[Diario de una colonia] Sobre el “sectarismo”

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

Consideramos adecuado tratar un tema bastante recurrente en las conversaciones dentro del entorno “revolucionario”, la cuestión tan repetida por los revisionistas acerca de los destacamentos obreros: “Ustedes son cuatro gatos, son una secta”, “no van a llegar nunca a las masas”

Nuestros amigos revisionistas insisten mucho en esto, porque les han inculcado desde pequeños que el tamaño lo es todo, que no podemos empezar por lo pequeño para llegar a lo grande con trabajo consciente y disciplinado (¡qué locura, por favor!) porque unos pocos no pueden hacer nada, hay que empezar desde lo grande (que no lo es) ya montado.

Su “trabajo de masas” consiste en constreñir a la clase obrera en unas formas de lucha ya caducas, y cuando alguien se atreve a decir que hay que ponerse a la vanguardia de la lucha armada (que existe, con y sin GRAPO, con y sin MPAIAC y con y sin cualquiera otra sigla), elevar la lucha de la clase obrera más allá de las simples luchas por reformas económicas, o dotar a estas de algo más dañino para el estado que unas procesiones que ya tiene asumidas y le sirven para hacer el paripé; ¡ese es un izquierdista y sectario!

La organización revolucionaria y política de la clase obrera como todo, nace de lo pequeño y con un trabajo constante y consciente, a diferencia de los grupos de amigos amparados por el estado como el MAI o grupúsculos del estilo, los comunistas saben que la práctica y la teoría van unidas y por esos sus colectivos aunque pequeños y usualmente perseguidos y acosados por el estado son mucho más fuertes que cualquiera de estos revisionistas, ya sean de derecha o izquierda.

El primer paso para la creación del Partido Comunista en Canarias es la unión de los marxistas-leninistas en una organización que, aunque no sea el partido, funcione por el centralismo democrático y tenga el marxismo-leninismo como bandera. Este colectivo ha de nacer de la ruptura total con el revisionismo, y a pesar de su posible debilidad e inferioridad numérica ante los revisionistas este colectivo con el trabajo adecuado conseguirá mucha más relevancia que los revisionistas de cualquier índole, por una simple razón: La caracterización del estado como lo que es, fascista, y la consecuencia con el marxismo-leninismo en cuanto a las formas de lucha hace que un colectivo pequeño consiga la verdadera fusión del socialismo científico con las masas, porque estas lo reconocen como su representante y vanguardia.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

Según los masistas, hay que esperar “el momento”, ¿qué momento, nos preguntamos muchos?, para ellos es el momento en que la lucha de las masas alcance cotas generalizadas de violencia revolucionaria pero, ¿acaso no lo ven?, la lucha de los sectores más avanzados de la clase obrera vira hacia la forma de lucha que saben sirve contra el estado, la guerrilla urbana, y este concepto de “las masas” lo trasladan al Partido, según ellos el partido no existe pero ha de “construirse” en el seno de organizaciones ya existentes, organizaciones que extrañamente sí se denominan partido comunista y están impregnados totalmente de reformismo y revisionismo, ¿si no son partido, pero se llaman como tal, qué son?

Esas organizaciones que “no son partido” pero a la vez “sí lo son” no son más que partidos obreros con una práctica (y en algunos casos teoría) cercano o igual al de los Partidos Obreros de Viejo Tipo, es decir, los socialdemócratas de la Segunda Internacional o la Segunda Internacional y Media, todo está en las masas, las organizaciones que crean son de masas y no revolucionarias porque “las masas no están preparadas”, el partido tampoco es revolucionario por lo mismo, y se presenta al parlamento por la misma razón. Así como tampoco el estado fascista porque les deja decir su militancia en Tuenti, Twitter y Facebook, o incluso delante de la policía que pueden hacerlo, ¡también pueden presentarse a las elecciones a pesar de las leyes antiterroristas y de partidos!, qué bueno es el régimen, que deja a los suyos presentarse.

Como en la organización del movimiento de resistencia contra el estado, el partido empieza desde abajo, desde lo más pequeño, no es un camino fácil ni de rosas, pero es el que nos toca a los comunistas de las Islas Canarias.