[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
osip Broz, Tito, y su mujer Jovanka en la residencia que habitan en las afueras de Belgrado, capital de Yugoslavia. El mariscal soportó la primer amenaza rusa en 1948, cuando Stalin censuró su original socialismo. ¿Romperá con la URSS? Dentro del bloque comunista, el presidente de Yugoslavia es un rebelde ideológico. Luego de criticar la invasión rusa a Checoslovaquia, el ex guerrillero debería enfrentar una posible intervención a su país. “El camarada Tito se puso su uniforme de guerrillero”, es el comentario que hoy recorre las calles de Belgrado, capital de Yugoslavia; una frase simbólica, pues Josip Broz, alias Tito, mariscal y presidente, sigue usando ropa civil y sólo para grandes ocasiones se engalana con rimbombantes prendas guerreras. Lo que esa frase señala es que, como ocurrió en 1943 frente a la invasión nazi, la nación entera está dispuesta a luchar junto a Tito por su independencia. El posible invasor ya no es fascista, ni siquiera capitalista: es el “hermano grande” socialista, nada menos que la Unión Soviética. Con la invasión de la URSS y de sus aliados del Pacto de Varsovia a Checoslovaquia, la etapa de distensión con Yugoslavia, inaugurada por Nikita Kruschev en 1955, ha concluido bruscamente: Tito, el gran herético, es otra vez amenazado por Moscú.
osip Broz, Tito, y su mujer Jovanka en la residencia que habitan en las afueras de Belgrado, capital de Yugoslavia. El mariscal soportó la primer amenaza rusa en 1948, cuando Stalin censuró su original socialismo. ¿Romperá con la URSS? Dentro del bloque comunista, el presidente de Yugoslavia es un rebelde ideológico. Luego de criticar la invasión rusa a Checoslovaquia, el ex guerrillero debería enfrentar una posible intervención a su país. “El camarada Tito se puso su uniforme de guerrillero”, es el comentario que hoy recorre las calles de Belgrado, capital de Yugoslavia; una frase simbólica, pues Josip Broz, alias Tito, mariscal y presidente, sigue usando ropa civil y sólo para grandes ocasiones se engalana con rimbombantes prendas guerreras. Lo que esa frase señala es que, como ocurrió en 1943 frente a la invasión nazi, la nación entera está dispuesta a luchar junto a Tito por su independencia. El posible invasor ya no es fascista, ni siquiera capitalista: es el “hermano grande” socialista, nada menos que la Unión Soviética. Con la invasión de la URSS y de sus aliados del Pacto de Varsovia a Checoslovaquia, la etapa de distensión con Yugoslavia, inaugurada por Nikita Kruschev en 1955, ha concluido bruscamente: Tito, el gran herético, es otra vez amenazado por Moscú.