La teoría marxista de la transición
La revolución bolchevique fue una confirmación indiscutible del marxismo: el proletariado, incluso bajo las condiciones de atraso de Rusia en 1917, fue capaz de destruir el estado burgués. Sin embargo, la subsiguiente historia de la Unión Soviética sembró algunas dudas: ¿cómo pudo la revolución liberadora haber creado una sociedad tan regresiva como el stalinismo? Desde el comienzo de la revolución hubo socialistas que desafiaron las propias bases de la revolución, sosteniendo que el estado soviético nunca fue proletario -- así como también están los que defienden en contra de toda razón que aun lo es. En este capítulo analizaremos las expectativas y esperanzas engendradas por el estado soviético revolucionario así como las causas de los inicios de su deformación.
Marx vio la necesidad de una sociedad transicional entre el capitalismo y el comunismo dado que él entendió que ninguna sociedad desaparece antes de agotar su capacidad de desarrollo de las fuerzas productivas. El capitalismo en la época de decadencia bloquea su propio desarrollo: el régimen burgués, las relaciones capitalistas y las rivalidades nacionales bloquean el avance de las fuerzas productivas. Luego el proletariado partiendo del inacabado potencial del capitalismo debe completarlo e ir más allá de las tareas burguesas. Sólo así pueden desarrollarse las fuerzas productivas al nivel en que una sociedad sin clases y libre de escasez sea posible.
La revolución bolchevique, de esta forma, estuvo dedicada a la consecución del comunismo por medio del estado obrero (“la dictadura del proletariado”). Marx y Engels nunca prepararon un plan detallado para la sociedad transicional; esto sólo podría ser hecho por la clase obrera en la práctica bajo circunstancias concretas. Sin embargo, ciertas características generales pueden bosquejarse anticipadamente estudiando la dinámica del desarrollo capitalista. Además también estaba la breve experiencia de la comuna de Paris como comparación. Es necesario recuperar estas lesiones porque la contrarrevolución eliminó el verdadero significado del estado obrero, así como su aplicación en la primera Unión Soviética, bajo toneladas de mentiras.
Socialismo y valor
El análisis del estado obrero transicional depende de la caracterización de la sociedad a la que este está transitando. El análisis de Marx del comunismo comienza con una diferenciación significante: hay dos etapas de la sociedad comunista. El objetivo final es una sociedad de abundancia material en la cual el programa “de cada uno según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades” puede cumplirse. Pero la abundancia no se obtiene de un día para el otro. La etapa superior del comunismo debe ser precedida por una etapa inferior en la cual las cuestiones de planificación y escasez deben ser resueltas.
Engels y Lenin se referían a la etapa inferior del comunismo como socialismo, y por claridad nosotros haremos lo mismo. La virtud del trabajo de Marx sobre el socialismo es que ilustra que la vida será libre de su subordinación al valor, el cual es tan dominante bajo el capitalismo que empaña nuestra percepción de todas las sociedades, pasadas y futuras. En particular, Marx dio una descripción de la distribución de bienes bajo el socialismo que ha sido interpretada de diversas formas; por lo cual deberemos reproducirlo en extenso:
"Dentro de una sociedad cooperativa basada en la propiedad colectiva de los medios de producción, los productores no intercambian sus productos; el trabajo empleado aquí en los productos aparece aquí sólo como el valor de los mismos representado en la cualidad material que ellos poseen -- dado que ahora, en contraste con la sociedad capitalista, el trabajo individual no existe más en una forma indirecta sino directamente como una parte componente del trabajo total. ...
A lo que tenemos que enfrentarnos aquí es a una sociedad comunista, no como si se hubiera desarrollado desde sus propias bases, sino por el contrario, como emerge de la sociedad capitalista, la cual está en cada aspecto -- económicamente, moralmente, intelectualmente -- impregnada con las rémoras de la sociedad de la cual emerge. Lo que cada integrante a dado a ella es su contribución individual de trabajo. Por ejemplo, el día de trabajo social consiste de la suma de las horas individuales de trabajo; el tiempo de trabajo individual de un productor individual es la parte del día de trabajo social contribuido por él, su contribución a él. Él recibe un certificado de parte de la sociedad que representa dicha cantidad de trabajo (después de deducirle la parte necesaria para los fondos comunes), y con este certificado puede extraer de los almacenes sociales los medios de consumo que pueda cubrir esa cantidad de trabajo. La misma cantidad de trabajo que ha sido dada a la sociedad en una forma es recibida de vuelta en otra.
Aquí obviamente el mismo principio que regula el intercambio de mercancías prevalece, ya que se trata de un intercambio de equivalentes. El contenido y la forma se cambian, porque en las circunstancias alteradas nadie puede dar otra cosa que su trabajo, y porque, por otro lado, nada puede pasar a la propiedad de los individuos excepto los medios individuales de consumo. Pero en cuanto a la distribución de estos últimos entre los productores individuales, prevalece el mismo principio que en el intercambio de mercancías: una dada cantidad de trabajo en una forma es intercambiada por una equivalente cantidad de trabajo en otra forma.
Luego, el derecho a la igualdad en principio existe -- un derecho burgués, a pesar de que el principio y la práctica no coincidan, mientras el intercambio de equivalentes en el intercambio de mercancías sólo existe en el promedio y no en cada caso individual. "
Ha de notarse que la hipótesis de que el trabajo de la sociedad y la compensación de los productores individuales estará científicamente organizada: el tiempo requerido por una tarea particular y el tiempo contribuido por cada trabajador será calculable y conocido. Esto significa que el valor ha sido abolido, ya que como hemos visto antes el valor es impreciso, indirecto, y es determinado con posterioridad de la realización del trabajo. En una sociedad socialista, como el trabajo y la producción son genuinamente colectivizados, la producción puede ser organizada concientemente para el uso en lugar de ser controlada por el mercado. Los bienes dejan de ser mercancías, y en la ausencia de clases privilegiadas y explotación, el trabajo incluido en la producción es medido directamente, abandonándose las formulas monetarias. Este pasa a ser trabajo social; no tiene que esperar a su realización como mercancía en el mercado.
Además, nadie posee propiedades excepto para cubrir las necesidades del consumo individual; de esta forma, ninguna tasa de retorno para los productores privados tiene que ser incluida en el valor de los productos. Luego el tiempo de trabajo incluido en un producto no sufre ninguna de las distorsiones que prevalecen en el capitalismo.
De todas formas, Marx observa que en esta primera etapa del comunismo el “mismo principio prevalece” que en el capitalismo; donde el intercambio de mercancías y valores es dominante. ¿Cuál es este principio? “Una dada cantidad de trabajo en una forma es intercambiado por una cantidad de trabajo equivalente en otra”. Esta es por supuesto la ley del valor en su formulación más pura: el principio del intercambio de equivalentes. Pero el valor en si mismo ha dejado de existir, y en esta sociedad “los productores no intercambian sus productos”!. Esto no es ninguna mistificación. Marx esta simplemente apuntando a que el principio genuino del intercambio igual del tiempo de trabajo solamente puede conseguirse cuando el propio valor es abolido, cuando la ciencia en lugar de las leyes ciegas del capitalismo gobierne la sociedad -- cuando de hecho no hay intercambio de productos producidos separadamente, ninguna barrera entre la producción individual y social.
El principio de igualdad, incluso después de la abolición del valor capitalista, es todavía un “derecho burgués” (o ley burguesa), porque representa una distribución desigual que enmascara un standard igual. (Sobre este punto nos explayaremos mas adelante). El grado superior del derecho burgués puede ser alcanzado cuando el régimen burgués ha sido destruido. Aquí tenemos un ejemplo inesperado de la revolución permanente: sólo mediante la eliminación de la burguesía se puede lograr el programa burgués de democracia e igualdad.
Lenin, escribiendo durante la revolución de 1917, elaboró la idea de Marx de que elementos de la economía burguesa sobrevivirán bajo el socialismo, remarcando que especialmente esto ocurriría en la distribución de bienes pero no en los derechos de propiedad sobre la producción:
Y así, en la primera fase de la sociedad comunista (generalmente llamada socialismo), el ‘derecho burgués’ no es abolido enteramente, sólo lo es en parte, en la proporción de la transformación económica alcanzada, o sea solamente respecto a los medios de producción. “El derecho burgués” los reconoce como una propiedad privada de individuos. El socialismo los convierte en propiedad colectiva. A este nivel, y sólo a este nivel, el “derecho burgués” desaparece.
Sin embargo, él continúa existiendo en la otra parte involucrada; el continua en la capacidad de regulador (factor determinante) en la distribución de productos y adjudicación del trabajo entre los miembros de la sociedad
Así la ley del valor como regulador de la producción ha sido eliminada dado que la producción se ha vuelto consciente, científicamente planificada por los productores asociados. Por ello esta justificado que llamemos a esta sociedad comunista a pesar de sus remanentes burgueses. Desigualdades de varios tipos persistirán entre los productores en la etapa inferior del comunismo, pero no existirán clases separadas que institucionalicen estas desigualdades. Las clases existían en la sociedad precomunista dada la necesidad de diferentes relaciones de producción. Pero cuando la propiedad es colectivizada, la base para la diferenciación de clases desaparece y las clases mismas se desintegran. El conjunto de la gente -- los productores asociados -- comparte la misma relación con la producción. Las desigualdades remanentes morirán cuando la producción socializada alcance la necesaria abundancia.
La desigualdad socialista
Marx nos recuerda que los derechos burgueses en la distribución aun existirán en el socialismo abriendo una disputa sobre que son estos derechos burgueses. Nosotros remarcamos el pasaje controversial sobre la Critica al Programa de Gotha; el mismo viene directamente después del pasaje anteriormente citado.
" Con respecto a este avance, este derecho igualitario es constantemente estigmatizado por la limitación burguesa. El derecho de los productores es proporcional al trabajo que ellos proveen; la igualdad consiste en el hecho de que la medición es hecha con un patrón igualitario, el trabajo.
Pero un trabajador es superior a otro física o mentalmente, y por ello el provee más trabajo en el mismo tiempo, o puede trabajar durante más tiempo; y el trabajo, para servir como medida, debe ser definido por su duración o intensidad, de otra forma deja de ser un patrón de medida. Este derecho igualitario es un derecho desigual para trabajos desiguales. Él no reconoce diferencia de clases, porque todo el mundo es un trabajador, pero tácitamente reconoce las diferencias entre individuos considerando a la capacidad productiva como un privilegio natural. Es de esta forma en su contenido un derecho de desigualdad como cualquier otro. El derecho por su propia naturaleza sólo puede consistir en la aplicación de un único patrón; pero individuos desiguales (y no habría individuos diferentes sin individuos desiguales) son mesurables por un mismo patrón sólo si son puestos bajo un mismo punto de vista, son considerados bajo una lado definido solamente, por ejemplo, en el caso presente, son considerados sólo como trabajadores y nada más es considerado en ellos, todo el resto es ignorado. Además, un trabajador esta casado, otro no; uno tiene más hijos que otro, y así podemos continuar. Luego, con el mismo resultado en el trabajo, y en consecuencia una participación igual en el fondo social de medios de consumo, uno va a recibir de hecho más que el otro, uno será más rico que el otro. Para evitar todos estos defectos, el derecho en lugar de ser igualitario tendrá que ser desigual.
Pero estos defectos son inevitables en la primera fase de la sociedad comunista, cuando esta emerge de la sociedad capitalista. El derecho nunca podrá ser superior que la estructura económica de la sociedad ya su desarrollo cultural condicionado de esta forma. "
A pesar de la elevada conciencia social de la sociedad socialista, cierto grado de desigualdad necesariamente persistirá. Nosotros notamos, sin embargo, que el nivel al que incluso la sombra de la “ley del valor” es aplicable en el socialismo depende de condiciones históricas específicas. Marx escribió que en el socialismo:
"El modo de ... distribución variará con la organización productiva de la comunidad, y el grado de desarrollo histórico alcanzado por los productores. Asumiremos, meramente haciendo un paralelo con la producción de mercancías, que la participación de cada productor esta determinada por su tiempo de trabajo. "
Esto significa, que a medida que el estadio inferior del comunismo se mueve hacia la abundancia, la necesidad de un derecho burgués ira disminuyendo. De todas las rémoras del capitalismo que Marx menciona, el ejemplo más claro de este desarrollo es el último. A pesar de que la participación de los trabajadores en el consumo sea igualitaria, Marx dice que algunas personas recibirán más que otras dado que los trabajadores tendrán diferentes necesidades como resultados de sus diferentes realidades familiares, condiciones de salud, etc. Hoy podemos decir que parte de esta desigualdad será mitigada por medidas tales como suplementos por hijos y beneficios sociales distribuidos públicamente independientemente de la contribución de trabajo de cada individuo. La posibilidad de un “salario social” es más clara en nuestra época que en la de Marx.
El aspecto más controvertido del derecho burgués bajo el socialismo deriva de la diferencia entre trabajos respecto a las capacidades y a la intensidad. Stalin, por ejemplo, durante la contrarrevolución, trató de justificar las crecientes desigualdades de la sociedad soviética e imponer condicionantes burgueses a la clase obrera. Él defendió la necesidad de mayores salarios para los trabajadores calificados:
" La consecuencia de la igualdad salarial es que los trabajadores no calificados pierden el incentivo para calificarse privándose así de la posibilidad del progreso ... y haciendo que los trabajadores calificados vaguen de una fabrica a la otra hasta que encuentren una donde sus habilidades sean apreciadas . ... Con el objeto de poner un final a este problema es necesaria la abolición de la igualdad salarial descartándose las antiguas escalas saláriales. ... Nosotros no podemos tolerar una situación donde un conductor de locomotoras gane exactamente lo mismo que un asistente administrativo. Marx y Lenin dijeron que la diferencia entre trabajo calificado y no calificado existirá incluso en el socialismo, incluso después de la desaparición de las clases; y que sólo bajo el comunismo esta diferencia desaparecerá, por lo cual, incluso bajo el socialismo los “salarios” deben ser pagados de acuerdo con el trabajo realizado, y no de acuerdo con las necesidades."
El pensamiento de Stalin era puro racionalismo empresarial -- muy apropiado, ya que el discurso fue pronunciado en la conferencia de “ejecutivos de negocios” soviéticos. Pero su audiencia en 1931 estaba aun compuesta de antiguos miembros del partido, por lo cual él invocó la autoridad de Marx y Lenin. En contraste con Stalin, cuando Marx y Lenin sostuvieron que bajo el socialismo existirían desigualdades, ellos decían que estas serian remanentes del capitalismo que el estado obrero debería intentar eliminar en lugar de preservar.
Respecto a la distinción entre trabajo calificado y no calificado que tanto preocupaba a Stalin, Engels se burló de la idea de que bajo el socialismo pudiera haber diferencias entre las compensaciones. Cuando la sociedad ha tomado la responsabilidad de educar a los trabajadores no hay ninguna justificación para compensar en forma diferente a aquellos que están usando las habilidades que la sociedad le otorgó. Engels estaba contestando a su contemporáneo Dühring pero podría estar hablando directamente sobre Stalin:
"En el socialismo, el cual va a emancipar al trabajo humado de su posición como mercancía, el descubrimiento de que el trabajo no tiene valor es de una gran importancia. Con este descubrimiento, todos los intentos ... de regular la futura distribución de los medios necesarios para la vida bajo la forma de salarios se desmoronan. Y de él también viene la convicción de que la distribución, dado que es regulada por puras consideraciones económicas, es regulada por los intereses de la producción, y esta está determinada por un modo de distribución, que permite a todos los miembros de la sociedad desarrollar y utilizar sus capacidades en todas las direcciones posibles. Es verdad, que para la forma de pensamiento de las clases educadas de las cuales el señor Dühring proviene, debe parecer monstruoso que en el futuro no existan mas los albañiles o los arquitectos, ya que el hombre que durante medio día de instrucciones como arquitecto también deberá acarrear materiales durante un periodo ... . Es una forma muy particular de socialismo aquella que perpetua la existencia de albañiles. "
Y nosotros podríamos agregar, no es socialismo aquel sistema que preserva la existencia de escalafones laborales. Que en la Rusia soviética en los años 30 las normas capitalistas hayan sido sostenidas y admiradas, en lugar de combatidas y denigradas, demuestra la conciencia cínica con que los burócratas stalinistas aumentaban la explotación bajo la excusa de haber alcanzado el socialismo.
La pregunta más difícil que nos pone el análisis de Marx del derecho burgués esta relacionada con la intensidad del trabajo. ¿Deben dos trabajadores que tienen las mismas capacidades y entrenamiento y que trabajan el mismo número de horas recibir el mismo salario si uno trabaja mas duro que el otro? En el primer texto de Marx citado más arriba -- “el día de trabajo social consiste de la suma de la suma de las horas individuales de trabajo; el tiempo de trabajo individual de cada productor individual es la parte del día de trabajo social contribuido por él, es su contribución a él” -- Marx sugiere que los trabajadores bajo el socialismo serán compensados solamente por sus horas de trabajo: el patrón de medida será la cantidad y no la calidad de su trabajo.
Pero el segundo pasaje es más ambiguo. Si el trabajo es medido por su “duración o intensidad”, si las “características individuales desiguales” son reconocidas como una ventaja natural, luego el trabajador más capaz que contribuye con un mayor esfuerzo en el mismo tiempo debería recibir una mayor compensación. Esta es una forma de interpretar el “derecho desigual del trabajo desigual”. Por otro lado, el “derecho desigual” puede también ser interpretado como el derecho a una compensación igual incluso cuando el trabajo realizado sea desigual, al menos si su duración es equivalente. Esta última interpretación esta en concordancia con la abolición de la ley del valor bajo el socialismo, cuando los trabajadores son motivados no sólo por una compensación económica sino por su participación conciente en la sociedad socialista.
Esta última interpretación también coincide con la de Engels y Lenin. Engels observó que la “ley básica de la nueva comuna económica” será “igual salario para el mismo tiempo de trabajo”. Y Lenin notó que en la primera fase de la sociedad comunista:
" El ... principio socialista: ‘Una misma cantidad de trabajo por una misma cantidad de productos’ es también realizado. Pero esto no es aun el comunismo, y no elimina el ‘derecho burgués’, el cual da a individuos desiguales, en retorno de una cantidad desigual de trabajo, una cantidad igual de productos. "
Esto quiere decir que individuos con capacidades diferentes que realizan cantidades distintas de trabajo, pero en el mismo tiempo, deberán recibir una misma parte del producto social. También debe notarse que bajo el socialismo el trabajo requerido por la sociedad será realizado colectivamente dentro de lo posible en todas las esferas de la sociedad. La competencia entre trabajadores por mejores salarios será reducida o eliminada, y la cooperación para mejorar el trabajo se volverá dominante. Tales condiciones hacen innecesaria la retención de la desigualdad en la distribución de bienes.
En resumen, la tradición marxista postula que la transición de la sociedad al estadio superior del comunismo necesariamente pasa por la etapa socialista en la cual ciertas formas de desigualdad burguesa permanecerán. En parte. Estos “derechos burgueses” actúan en la dirección contraria a lo que su nombre sugiere: ciertos derechos desiguales favorecerán a las capas más atrasadas de la clase obrera. Pero dado que la “paga igualitaria” será aun el principio que gobierne la vida de trabajadores con necesidades desiguales, los trabajadores con mayores necesidades se verán perjudicados en comparación con el resto. Antes de esa etapa, obviamente, los tipos más familiares de desigualdad burguesa se mantendrán, donde una mayor calidad de trabajo será pagada con mejores salarios -- en el caso que la ley del valor aun opere. Ya veremos esto específicamente en la sociedad soviética temprana, pero primero investigaremos el estado obrero transicional en general.
La revolución bolchevique fue una confirmación indiscutible del marxismo: el proletariado, incluso bajo las condiciones de atraso de Rusia en 1917, fue capaz de destruir el estado burgués. Sin embargo, la subsiguiente historia de la Unión Soviética sembró algunas dudas: ¿cómo pudo la revolución liberadora haber creado una sociedad tan regresiva como el stalinismo? Desde el comienzo de la revolución hubo socialistas que desafiaron las propias bases de la revolución, sosteniendo que el estado soviético nunca fue proletario -- así como también están los que defienden en contra de toda razón que aun lo es. En este capítulo analizaremos las expectativas y esperanzas engendradas por el estado soviético revolucionario así como las causas de los inicios de su deformación.
Marx vio la necesidad de una sociedad transicional entre el capitalismo y el comunismo dado que él entendió que ninguna sociedad desaparece antes de agotar su capacidad de desarrollo de las fuerzas productivas. El capitalismo en la época de decadencia bloquea su propio desarrollo: el régimen burgués, las relaciones capitalistas y las rivalidades nacionales bloquean el avance de las fuerzas productivas. Luego el proletariado partiendo del inacabado potencial del capitalismo debe completarlo e ir más allá de las tareas burguesas. Sólo así pueden desarrollarse las fuerzas productivas al nivel en que una sociedad sin clases y libre de escasez sea posible.
La revolución bolchevique, de esta forma, estuvo dedicada a la consecución del comunismo por medio del estado obrero (“la dictadura del proletariado”). Marx y Engels nunca prepararon un plan detallado para la sociedad transicional; esto sólo podría ser hecho por la clase obrera en la práctica bajo circunstancias concretas. Sin embargo, ciertas características generales pueden bosquejarse anticipadamente estudiando la dinámica del desarrollo capitalista. Además también estaba la breve experiencia de la comuna de Paris como comparación. Es necesario recuperar estas lesiones porque la contrarrevolución eliminó el verdadero significado del estado obrero, así como su aplicación en la primera Unión Soviética, bajo toneladas de mentiras.
Socialismo y valor
El análisis del estado obrero transicional depende de la caracterización de la sociedad a la que este está transitando. El análisis de Marx del comunismo comienza con una diferenciación significante: hay dos etapas de la sociedad comunista. El objetivo final es una sociedad de abundancia material en la cual el programa “de cada uno según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades” puede cumplirse. Pero la abundancia no se obtiene de un día para el otro. La etapa superior del comunismo debe ser precedida por una etapa inferior en la cual las cuestiones de planificación y escasez deben ser resueltas.
Engels y Lenin se referían a la etapa inferior del comunismo como socialismo, y por claridad nosotros haremos lo mismo. La virtud del trabajo de Marx sobre el socialismo es que ilustra que la vida será libre de su subordinación al valor, el cual es tan dominante bajo el capitalismo que empaña nuestra percepción de todas las sociedades, pasadas y futuras. En particular, Marx dio una descripción de la distribución de bienes bajo el socialismo que ha sido interpretada de diversas formas; por lo cual deberemos reproducirlo en extenso:
"Dentro de una sociedad cooperativa basada en la propiedad colectiva de los medios de producción, los productores no intercambian sus productos; el trabajo empleado aquí en los productos aparece aquí sólo como el valor de los mismos representado en la cualidad material que ellos poseen -- dado que ahora, en contraste con la sociedad capitalista, el trabajo individual no existe más en una forma indirecta sino directamente como una parte componente del trabajo total. ...
A lo que tenemos que enfrentarnos aquí es a una sociedad comunista, no como si se hubiera desarrollado desde sus propias bases, sino por el contrario, como emerge de la sociedad capitalista, la cual está en cada aspecto -- económicamente, moralmente, intelectualmente -- impregnada con las rémoras de la sociedad de la cual emerge. Lo que cada integrante a dado a ella es su contribución individual de trabajo. Por ejemplo, el día de trabajo social consiste de la suma de las horas individuales de trabajo; el tiempo de trabajo individual de un productor individual es la parte del día de trabajo social contribuido por él, su contribución a él. Él recibe un certificado de parte de la sociedad que representa dicha cantidad de trabajo (después de deducirle la parte necesaria para los fondos comunes), y con este certificado puede extraer de los almacenes sociales los medios de consumo que pueda cubrir esa cantidad de trabajo. La misma cantidad de trabajo que ha sido dada a la sociedad en una forma es recibida de vuelta en otra.
Aquí obviamente el mismo principio que regula el intercambio de mercancías prevalece, ya que se trata de un intercambio de equivalentes. El contenido y la forma se cambian, porque en las circunstancias alteradas nadie puede dar otra cosa que su trabajo, y porque, por otro lado, nada puede pasar a la propiedad de los individuos excepto los medios individuales de consumo. Pero en cuanto a la distribución de estos últimos entre los productores individuales, prevalece el mismo principio que en el intercambio de mercancías: una dada cantidad de trabajo en una forma es intercambiada por una equivalente cantidad de trabajo en otra forma.
Luego, el derecho a la igualdad en principio existe -- un derecho burgués, a pesar de que el principio y la práctica no coincidan, mientras el intercambio de equivalentes en el intercambio de mercancías sólo existe en el promedio y no en cada caso individual. "
Ha de notarse que la hipótesis de que el trabajo de la sociedad y la compensación de los productores individuales estará científicamente organizada: el tiempo requerido por una tarea particular y el tiempo contribuido por cada trabajador será calculable y conocido. Esto significa que el valor ha sido abolido, ya que como hemos visto antes el valor es impreciso, indirecto, y es determinado con posterioridad de la realización del trabajo. En una sociedad socialista, como el trabajo y la producción son genuinamente colectivizados, la producción puede ser organizada concientemente para el uso en lugar de ser controlada por el mercado. Los bienes dejan de ser mercancías, y en la ausencia de clases privilegiadas y explotación, el trabajo incluido en la producción es medido directamente, abandonándose las formulas monetarias. Este pasa a ser trabajo social; no tiene que esperar a su realización como mercancía en el mercado.
Además, nadie posee propiedades excepto para cubrir las necesidades del consumo individual; de esta forma, ninguna tasa de retorno para los productores privados tiene que ser incluida en el valor de los productos. Luego el tiempo de trabajo incluido en un producto no sufre ninguna de las distorsiones que prevalecen en el capitalismo.
De todas formas, Marx observa que en esta primera etapa del comunismo el “mismo principio prevalece” que en el capitalismo; donde el intercambio de mercancías y valores es dominante. ¿Cuál es este principio? “Una dada cantidad de trabajo en una forma es intercambiado por una cantidad de trabajo equivalente en otra”. Esta es por supuesto la ley del valor en su formulación más pura: el principio del intercambio de equivalentes. Pero el valor en si mismo ha dejado de existir, y en esta sociedad “los productores no intercambian sus productos”!. Esto no es ninguna mistificación. Marx esta simplemente apuntando a que el principio genuino del intercambio igual del tiempo de trabajo solamente puede conseguirse cuando el propio valor es abolido, cuando la ciencia en lugar de las leyes ciegas del capitalismo gobierne la sociedad -- cuando de hecho no hay intercambio de productos producidos separadamente, ninguna barrera entre la producción individual y social.
El principio de igualdad, incluso después de la abolición del valor capitalista, es todavía un “derecho burgués” (o ley burguesa), porque representa una distribución desigual que enmascara un standard igual. (Sobre este punto nos explayaremos mas adelante). El grado superior del derecho burgués puede ser alcanzado cuando el régimen burgués ha sido destruido. Aquí tenemos un ejemplo inesperado de la revolución permanente: sólo mediante la eliminación de la burguesía se puede lograr el programa burgués de democracia e igualdad.
Lenin, escribiendo durante la revolución de 1917, elaboró la idea de Marx de que elementos de la economía burguesa sobrevivirán bajo el socialismo, remarcando que especialmente esto ocurriría en la distribución de bienes pero no en los derechos de propiedad sobre la producción:
Y así, en la primera fase de la sociedad comunista (generalmente llamada socialismo), el ‘derecho burgués’ no es abolido enteramente, sólo lo es en parte, en la proporción de la transformación económica alcanzada, o sea solamente respecto a los medios de producción. “El derecho burgués” los reconoce como una propiedad privada de individuos. El socialismo los convierte en propiedad colectiva. A este nivel, y sólo a este nivel, el “derecho burgués” desaparece.
Sin embargo, él continúa existiendo en la otra parte involucrada; el continua en la capacidad de regulador (factor determinante) en la distribución de productos y adjudicación del trabajo entre los miembros de la sociedad
Así la ley del valor como regulador de la producción ha sido eliminada dado que la producción se ha vuelto consciente, científicamente planificada por los productores asociados. Por ello esta justificado que llamemos a esta sociedad comunista a pesar de sus remanentes burgueses. Desigualdades de varios tipos persistirán entre los productores en la etapa inferior del comunismo, pero no existirán clases separadas que institucionalicen estas desigualdades. Las clases existían en la sociedad precomunista dada la necesidad de diferentes relaciones de producción. Pero cuando la propiedad es colectivizada, la base para la diferenciación de clases desaparece y las clases mismas se desintegran. El conjunto de la gente -- los productores asociados -- comparte la misma relación con la producción. Las desigualdades remanentes morirán cuando la producción socializada alcance la necesaria abundancia.
La desigualdad socialista
Marx nos recuerda que los derechos burgueses en la distribución aun existirán en el socialismo abriendo una disputa sobre que son estos derechos burgueses. Nosotros remarcamos el pasaje controversial sobre la Critica al Programa de Gotha; el mismo viene directamente después del pasaje anteriormente citado.
" Con respecto a este avance, este derecho igualitario es constantemente estigmatizado por la limitación burguesa. El derecho de los productores es proporcional al trabajo que ellos proveen; la igualdad consiste en el hecho de que la medición es hecha con un patrón igualitario, el trabajo.
Pero un trabajador es superior a otro física o mentalmente, y por ello el provee más trabajo en el mismo tiempo, o puede trabajar durante más tiempo; y el trabajo, para servir como medida, debe ser definido por su duración o intensidad, de otra forma deja de ser un patrón de medida. Este derecho igualitario es un derecho desigual para trabajos desiguales. Él no reconoce diferencia de clases, porque todo el mundo es un trabajador, pero tácitamente reconoce las diferencias entre individuos considerando a la capacidad productiva como un privilegio natural. Es de esta forma en su contenido un derecho de desigualdad como cualquier otro. El derecho por su propia naturaleza sólo puede consistir en la aplicación de un único patrón; pero individuos desiguales (y no habría individuos diferentes sin individuos desiguales) son mesurables por un mismo patrón sólo si son puestos bajo un mismo punto de vista, son considerados bajo una lado definido solamente, por ejemplo, en el caso presente, son considerados sólo como trabajadores y nada más es considerado en ellos, todo el resto es ignorado. Además, un trabajador esta casado, otro no; uno tiene más hijos que otro, y así podemos continuar. Luego, con el mismo resultado en el trabajo, y en consecuencia una participación igual en el fondo social de medios de consumo, uno va a recibir de hecho más que el otro, uno será más rico que el otro. Para evitar todos estos defectos, el derecho en lugar de ser igualitario tendrá que ser desigual.
Pero estos defectos son inevitables en la primera fase de la sociedad comunista, cuando esta emerge de la sociedad capitalista. El derecho nunca podrá ser superior que la estructura económica de la sociedad ya su desarrollo cultural condicionado de esta forma. "
A pesar de la elevada conciencia social de la sociedad socialista, cierto grado de desigualdad necesariamente persistirá. Nosotros notamos, sin embargo, que el nivel al que incluso la sombra de la “ley del valor” es aplicable en el socialismo depende de condiciones históricas específicas. Marx escribió que en el socialismo:
"El modo de ... distribución variará con la organización productiva de la comunidad, y el grado de desarrollo histórico alcanzado por los productores. Asumiremos, meramente haciendo un paralelo con la producción de mercancías, que la participación de cada productor esta determinada por su tiempo de trabajo. "
Esto significa, que a medida que el estadio inferior del comunismo se mueve hacia la abundancia, la necesidad de un derecho burgués ira disminuyendo. De todas las rémoras del capitalismo que Marx menciona, el ejemplo más claro de este desarrollo es el último. A pesar de que la participación de los trabajadores en el consumo sea igualitaria, Marx dice que algunas personas recibirán más que otras dado que los trabajadores tendrán diferentes necesidades como resultados de sus diferentes realidades familiares, condiciones de salud, etc. Hoy podemos decir que parte de esta desigualdad será mitigada por medidas tales como suplementos por hijos y beneficios sociales distribuidos públicamente independientemente de la contribución de trabajo de cada individuo. La posibilidad de un “salario social” es más clara en nuestra época que en la de Marx.
El aspecto más controvertido del derecho burgués bajo el socialismo deriva de la diferencia entre trabajos respecto a las capacidades y a la intensidad. Stalin, por ejemplo, durante la contrarrevolución, trató de justificar las crecientes desigualdades de la sociedad soviética e imponer condicionantes burgueses a la clase obrera. Él defendió la necesidad de mayores salarios para los trabajadores calificados:
" La consecuencia de la igualdad salarial es que los trabajadores no calificados pierden el incentivo para calificarse privándose así de la posibilidad del progreso ... y haciendo que los trabajadores calificados vaguen de una fabrica a la otra hasta que encuentren una donde sus habilidades sean apreciadas . ... Con el objeto de poner un final a este problema es necesaria la abolición de la igualdad salarial descartándose las antiguas escalas saláriales. ... Nosotros no podemos tolerar una situación donde un conductor de locomotoras gane exactamente lo mismo que un asistente administrativo. Marx y Lenin dijeron que la diferencia entre trabajo calificado y no calificado existirá incluso en el socialismo, incluso después de la desaparición de las clases; y que sólo bajo el comunismo esta diferencia desaparecerá, por lo cual, incluso bajo el socialismo los “salarios” deben ser pagados de acuerdo con el trabajo realizado, y no de acuerdo con las necesidades."
El pensamiento de Stalin era puro racionalismo empresarial -- muy apropiado, ya que el discurso fue pronunciado en la conferencia de “ejecutivos de negocios” soviéticos. Pero su audiencia en 1931 estaba aun compuesta de antiguos miembros del partido, por lo cual él invocó la autoridad de Marx y Lenin. En contraste con Stalin, cuando Marx y Lenin sostuvieron que bajo el socialismo existirían desigualdades, ellos decían que estas serian remanentes del capitalismo que el estado obrero debería intentar eliminar en lugar de preservar.
Respecto a la distinción entre trabajo calificado y no calificado que tanto preocupaba a Stalin, Engels se burló de la idea de que bajo el socialismo pudiera haber diferencias entre las compensaciones. Cuando la sociedad ha tomado la responsabilidad de educar a los trabajadores no hay ninguna justificación para compensar en forma diferente a aquellos que están usando las habilidades que la sociedad le otorgó. Engels estaba contestando a su contemporáneo Dühring pero podría estar hablando directamente sobre Stalin:
"En el socialismo, el cual va a emancipar al trabajo humado de su posición como mercancía, el descubrimiento de que el trabajo no tiene valor es de una gran importancia. Con este descubrimiento, todos los intentos ... de regular la futura distribución de los medios necesarios para la vida bajo la forma de salarios se desmoronan. Y de él también viene la convicción de que la distribución, dado que es regulada por puras consideraciones económicas, es regulada por los intereses de la producción, y esta está determinada por un modo de distribución, que permite a todos los miembros de la sociedad desarrollar y utilizar sus capacidades en todas las direcciones posibles. Es verdad, que para la forma de pensamiento de las clases educadas de las cuales el señor Dühring proviene, debe parecer monstruoso que en el futuro no existan mas los albañiles o los arquitectos, ya que el hombre que durante medio día de instrucciones como arquitecto también deberá acarrear materiales durante un periodo ... . Es una forma muy particular de socialismo aquella que perpetua la existencia de albañiles. "
Y nosotros podríamos agregar, no es socialismo aquel sistema que preserva la existencia de escalafones laborales. Que en la Rusia soviética en los años 30 las normas capitalistas hayan sido sostenidas y admiradas, en lugar de combatidas y denigradas, demuestra la conciencia cínica con que los burócratas stalinistas aumentaban la explotación bajo la excusa de haber alcanzado el socialismo.
La pregunta más difícil que nos pone el análisis de Marx del derecho burgués esta relacionada con la intensidad del trabajo. ¿Deben dos trabajadores que tienen las mismas capacidades y entrenamiento y que trabajan el mismo número de horas recibir el mismo salario si uno trabaja mas duro que el otro? En el primer texto de Marx citado más arriba -- “el día de trabajo social consiste de la suma de la suma de las horas individuales de trabajo; el tiempo de trabajo individual de cada productor individual es la parte del día de trabajo social contribuido por él, es su contribución a él” -- Marx sugiere que los trabajadores bajo el socialismo serán compensados solamente por sus horas de trabajo: el patrón de medida será la cantidad y no la calidad de su trabajo.
Pero el segundo pasaje es más ambiguo. Si el trabajo es medido por su “duración o intensidad”, si las “características individuales desiguales” son reconocidas como una ventaja natural, luego el trabajador más capaz que contribuye con un mayor esfuerzo en el mismo tiempo debería recibir una mayor compensación. Esta es una forma de interpretar el “derecho desigual del trabajo desigual”. Por otro lado, el “derecho desigual” puede también ser interpretado como el derecho a una compensación igual incluso cuando el trabajo realizado sea desigual, al menos si su duración es equivalente. Esta última interpretación esta en concordancia con la abolición de la ley del valor bajo el socialismo, cuando los trabajadores son motivados no sólo por una compensación económica sino por su participación conciente en la sociedad socialista.
Esta última interpretación también coincide con la de Engels y Lenin. Engels observó que la “ley básica de la nueva comuna económica” será “igual salario para el mismo tiempo de trabajo”. Y Lenin notó que en la primera fase de la sociedad comunista:
" El ... principio socialista: ‘Una misma cantidad de trabajo por una misma cantidad de productos’ es también realizado. Pero esto no es aun el comunismo, y no elimina el ‘derecho burgués’, el cual da a individuos desiguales, en retorno de una cantidad desigual de trabajo, una cantidad igual de productos. "
Esto quiere decir que individuos con capacidades diferentes que realizan cantidades distintas de trabajo, pero en el mismo tiempo, deberán recibir una misma parte del producto social. También debe notarse que bajo el socialismo el trabajo requerido por la sociedad será realizado colectivamente dentro de lo posible en todas las esferas de la sociedad. La competencia entre trabajadores por mejores salarios será reducida o eliminada, y la cooperación para mejorar el trabajo se volverá dominante. Tales condiciones hacen innecesaria la retención de la desigualdad en la distribución de bienes.
En resumen, la tradición marxista postula que la transición de la sociedad al estadio superior del comunismo necesariamente pasa por la etapa socialista en la cual ciertas formas de desigualdad burguesa permanecerán. En parte. Estos “derechos burgueses” actúan en la dirección contraria a lo que su nombre sugiere: ciertos derechos desiguales favorecerán a las capas más atrasadas de la clase obrera. Pero dado que la “paga igualitaria” será aun el principio que gobierne la vida de trabajadores con necesidades desiguales, los trabajadores con mayores necesidades se verán perjudicados en comparación con el resto. Antes de esa etapa, obviamente, los tipos más familiares de desigualdad burguesa se mantendrán, donde una mayor calidad de trabajo será pagada con mejores salarios -- en el caso que la ley del valor aun opere. Ya veremos esto específicamente en la sociedad soviética temprana, pero primero investigaremos el estado obrero transicional en general.