Este artículo procede del Notizbuch des Agitators (Cuaderno del Agitador), publicado por el Departamento de Agitación del SED. Se publicó entre 1950 y 1955, tras lo cual el SED concluyó que resultaba difícil sacar algo adecuado para los agitadores en cada distrito, por lo que cesó la publicación e intentó lanzar publicaciones periódicas similares al nivel regional (Bezirk). Este ensayo, publicado justo tras los hechos del 17 de Junio de 1953 (1), es una guía para los agitadores a la hora de ocuparse de sus consecuencias.
Fuente: Notizbuch des Agitators, nº 14 / 1953 (Junio).
“Las derrotas lo hacen a uno más listo”. La verdad de este viejo proverbio se ha hecho clara para mucha gente en la RDA en las semanas recientes.
“Eso no nos volverá a ocurrir”, dice la mayoría de aquellos que cayeron presa de los demagogos y los agentes de los guerreristas extranjeros el 17 de Junio. Esta gente, que ha aprendido de su infortunio, examinará más atentamente en el futuro a la gente que de pronto se proclama “representante” de los trabajadores, pero que de hecho organiza actividades que les dañan.
Los eventos del 17 de Junio prueban que aún no estamos suficientemente alerta, aunque hemos hablado mucho sobre esto y ciertamente hemos tenido evidencias suficientes en el pasado, de los métodos solapados que los imperialistas utilizan para alterar nuestro pacífico trabajo de construcción. Sólo, por ejemplo, la alerta de nuestros trabajadores y órganos de seguridad, detuvo el plan del bribón Burianek quien, pagado por los Americanos, planeó volar el puente ferroviario en Erkner. Del mismo modo detuvimos el plan del bandido Müller, pagado por el Ostbüro, de destruir el puente de Finow y la nueva esclusa de Paretz. Estos y otros planes han sido cogidos a tiempo y detenidos.
¿Quiénes son los saboteadores y cuál es el objetivo de su actividad destructora?
Los criminales, saboteadores, agentes y mercenarios oestealemanes que intentan alterar nuestra construcción con demagogia, sabotaje, incendios y asesinatos, son sólo las herramientas de los culpables reales, los monopolistas Americanos y alemanes. Tan pronto como en 1951, el Congreso Americano autorizó 100 millones de dólares para financiar el espionaje y el sabotaje en la Unión Soviética y las democracias populares. Esto es ampliamente conocido. Lo que es menos conocido es que el gobierno americano aprobó otros 96 millones de dólares para la “actividad anticomunista clandestina” el 13 de Junio de 1953. Las notorias organizaciones de sabotaje y subversión oestealemanas han recibido una gran parte de este dinero, que usan para financiar agentes en la RDA.
Aparte de unos pocos trabajadores confundidos, la mayoría de los que organizaron las huelgas, revueltas e incendios el 17 de Junio, como han probado los procedimientos judiciales, eran antiguos fascistas, agentes y provocadores que actuaban para los monopolistas extranjeros y oestealemanes. Su objetivo era y sigue siendo detener cualquier solución pacífica de la cuestión alemana. Querían incorporar la RDA a la zona americana de control, lo que significa la guerra. Quieren devolver las fábricas propiedad del pueblo a sus antiguos dueños y llevarse la tierra que los agricultores obtuvieron por la reforma agraria, y devolvérsela a los grandes terratenientes. En suma, querían una vuelta al dominio de los monopolistas y los Junkers.
Estos enemigos del pueblo no han aprendido nada del lamentable fracaso de su intento putschista del 17 de Junio, y hablan y escriben abiertamente, de que quieren causar nuevos desórdenes en la RDA y extenderlos, si es posible, a otras democracias populares.
¿Por qué nuestros enemigos están aumentando sus actividades subversivas contra la paz?
Porque se encuentran ellos mismos en una posición difícil. Sus planes para la guerra en el Lejano Oriente han fallado. El poderoso y creciente movimiento por la paz, por las negociaciones pacíficas y por un armisticio en Korea han vuelto la posición imperialista más difícil, y ha cambiado la correlación de fuerzas en beneficio del campo de la paz.
Los imperialistas americanos y sus reanimados monopolistas revanchistas alemanes estñan haciendo intentos desesperados para impedir mejoras en la situación internacional y en las relaciones Este-Oeste.
La lección importante que debemos sacar del 17 de Junio es esta: dada la realidad de una Alemania dividida, la ocupación imperialista de Alemania Occidental y la existencia de la cabeza de puente imperialista en Berlin Occidental, todos los alemanes amantes de la paz, y particularmente los ciudadanos de la República Democrática Alemana, deben estar doblemente alerta.
¿Cómo frustramos los planes criminales de nuestro oponente?
Alerta significa que todos aquellos que trabajan por la paz deben implementar la nueva línea del gobierno en una manera rápida y no burocrática, lo que traerá una rápida mejora en las vidas de nuestros trabajadores, y tener los ojos y oidos abiertos.
Nuestros enemigos están intentando sembrar la sospecha y la desconfianza contra el Partido de los trabajadores y sus funcionarios mediante una rabiosa demagogia. Están lanzando los más absurdos y asquerosos rumores y mentiras, siguiendo el principio hitleriano de que cuanto más grande es la mentira, más fácilmente se la cree. Se aprovechan de las dificultades existentes para incitar a los trabajadores contra su propio Estado. El enemigo no está interesado en eliminar tales dificultades, más bien al contrario. Quieren aumentarlas. Por eso lanzan slogans entre las masas, que tendrían el peor resultado para ellas. Por ejemplo, animan a los trabajadores a no entregar alimentos al Estado.
¿A quién beneficia eso?
No sólo el agricultor es dañado cuando sus productos permanecen invendidos en los graneros, sino también los habitantes de las ciudades, para los cuales subirán los precios. Esto es claramente malo para los trabajadores y bueno para nuestros enemigos, ya que su demagogia es más efectiva cuando los trabajadores están insatisfechos. Por la misma razón, los provocadores intentan impedir la implementación de la nueva línea del gobierno. En la medida en que la situación en la RDA mejora y los problemas y dificultades en las fábricas son eliminados, los demagogos pierden base. Recientemente han intentado aún más, confundir a nuetsros trabajadores con mentiras políticas.
Cuando, por ejemplo, cierta gente ha sacado a relucir de nuevo la cuestión de la línea Oder-Neisse (2). Ya no es una cuestión de aclarar tales asuntos (hemos hablado ampliamente y a menudo sobre el asunto), más bien es una incitación abierta a la guerra. Tenemos una ley contra la incitación a la guerra, en todo caso, y la usaremos.
Todos sabemos lo que significa la guerra. No hay vuelta atrás. Protegernos contra una nueva miseria, estar alerta, significa una oposición concreta, combativa, a los falsos argumentos enemigos sobre la conexión entre la satisfacción de las necesidades del pueblo y el refuerzo del gobierno democrático. Rápidamente podremos ver si estamos tratando con gente que simplemente parlotea sobre lo que le han susurrado o si son ellos los que intencionada y sistemáticamente lanzan rumores o slogans para incitar a los obreros. Debemos actuar resueltamente contra los que lanzan rumores, cerrando las sucias bocas de los demagogos. Debems desenmascarar a los que muchas veces están bien ocultos, y que sabotean las nuevas decisiones de nuestro gobierno o intentan hacerlas inefectivas mediante la testarudez burocrática. Si cada obrero, campesino y mujer en las fábricas, la ciudad y los comercios, mantiene sus ojos y oidos abiertos para desenmascarar la burocracia y los problemas y eliminarlos, el enemigo resultará aislado e inocuo.
Con una aproximación combativa y rechazando decididamente las demandas y afirmaciones provocativas, descubriremos a los provocadores.
Por ejemplo, un provocador en un mitin en las Fábricas Buna dijo: “Uno se gana 25 años de cárcel por decir algo contra Wilhelm Pieck (3)”. El orador pidió una sola prueba que apoyase esta calumnia solapada. El provocador no pudo darla, y fue inmediatamente señalado por el orador, quien dijo: “¡No puedes probar tu acusación, porque es una mentira descarada, y porque eres un mentiroso!” Esta es la manera en que la clase obrera debe exponer a todos los provocadores.
El taladrador Hering, de la Fábrica Transformadora “Karl Liebknecht” en Berlin, tenía razón cuando dijo: “Somos en parte culpables por lo que ocurrió, porque no estábamos suficientemente alerta y no combatimos los rumores del enemigo con suficiente fuerza”.
Es particularmente importante que los obreros, campesinos, y toda la gente de buena voluntad cuide sus máquinas y lugares de trabajo para impedir que el enemigo cause ningún daño. No siempre se puede reconocer los sucios fines de los provocadores y los espías. Es necesario comparar palabras y hechos para detectar al enemigo.
Los que creen que la nueva línea del gobierno les da la libertad de seguir en su actividad subversiva y dañina están equivocados. No hablamos con los provocadores. Serán descubiertos y entregados a los hombres amantes de la paz de nuestros órganos estatales.
Notas
(1) Se trata de lo que los medios imperialistas llaman “levantamiento popular”. La principal imagen de estos hechos son los disturbios en la Stalinallee (Avenida Stalin, que luego pasó a llamrse Karl-Marx-Allee). Estos hechos son celebrados hoy oficialmente en la Alemania “unificada”. (N. Del T.)
(2) Frontera acordada entre la RFA y la RDA (N. Del T.)
(3) Presidente de la República Democrática Alemana, procedente del SPD que se unificó con el KPD en 1946 para formar el SED (Sozialistische Einheitspartei Deutschlands, Partido Socialista Unificado de Alemania). (N. Del T.)
Fuente: Notizbuch des Agitators, nº 14 / 1953 (Junio).
¿Por qué debemos aumentar nuestra vigilancia?
“Las derrotas lo hacen a uno más listo”. La verdad de este viejo proverbio se ha hecho clara para mucha gente en la RDA en las semanas recientes.
“Eso no nos volverá a ocurrir”, dice la mayoría de aquellos que cayeron presa de los demagogos y los agentes de los guerreristas extranjeros el 17 de Junio. Esta gente, que ha aprendido de su infortunio, examinará más atentamente en el futuro a la gente que de pronto se proclama “representante” de los trabajadores, pero que de hecho organiza actividades que les dañan.
Los eventos del 17 de Junio prueban que aún no estamos suficientemente alerta, aunque hemos hablado mucho sobre esto y ciertamente hemos tenido evidencias suficientes en el pasado, de los métodos solapados que los imperialistas utilizan para alterar nuestro pacífico trabajo de construcción. Sólo, por ejemplo, la alerta de nuestros trabajadores y órganos de seguridad, detuvo el plan del bribón Burianek quien, pagado por los Americanos, planeó volar el puente ferroviario en Erkner. Del mismo modo detuvimos el plan del bandido Müller, pagado por el Ostbüro, de destruir el puente de Finow y la nueva esclusa de Paretz. Estos y otros planes han sido cogidos a tiempo y detenidos.
¿Quiénes son los saboteadores y cuál es el objetivo de su actividad destructora?
Los criminales, saboteadores, agentes y mercenarios oestealemanes que intentan alterar nuestra construcción con demagogia, sabotaje, incendios y asesinatos, son sólo las herramientas de los culpables reales, los monopolistas Americanos y alemanes. Tan pronto como en 1951, el Congreso Americano autorizó 100 millones de dólares para financiar el espionaje y el sabotaje en la Unión Soviética y las democracias populares. Esto es ampliamente conocido. Lo que es menos conocido es que el gobierno americano aprobó otros 96 millones de dólares para la “actividad anticomunista clandestina” el 13 de Junio de 1953. Las notorias organizaciones de sabotaje y subversión oestealemanas han recibido una gran parte de este dinero, que usan para financiar agentes en la RDA.
Aparte de unos pocos trabajadores confundidos, la mayoría de los que organizaron las huelgas, revueltas e incendios el 17 de Junio, como han probado los procedimientos judiciales, eran antiguos fascistas, agentes y provocadores que actuaban para los monopolistas extranjeros y oestealemanes. Su objetivo era y sigue siendo detener cualquier solución pacífica de la cuestión alemana. Querían incorporar la RDA a la zona americana de control, lo que significa la guerra. Quieren devolver las fábricas propiedad del pueblo a sus antiguos dueños y llevarse la tierra que los agricultores obtuvieron por la reforma agraria, y devolvérsela a los grandes terratenientes. En suma, querían una vuelta al dominio de los monopolistas y los Junkers.
Estos enemigos del pueblo no han aprendido nada del lamentable fracaso de su intento putschista del 17 de Junio, y hablan y escriben abiertamente, de que quieren causar nuevos desórdenes en la RDA y extenderlos, si es posible, a otras democracias populares.
¿Por qué nuestros enemigos están aumentando sus actividades subversivas contra la paz?
Porque se encuentran ellos mismos en una posición difícil. Sus planes para la guerra en el Lejano Oriente han fallado. El poderoso y creciente movimiento por la paz, por las negociaciones pacíficas y por un armisticio en Korea han vuelto la posición imperialista más difícil, y ha cambiado la correlación de fuerzas en beneficio del campo de la paz.
Los imperialistas americanos y sus reanimados monopolistas revanchistas alemanes estñan haciendo intentos desesperados para impedir mejoras en la situación internacional y en las relaciones Este-Oeste.
La lección importante que debemos sacar del 17 de Junio es esta: dada la realidad de una Alemania dividida, la ocupación imperialista de Alemania Occidental y la existencia de la cabeza de puente imperialista en Berlin Occidental, todos los alemanes amantes de la paz, y particularmente los ciudadanos de la República Democrática Alemana, deben estar doblemente alerta.
¿Cómo frustramos los planes criminales de nuestro oponente?
Alerta significa que todos aquellos que trabajan por la paz deben implementar la nueva línea del gobierno en una manera rápida y no burocrática, lo que traerá una rápida mejora en las vidas de nuestros trabajadores, y tener los ojos y oidos abiertos.
Nuestros enemigos están intentando sembrar la sospecha y la desconfianza contra el Partido de los trabajadores y sus funcionarios mediante una rabiosa demagogia. Están lanzando los más absurdos y asquerosos rumores y mentiras, siguiendo el principio hitleriano de que cuanto más grande es la mentira, más fácilmente se la cree. Se aprovechan de las dificultades existentes para incitar a los trabajadores contra su propio Estado. El enemigo no está interesado en eliminar tales dificultades, más bien al contrario. Quieren aumentarlas. Por eso lanzan slogans entre las masas, que tendrían el peor resultado para ellas. Por ejemplo, animan a los trabajadores a no entregar alimentos al Estado.
¿A quién beneficia eso?
No sólo el agricultor es dañado cuando sus productos permanecen invendidos en los graneros, sino también los habitantes de las ciudades, para los cuales subirán los precios. Esto es claramente malo para los trabajadores y bueno para nuestros enemigos, ya que su demagogia es más efectiva cuando los trabajadores están insatisfechos. Por la misma razón, los provocadores intentan impedir la implementación de la nueva línea del gobierno. En la medida en que la situación en la RDA mejora y los problemas y dificultades en las fábricas son eliminados, los demagogos pierden base. Recientemente han intentado aún más, confundir a nuetsros trabajadores con mentiras políticas.
Cuando, por ejemplo, cierta gente ha sacado a relucir de nuevo la cuestión de la línea Oder-Neisse (2). Ya no es una cuestión de aclarar tales asuntos (hemos hablado ampliamente y a menudo sobre el asunto), más bien es una incitación abierta a la guerra. Tenemos una ley contra la incitación a la guerra, en todo caso, y la usaremos.
Todos sabemos lo que significa la guerra. No hay vuelta atrás. Protegernos contra una nueva miseria, estar alerta, significa una oposición concreta, combativa, a los falsos argumentos enemigos sobre la conexión entre la satisfacción de las necesidades del pueblo y el refuerzo del gobierno democrático. Rápidamente podremos ver si estamos tratando con gente que simplemente parlotea sobre lo que le han susurrado o si son ellos los que intencionada y sistemáticamente lanzan rumores o slogans para incitar a los obreros. Debemos actuar resueltamente contra los que lanzan rumores, cerrando las sucias bocas de los demagogos. Debems desenmascarar a los que muchas veces están bien ocultos, y que sabotean las nuevas decisiones de nuestro gobierno o intentan hacerlas inefectivas mediante la testarudez burocrática. Si cada obrero, campesino y mujer en las fábricas, la ciudad y los comercios, mantiene sus ojos y oidos abiertos para desenmascarar la burocracia y los problemas y eliminarlos, el enemigo resultará aislado e inocuo.
Con una aproximación combativa y rechazando decididamente las demandas y afirmaciones provocativas, descubriremos a los provocadores.
Por ejemplo, un provocador en un mitin en las Fábricas Buna dijo: “Uno se gana 25 años de cárcel por decir algo contra Wilhelm Pieck (3)”. El orador pidió una sola prueba que apoyase esta calumnia solapada. El provocador no pudo darla, y fue inmediatamente señalado por el orador, quien dijo: “¡No puedes probar tu acusación, porque es una mentira descarada, y porque eres un mentiroso!” Esta es la manera en que la clase obrera debe exponer a todos los provocadores.
El taladrador Hering, de la Fábrica Transformadora “Karl Liebknecht” en Berlin, tenía razón cuando dijo: “Somos en parte culpables por lo que ocurrió, porque no estábamos suficientemente alerta y no combatimos los rumores del enemigo con suficiente fuerza”.
Es particularmente importante que los obreros, campesinos, y toda la gente de buena voluntad cuide sus máquinas y lugares de trabajo para impedir que el enemigo cause ningún daño. No siempre se puede reconocer los sucios fines de los provocadores y los espías. Es necesario comparar palabras y hechos para detectar al enemigo.
Los que creen que la nueva línea del gobierno les da la libertad de seguir en su actividad subversiva y dañina están equivocados. No hablamos con los provocadores. Serán descubiertos y entregados a los hombres amantes de la paz de nuestros órganos estatales.
¡Una mayor vigilancia es nuestra mejor arma contra todos nuestros enemigos!
Notas
(1) Se trata de lo que los medios imperialistas llaman “levantamiento popular”. La principal imagen de estos hechos son los disturbios en la Stalinallee (Avenida Stalin, que luego pasó a llamrse Karl-Marx-Allee). Estos hechos son celebrados hoy oficialmente en la Alemania “unificada”. (N. Del T.)
(2) Frontera acordada entre la RFA y la RDA (N. Del T.)
(3) Presidente de la República Democrática Alemana, procedente del SPD que se unificó con el KPD en 1946 para formar el SED (Sozialistische Einheitspartei Deutschlands, Partido Socialista Unificado de Alemania). (N. Del T.)