Este discurso de Lenin recoge el programa del partido bolchevique para la consecucion de la paz en la primera guerra mundial. Es de los primeros dias de la revolucion, explicado a los soviets, extraido del libro 10 dias que estremecieron al mundo. (empieza en la pag 133 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] )
Finalmente, Lenin se puso en pie. Manteniéndose en el borde de la
tribuna, paseó sobre los asistentes sus ojillos semicerrados, aparentemente insensible a
la inmensa ovación, que se prolongó durante varios minutos. Cuando ésta hubo
terminado, dijo simplemente:
-Ahora procederemos a la edificación del orden socialista. Nuevamente se produjo en la
sala un fuerte rugido humano.
-En primer lugar, es preciso adoptar medidas prácticas para la consecución de la paz. . o
Ofreceremos la paz a todos los pueblos de los países?beligerantes a base de las
condiciones soviéticas: nada de anexiones, nada de indemnizaciones, derecho de los
pueblos a determinar su propia existencia. Al mismo tiempo, de acuerdo con lo que 134
hemos prometido, haremos públicos y denunciaremos todos los tratados secretos... La
cuestión de la guerra y la paz es tan clara que creo poder dar lectura, sin más preámbulo,
a un proyecto de proclama a los pueblos de todos los países beligerantes. . .
Su boca grande, que parecía sonreír, se abrió enteramente mientras hablaba; su voz era
ronca, pero no desagradable; estaba como endurecido per años y años de discursos;
surgía en un tono uniforme, y daba la impresión de que no se detendría jamás... Cuando
quería subrayar una idea, se inclinaba ligeramente hacia adelante. Ni un solo gestor A
sus pies, un millar de rostros sencillos se alzaban hacia él en una especie de intensa
adoración.
Proclama
a los pueblos y los gobiernos de todos los países beligerantes
El Gobierno obrero y campesino instituido por la revolución del 24-25 de octubre (6-7
de noviembre) y apoyándose en los Soviets de Diputados obreros, soldados y
campesinos, propone a todos los pueblos en guerra y a sus gobiernos entablar
inmediatamente conversaciones con vistas a una paz democrática y equitativa.
El Gobierno considera como una paz equitativa o democrática, tal cómo la desea la
inmensa mayoría de los obreros y las clases trabajadoras agotadas, abrumadas y
martirizadas por la guerra en todos los países beligerantes -paz que los obreros y los
campesinos rusos han reclamado de la manera más categórica y tenaz desde el
derrocamiento de la monarquía zarista-, una paz inmediata sin anexiones (es decir, sin
conquistas de territorios extranjeros, sin la incorporación violenta de pueblos
extranjeros por la fuerza) ni indemnizaciones.
He aquí la paz que el Gobierno de Rusia propone a todos los pueblos en guerra
concertar inmediatamente. El Gobierno de Rusia se declara dispuesto a dar sin demora
todos los pasos conducentes a la ratificación definitiva de todas las condiciones de esta
paz, por las asambleas autorizadas de los representantes populares de todos los países y
todas las naciones.
Por anexión o conquista de territorios extranjeros, el Gobierno entiende -conforme a la
concepción del derecho de la democracia en general y de las clases trabajadoras en
particular- toda incorporación a un Estado grande o poderoso de una nacionalidad
pequeña o débil, sin el consentimiento o deseo formales*, clara y libremente expresados
por esta última, independientemente de la época en que esta incorporación violenta haya
sido efectuada, independientemente también del grado de desarrollo o retraso de la
nación anexionada o retenida por fáerza en los límites del Estado en cuestión;
independientemente, en fin, del lugar donde esta nación resida, en Europa o en los
lejanos países transoceánicos.
Si una nación cualquiera es mantenida por la fuerza dentro de los límites de un Estado;
si, a pesar del deseo por ella expresado -bien sea a través de la prensa, en las asambleas
populares, en las decisiones de los partidos, o por medio de motines e insurrecciones
contra la opresión nacional-, no se le concede el derecho a decidir mediante votación
libre, después de la retirada completa de las tropas de la nación conquistadora o que sea
en términos generales más poderosa, de decidir sin la menor restricción la cuestión de 135
las formas políticas de su existencia, la incorporación de esta nación al Estado
constituye una anexión, es decir, una conquista y un acto de violencia.
El Gobierno estima que continuar esta guerra para dilucidar la cuestión de saber cómo
dividir entre las naciones fuertes y ricas los pueblos débiles conquistados por ella, sería
cometer el más grande de los crímenes contra la humanidad, y proclama solemnemente
su voluntad de firmar inmediatamente un tratado de paz que llaga cesar esta guerra en
las condiciones indicadas, igualmente equitativas para todos los pueblos sin excepción.
El Gobierno declara, al mismo tiempo, que en modo alguno considera las condiciones
de paz más arriba señaladas como un ultimátum; consiente en examinar cualesquiera
otras condiciones de paz, e insiste solamente en que sean propuestas lo más rápidamente
posible por cualquier país beligerante, y redactadas con toda claridad, sin el menor
equívoco ni el menor secreto.
El Gobierno ha abolido la diplomacia secreta; expresa, por su piarte, la firme intención
que tiene de llevar todas las conversaciones en forma totalmente abierta, ante el pueblo
entero, y de proceder inmediatamente a la publicación íntegra de los tratados secretos
confirmados o concertados por el gobierno de los grandes terratenientes y capitalistas,
desde el mes de febrero hasta el 25 de octubre de 1917.
El Gobierno proclama totalmente anuladas, desde ahora, todas las cláusulas de estos
tratados secretos, en la medida que tiendan, como ocurre en la mayoría de los casos, a
procurar ventajas y privilegios a los grandes terratenientes y capitalistas rusos-, a
mantener o acrecentar las anexiones de los grandes rusas.
Al invitar a los gobiernos y los pueblos de todos los países a entablar en seguida
conversaciones públicas para la concer-tacipn de la paz, el Gobierno se declara
dispuesto, por su parte, a llevar las negociaciones bien sea por escrito, telegráficamente,
ya mediante conversaciones entre los representantes de los diversos países o en una
conferencia de estos representantes. A fin de facilitar estas negociaciones, el Gobierno
nombra sus repueseiitantes plenipotenciarios en los países neutrales.
El Gobierno invita a todos los gobiernos y los pueblos de todos los países en guerra a
concertar inmediatamente un armisticio; considera deseable que este armisticio sea de
tres meses por lo menos, plazo en el cual es perfectamente posible llevar a término las
conversaciones de paz con la participación de los representantes de todos los pueblos o
naciones sin excepción, empeñados en la guerra u obligados a tomar parte en ella, y
convocar asambleas autorizadas de representantes populares en todos los países, para
ratificar definitivamente las condiciones de paz..
Al dirigir esta proposición de paz 'a los gobiernos y los pueblos de todos los países
beligerantes, el Gobierno provisional obrero y campesino de Rusia se dirige también,
más especialmente, a los obreros conscientes de las tres naciones más avanzadas de* la"
humanidad, de los tres estados más grandes que participan en la guerra actual, a los
obreros de Inglaterra,. Francia y Alemania. Los obreros de estos tres países han prestado
los más grandes servicios a la causa del progreso y el socialismo. Testimonio de ello
son los grandes ejemplos del movimiento cartista en Inglaterra, las revoluciones de
alcance histórico universal llevadas a cabo por el proletariado francés; finalmente, la
lucha heroica contra la ley de excepciones en Alemania y la tenaz y disciplinada labor 136
llevada a cabo para crear en este país las organizaciones proletarias de masa, trabajo que
puede servir de ejemplo a los obreros del mundo entero. Todos estos ejemplos de
heroísmo proletario y de iniciativa histórica constituyen para nosotros la garantía de que
los obreros de estos países comprenderán el deber que les Incumbe hoy: eximir a la
humanidad de los horrores de la guerra y de sus consecuencias; porque estos obreros,
mediante su actividad múltiple, resuelta, plena de energía y abnegación, nos ayudarán a
llevar a buen término, hasta el final, la obra de paz y, al mismo tiempo, la obra de
liberación de las masas trabajadoras y explotadas de toda esclavitud y toda explotación.
Cuando se calmó la tempestad de aplausos, Lenin prosiguió:
--Proponemos al Congreso que ratifique esta declaración. La dirigimos a los gobiernos y
a los pueblos, porque, de dirigirla solamente a los pueblos de los países beligerantes,
podríamos retrasar la concertación de la paz. Las condiciones de paz elaboradas durante
el armisticio serán ratificadas por la Asamblea Constituyente. Al fijar la duración del
armisticio en tres meses deseamos dar a los pueblos una tregua lo más larga posible
después de este sangriento exterminio, y el tiempo suficiente para que puedan elegir sus
representantes. Esta proposición de paz encontrará la oposición de los gobiernos
imperialistas; a este respecto, no nos hacemos ninguna ilusión. Pero espéranos que
pronto estallará la revolución en todos los países beligerantes; por esa razón, nos
dirigimos particularmente a los obreros de Francia, Inglaterra y Alemania .. .
-La revolución de los días 6 y 7 -concluyó Lenin- ha abierto la era de la revolución
social. . . El movimiento obrero, en nombre de la paz y el socialismo, vencerá y
cumplirá su destino. . .
Había en todo aquello algo tranquilo y potente, que conmovía las almas. Se comprendía
por qué la multitud tenía fe en Lenin cuando hablaba...
Rápidamente se decidió, levantando los brazos para votar, que sólo los representantes de
los grupos políticos tendrían que manifestarse sobre el proyecto y que el tiempo para el
uso de la palabra se limitaría a quince minutos.
Finalmente, Lenin se puso en pie. Manteniéndose en el borde de la
tribuna, paseó sobre los asistentes sus ojillos semicerrados, aparentemente insensible a
la inmensa ovación, que se prolongó durante varios minutos. Cuando ésta hubo
terminado, dijo simplemente:
-Ahora procederemos a la edificación del orden socialista. Nuevamente se produjo en la
sala un fuerte rugido humano.
-En primer lugar, es preciso adoptar medidas prácticas para la consecución de la paz. . o
Ofreceremos la paz a todos los pueblos de los países?beligerantes a base de las
condiciones soviéticas: nada de anexiones, nada de indemnizaciones, derecho de los
pueblos a determinar su propia existencia. Al mismo tiempo, de acuerdo con lo que 134
hemos prometido, haremos públicos y denunciaremos todos los tratados secretos... La
cuestión de la guerra y la paz es tan clara que creo poder dar lectura, sin más preámbulo,
a un proyecto de proclama a los pueblos de todos los países beligerantes. . .
Su boca grande, que parecía sonreír, se abrió enteramente mientras hablaba; su voz era
ronca, pero no desagradable; estaba como endurecido per años y años de discursos;
surgía en un tono uniforme, y daba la impresión de que no se detendría jamás... Cuando
quería subrayar una idea, se inclinaba ligeramente hacia adelante. Ni un solo gestor A
sus pies, un millar de rostros sencillos se alzaban hacia él en una especie de intensa
adoración.
Proclama
a los pueblos y los gobiernos de todos los países beligerantes
El Gobierno obrero y campesino instituido por la revolución del 24-25 de octubre (6-7
de noviembre) y apoyándose en los Soviets de Diputados obreros, soldados y
campesinos, propone a todos los pueblos en guerra y a sus gobiernos entablar
inmediatamente conversaciones con vistas a una paz democrática y equitativa.
El Gobierno considera como una paz equitativa o democrática, tal cómo la desea la
inmensa mayoría de los obreros y las clases trabajadoras agotadas, abrumadas y
martirizadas por la guerra en todos los países beligerantes -paz que los obreros y los
campesinos rusos han reclamado de la manera más categórica y tenaz desde el
derrocamiento de la monarquía zarista-, una paz inmediata sin anexiones (es decir, sin
conquistas de territorios extranjeros, sin la incorporación violenta de pueblos
extranjeros por la fuerza) ni indemnizaciones.
He aquí la paz que el Gobierno de Rusia propone a todos los pueblos en guerra
concertar inmediatamente. El Gobierno de Rusia se declara dispuesto a dar sin demora
todos los pasos conducentes a la ratificación definitiva de todas las condiciones de esta
paz, por las asambleas autorizadas de los representantes populares de todos los países y
todas las naciones.
Por anexión o conquista de territorios extranjeros, el Gobierno entiende -conforme a la
concepción del derecho de la democracia en general y de las clases trabajadoras en
particular- toda incorporación a un Estado grande o poderoso de una nacionalidad
pequeña o débil, sin el consentimiento o deseo formales*, clara y libremente expresados
por esta última, independientemente de la época en que esta incorporación violenta haya
sido efectuada, independientemente también del grado de desarrollo o retraso de la
nación anexionada o retenida por fáerza en los límites del Estado en cuestión;
independientemente, en fin, del lugar donde esta nación resida, en Europa o en los
lejanos países transoceánicos.
Si una nación cualquiera es mantenida por la fuerza dentro de los límites de un Estado;
si, a pesar del deseo por ella expresado -bien sea a través de la prensa, en las asambleas
populares, en las decisiones de los partidos, o por medio de motines e insurrecciones
contra la opresión nacional-, no se le concede el derecho a decidir mediante votación
libre, después de la retirada completa de las tropas de la nación conquistadora o que sea
en términos generales más poderosa, de decidir sin la menor restricción la cuestión de 135
las formas políticas de su existencia, la incorporación de esta nación al Estado
constituye una anexión, es decir, una conquista y un acto de violencia.
El Gobierno estima que continuar esta guerra para dilucidar la cuestión de saber cómo
dividir entre las naciones fuertes y ricas los pueblos débiles conquistados por ella, sería
cometer el más grande de los crímenes contra la humanidad, y proclama solemnemente
su voluntad de firmar inmediatamente un tratado de paz que llaga cesar esta guerra en
las condiciones indicadas, igualmente equitativas para todos los pueblos sin excepción.
El Gobierno declara, al mismo tiempo, que en modo alguno considera las condiciones
de paz más arriba señaladas como un ultimátum; consiente en examinar cualesquiera
otras condiciones de paz, e insiste solamente en que sean propuestas lo más rápidamente
posible por cualquier país beligerante, y redactadas con toda claridad, sin el menor
equívoco ni el menor secreto.
El Gobierno ha abolido la diplomacia secreta; expresa, por su piarte, la firme intención
que tiene de llevar todas las conversaciones en forma totalmente abierta, ante el pueblo
entero, y de proceder inmediatamente a la publicación íntegra de los tratados secretos
confirmados o concertados por el gobierno de los grandes terratenientes y capitalistas,
desde el mes de febrero hasta el 25 de octubre de 1917.
El Gobierno proclama totalmente anuladas, desde ahora, todas las cláusulas de estos
tratados secretos, en la medida que tiendan, como ocurre en la mayoría de los casos, a
procurar ventajas y privilegios a los grandes terratenientes y capitalistas rusos-, a
mantener o acrecentar las anexiones de los grandes rusas.
Al invitar a los gobiernos y los pueblos de todos los países a entablar en seguida
conversaciones públicas para la concer-tacipn de la paz, el Gobierno se declara
dispuesto, por su parte, a llevar las negociaciones bien sea por escrito, telegráficamente,
ya mediante conversaciones entre los representantes de los diversos países o en una
conferencia de estos representantes. A fin de facilitar estas negociaciones, el Gobierno
nombra sus repueseiitantes plenipotenciarios en los países neutrales.
El Gobierno invita a todos los gobiernos y los pueblos de todos los países en guerra a
concertar inmediatamente un armisticio; considera deseable que este armisticio sea de
tres meses por lo menos, plazo en el cual es perfectamente posible llevar a término las
conversaciones de paz con la participación de los representantes de todos los pueblos o
naciones sin excepción, empeñados en la guerra u obligados a tomar parte en ella, y
convocar asambleas autorizadas de representantes populares en todos los países, para
ratificar definitivamente las condiciones de paz..
Al dirigir esta proposición de paz 'a los gobiernos y los pueblos de todos los países
beligerantes, el Gobierno provisional obrero y campesino de Rusia se dirige también,
más especialmente, a los obreros conscientes de las tres naciones más avanzadas de* la"
humanidad, de los tres estados más grandes que participan en la guerra actual, a los
obreros de Inglaterra,. Francia y Alemania. Los obreros de estos tres países han prestado
los más grandes servicios a la causa del progreso y el socialismo. Testimonio de ello
son los grandes ejemplos del movimiento cartista en Inglaterra, las revoluciones de
alcance histórico universal llevadas a cabo por el proletariado francés; finalmente, la
lucha heroica contra la ley de excepciones en Alemania y la tenaz y disciplinada labor 136
llevada a cabo para crear en este país las organizaciones proletarias de masa, trabajo que
puede servir de ejemplo a los obreros del mundo entero. Todos estos ejemplos de
heroísmo proletario y de iniciativa histórica constituyen para nosotros la garantía de que
los obreros de estos países comprenderán el deber que les Incumbe hoy: eximir a la
humanidad de los horrores de la guerra y de sus consecuencias; porque estos obreros,
mediante su actividad múltiple, resuelta, plena de energía y abnegación, nos ayudarán a
llevar a buen término, hasta el final, la obra de paz y, al mismo tiempo, la obra de
liberación de las masas trabajadoras y explotadas de toda esclavitud y toda explotación.
Cuando se calmó la tempestad de aplausos, Lenin prosiguió:
--Proponemos al Congreso que ratifique esta declaración. La dirigimos a los gobiernos y
a los pueblos, porque, de dirigirla solamente a los pueblos de los países beligerantes,
podríamos retrasar la concertación de la paz. Las condiciones de paz elaboradas durante
el armisticio serán ratificadas por la Asamblea Constituyente. Al fijar la duración del
armisticio en tres meses deseamos dar a los pueblos una tregua lo más larga posible
después de este sangriento exterminio, y el tiempo suficiente para que puedan elegir sus
representantes. Esta proposición de paz encontrará la oposición de los gobiernos
imperialistas; a este respecto, no nos hacemos ninguna ilusión. Pero espéranos que
pronto estallará la revolución en todos los países beligerantes; por esa razón, nos
dirigimos particularmente a los obreros de Francia, Inglaterra y Alemania .. .
-La revolución de los días 6 y 7 -concluyó Lenin- ha abierto la era de la revolución
social. . . El movimiento obrero, en nombre de la paz y el socialismo, vencerá y
cumplirá su destino. . .
Había en todo aquello algo tranquilo y potente, que conmovía las almas. Se comprendía
por qué la multitud tenía fe en Lenin cuando hablaba...
Rápidamente se decidió, levantando los brazos para votar, que sólo los representantes de
los grupos políticos tendrían que manifestarse sobre el proyecto y que el tiempo para el
uso de la palabra se limitaría a quince minutos.