IEP:
notica aparecido en el DEIA. Ana Urchueguia exalcaldesa del PSE-EE en Lasarte-Oria y actual delegada del gobierno vascongado en Chile y Peru, compra 1 millon de hectareas en nicaragua mediante una ONG gestionada por su marido.
notica aparecido en el DEIA. Ana Urchueguia exalcaldesa del PSE-EE en Lasarte-Oria y actual delegada del gobierno vascongado en Chile y Peru, compra 1 millon de hectareas en nicaragua mediante una ONG gestionada por su marido.
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Ana Urchueguía compró una de las mayores fincas de Nicaragua a la ONG que tutelaba desde Lasarte-Oria
Ana Urchueguía compró una de las mayores fincas de Nicaragua a la ONG que tutelaba desde Lasarte-Oria
La delegada del Gobierno López en Chile y exalcaldesa de Lasarte-Oria cerró la compraventa en 2007 con la ONG Asodecom, cuyo presidente era Marcio Rivas, que entonces era su pareja y al que en 2004 había aupado a la alcaldía de Somoto.
G.Nagore/A.U.Soto - Viernes, 25 de Febrero de 2011DONOSTIA. La exalcaldesa de Lasarte-Oria y actual delegada del Gobierno Vasco en Chile y Perú, Ana Urchueguía, adquirió en 2007 una finca de cerca de un millón de metros cuadrados a la Asociación de Desarrollo Comunitario (Asodecom), la ONG nicaragüense que gestiona los proyectos de cooperación subvencionados tanto por el Ayuntamiento de Lasarte-Oria, como por otros municipios vascos y del Estado español. Según la Certificación Registral a la que ha tenido acceso NOTICIAS DE GIPUZKOA, es un lote de terreno rústico de 98 hectáreas ubicado en el municipio nicaragüense de Las Sabanas, a 24 kilómetros de Somoto, la cabecera departamental de Madriz.
AÑOS DE SOSPECHAS El testimonio de escritura pública se firmó el 20 de agosto de 2007, apenas tres meses después de que Urchueguía fuera reelegida como alcaldesa de Lasarte-Oria, aunque esta vez sin mayoría absoluta. Para entonces, la gestión municipal de las ayudas de cooperación ya había sido puesta en entredicho por un artículo publicado en la revista Diagonal por el periodista Sergio de Castro bajo el título Acusan a la alcaldesa de Lasarte de hacer negocio con la cooperación en Nicaragua, así como por la revista Época con la publicación en portada de una vivienda que resultó no ser la de cuya respuesta por parte de la exalcaldesa socialista no tardó en llegar en julio de ese mismo año con los conocidos vídeos colgados en Youtube.
En el propio Ayuntamiento, la oposición ya había pedido explicaciones en reiteradas ocasiones por la gestión que Urchueguía, apoyada en su teniente de alcalde, Iñaki Múgica, estaba haciendo de las subvenciones de cooperación de Lasarte-Oria, aunque la exalcaldesa también canalizaba otras ayudas procedentes de distintos municipios. Su figura dentro de la cooperación era avalada entonces por los cargos que desempeñó hasta su renuncia como alcaldesa en febrero de 2010. Muchos ayuntamientos confiaban la gestión de sus ayudas de cooperación en una figura que llegaba avalada con los cargos de vicepresidenta de Euskal Fondoa y responsable de la comisión de Cooperación de la Fundación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
En dicho contexto, Urchueguía adquirió la finca de Las Sabanas, una de las de mayor extensión de toda Nicaragua con sus 98 hectáreas de terreno, propiedad de la ONG desde enero de 2004. Como representante de Asodecom en la venta, aparece en la escritura su presidente, el sandinista Marcio Ariel Rivas Núñez, quien a finales de eses mismo año sería elegido alcalde de Somoto gracias a un programa electoral basado en los proyectos de cooperación, algunos financiados desde Lasarte-Oria, y con quien Ana Urchueguía mantuvo una relación sentimental.
EL GERMEN Pero la relación entre ambos municipios viene de lejos y se inicia con la firma de un acuerdo de hermanamiento en 1997, siendo alcaldesa del municipio guipuzcoano Ana Urchueguia, que se plasma con la creación de la Oficina de Hermanamiento de Lasarte-Oria (OHLOS), dependiente del Ayuntamiento de Somoto. Hasta el año 2000, tanto OHLOS como otro departamento municipal denominado Comisión de Desarrollo Comunitario, Ayuda al Campo (CDC) son los destinatarios de las ayudas enviadas desde Lasarte-Oria.
Sin embargo, tras las elecciones del 2000, OHLOS se desvincula del Ayuntamiento de Somoto. Asimismo, Marcio Rivas, junto con otros 14 socios, crean Asodecom, también de forma independiente del Gobierno municipal. Desde ese momento, tanto OHLOS como la ONG han gestionado las ayudas que controlaba de forma exclusiva Ana Urchueguia, no sólo desde Lasarte-Oria, sino también desde otros municipios vascos y del Estado que tuvieran como objetivo ejecutar proyectos de cooperación en Somoto. Y lo hacían, a pesar de que la oficina de hermanamiento no disponía de entidad jurídica. Precisamente, el interventor del Ayuntamiento de Lasarte-Oria, Ion Murua, denunció esta "irregularidad" en un informe de noviembre de 2009 que desembocó en la creación de la Comisión de Investigación en el seno del Consistorio, cuyas conclusiones todavía no se han dado a conocer.
MÁS DE DOS MILLONES DE EUROS Por tanto, la propiedad adquirida por la exalcaldesa de Lasarte-Oria fue financiada, supuestamente, por dinero de cooperación enviado al municipio nicaragüense. En total, la oficina de hermanamiento ha recibido más de un millón y medio de euros entre 1997 y 2008 (ambos inclusive) en ayudas a la cooperación desde Lasarte-Oria, mientras que Asodecom ha sido destinataria de 482.162,97 euros entre 2001 y 2008 (en 2009 el interventor municipal paraliza el envío de ayudas hasta que no se aclaren las "irregularidades" detectadas". Además, el Consistorio lasartearra donó en el año 2000 a la Comisión de Desarrollo Comunitario 75.591,43 euros. En total, el Ayuntamiento socialista ha enviado más de dos millones de euros (2.119.973) a Nicaragua.
Su valor: de 200.000 a 300.000 euros
¿Cuánto le costó la finca a Ana Urchueguía? Es la pregunta del millón, y nunca mejor dicho, porque el Certificado Registral cita que el precio de venta fue de “once millones ciento diez mil córdobas, equivalentes a sesenta mil dólares U$60.000,00”. Sin embargo, en 2007, el dolar equivalía a 18,5 córdobas nicaragüenses, según datos del Banco de España. Por tanto, si hubiera valido once millones de córdobas, como cita en primer lugar, su equivalente sería de 600.000 dólares y no 60.000. Presuponiendo, por otro lado, que el error no estuviera en los dólares, entonces tendría que hablar de 1.110.000 córdobas, que es a lo que equivalían los 60.000 dólares en 2007. Ante esta complejidad, se ha consultado a tasadores y a una registradora del Departamento de Madriz que hablan de que el precio por manzana podría rondar entre los 2.000 y los 3.000 dólares. Teniendo en cuenta que la finca posee 140 manzanas, el coste en el mercado de la finca alcanzaría entre 280.000 y 420.000 dólares de entonces, lo que venía a ser unos 200.000 o 300.000 euros. > G.N./A.U.S.
AÑOS DE SOSPECHAS El testimonio de escritura pública se firmó el 20 de agosto de 2007, apenas tres meses después de que Urchueguía fuera reelegida como alcaldesa de Lasarte-Oria, aunque esta vez sin mayoría absoluta. Para entonces, la gestión municipal de las ayudas de cooperación ya había sido puesta en entredicho por un artículo publicado en la revista Diagonal por el periodista Sergio de Castro bajo el título Acusan a la alcaldesa de Lasarte de hacer negocio con la cooperación en Nicaragua, así como por la revista Época con la publicación en portada de una vivienda que resultó no ser la de cuya respuesta por parte de la exalcaldesa socialista no tardó en llegar en julio de ese mismo año con los conocidos vídeos colgados en Youtube.
En el propio Ayuntamiento, la oposición ya había pedido explicaciones en reiteradas ocasiones por la gestión que Urchueguía, apoyada en su teniente de alcalde, Iñaki Múgica, estaba haciendo de las subvenciones de cooperación de Lasarte-Oria, aunque la exalcaldesa también canalizaba otras ayudas procedentes de distintos municipios. Su figura dentro de la cooperación era avalada entonces por los cargos que desempeñó hasta su renuncia como alcaldesa en febrero de 2010. Muchos ayuntamientos confiaban la gestión de sus ayudas de cooperación en una figura que llegaba avalada con los cargos de vicepresidenta de Euskal Fondoa y responsable de la comisión de Cooperación de la Fundación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
En dicho contexto, Urchueguía adquirió la finca de Las Sabanas, una de las de mayor extensión de toda Nicaragua con sus 98 hectáreas de terreno, propiedad de la ONG desde enero de 2004. Como representante de Asodecom en la venta, aparece en la escritura su presidente, el sandinista Marcio Ariel Rivas Núñez, quien a finales de eses mismo año sería elegido alcalde de Somoto gracias a un programa electoral basado en los proyectos de cooperación, algunos financiados desde Lasarte-Oria, y con quien Ana Urchueguía mantuvo una relación sentimental.
EL GERMEN Pero la relación entre ambos municipios viene de lejos y se inicia con la firma de un acuerdo de hermanamiento en 1997, siendo alcaldesa del municipio guipuzcoano Ana Urchueguia, que se plasma con la creación de la Oficina de Hermanamiento de Lasarte-Oria (OHLOS), dependiente del Ayuntamiento de Somoto. Hasta el año 2000, tanto OHLOS como otro departamento municipal denominado Comisión de Desarrollo Comunitario, Ayuda al Campo (CDC) son los destinatarios de las ayudas enviadas desde Lasarte-Oria.
Sin embargo, tras las elecciones del 2000, OHLOS se desvincula del Ayuntamiento de Somoto. Asimismo, Marcio Rivas, junto con otros 14 socios, crean Asodecom, también de forma independiente del Gobierno municipal. Desde ese momento, tanto OHLOS como la ONG han gestionado las ayudas que controlaba de forma exclusiva Ana Urchueguia, no sólo desde Lasarte-Oria, sino también desde otros municipios vascos y del Estado que tuvieran como objetivo ejecutar proyectos de cooperación en Somoto. Y lo hacían, a pesar de que la oficina de hermanamiento no disponía de entidad jurídica. Precisamente, el interventor del Ayuntamiento de Lasarte-Oria, Ion Murua, denunció esta "irregularidad" en un informe de noviembre de 2009 que desembocó en la creación de la Comisión de Investigación en el seno del Consistorio, cuyas conclusiones todavía no se han dado a conocer.
MÁS DE DOS MILLONES DE EUROS Por tanto, la propiedad adquirida por la exalcaldesa de Lasarte-Oria fue financiada, supuestamente, por dinero de cooperación enviado al municipio nicaragüense. En total, la oficina de hermanamiento ha recibido más de un millón y medio de euros entre 1997 y 2008 (ambos inclusive) en ayudas a la cooperación desde Lasarte-Oria, mientras que Asodecom ha sido destinataria de 482.162,97 euros entre 2001 y 2008 (en 2009 el interventor municipal paraliza el envío de ayudas hasta que no se aclaren las "irregularidades" detectadas". Además, el Consistorio lasartearra donó en el año 2000 a la Comisión de Desarrollo Comunitario 75.591,43 euros. En total, el Ayuntamiento socialista ha enviado más de dos millones de euros (2.119.973) a Nicaragua.
Su valor: de 200.000 a 300.000 euros
¿Cuánto le costó la finca a Ana Urchueguía? Es la pregunta del millón, y nunca mejor dicho, porque el Certificado Registral cita que el precio de venta fue de “once millones ciento diez mil córdobas, equivalentes a sesenta mil dólares U$60.000,00”. Sin embargo, en 2007, el dolar equivalía a 18,5 córdobas nicaragüenses, según datos del Banco de España. Por tanto, si hubiera valido once millones de córdobas, como cita en primer lugar, su equivalente sería de 600.000 dólares y no 60.000. Presuponiendo, por otro lado, que el error no estuviera en los dólares, entonces tendría que hablar de 1.110.000 córdobas, que es a lo que equivalían los 60.000 dólares en 2007. Ante esta complejidad, se ha consultado a tasadores y a una registradora del Departamento de Madriz que hablan de que el precio por manzana podría rondar entre los 2.000 y los 3.000 dólares. Teniendo en cuenta que la finca posee 140 manzanas, el coste en el mercado de la finca alcanzaría entre 280.000 y 420.000 dólares de entonces, lo que venía a ser unos 200.000 o 300.000 euros. > G.N./A.U.S.
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caso urchueguia
delegada de lópez, bajo sospecha
caso urchueguia
delegada de lópez, bajo sospecha
"Doña Ana es dueña de todo lo que ven"
Jesús Moreno, el capataz de la finca de Urchueguía, recibe cortés a los extranjeros. Ni los esperaba ni los conoce, pero presume del vasto territorio que vigila: "Aquello es un robledal, de lo mejor del país"
xabier lapitz - Sábado, 26 de Febrero de 2011Para que un forastero llegue a la finca de "doña Ana", hacen falta la conjunción de varios factores: un buen vehículo todoterreno, un guía preguntón y conocedor de la idiosincrasia nicaragüense, tiempo para buscarla, paciencia y suerte. Pero el resultado merece la pena. Una enorme extensión de terreno de bosque y pasto en uno de los puntos más altos de Nicaragua recibe al visitante con una brisa y unos envidiables veinte grados de temperatura, casi insólitos en estos lares. La vista es inigualable, en el horizonte se divisan colinas y volcanes salpicados de pequeñas comunidades de agricultores y las luces de la tarde confieren al terreno una serenidad solo interrumpida por el mugido de las vacas y el relinchar de yeguas y caballos.
Machete en mano, Jesús Moreno recibe al gringo que dio con el terreno: "Son 86 manzanas (algo menos de setenta hectáreas) de puro robledal. Lo mejor de lo mejor en madera. El resto pasto, hasta 140 manzanas, para el ganado y los caballos". En total, un millón de metros cuadrados: cien campos de fútbol.
Jesús, un campesino lugareño, es el capataz de la finca que mantiene el negocio más escondido de Ana Urchueguía. Un lugar recóndito donde "la alcaldesa de España", como le define uno de sus peones, no se corta a la hora de dejar huella: las vacas y los toros llevan marcado a fuego el sello AU. "Es el fierro de la propietaria con sus iniciales". Eso confirma que hemos llegado al lugar que buscábamos desde hace horas.
A izquierda y derecha, la naturaleza se empeña en demostrarnos su fertilidad: bananos, maíz, frijoles, tabaco, frutales de todo tipo, nequén (una especie de aloe vera muy apreciada para fabricar cuerdas) y cafetales por doquier.
Son más de dos horas desde que dejamos el centro de Somoto hasta que llegamos a un portón sin nombre. Es la única entrada a la finca de "la alcalda", nos dice Ernesto, que ha venido corriendo detrás de coche para que no nos perdamos. No se puede negar buena voluntad a estos campesinos que desconocen lo que supone que Ana Urchueguía haya comprado la finca a Asodecom, la ONG a la que ella misma daba ingentes cantidades de dinero en nombre de la cooperación.
Ernesto ha sido el último eslabón de una larga búsqueda, porque a pesar de la considerable extensión del terreno casi nadie sabe quién es el verdadero propietario de tan rico latifundio. "Son razones casi históricas", nos advierte el somoteño que nos acompaña. "No pregunten por la finca de doña Ana, fíjense en el historial del registro y así llegaremos".
Dicho y hecho. Primera parada en el núcleo de Las Sabanas, una pequeña población donde los campesinos a caballo se mezclan con el alumnado vestido de impoluto blanco. Nadie parece saber dónde cae esa finca sin nombre hasta que una mujer entrada en años la reconoce cuando citamos al propietario "histórico": Mocho Umanzor. "Aquella finca debe ser la que compró el que era alcalde de Somoto, Marcio Rivas". En ese momento sabemos que vamos bien, porque Marcio y Ana son (o lo eran) uña y carne... en el sentido más literal del término.
"Sigan hacia arriba y busquen el camino de Oruce", grita cuando ya estamos en marcha. La siguiente señal es un poste de Movistar que asoma entre ceibas, robles y pinos que por un momento recuerdan a cualquier camino de montaña en Euskadi. "Después de la señal, bajen por la pista de la derecha", nos dice un campesino desde su cabalgadura.
El camino se complica, y por fin vemos lo más parecido a un terreno potrero (así le llaman a los llanos con pasto) y una finca con casa. Pero esa corresponde a Benjamín, y su capataz nos da más señales: "No es de Marcio, él la administra. La llamamos de Asodecom, aunque siempre fue la finca San Ramón, y el capataz que la lleva es Jesús Moreno. Sigan, y cuando vean su casa, pregunten".
Seguimos ascendiendo hasta que parece que el camino llega a su fin. Un conjunto de cuatro bordas anuncia el final del trayecto. Allí viven Jesús y su familia, más de una docena de parientes que charlan tranquilamente apoyados en el murete de piedra que marca las lindes. Preguntamos por el capataz, pero aún hay que volver a encender el motor del coche. "Jesús está en la finca, que no es la que ven aquí con el café sino otra más llana, más buena para el pasto". Sigue la búsqueda, pero no podemos estar lejos porque Ernesto viene corriendo y porque vemos un cartel donde se lee "Finca Rosario". Los datos del equipo de investigación de Noticias de Gipuzkoa se revelan muy exactos, porque según las escrituras uno de los terrenos lindantes de la finca de Ana Urchueguía pertenece a Rosario Umanzor, hermana del antiguo propietario del terreno donde ahora pasta el ganado de la delegada del Gobierno vasco en Chile.
Por fin, cuando el camino acaba en un vallado con espino, Ernesto nos enseña la entrada a la finca. Retira el cierre y abre el portón a las posesiones más ignotas de "Doña Ana". El GPS marca latitud N13º 21"54,7" y longitud 86º 39"17,3" (los curiosos pueden consultar las coordenadas en Google Earth y admirar desde el cielo los dominios de Urchueguía en este precioso lugar).
La entrada permite observar cerca de diez hectáreas de un terreno con pasto que amarillea justo antes de que empiece la época de lluvia, pero aún con una pequeña laguna en lontananza donde abrevan algunas de las cabezas de ganado propiedad de Ana Urchueguía. Jesús dice que son cerca de un centenar de reses. Más allá, se extiende una masa forestal tupida pero no selvática. "Es un robledal, de lo mejor del país. Pura madera", exclama orgulloso Jesús al pensar que somos potenciales compradores.
Jesús parece encantado de recibir a extranjeros a los que no esperaba. No se muestra reservado, tiene el carácter noble del campesino que, orgulloso, muestra la tierra que trabaja. "Esto da mucho trabajo, porque la extensión es muy grande y estoy solo". En esto no es muy exacto porque aparecen surgidos del horizonte media docena de jóvenes: "Son la cuadrilla que me echa una mano".
La cuadrilla y él viven en las casas que unos metros más abajo hemos dejado atrás. Un pequeño poblado sin agua corriente aunque con poste de luz. Debe de ser, este de la electricidad, uno de sus pocos lujos, porque pertenecen a las clases más humildes de Nicaragua, esa a la que Urchueguía trataba tan despectivamente en los vídeos difundidos a través de Youtube. "A mí me dejan dentro de la finca un pequeño terrenito donde cultivo unos frijolitos y un poco de maíz, y ya… con eso vamos tirando", dice Jesús.
Ellos van tirando y parecen satisfechos de tener al menos ese pequeño terreno. Pero la propietaria no quiere que nadie se olvide de quién manda allá, pese a que sean otros quienes trabajen su tierra. La prueba llega a lomos de una vaca de cuatro años con pelo color crema y vetas en canela. Sobre el cuarto trasero derecho, una marca a fuego avisa de quién es la dueña: AU. Al principio, uno piensa que está imaginando lo que no cree posible, pero es el propio Jesús quien nos saca de dudas: "Son las iniciales de la alcaldesa de España: Ana y la U de un apellido difícil. El fierro está depositado en el ayuntamiento, no lo tengo aquí". Para conseguir marcar el ganado, hace falta pagar un canon anual al Ayuntamiento, y eso obra a modo de certificado de propiedad.
A esta hora de la tarde, Jesús y el resto de peones están recogiendo el ganado para meterlo en el cercado junto al que se levantan unos cimientos con cuatro paredes sin techar. Es el segundo intento de levantar una casa, porque otras varillas metálicas de construcción asoman retorcidas y oxidadas unos metros más allá. "Es que está en venta", dice Jesús, como queriéndose exculpar. Pregunto por el precio y sonríe mostrando un extraño reborde dorado en toda la dentadura frontal: "Eso lo tiene que hablar con Aquiles García, el administrador de las propiedades de doña Ana en Somoto; ayer mismo estuvo aquí para llevarse una yegua".
Aquiles García es el nuevo hombre fuerte de Ana Urchueguía en Somoto y sus alrededores. Antes lo fue Marcia Rivas, pero la relación se deterioró y el exalcalde fue apartado de este negocio, aunque aún hay muchos lugareños que desconocen este cambio. Los dos, Marcia y Aquiles, constituyen junto a Marvin Corrales (que se encarga de manejar otros intereses de Urchueguía en Somoto) el núcleo duro de la delegada del Gobierno vasco en Chile y Perú en esta zona del norte de Nicaragua.
"Vayan y pregunten por Aquiles, aunque ya le digo que solo se vende la finca entera, no por lotes, y esto cuesta mucho dinero", se despide el amable empleado de Urchueguía levantando el machete al lanzarnos el último saludo. "Salgan por el otro lado, no vayan otra vez a Las Sabanas, que van a agarrar antes la panamericana que les lleva Somoto". Gracias, Jesús, buen consejo.
Machete en mano, Jesús Moreno recibe al gringo que dio con el terreno: "Son 86 manzanas (algo menos de setenta hectáreas) de puro robledal. Lo mejor de lo mejor en madera. El resto pasto, hasta 140 manzanas, para el ganado y los caballos". En total, un millón de metros cuadrados: cien campos de fútbol.
Jesús, un campesino lugareño, es el capataz de la finca que mantiene el negocio más escondido de Ana Urchueguía. Un lugar recóndito donde "la alcaldesa de España", como le define uno de sus peones, no se corta a la hora de dejar huella: las vacas y los toros llevan marcado a fuego el sello AU. "Es el fierro de la propietaria con sus iniciales". Eso confirma que hemos llegado al lugar que buscábamos desde hace horas.
un espectáculo de la naturaleza
De Somoto a Las Sabanas
La carretera que une Somoto con Las Sabanas, un municipio a veinte kilómetros del "epicentro de la cooperación", comienza con un pavimento adoquinado, sigue en una pista de piedra más o menos transitable (uno no sale de su asombro al ver circular un autobús) hasta el poblado de San Lucas, se convierte en un complicado camino hasta el municipio de Las Sabanas (término municipal al que pertenece la finca) y termina en una prueba para expertos del 4x4 si se quiere llegar hasta la finca.De Somoto a Las Sabanas
A izquierda y derecha, la naturaleza se empeña en demostrarnos su fertilidad: bananos, maíz, frijoles, tabaco, frutales de todo tipo, nequén (una especie de aloe vera muy apreciada para fabricar cuerdas) y cafetales por doquier.
Son más de dos horas desde que dejamos el centro de Somoto hasta que llegamos a un portón sin nombre. Es la única entrada a la finca de "la alcalda", nos dice Ernesto, que ha venido corriendo detrás de coche para que no nos perdamos. No se puede negar buena voluntad a estos campesinos que desconocen lo que supone que Ana Urchueguía haya comprado la finca a Asodecom, la ONG a la que ella misma daba ingentes cantidades de dinero en nombre de la cooperación.
Ernesto ha sido el último eslabón de una larga búsqueda, porque a pesar de la considerable extensión del terreno casi nadie sabe quién es el verdadero propietario de tan rico latifundio. "Son razones casi históricas", nos advierte el somoteño que nos acompaña. "No pregunten por la finca de doña Ana, fíjense en el historial del registro y así llegaremos".
Dicho y hecho. Primera parada en el núcleo de Las Sabanas, una pequeña población donde los campesinos a caballo se mezclan con el alumnado vestido de impoluto blanco. Nadie parece saber dónde cae esa finca sin nombre hasta que una mujer entrada en años la reconoce cuando citamos al propietario "histórico": Mocho Umanzor. "Aquella finca debe ser la que compró el que era alcalde de Somoto, Marcio Rivas". En ese momento sabemos que vamos bien, porque Marcio y Ana son (o lo eran) uña y carne... en el sentido más literal del término.
"Sigan hacia arriba y busquen el camino de Oruce", grita cuando ya estamos en marcha. La siguiente señal es un poste de Movistar que asoma entre ceibas, robles y pinos que por un momento recuerdan a cualquier camino de montaña en Euskadi. "Después de la señal, bajen por la pista de la derecha", nos dice un campesino desde su cabalgadura.
El camino se complica, y por fin vemos lo más parecido a un terreno potrero (así le llaman a los llanos con pasto) y una finca con casa. Pero esa corresponde a Benjamín, y su capataz nos da más señales: "No es de Marcio, él la administra. La llamamos de Asodecom, aunque siempre fue la finca San Ramón, y el capataz que la lleva es Jesús Moreno. Sigan, y cuando vean su casa, pregunten".
cien reses de la ganadería "au"
La finca y el fierro
El camino, ya de por sí muy complicado, se convierte en intransitable si no lleva el volante un conductor experto. Más preguntas en las tres chabolas de campesinos nos dicen que estamos cerca: "Por allá tuerzan después de la escuela de Oruce", dice uno; "Agarren el camino al Matasano", dice el otro; "Justo detrás de esta loma van a encontrar un llano y esa es la finca que lleva Jesús, aunque no sé decirle quién es el dueño".La finca y el fierro
Seguimos ascendiendo hasta que parece que el camino llega a su fin. Un conjunto de cuatro bordas anuncia el final del trayecto. Allí viven Jesús y su familia, más de una docena de parientes que charlan tranquilamente apoyados en el murete de piedra que marca las lindes. Preguntamos por el capataz, pero aún hay que volver a encender el motor del coche. "Jesús está en la finca, que no es la que ven aquí con el café sino otra más llana, más buena para el pasto". Sigue la búsqueda, pero no podemos estar lejos porque Ernesto viene corriendo y porque vemos un cartel donde se lee "Finca Rosario". Los datos del equipo de investigación de Noticias de Gipuzkoa se revelan muy exactos, porque según las escrituras uno de los terrenos lindantes de la finca de Ana Urchueguía pertenece a Rosario Umanzor, hermana del antiguo propietario del terreno donde ahora pasta el ganado de la delegada del Gobierno vasco en Chile.
Por fin, cuando el camino acaba en un vallado con espino, Ernesto nos enseña la entrada a la finca. Retira el cierre y abre el portón a las posesiones más ignotas de "Doña Ana". El GPS marca latitud N13º 21"54,7" y longitud 86º 39"17,3" (los curiosos pueden consultar las coordenadas en Google Earth y admirar desde el cielo los dominios de Urchueguía en este precioso lugar).
La entrada permite observar cerca de diez hectáreas de un terreno con pasto que amarillea justo antes de que empiece la época de lluvia, pero aún con una pequeña laguna en lontananza donde abrevan algunas de las cabezas de ganado propiedad de Ana Urchueguía. Jesús dice que son cerca de un centenar de reses. Más allá, se extiende una masa forestal tupida pero no selvática. "Es un robledal, de lo mejor del país. Pura madera", exclama orgulloso Jesús al pensar que somos potenciales compradores.
Jesús parece encantado de recibir a extranjeros a los que no esperaba. No se muestra reservado, tiene el carácter noble del campesino que, orgulloso, muestra la tierra que trabaja. "Esto da mucho trabajo, porque la extensión es muy grande y estoy solo". En esto no es muy exacto porque aparecen surgidos del horizonte media docena de jóvenes: "Son la cuadrilla que me echa una mano".
La cuadrilla y él viven en las casas que unos metros más abajo hemos dejado atrás. Un pequeño poblado sin agua corriente aunque con poste de luz. Debe de ser, este de la electricidad, uno de sus pocos lujos, porque pertenecen a las clases más humildes de Nicaragua, esa a la que Urchueguía trataba tan despectivamente en los vídeos difundidos a través de Youtube. "A mí me dejan dentro de la finca un pequeño terrenito donde cultivo unos frijolitos y un poco de maíz, y ya… con eso vamos tirando", dice Jesús.
Ellos van tirando y parecen satisfechos de tener al menos ese pequeño terreno. Pero la propietaria no quiere que nadie se olvide de quién manda allá, pese a que sean otros quienes trabajen su tierra. La prueba llega a lomos de una vaca de cuatro años con pelo color crema y vetas en canela. Sobre el cuarto trasero derecho, una marca a fuego avisa de quién es la dueña: AU. Al principio, uno piensa que está imaginando lo que no cree posible, pero es el propio Jesús quien nos saca de dudas: "Son las iniciales de la alcaldesa de España: Ana y la U de un apellido difícil. El fierro está depositado en el ayuntamiento, no lo tengo aquí". Para conseguir marcar el ganado, hace falta pagar un canon anual al Ayuntamiento, y eso obra a modo de certificado de propiedad.
"La dueña de todo lo que ven"
Los hombres de "doña Ana"
Lo que veinte kilómetros atrás y dos horas antes empezó siendo "Finca San Ramón" de Moncho Umanzor, pasó a ser según nos acercábamos a nuestro objetivo el terreno sin nombre de Marcio Rivas y ahora, por fin, son los dominios de Ana Urchueguía, "la dueña de todo lo que ven y lo que está más allá porque es una pena que no hayan venido con más tiempo para que les enseñara todo lo que hay aquí", aclara Jesús Moreno tras sus gafas de sol de diseño y perilla extrañamente moderna.Los hombres de "doña Ana"
A esta hora de la tarde, Jesús y el resto de peones están recogiendo el ganado para meterlo en el cercado junto al que se levantan unos cimientos con cuatro paredes sin techar. Es el segundo intento de levantar una casa, porque otras varillas metálicas de construcción asoman retorcidas y oxidadas unos metros más allá. "Es que está en venta", dice Jesús, como queriéndose exculpar. Pregunto por el precio y sonríe mostrando un extraño reborde dorado en toda la dentadura frontal: "Eso lo tiene que hablar con Aquiles García, el administrador de las propiedades de doña Ana en Somoto; ayer mismo estuvo aquí para llevarse una yegua".
Aquiles García es el nuevo hombre fuerte de Ana Urchueguía en Somoto y sus alrededores. Antes lo fue Marcia Rivas, pero la relación se deterioró y el exalcalde fue apartado de este negocio, aunque aún hay muchos lugareños que desconocen este cambio. Los dos, Marcia y Aquiles, constituyen junto a Marvin Corrales (que se encarga de manejar otros intereses de Urchueguía en Somoto) el núcleo duro de la delegada del Gobierno vasco en Chile y Perú en esta zona del norte de Nicaragua.
"Vayan y pregunten por Aquiles, aunque ya le digo que solo se vende la finca entera, no por lotes, y esto cuesta mucho dinero", se despide el amable empleado de Urchueguía levantando el machete al lanzarnos el último saludo. "Salgan por el otro lado, no vayan otra vez a Las Sabanas, que van a agarrar antes la panamericana que les lleva Somoto". Gracias, Jesús, buen consejo.