indemnización que le corresponde por su contrato y que capitaliza cuando es despedido o se lo lleva a otra empresa si cambia de empleo.
De una forma algo diferente, el Gobierno trasladará el concepto a España. Para que la indemnización no suponga un sobrecoste puntual, el Ejecutivo se hará cargo del 40% del coste de las indemnizaciones de todas las empresas que realicen un cese de un contrato de fomento a la contratación indefinida -33 días de despido- por causas objetivas -económicas, de organización o de producción- o un Expediente de Regulación de Empleo a través del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).
Hasta ahora, según el Gobierno, el Fogasa asumía el 40% del coste de los despidos realizados por las empresas con menos de 25 trabajadores, ahora asumirá el de todas las empresas. Todavía falta saber si el Gobierno incrementará las cotizaciones del Fogasa. Pero al contrario que en Austria este fondo será común y no individual, y contributivo y no de capitalización.
Tiempo parcial
El borrador de la reforma detalla algo más la proposición del Ejecutivo de crear un nuevo contrato de tiempo parcial para dotar más flexibilidad del mercado laboral. Según el borrador, se creará un nuevo contrato en el que el empresario podrá modificar el horario de trabajo con un preaviso mínimo a determinar.
Además el empresario y el trabajador podrán acordar la realización de horas extraordinarias, que era la gran traba de este tipo de contrato. Eso sí, estos contratos no estarán bonificados tan sólo lo estará el de conciliación familiar, según lo denomina el Gobierno, que mantiene un horario fijo de trabajo sin posibilidad de ser alterado.
El modelo alemán
Después de varios meses vendiendo que el modelo alemán de reducción de jornada salvará miles de trabajos en España, el Gobierno incluye en esta reforma, como ya se preveía, la modificación de los ERE de carácter temporal a la reducción de jornada.
Para ello, se debe realizar un cambio legislativo y así la empresa podrá reducir las horas trabajadas y por tanto el salario, que será compensado con la prestación por desempleo. Además, el Gobierno compensará la parte de cotizaciones que correspondan a la reducción de jornada. La disminución de horas se podrá computar de forma diaria, mensual o anual.
También el Ejecutivo aprovecha para reformar el desempleo parcial para que el consumo de prestación sea equivalente al porcentaje de jornada y no a un día entero, tal y como actualmente se compatibiliza. En este apartado de la reforma, se hace una referencia a la reforma de la Negociación Colectiva.
ETT y los Servicios Públicos de Empleo
El Gobierno también ha incluido la reforma de las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) en la que se levanta el veto a las empresas de trabajo temporal para que puedan trabajar con la Administración Pública y los sectores de riesgo como construcción y sanidad, donde hasta ahora lo tenían prohibido.
También podrán ocuparse de la formación del trabajador y no sólo de su recolocación. Por otra parte, se realizarán actuaciones de refuerzo de los Servicios Públicos de Empleo.
Jóvenes y bonificación
La reforma contemplará un programa específico para el empleo de los jóvenes de entre 21 y 24 años sin ningún tipo de formación. Asimismo, también incluye un contrato con cotizaciones por desempleo para los becarios de postgrado.
En cuanto a las bonificaciones a la contratación, sólo se realizarán para contratos indefinidos que se realicen a jóvenes de 16 a 30 años, a desempleados de larga duración mayores de 45 años. Además se aplicará un incremento de la ayuda si la contratada es una mujerer. No obstante, el documento menciona que estas bonificaciones se ofrecerán sólo para determinados sectores clave para el futuro modelo productivo y para las pequeñas empresas.