Traducción del gallego, hecha ésta a su vez por los camaradas de Galiza de la organización M-L "Forxa"
A los militantes y cuadros del Partido Comunista de los Estados Unidos de América (CPUSA);
A los trabajadores que luchan en los EEUU;
A los partidos comunistas y obreros.
Queridos camaradas:
En febrero de 2011, el presidente del CPUSA, Sam Webb, publicó un artículo en Political Affairs, la publicación electrónica del CPUSA, titulada "Un partido del socialismo en el siglo XXI: a qué se parece, qué dice, qué hace". El artículo en cuestión está acompañado por una nota editorial que afirma que "el siguiente artículo representa sólo las opiniones de su autor, y no refleja necesariamente la posición oficial de ninguna organización o colectivo", es obvio para nosotros que la posición pública del máximo dirigente de un Partido Comunista sobre un tema tan importante requiere una atención especial.
El 16 de febrero recibimos una carta del equipo editorial de Political Affairs en la que se nos invitó a enviar nuestra opinión.
Nuestro Partido, después de estudiar este artículo y las reacciones que provocó en las filas comunistas, tanto de los EEUU como del resto del mundo, considera necesario adoptar una posición pública a través de esta carta, como lo requiere su responsabilidad como parte del movimiento comunista internacional.
Nuestra evaluación es que estamos tratando con una plataforma liquidacionista global de 29 tesis que se sitúa al frente del movimiento comunista internacional, proponiendo la total revisión de los principios y tradiciones revolucionarias del movimiento comunista.
El KKE, como una sección del movimiento comunista internacional, considera un deber rechazar esta plataforma, la cual cuestiona la necesidad de la existencia de un partido de clase obrera en los EEUU, y en general se dirige contra el movimiento internacional revolucionario y anti-imperialista. El XVIII Congreso de nuestro Partido subrayó que "la batalla contra las tendencias socialdemócratas en los Partidos Comunistas (actuantes a través de mecanismos imperialistas, medios de comunicación burgueses y anticomunistas) debe ser firme y consistente para defender el papel histórico de la clase obrera y su vanguardia organizada, los principios del marxismo-leninismo y el socialismo. Esta tarea adquiere una importancia aún mayor frente a la creciente ofensiva anticomunista en la UE y en el mundo entero."
Queridos camaradas:
La plataforma que fue presentada hoy, a través del artículo del presidente del CPUSA, constituye la culminación de un proceso de "ajuste" en la última década, como el propio autor señala. Ya hubo movimientos en este período intermedio que los comunistas de Grecia, así como los de los EEUU y otros muchos países, analizaron con preocupación, como:
* La entrega de los archivos del Partido a los imperialistas, al Estado burgués de los EEUU, en 2007.
* El fin de la publiación impresa del periódico (People's Weekly World) y del diario Political Affairs, con la simultánea modificación de su carácter.
* La reducción y desmembramiento del Partido.
* La política "seguidista", detrás de uno de los dos pilares del sistema político burgués de los EEUU, es decir, detrás del Partido Demócrata.
* La posición al respecto de las ambiciones del imperialismo estadounidense (por ejemplo, la rechaza a la demanda de la inmediata retirada de las fuerzas de ocupación de Irak).
* El bloque de la Declaración Conjunta de la Reunión Urgente de los Partidos Comunistas y Obreros, celebrada en Damasco, porque en el texto final aparecía la posición de la retirada de las fuerzas imperialista de ocupación de Irak.
Esta tendencia se intensificó después del XXIX Congreso del CPUSA. No fue casualidad que inmediatamente después de dicho Congreso, apareciese publicado un artículo en Political Affairs que ponga en duda no solo la necesidad de mantener el nombre del Partido, sino la posibilidad, e inclusive, la necesidad de la existencia de un Partido Comunista en los actuales EEUU.
La Plataforma de Webb se presenta hoy como la culminación de este proceso y aboga abiertamente por el abandono de la visión marxista-leninista del mundo, la abolición del centralismo democrático y la debilitación de los principios del partido de nuevo tipo.
Nos gustaría llamar vuestra atención sobre los siguientes aspectos básicos de esta Plataforma:
Sobre la cuestión de la teoría del Partido
Se propone la sustitución de nuestra teoría por una mezcla ecléctica que no va más allá de los límites de la ideología liberal burguesa. Se ataca directamente al marxismo-leninismo, que constituye una de las leyes centrales de la existencia y actividad del partido de nuevo tipo, como Lenin señaló: "Sin teoría revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario (...) El papel de vanguardia combatiente solo puede cumplirlo un Partido que se guíe por la teoría más avanzada." En esta Plataforma se presentan como nuevas varias posiciones oportunistas ya muy viejas (por ejemplo, que el marxismo-leninismo es extranjero, antidemocrático y una distorsión que Stalin hizo del marxismo, etc.), son estas las posiciones que desarman al movimiento obrero y lo rinden, ya sin herramientas teóricas, ante las garras del sistema explotador.
Sobre la cuestión de la propuesta política del Partido Comunista
Promueve la opinión de que puede haber soluciones a favor de la clase obrera dentro del marco del capitalismo. Así, promueve como una solución alternativa la línea de la llamada reestructuración capitalista "verde". Además, la Plataforma de Webb caracteriza la crisis como una crisis capitalista de sobreproducción insuficiente. Tergiversa la esencia de la sobreacumulación de capital, ya que la asocia con la... falta de oportunidades de inversión. Afirma categóricamente: "La falta de un Nuevo Acuerdo Verde (New Green Deal) a nivel global, es difícil ver por donde va a llegar el dinamismo de una recuperación sostenida, por no hablar de un gran auge."
Estos puntos de vista reciclan teorías oportunistas y socialdemócratas sobre la recesión y el desarrollo económico, con la que el capitalismo oculta su esencia de clase, provocando que el Partido Comunista renuncie a su objetivo estratégico y apoye propuestas políticas que tienen como objetivo la adquisición de nuevos super-beneficios por los capitalistas, en el nombre de la "ecología", al tiempo que convierten la naturaleza y sus recursos en mercados, destruyendo el planeta de varias formas.
Sobre la cuestión de la perspectiva socialista
Renuncia a la lucha por el socialismo. El concepto de revolución está totalmente ausente. Propone un interminable proceso de etapas sucesivas, en el que las alianzas no se formarán en base a los intereses de la clase obrera. Webb propone trabajar para "cambiar el balance de las fuerzas en una dirección progresista". Este punto de vista condena al Partido a someterse a las circunstancias temporales y a no trabajar en una estrategia de derrocamiento del capitalismo a través de la concentración de fuerzas.
No en vano, es obvio para nosotros que la táctica de los Partidos Comunistas debe estar al servicio de su estrategia, que es el derrocamiento del capitalismo y la construcción de la sociedad socialista y comunista. La posición de Webb, en la práctica, elimina el objetivo estratégico del Partido Comunista, y finalmente aspira a deshacerse del verdadero carácter del Partido Comunista. El socialismo está en cualquier caso en el orden del día, desde el momento que vivimos en la época del imperialismo, la fase superior y última del capitalismo. La oportunidad y necesidad del socialismo y el comunismo se hace visible por el punto muerto del capitalismo, las guerras imperialistas, las crisis económicas, los tremendos problemas sociales, económicos, ambientales, ecológicos y otros que la sociedad capitalista genera. Un Partido Comunista debe tener tácticas y formar alianzas que faciliten la acumulación de fuerzas, la unidad de la clase obrera y la alianza social con los sectores populares, con el objetivo de la maduración del factor subjetivo para la toma del poder por la clase obrera, y no ser atrapado en alianzas y etapas que lo llevarán a batallar en luchas bajo "bandera extranjera" en la lógica de la gestión capitalista.
Sobre la cuestión de la formación del Partido Comunista
La Plataforma de Webb propone ir más allá de los Partidos Comunistas. Dice que "un Partido del socialismo en el siglo XXI abraza el marxismo, entendido como una amplia tradición que va más allá del movimiento comunista". Un Partido que no lucha por los intereses de la clase obrera, sino que "lucha por los intereses del conjunto de la nación".
Esta postura niega la necesidad de la existencia del Partido Comunista en los EEUU y, de hecho, en el mundo entero. El KKE superó con éxito puntos de vista semejantes, cuando éstos surgieron en nuestro Partido hace 20 años, bajo la influencia de las teorías de Gorbachov. Los comunistas griegos luchamos realmente para repeler estas posiciones oportunistas, para preservar el KKE, para mantenernos y fortalecer el carácter de clase, internacionalista y revolucionario de nuestro Partido. Hoy, 20 años después, los comunistas, no sólo en Grecia sino en todo el mundo, podemos juzgar como positivos los resultados de esta batalla librada por el KKE. El KKE fue quien se mantuvo en pie, desarrollando importantes temas teóricos y políticos sin desviarse de los principios del marxismo-leninismo. Aprobó su nuevo programa y llegó a importantes conclusiones con respeto a las causas de la caída del socialismo, y enriqueció su concepción del socialismo. Tomó importantes iniciativas para la unidad del movimiento comunista a nivel regional e internacional. Reforzó sus vínculos con la clase obrera y los sectores populares. Creció la influencia de sus posiciones y su prestigio, ya que juega un papel principal en el reagrupamiento y el desarrollo del movimiento sindical de clase y en las poderosas huelgas de trabajadores en nuestro país.
Nada de lo anterior podría ser logrado si el oportunismo hubiese ganado hace 20 años en el seno del KKE. El KKE estaría encaminado a su disolución y el movimiento obrero y popular hubiese perdido su principal pilar de apoyo.
Sobre la lucha ideológica
La Plataforma de Webb renuncia a la lucha contra la ideología burguesa y el oportunismo. El Partido que describe Webb abandona la lucha ideológica. Escribe: "Un Partido del socialismo del siglo XXI no convierte en enemigos a los liberales, partidarios de políticas identitarias, movimientos centrados en una causa, líderes progresistas y centristas de las principales organizaciones sociales, socialdemócratas, comunidades sin ánimo de lucro, ONG's, aliados poco constantes y el "pueblo" (según algunos, una categoría sin clases que cubre la opresión de clase, de raza y de género)."
Pero, ¿puede un Partido Comunista guiar a la clase obrera, los sectores populares, si no tienen un frente ideológico contra las posiciones que presentan el capitalismo como el único camino, que simplemente promueven tipos diferentes de gestiones del sistema explotador? La respuesta del KKE a esto es que es imposible la lucha de los pueblos si no desarrollan un frente ideológico firme y coherente, que luche contra las teorías acientíficas burguesas y oportunistas. Esto es especialmente cierto en las condiciones actuales, cuando el papel de las distintas ONG se hizo evidente, las cuales están conectadas financieramente y de otros modos con las organizaciones imperialistas. En unas condiciones en que la socialdemocracia en el gobierno demostró en la práctica que es un pilar de apoyo del sistema político burgués. En estas condiciones, los comunistas no solo no deben renunciar al trabajo ideológico y a la lucha, sino que deben intensificar todavía más la lucha contra estas fuerzas.
Organización oportunista
Webb rechaza la organización leninista, la organización de vanguardia de la clase obrera que corresponde a las necesidades de la lucha de clases para la abolición de la explotación. Rechaza la organización leninista porque rechaza la lucha por el socialismo y tomó partido por la clase burguesa en la perpetuación del capitalismo.
Es así, la máquina estatal, muy poderosa y experimentada, estará enfrentada por un "Partido", según el, basado en Internet, con una política de puertas abiertas para nuevos miembros con un principio organizativo: "Militar no debe ser más difícil que militar en otras organizaciones sociales".
Por tanto, podemos ver que no solo rechaza los principios organizativos probados y estudiados del Partido Comunista de nuevo tipo, que fueron formulados en la época de Lenin, sino que promueve una idea de Partido tipo ONG, que se corresponde con las fórmulas que él mismo propone y que conducen a un "Partido Comunista" asimilado en el sistema burgués, que trabaja para la "corrección" y salvación del capitalismo y no por su derrocamiento
¿El Partido de la revolución o de la reforma?
Reforma es la respuesta dada por Webb a esta pregunta fundamental, que se formuló hace cien años. Su visión niega que el Partido sea la vanguardia de la clase obrera y subordina su actividad al nivel más bajo de conciencia de clase ("Un Partido del socialismo en el siglo XXI toma como punto de partida los problemas que las masas (término relativo) están listas para enfrentar"). Por supuesto, propone una línea revisionistas y prima la intervención en las instituciones del Estado burgués. La lucha por las reformas dentro del imperialismo y reconocida no sólo como un "medio", sino como un fin para el "nuevo" Partido.
En la vida real, ¿cuándo el camino de las reformas del sistema capitalista ha conducido a la abolición de la explotación del hombre por el hombre y la reivindicación de los deseos de los trabajadores? La "receta" reformistas fue probada por los pueblos a través de distintos gobiernos socialdemócratas y centro-izquierdistas, que demostraron en la práctica ser los principales vehículos para la imposición de medidas contrarias a los trabajadores y al pueblo, y ser pilares de apoyo de las organizaciones imperialistas de la guerra.
"Marxismo"... sin Marx
Webb pone en duda la naturaleza de clase de la democracia popular. Como él escribe: "A lo que estoy desafiando es a la noción de que todo está subordinado a la clase y a la lucha de clases, sin importar las circunstancias." Cuestiona la naturaleza de clase del Estado burgués, es decir, la dictadura de los monopolios estadounidenses y afirma que: "Ya que luego, la naturaleza de la lucha no es simplemente el pueblo contra el Estado, sino que el pueblo gana posiciones e influencia en el Estado, y después los utiliza para hacer cambios (dentro y fuera del Estado)".
Esta es una vieja postura oportunista que Marx ya recetó en su época, y que fue revivida por la caduca corriente eurocomunista. Y esto por sí solo sería suficiente para que llegásemos a la conclusión de que el "marxismo" que se menciona como base teórica del "Partido del siglo XXI", no tiene nada que ver con Marx y sus contribuciones teóricas, sino que busca su torpe tergiversación, el soterramiento de la teoría revolucionaria y la decepción de los trabajadores.
Ilusiones respecto al papel del Gobierno estadounidense y los monopolios
La Plataforma de Webb fomenta ilusiones y trabaja por la sumisión popular al Gobierno de los EEUU, es decir, el poder imperialista que domina el mundo: "La cuestión no es que simplemente el Gobierno de los EEUU se arrastre dentro de su concha nacional, sino que debe participar en los asuntos mundiales bajo las premisas de cooperación, paz, igualdad y beneficio mutuo..."
Al mismo tiempo, fomenta ilusiones respecto a la versión "humanizada" de los monopolios: "grandes secciones de la clase empresarial transnacional cerraron el grifo al pueblo americano, a la economía, al Estado... El compromiso de las principales secciones de las élites transnacionales con el sector público, con una fuerte economía nacional y con una sociedad moderna se desvanece..."
Ya que el presidente del CPUSA renunció a un enfoque de clase de la sociedad, estas posiciones antes mencionadas eran de esperar. Estas posiciones no tienen nada que ver no solo con la historia y la lucha del Partido que él representa, sino que tampoco guardan relación con la realidad. La continua ocupación de Irak y Afganistán, la nueva guerra imperialista en Libia, demuestran que clase de política desarrolla el Gobierno de los EEUU fuera de su "concha nacional". Y lleva a cabo la misma política antipopular en la defensa de los intereses de los monopolios dentro de su propio país.
Fortalecimiento de la línea "seguidista" con el capital y el Partido Demócrata
El fortalecimiento de la reacción política, algo intrínseco al imperialismo y que se intensifica en las condiciones de crisis, es interpretado como "extremismo de ultradecha". Esto conduce a la conclusión de que violan la verdad y la realidad, como que "decimos también, definitivamente, que las fuerzas independientes no tienen ninguna oportunidad en absoluto de tomar el control del Partido Demócrata. Podría darse el caso, pero es un error pensar en eso en este momento". Identificar a la clase obrera y su movimiento con la burocracia sindical de la AFL-CIO es coherente con la línea política de alianza con sectores del capital.
Vuelta al anticomunismo
El artículo de Webb se caracteriza por ponerse de lado del enemigo de clase y alinearse completamente con el anticomunismo contemporáneo. Hace un llamamiento para una "ruptura inequívoca con Stalin" y se alinea con vergonzosa humildez a la construcción socialista, que tanto ofreció a los pueblos soviéticos y jugó un papel decisivo en la victoria antifascista de los pueblos. En esencia, estas posiciones tratan de ocultar la realidad, los complejos problemas de la lucha de clases en la URSS y la dura confrontación del poder de la clase obrera con la clase burguesa rural, los kulaks.
Adopta, en esencia, todo tipo de calumniosas simplificaciones de problemas complejos, como la intensificación de la lucha de clases en la URSS. Este artículo de un paso más y se une a los Havel, Walesa y todos los reaccionarios anticomunistas de la Unión Europea, hablando de "crímenes contra la Humanidad". Se alinea con la tendencia que intenta criminalizar a los Partidos Comunista y a la defensa del socialismo: "Describir estas atrocidades como un error es un error criminal".
Como bien es sabido, los actuales oportunistas en Europa que forman el llamado Partido de la Izquierda Europea (PIE) defienden una semejante posición antihistórica.
Queridos camaradas del CPUSA;
Militantes, simpatizantes y cuadros del CPUSA;
Trabajadores concienciados de los Estados Unidos de América;
En este crítico momento para vuestro Partido, el KKE os pide que tengáis en cuenta que el ataque ideológico contra el Partido de Nuevo Tipo centrado en su identidad, su carácter y sus principios organizativos, comenzó desde el primer momento de su existencia. Los revisionistas siempre apoyaron la disolución del Partido de la clase obrera; siempre fueron un pilar de apoyo de la burguesía. La clase burguesa y sus partidarios comprendieron desde un primer momento el papel del Partido en la emancipación política de la clase obrera y su movimiento. Ese ataque ideológico continúa en nuestros días, como demuestra el artículo de Webb.
Os hacemos un llamamiento para que tengáis en cuenta que el Partido solo puede cumplir el papel de vanguardia proletaria si está equipado con la unidad de acción y con la unidad de una estricta disciplina. Su carácter internacionalista deriva de su naturaleza; constituye una parte integrante del movimiento comunista internacional.
La experiencia y la práctica, la verdadera vara de medir, confirman que la línea revolucionaria de lucha no sólo no restringe el trabajo entre las masas, sino que lo refuerza. Refuerza las expectativas de la clase obrera, proporciona una salida y perspectiva, contribuye a cambiar la correlación de fuerzas. La acción independiente del Partido es un requisito para la formación de una política de alianzas no subordinada y que sirva de estrategia para el derrocamiento del capitalismo.
Además, consideramos necesario tener en cuenta que la necesidad de una revolución socialista y la construcción de una nueva formación socioeconómica comunista no está determinada por la correlación de fuerzas, que se va conformando en las distintas coyunturas históricas, sino en la necesidad histórica de resolver la contradicción básica entre capital y trabajo. Las contrarrevoluciones de la URSS y de otros países socialistas no alteraron el carácter de nuestra época, la cual es una época de transición del capitalismo al socialismo, transición oportuna y necesaria como lo demuestra la tragedia de los millones de trabajadores y desempleados que sufren la explotación y la intensificación de los problemas causados por el sistema explotador.
Creemos que la sustitución de los principios del marxismo-leninismo por un enfoque revisionista en nombre de las particularidades nacionales causó un gran daño al movimiento comunista, y continúa haciéndolo. Ninguna peculiaridad nacional puede negar la necesidad del derrocamiento del capitalismo, la necesidad del poder político por la clase obrera, por la socialización y planificación centralizada de la producción. La crisis económica que estalló en el mundo capitalista y la intensificación de las contradicciones interimperialistas subrayan aun más la oportunidad del socialismo. Bajo estas condiciones, hacer retroceder la nueva ola del anticomunismo, la defensa del socialismo que conocemos, de su gran contribución a la clase obrera mundial, y la defensa de la identidad y de las tradiciones revolucionarias del movimiento comunista adquiere una importancia especial.
Queridos camaradas:
La experiencia histórica, los propios acontecimientos rechazaron las opiniones que hablaban del "fin de la Historia", de la "obsolescencia del marxismo-leninismo" y del "fin de los Partido Comunistas". Para las masas, hoy existe una fuerte necesidad de la existencia de Partidos Comunistas que tengan sus raíces en la clase obrera y en los centros de trabajo, que crean en el marxismo-leninismo y en el internacionalismo proletario. El movimiento obrero debe trabajar de forma consciente y aceptar el reto de garantizar la existencia de un Partido revolucionario de la clase obrera. Esta es una obligación y un reto para la clase obrera más avanzada y para los comunistas de todos los países del mundo y, por supuesto, sobre todo en los EEUU.
La confrontación y el rechazo consecuente con esta plataforma liquidacionista y oportunista es una exigencia que nace de las tradiciones históricas del movimiento obrero y comunista en los EEUU, es una condición para el renacimiento de los ideales comunistas revolucionarios en el movimiento obrero y en la sociedad de los EEUU.
Sección de Relaciones Internacionales del Comité Central del KKE
Atenas, 13 de abril de 2011
http://andaluciaproletaria.blogspot.com/2011/04/reflexion-del-kke-ante-las-posiciones.html#more
A los militantes y cuadros del Partido Comunista de los Estados Unidos de América (CPUSA);
A los trabajadores que luchan en los EEUU;
A los partidos comunistas y obreros.
Queridos camaradas:
En febrero de 2011, el presidente del CPUSA, Sam Webb, publicó un artículo en Political Affairs, la publicación electrónica del CPUSA, titulada "Un partido del socialismo en el siglo XXI: a qué se parece, qué dice, qué hace". El artículo en cuestión está acompañado por una nota editorial que afirma que "el siguiente artículo representa sólo las opiniones de su autor, y no refleja necesariamente la posición oficial de ninguna organización o colectivo", es obvio para nosotros que la posición pública del máximo dirigente de un Partido Comunista sobre un tema tan importante requiere una atención especial.
El 16 de febrero recibimos una carta del equipo editorial de Political Affairs en la que se nos invitó a enviar nuestra opinión.
Nuestro Partido, después de estudiar este artículo y las reacciones que provocó en las filas comunistas, tanto de los EEUU como del resto del mundo, considera necesario adoptar una posición pública a través de esta carta, como lo requiere su responsabilidad como parte del movimiento comunista internacional.
Nuestra evaluación es que estamos tratando con una plataforma liquidacionista global de 29 tesis que se sitúa al frente del movimiento comunista internacional, proponiendo la total revisión de los principios y tradiciones revolucionarias del movimiento comunista.
El KKE, como una sección del movimiento comunista internacional, considera un deber rechazar esta plataforma, la cual cuestiona la necesidad de la existencia de un partido de clase obrera en los EEUU, y en general se dirige contra el movimiento internacional revolucionario y anti-imperialista. El XVIII Congreso de nuestro Partido subrayó que "la batalla contra las tendencias socialdemócratas en los Partidos Comunistas (actuantes a través de mecanismos imperialistas, medios de comunicación burgueses y anticomunistas) debe ser firme y consistente para defender el papel histórico de la clase obrera y su vanguardia organizada, los principios del marxismo-leninismo y el socialismo. Esta tarea adquiere una importancia aún mayor frente a la creciente ofensiva anticomunista en la UE y en el mundo entero."
Queridos camaradas:
La plataforma que fue presentada hoy, a través del artículo del presidente del CPUSA, constituye la culminación de un proceso de "ajuste" en la última década, como el propio autor señala. Ya hubo movimientos en este período intermedio que los comunistas de Grecia, así como los de los EEUU y otros muchos países, analizaron con preocupación, como:
* La entrega de los archivos del Partido a los imperialistas, al Estado burgués de los EEUU, en 2007.
* El fin de la publiación impresa del periódico (People's Weekly World) y del diario Political Affairs, con la simultánea modificación de su carácter.
* La reducción y desmembramiento del Partido.
* La política "seguidista", detrás de uno de los dos pilares del sistema político burgués de los EEUU, es decir, detrás del Partido Demócrata.
* La posición al respecto de las ambiciones del imperialismo estadounidense (por ejemplo, la rechaza a la demanda de la inmediata retirada de las fuerzas de ocupación de Irak).
* El bloque de la Declaración Conjunta de la Reunión Urgente de los Partidos Comunistas y Obreros, celebrada en Damasco, porque en el texto final aparecía la posición de la retirada de las fuerzas imperialista de ocupación de Irak.
Esta tendencia se intensificó después del XXIX Congreso del CPUSA. No fue casualidad que inmediatamente después de dicho Congreso, apareciese publicado un artículo en Political Affairs que ponga en duda no solo la necesidad de mantener el nombre del Partido, sino la posibilidad, e inclusive, la necesidad de la existencia de un Partido Comunista en los actuales EEUU.
La Plataforma de Webb se presenta hoy como la culminación de este proceso y aboga abiertamente por el abandono de la visión marxista-leninista del mundo, la abolición del centralismo democrático y la debilitación de los principios del partido de nuevo tipo.
Nos gustaría llamar vuestra atención sobre los siguientes aspectos básicos de esta Plataforma:
Sobre la cuestión de la teoría del Partido
Se propone la sustitución de nuestra teoría por una mezcla ecléctica que no va más allá de los límites de la ideología liberal burguesa. Se ataca directamente al marxismo-leninismo, que constituye una de las leyes centrales de la existencia y actividad del partido de nuevo tipo, como Lenin señaló: "Sin teoría revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario (...) El papel de vanguardia combatiente solo puede cumplirlo un Partido que se guíe por la teoría más avanzada." En esta Plataforma se presentan como nuevas varias posiciones oportunistas ya muy viejas (por ejemplo, que el marxismo-leninismo es extranjero, antidemocrático y una distorsión que Stalin hizo del marxismo, etc.), son estas las posiciones que desarman al movimiento obrero y lo rinden, ya sin herramientas teóricas, ante las garras del sistema explotador.
Sobre la cuestión de la propuesta política del Partido Comunista
Promueve la opinión de que puede haber soluciones a favor de la clase obrera dentro del marco del capitalismo. Así, promueve como una solución alternativa la línea de la llamada reestructuración capitalista "verde". Además, la Plataforma de Webb caracteriza la crisis como una crisis capitalista de sobreproducción insuficiente. Tergiversa la esencia de la sobreacumulación de capital, ya que la asocia con la... falta de oportunidades de inversión. Afirma categóricamente: "La falta de un Nuevo Acuerdo Verde (New Green Deal) a nivel global, es difícil ver por donde va a llegar el dinamismo de una recuperación sostenida, por no hablar de un gran auge."
Estos puntos de vista reciclan teorías oportunistas y socialdemócratas sobre la recesión y el desarrollo económico, con la que el capitalismo oculta su esencia de clase, provocando que el Partido Comunista renuncie a su objetivo estratégico y apoye propuestas políticas que tienen como objetivo la adquisición de nuevos super-beneficios por los capitalistas, en el nombre de la "ecología", al tiempo que convierten la naturaleza y sus recursos en mercados, destruyendo el planeta de varias formas.
Sobre la cuestión de la perspectiva socialista
Renuncia a la lucha por el socialismo. El concepto de revolución está totalmente ausente. Propone un interminable proceso de etapas sucesivas, en el que las alianzas no se formarán en base a los intereses de la clase obrera. Webb propone trabajar para "cambiar el balance de las fuerzas en una dirección progresista". Este punto de vista condena al Partido a someterse a las circunstancias temporales y a no trabajar en una estrategia de derrocamiento del capitalismo a través de la concentración de fuerzas.
No en vano, es obvio para nosotros que la táctica de los Partidos Comunistas debe estar al servicio de su estrategia, que es el derrocamiento del capitalismo y la construcción de la sociedad socialista y comunista. La posición de Webb, en la práctica, elimina el objetivo estratégico del Partido Comunista, y finalmente aspira a deshacerse del verdadero carácter del Partido Comunista. El socialismo está en cualquier caso en el orden del día, desde el momento que vivimos en la época del imperialismo, la fase superior y última del capitalismo. La oportunidad y necesidad del socialismo y el comunismo se hace visible por el punto muerto del capitalismo, las guerras imperialistas, las crisis económicas, los tremendos problemas sociales, económicos, ambientales, ecológicos y otros que la sociedad capitalista genera. Un Partido Comunista debe tener tácticas y formar alianzas que faciliten la acumulación de fuerzas, la unidad de la clase obrera y la alianza social con los sectores populares, con el objetivo de la maduración del factor subjetivo para la toma del poder por la clase obrera, y no ser atrapado en alianzas y etapas que lo llevarán a batallar en luchas bajo "bandera extranjera" en la lógica de la gestión capitalista.
Sobre la cuestión de la formación del Partido Comunista
La Plataforma de Webb propone ir más allá de los Partidos Comunistas. Dice que "un Partido del socialismo en el siglo XXI abraza el marxismo, entendido como una amplia tradición que va más allá del movimiento comunista". Un Partido que no lucha por los intereses de la clase obrera, sino que "lucha por los intereses del conjunto de la nación".
Esta postura niega la necesidad de la existencia del Partido Comunista en los EEUU y, de hecho, en el mundo entero. El KKE superó con éxito puntos de vista semejantes, cuando éstos surgieron en nuestro Partido hace 20 años, bajo la influencia de las teorías de Gorbachov. Los comunistas griegos luchamos realmente para repeler estas posiciones oportunistas, para preservar el KKE, para mantenernos y fortalecer el carácter de clase, internacionalista y revolucionario de nuestro Partido. Hoy, 20 años después, los comunistas, no sólo en Grecia sino en todo el mundo, podemos juzgar como positivos los resultados de esta batalla librada por el KKE. El KKE fue quien se mantuvo en pie, desarrollando importantes temas teóricos y políticos sin desviarse de los principios del marxismo-leninismo. Aprobó su nuevo programa y llegó a importantes conclusiones con respeto a las causas de la caída del socialismo, y enriqueció su concepción del socialismo. Tomó importantes iniciativas para la unidad del movimiento comunista a nivel regional e internacional. Reforzó sus vínculos con la clase obrera y los sectores populares. Creció la influencia de sus posiciones y su prestigio, ya que juega un papel principal en el reagrupamiento y el desarrollo del movimiento sindical de clase y en las poderosas huelgas de trabajadores en nuestro país.
Nada de lo anterior podría ser logrado si el oportunismo hubiese ganado hace 20 años en el seno del KKE. El KKE estaría encaminado a su disolución y el movimiento obrero y popular hubiese perdido su principal pilar de apoyo.
Sobre la lucha ideológica
La Plataforma de Webb renuncia a la lucha contra la ideología burguesa y el oportunismo. El Partido que describe Webb abandona la lucha ideológica. Escribe: "Un Partido del socialismo del siglo XXI no convierte en enemigos a los liberales, partidarios de políticas identitarias, movimientos centrados en una causa, líderes progresistas y centristas de las principales organizaciones sociales, socialdemócratas, comunidades sin ánimo de lucro, ONG's, aliados poco constantes y el "pueblo" (según algunos, una categoría sin clases que cubre la opresión de clase, de raza y de género)."
Pero, ¿puede un Partido Comunista guiar a la clase obrera, los sectores populares, si no tienen un frente ideológico contra las posiciones que presentan el capitalismo como el único camino, que simplemente promueven tipos diferentes de gestiones del sistema explotador? La respuesta del KKE a esto es que es imposible la lucha de los pueblos si no desarrollan un frente ideológico firme y coherente, que luche contra las teorías acientíficas burguesas y oportunistas. Esto es especialmente cierto en las condiciones actuales, cuando el papel de las distintas ONG se hizo evidente, las cuales están conectadas financieramente y de otros modos con las organizaciones imperialistas. En unas condiciones en que la socialdemocracia en el gobierno demostró en la práctica que es un pilar de apoyo del sistema político burgués. En estas condiciones, los comunistas no solo no deben renunciar al trabajo ideológico y a la lucha, sino que deben intensificar todavía más la lucha contra estas fuerzas.
Organización oportunista
Webb rechaza la organización leninista, la organización de vanguardia de la clase obrera que corresponde a las necesidades de la lucha de clases para la abolición de la explotación. Rechaza la organización leninista porque rechaza la lucha por el socialismo y tomó partido por la clase burguesa en la perpetuación del capitalismo.
Es así, la máquina estatal, muy poderosa y experimentada, estará enfrentada por un "Partido", según el, basado en Internet, con una política de puertas abiertas para nuevos miembros con un principio organizativo: "Militar no debe ser más difícil que militar en otras organizaciones sociales".
Por tanto, podemos ver que no solo rechaza los principios organizativos probados y estudiados del Partido Comunista de nuevo tipo, que fueron formulados en la época de Lenin, sino que promueve una idea de Partido tipo ONG, que se corresponde con las fórmulas que él mismo propone y que conducen a un "Partido Comunista" asimilado en el sistema burgués, que trabaja para la "corrección" y salvación del capitalismo y no por su derrocamiento
¿El Partido de la revolución o de la reforma?
Reforma es la respuesta dada por Webb a esta pregunta fundamental, que se formuló hace cien años. Su visión niega que el Partido sea la vanguardia de la clase obrera y subordina su actividad al nivel más bajo de conciencia de clase ("Un Partido del socialismo en el siglo XXI toma como punto de partida los problemas que las masas (término relativo) están listas para enfrentar"). Por supuesto, propone una línea revisionistas y prima la intervención en las instituciones del Estado burgués. La lucha por las reformas dentro del imperialismo y reconocida no sólo como un "medio", sino como un fin para el "nuevo" Partido.
En la vida real, ¿cuándo el camino de las reformas del sistema capitalista ha conducido a la abolición de la explotación del hombre por el hombre y la reivindicación de los deseos de los trabajadores? La "receta" reformistas fue probada por los pueblos a través de distintos gobiernos socialdemócratas y centro-izquierdistas, que demostraron en la práctica ser los principales vehículos para la imposición de medidas contrarias a los trabajadores y al pueblo, y ser pilares de apoyo de las organizaciones imperialistas de la guerra.
"Marxismo"... sin Marx
Webb pone en duda la naturaleza de clase de la democracia popular. Como él escribe: "A lo que estoy desafiando es a la noción de que todo está subordinado a la clase y a la lucha de clases, sin importar las circunstancias." Cuestiona la naturaleza de clase del Estado burgués, es decir, la dictadura de los monopolios estadounidenses y afirma que: "Ya que luego, la naturaleza de la lucha no es simplemente el pueblo contra el Estado, sino que el pueblo gana posiciones e influencia en el Estado, y después los utiliza para hacer cambios (dentro y fuera del Estado)".
Esta es una vieja postura oportunista que Marx ya recetó en su época, y que fue revivida por la caduca corriente eurocomunista. Y esto por sí solo sería suficiente para que llegásemos a la conclusión de que el "marxismo" que se menciona como base teórica del "Partido del siglo XXI", no tiene nada que ver con Marx y sus contribuciones teóricas, sino que busca su torpe tergiversación, el soterramiento de la teoría revolucionaria y la decepción de los trabajadores.
Ilusiones respecto al papel del Gobierno estadounidense y los monopolios
La Plataforma de Webb fomenta ilusiones y trabaja por la sumisión popular al Gobierno de los EEUU, es decir, el poder imperialista que domina el mundo: "La cuestión no es que simplemente el Gobierno de los EEUU se arrastre dentro de su concha nacional, sino que debe participar en los asuntos mundiales bajo las premisas de cooperación, paz, igualdad y beneficio mutuo..."
Al mismo tiempo, fomenta ilusiones respecto a la versión "humanizada" de los monopolios: "grandes secciones de la clase empresarial transnacional cerraron el grifo al pueblo americano, a la economía, al Estado... El compromiso de las principales secciones de las élites transnacionales con el sector público, con una fuerte economía nacional y con una sociedad moderna se desvanece..."
Ya que el presidente del CPUSA renunció a un enfoque de clase de la sociedad, estas posiciones antes mencionadas eran de esperar. Estas posiciones no tienen nada que ver no solo con la historia y la lucha del Partido que él representa, sino que tampoco guardan relación con la realidad. La continua ocupación de Irak y Afganistán, la nueva guerra imperialista en Libia, demuestran que clase de política desarrolla el Gobierno de los EEUU fuera de su "concha nacional". Y lleva a cabo la misma política antipopular en la defensa de los intereses de los monopolios dentro de su propio país.
Fortalecimiento de la línea "seguidista" con el capital y el Partido Demócrata
El fortalecimiento de la reacción política, algo intrínseco al imperialismo y que se intensifica en las condiciones de crisis, es interpretado como "extremismo de ultradecha". Esto conduce a la conclusión de que violan la verdad y la realidad, como que "decimos también, definitivamente, que las fuerzas independientes no tienen ninguna oportunidad en absoluto de tomar el control del Partido Demócrata. Podría darse el caso, pero es un error pensar en eso en este momento". Identificar a la clase obrera y su movimiento con la burocracia sindical de la AFL-CIO es coherente con la línea política de alianza con sectores del capital.
Vuelta al anticomunismo
El artículo de Webb se caracteriza por ponerse de lado del enemigo de clase y alinearse completamente con el anticomunismo contemporáneo. Hace un llamamiento para una "ruptura inequívoca con Stalin" y se alinea con vergonzosa humildez a la construcción socialista, que tanto ofreció a los pueblos soviéticos y jugó un papel decisivo en la victoria antifascista de los pueblos. En esencia, estas posiciones tratan de ocultar la realidad, los complejos problemas de la lucha de clases en la URSS y la dura confrontación del poder de la clase obrera con la clase burguesa rural, los kulaks.
Adopta, en esencia, todo tipo de calumniosas simplificaciones de problemas complejos, como la intensificación de la lucha de clases en la URSS. Este artículo de un paso más y se une a los Havel, Walesa y todos los reaccionarios anticomunistas de la Unión Europea, hablando de "crímenes contra la Humanidad". Se alinea con la tendencia que intenta criminalizar a los Partidos Comunista y a la defensa del socialismo: "Describir estas atrocidades como un error es un error criminal".
Como bien es sabido, los actuales oportunistas en Europa que forman el llamado Partido de la Izquierda Europea (PIE) defienden una semejante posición antihistórica.
Queridos camaradas del CPUSA;
Militantes, simpatizantes y cuadros del CPUSA;
Trabajadores concienciados de los Estados Unidos de América;
En este crítico momento para vuestro Partido, el KKE os pide que tengáis en cuenta que el ataque ideológico contra el Partido de Nuevo Tipo centrado en su identidad, su carácter y sus principios organizativos, comenzó desde el primer momento de su existencia. Los revisionistas siempre apoyaron la disolución del Partido de la clase obrera; siempre fueron un pilar de apoyo de la burguesía. La clase burguesa y sus partidarios comprendieron desde un primer momento el papel del Partido en la emancipación política de la clase obrera y su movimiento. Ese ataque ideológico continúa en nuestros días, como demuestra el artículo de Webb.
Os hacemos un llamamiento para que tengáis en cuenta que el Partido solo puede cumplir el papel de vanguardia proletaria si está equipado con la unidad de acción y con la unidad de una estricta disciplina. Su carácter internacionalista deriva de su naturaleza; constituye una parte integrante del movimiento comunista internacional.
La experiencia y la práctica, la verdadera vara de medir, confirman que la línea revolucionaria de lucha no sólo no restringe el trabajo entre las masas, sino que lo refuerza. Refuerza las expectativas de la clase obrera, proporciona una salida y perspectiva, contribuye a cambiar la correlación de fuerzas. La acción independiente del Partido es un requisito para la formación de una política de alianzas no subordinada y que sirva de estrategia para el derrocamiento del capitalismo.
Además, consideramos necesario tener en cuenta que la necesidad de una revolución socialista y la construcción de una nueva formación socioeconómica comunista no está determinada por la correlación de fuerzas, que se va conformando en las distintas coyunturas históricas, sino en la necesidad histórica de resolver la contradicción básica entre capital y trabajo. Las contrarrevoluciones de la URSS y de otros países socialistas no alteraron el carácter de nuestra época, la cual es una época de transición del capitalismo al socialismo, transición oportuna y necesaria como lo demuestra la tragedia de los millones de trabajadores y desempleados que sufren la explotación y la intensificación de los problemas causados por el sistema explotador.
Creemos que la sustitución de los principios del marxismo-leninismo por un enfoque revisionista en nombre de las particularidades nacionales causó un gran daño al movimiento comunista, y continúa haciéndolo. Ninguna peculiaridad nacional puede negar la necesidad del derrocamiento del capitalismo, la necesidad del poder político por la clase obrera, por la socialización y planificación centralizada de la producción. La crisis económica que estalló en el mundo capitalista y la intensificación de las contradicciones interimperialistas subrayan aun más la oportunidad del socialismo. Bajo estas condiciones, hacer retroceder la nueva ola del anticomunismo, la defensa del socialismo que conocemos, de su gran contribución a la clase obrera mundial, y la defensa de la identidad y de las tradiciones revolucionarias del movimiento comunista adquiere una importancia especial.
Queridos camaradas:
La experiencia histórica, los propios acontecimientos rechazaron las opiniones que hablaban del "fin de la Historia", de la "obsolescencia del marxismo-leninismo" y del "fin de los Partido Comunistas". Para las masas, hoy existe una fuerte necesidad de la existencia de Partidos Comunistas que tengan sus raíces en la clase obrera y en los centros de trabajo, que crean en el marxismo-leninismo y en el internacionalismo proletario. El movimiento obrero debe trabajar de forma consciente y aceptar el reto de garantizar la existencia de un Partido revolucionario de la clase obrera. Esta es una obligación y un reto para la clase obrera más avanzada y para los comunistas de todos los países del mundo y, por supuesto, sobre todo en los EEUU.
La confrontación y el rechazo consecuente con esta plataforma liquidacionista y oportunista es una exigencia que nace de las tradiciones históricas del movimiento obrero y comunista en los EEUU, es una condición para el renacimiento de los ideales comunistas revolucionarios en el movimiento obrero y en la sociedad de los EEUU.
Sección de Relaciones Internacionales del Comité Central del KKE
Atenas, 13 de abril de 2011
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