Miembros del Parlamento Europeo aceptan de manera rutinaria pagos ilegales a cambio de introducir enmiendas en las leyes comunitarias que favorecen a grupos de presión, según denuncia hoy el periódico británico "The Sunday Times".
Reporteros de este rotativo se hicieron pasar por miembros de estos grupos y negociaron importantes pagos con tres eurodiputados, que aceptaron presionar para diluir el contenido de la directiva comunitaria con la que se quiere dar una mayor protección a los ciudadanos afectados por eventuales colapsos bancarios.
Los tres eurodiputados son el ex ministro rumano de Exteriores Adrian Severin, el ex ministro austríaco del Interior Enrst Strasser y el ex ministro esloveno de Exteriores Zoran Thaler.
El "Sunday Times" les filmó y grabó negociando los pagos a cambio de sus servicios políticos y publicó correos electrónicos que demuestran lo que esta publicación considera "uno de los mayores escándalos en los 53 años de existencia del Parlamento Europeo".
La normativa interna del Europarlamento afirma que los eurodiputados, que pueden tener unos ingresos anuales de hasta 217.000 euros, "deberán abstenerse de aceptar cualquier regalo o beneficio por el desempeño de sus funciones".
El periódico británico explica que contactó con varios miembros de la cámara de Estrasburgo y que Severin, Strasser y Thaler aceptaron la oferta de trabajar para el supuesto grupo de presión por 100.000 euros anuales en concepto de comisión de consultoría.
Las reuniones de los reporteros con los eurodiputados se grabaron con cámara oculta en bares, restaurantes y en las sedes que el Parlamento Europeo tiene en Bruselas y Estrasburgo. Días después, Severin escribió un correo electrónico a sus interlocutores en el que manifestaba: "solo hacerles saber que la enmienda deseada ha sido puesta sobre la mesa a tiempo".
Severin envió posteriormente a los reporteros del "Times" una factura por valor de 12.000 euros por "servicios de consultoría relativos a la codificación de la Directiva 94/19/EC, la Directiva 2009/14/EC y las enmiendas correspondientes".
Thaler también introdujo una enmienda y pidió a los supuestos "lobbystas" que le enviaran el dinero a través de una empresa con sede en Londres para que el pago no pudiera rastrearse.
Strasser, por su parte, admitió abiertamente en una de las conversaciones que trabaja en Estrasburgo como "lobbysta" y presumió de trabajar para al menos cinco empresas, cada una de las cuales le paga anualmente 100.000 euros por sus gestiones.
El ex ministro austríaco informó de que había entregado las enmiendas solicitadas a dos miembros clave de la comisión que revisaba las directivas sobre protección a los consumidores de banca y reclamaba por ello un primer pago de 25.000 euros.
"The Sunday Times" afirma en su reportaje que confrontaron a los eurodiputados con la realidad cuando ya había suficientes evidencias de que se habían prestado a una práctica ilegal. Severin reaccionó asegurando: "no he hecho nada que fuera, digamos, ilegal o que estuviera en contra de cualquier comportamiento normal de los que tenemos aquí". Strasser y Thaler declararon por su parte que sabían desde hacía meses que el grupo de presión encarnado por los periodistas del "Times" era falso, pero que decidieron seguir adelante con las conversaciones para averiguar quién estaba detrás de la propuesta.
El "The Sunday Times" revela la corrupción entre los eurodiputados
20 de marzo de 2011
Reporteros de este rotativo se hicieron pasar por miembros de estos grupos y negociaron importantes pagos con tres eurodiputados, que aceptaron presionar para diluir el contenido de la directiva comunitaria con la que se quiere dar una mayor protección a los ciudadanos afectados por eventuales colapsos bancarios.
Los tres eurodiputados son el ex ministro rumano de Exteriores Adrian Severin, el ex ministro austríaco del Interior Enrst Strasser y el ex ministro esloveno de Exteriores Zoran Thaler.
El "Sunday Times" les filmó y grabó negociando los pagos a cambio de sus servicios políticos y publicó correos electrónicos que demuestran lo que esta publicación considera "uno de los mayores escándalos en los 53 años de existencia del Parlamento Europeo".
La normativa interna del Europarlamento afirma que los eurodiputados, que pueden tener unos ingresos anuales de hasta 217.000 euros, "deberán abstenerse de aceptar cualquier regalo o beneficio por el desempeño de sus funciones".
El periódico británico explica que contactó con varios miembros de la cámara de Estrasburgo y que Severin, Strasser y Thaler aceptaron la oferta de trabajar para el supuesto grupo de presión por 100.000 euros anuales en concepto de comisión de consultoría.
Las reuniones de los reporteros con los eurodiputados se grabaron con cámara oculta en bares, restaurantes y en las sedes que el Parlamento Europeo tiene en Bruselas y Estrasburgo. Días después, Severin escribió un correo electrónico a sus interlocutores en el que manifestaba: "solo hacerles saber que la enmienda deseada ha sido puesta sobre la mesa a tiempo".
Severin envió posteriormente a los reporteros del "Times" una factura por valor de 12.000 euros por "servicios de consultoría relativos a la codificación de la Directiva 94/19/EC, la Directiva 2009/14/EC y las enmiendas correspondientes".
Thaler también introdujo una enmienda y pidió a los supuestos "lobbystas" que le enviaran el dinero a través de una empresa con sede en Londres para que el pago no pudiera rastrearse.
Strasser, por su parte, admitió abiertamente en una de las conversaciones que trabaja en Estrasburgo como "lobbysta" y presumió de trabajar para al menos cinco empresas, cada una de las cuales le paga anualmente 100.000 euros por sus gestiones.
El ex ministro austríaco informó de que había entregado las enmiendas solicitadas a dos miembros clave de la comisión que revisaba las directivas sobre protección a los consumidores de banca y reclamaba por ello un primer pago de 25.000 euros.
"The Sunday Times" afirma en su reportaje que confrontaron a los eurodiputados con la realidad cuando ya había suficientes evidencias de que se habían prestado a una práctica ilegal. Severin reaccionó asegurando: "no he hecho nada que fuera, digamos, ilegal o que estuviera en contra de cualquier comportamiento normal de los que tenemos aquí". Strasser y Thaler declararon por su parte que sabían desde hacía meses que el grupo de presión encarnado por los periodistas del "Times" era falso, pero que decidieron seguir adelante con las conversaciones para averiguar quién estaba detrás de la propuesta.
El "The Sunday Times" revela la corrupción entre los eurodiputados
20 de marzo de 2011