Es cierto que fue un trostkista peor aun así lucho mucho por la república y por los derechos de los obreros.
¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
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- Mensaje n°1
¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
Es cierto que fue un trostkista peor aun así lucho mucho por la república y por los derechos de los obreros.
Es cierto que fue un trostkista peor aun así lucho mucho por la república y por los derechos de los obreros.
RDC- Miembro del Soviet
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- Mensaje n°2
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
Sí, lucho mucho por la república pero para acabar con ella.
Que se puede esperar de un individio que primero fue un nacionalista burgués, luego del PSOE, despues de la CNT, posteriormente del PCE, luego del BOC, luego de Izquierda Comunista y al final volvió al BOC para formar el POUM.
Mimbros de la Brigada Especial le mandaron un mensaje a Franco en el que decia que se habian reunido con el dirigente del POUM N (supuestamente Nin) para organizar una revuelta en Barcelona.
Nin fue un agente del fascismo.
Que se puede esperar de un individio que primero fue un nacionalista burgués, luego del PSOE, despues de la CNT, posteriormente del PCE, luego del BOC, luego de Izquierda Comunista y al final volvió al BOC para formar el POUM.
Mimbros de la Brigada Especial le mandaron un mensaje a Franco en el que decia que se habian reunido con el dirigente del POUM N (supuestamente Nin) para organizar una revuelta en Barcelona.
Nin fue un agente del fascismo.
FelipePoumista- Gran camarada
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- Mensaje n°3
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
Leyendo mi nickname ya os imagináis mi opinión sobre el camarada Nin. Salud!
carlos- Miembro del Soviet
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- Mensaje n°4
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
un traidor sin lugar a dudas
no me encaja que seas poumista....
el poum pecaba mas de izquierdismo (al final todo acaba en lo mismo pero bueno ) y tu yo creo que de derechismo
tu gritarias , como hacia el poum durante la guerra civil , abajo el frente popular , gobierno obrero ??? consigna infantilista y colaboracionista del fascismo como pocas
no me encaja que seas poumista....
el poum pecaba mas de izquierdismo (al final todo acaba en lo mismo pero bueno ) y tu yo creo que de derechismo
tu gritarias , como hacia el poum durante la guerra civil , abajo el frente popular , gobierno obrero ??? consigna infantilista y colaboracionista del fascismo como pocas
Plaza- Gran camarada
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- Mensaje n°5
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
Asi que el POUM colaborava con Franco? Y los militantes y dirigentes que se dejaron la vida en el campo de batalla también conspiraban con Franco?
En fin, digamos que se justifica que a andrés nin se le despellejara vivo según tengo entendido? Andrés Nin fué en mi opinión un hombre valiente que organizó una milicia potente que contuvo muchas veces al fascismo en el frente de aragón junto con los anaraquistas. O en la misma ciudad de Barcelona (en Dressanes) donde murieron muchos Poumistas de altos cargos en la organización.
En fin, digamos que se justifica que a andrés nin se le despellejara vivo según tengo entendido? Andrés Nin fué en mi opinión un hombre valiente que organizó una milicia potente que contuvo muchas veces al fascismo en el frente de aragón junto con los anaraquistas. O en la misma ciudad de Barcelona (en Dressanes) donde murieron muchos Poumistas de altos cargos en la organización.
carlos- Miembro del Soviet
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- Mensaje n°6
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
el partido comunista de aquella epoca si que combatio al fascismo ,sin infantilismos , no como el poum que gritaba abajo el frente popular
FelipePoumista- Gran camarada
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- Mensaje n°7
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
carlos escribió:un traidor sin lugar a dudas
no me encaja que seas poumista....
el poum pecaba mas de izquierdismo (al final todo acaba en lo mismo pero bueno ) y tu yo creo que de derechismo
tu gritarias , como hacia el poum durante la guerra civil , abajo el frente popular , gobierno obrero ??? consigna infantilista y colaboracionista del fascismo como pocas
Yo de derechismo dice..yo de humanismo en todo caso, y de tener los pies en la tierra a pesar de luchar por la utopía. Infórmate de la Revolución Española de 1936 llevada por el POUM y la CNT. El tiempo que duró fue maravillosa.
Radionrojo- Gran camarada
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- Mensaje n°8
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
el POUM y la CNT intentaron llevar a cabo una revolución en una época que no tocaba , porque lo que se tenía que hacer era luchar contra el fascismo y no hacer una revolución que solo puso en bandeja la victoria del fascismo.
El PCE ya decía que no era el momento , que si querían hacer una revolución tendrían que esperar al final de la guerra porque simplemente era un desgaste más.
El PCE ya decía que no era el momento , que si querían hacer una revolución tendrían que esperar al final de la guerra porque simplemente era un desgaste más.
carlos- Miembro del Soviet
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- Mensaje n°9
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
a la CNT la respeto intento hacer una revolucion en un momento que no tocaba , y su independencia respecto al poum era mayor de la que dices felipe
el marxismo de utopico nanai , el marxismo es cientifico , y ahi estan las experiencias socialistas para demostrarlo
te vuelvo a preguntar asumes las consignas del poum ? entre las que podemos destacar :
abajo el frente popular gobierno obrero
contra el frentepopulismo
es que no me pega ,te veo mas derechista que izquierdista , aunque vuelvo a decir al final todo acaba en lo mismo
el marxismo de utopico nanai , el marxismo es cientifico , y ahi estan las experiencias socialistas para demostrarlo
te vuelvo a preguntar asumes las consignas del poum ? entre las que podemos destacar :
abajo el frente popular gobierno obrero
contra el frentepopulismo
es que no me pega ,te veo mas derechista que izquierdista , aunque vuelvo a decir al final todo acaba en lo mismo
FelipePoumista- Gran camarada
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- Mensaje n°10
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
carlos escribió:a la CNT la respeto intento hacer una revolucion en un momento que no tocaba , y su independencia respecto al poum era mayor de la que dices felipe
el marxismo de utopico nanai , el marxismo es cientifico , y ahi estan las experiencias socialistas para demostrarlo
te vuelvo a preguntar asumes las consignas del poum ? entre las que podemos destacar :
abajo el frente popular gobierno obrero
contra el frentepopulismo
es que no me pega ,te veo mas derechista que izquierdista , aunque vuelvo a decir al final todo acaba en lo mismo
No entiendo porque defiendes a la CNT y criticas al POUM, cuando bajo tu punto de vista, la revolución que llevaron a cabo, porque las llevaron los 2, "perjudicó" a la guerra civil. De todas maneras, me parecen más derechistas las purgas estalinistas que el apoyo al POUM. El que me veas más derechista que izquierdista en ciertos aspectos sectario (bajo mi punta de vista, para no caer en la demagogia) no es algo que me vaya impedir dormir.
carlos- Miembro del Soviet
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- Mensaje n°11
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
vamos a ver el poum era izquierdista a todas luces demasiado y sectareo como el solo entonces tu que eres de los que dicen que el marxismo hay que renovarlo bla bla no se como lo apoyas
FelipePoumista- Gran camarada
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- Mensaje n°12
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
carlos escribió:vamos a ver el poum era izquierdista a todas luces demasiado y sectareo como el solo entonces tu que eres de los que dicen que el marxismo hay que renovarlo bla bla no se como lo apoyas
No camarada carlos, no digo que el marxismo haya que renovarlo, lo que sí digo (y es algo que está en el manifiesto comunista), es que no en todas las circunstancias, ni en todos los lugares, la manera de aplicarlo es la misma.
RDC- Miembro del Soviet
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- Mensaje n°13
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
Normal defender la CNT y no a los agentes del fascismo del POUM. La CNT condenó el golpe de estado en Barcelona, las organizaciones anarquistas que participaron fueron Amigos de Durruti, etc.
Los participantes del golpe tenian que haber sido fusilados de inmediato por alta traición pero el gobierno de la República se negó, solo el PCE defendió juzgar a eses colaboradores del fascismo.
Me hace mucha gracia que alguin defienda a un tio como Nin que fue de todas las ideologias que existian y acabó colaborando con el fascismo. Eso sí, al final se hizó justicia igual que con los colaboradores del fascismo en la URSS.
Y Plaza, ya te dije en otro post que no todo el POUM eran agentes fascistas, los militantes de base supongo que no lo eran pero sí que eran colaboradores.
Los participantes del golpe tenian que haber sido fusilados de inmediato por alta traición pero el gobierno de la República se negó, solo el PCE defendió juzgar a eses colaboradores del fascismo.
Me hace mucha gracia que alguin defienda a un tio como Nin que fue de todas las ideologias que existian y acabó colaborando con el fascismo. Eso sí, al final se hizó justicia igual que con los colaboradores del fascismo en la URSS.
Y Plaza, ya te dije en otro post que no todo el POUM eran agentes fascistas, los militantes de base supongo que no lo eran pero sí que eran colaboradores.
el_republicano2- Miembro del Soviet
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- Mensaje n°14
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
FelipePoumista escribió:carlos escribió:a la CNT la respeto intento hacer una revolucion en un momento que no tocaba , y su independencia respecto al poum era mayor de la que dices felipe
el marxismo de utopico nanai , el marxismo es cientifico , y ahi estan las experiencias socialistas para demostrarlo
te vuelvo a preguntar asumes las consignas del poum ? entre las que podemos destacar :
abajo el frente popular gobierno obrero
contra el frentepopulismo
es que no me pega ,te veo mas derechista que izquierdista , aunque vuelvo a decir al final todo acaba en lo mismo
No entiendo porque defiendes a la CNT y criticas al POUM, cuando bajo tu punto de vista, la revolución que llevaron a cabo, porque las llevaron los 2, "perjudicó" a la guerra civil. De todas maneras, me parecen más derechistas las purgas estalinistas que el apoyo al POUM. El que me veas más derechista que izquierdista en ciertos aspectos sectario (bajo mi punta de vista, para no caer en la demagogia) no es algo que me vaya impedir dormir.
Lo de las purgas stalinistas fue porque todavía quedaba mucho menchevique y zarista suelto.
carlos- Miembro del Soviet
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- Mensaje n°15
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
no deja de ser curioso que mientras a los malevolos estalinistas come niños del pce les mataban y torturaban en las carceles de exterminio franquista , el poumista que mas tiempo paso en prision fue 15 años
y supongo que muchos militantes de base y cuadros intermedios del poum serian antifascistas consecuentes eso si que una fuerte dosis de izquierdismo
te vuelvo a repetir felipe tu asumes las consignas del poum " contra la republica del frente popular" ,o "contra el frentepopulismo " es que no me encaja en ti , te lo juro
FUENTE: la españa que el poum invento de juan manuel olarieta alerdi
y supongo que muchos militantes de base y cuadros intermedios del poum serian antifascistas consecuentes eso si que una fuerte dosis de izquierdismo
te vuelvo a repetir felipe tu asumes las consignas del poum " contra la republica del frente popular" ,o "contra el frentepopulismo " es que no me encaja en ti , te lo juro
FUENTE: la españa que el poum invento de juan manuel olarieta alerdi
FelipePoumista- Gran camarada
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- Mensaje n°16
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
el_republicano2 escribió:FelipePoumista escribió:carlos escribió:a la CNT la respeto intento hacer una revolucion en un momento que no tocaba , y su independencia respecto al poum era mayor de la que dices felipe
el marxismo de utopico nanai , el marxismo es cientifico , y ahi estan las experiencias socialistas para demostrarlo
te vuelvo a preguntar asumes las consignas del poum ? entre las que podemos destacar :
abajo el frente popular gobierno obrero
contra el frentepopulismo
es que no me pega ,te veo mas derechista que izquierdista , aunque vuelvo a decir al final todo acaba en lo mismo
No entiendo porque defiendes a la CNT y criticas al POUM, cuando bajo tu punto de vista, la revolución que llevaron a cabo, porque las llevaron los 2, "perjudicó" a la guerra civil. De todas maneras, me parecen más derechistas las purgas estalinistas que el apoyo al POUM. El que me veas más derechista que izquierdista en ciertos aspectos sectario (bajo mi punta de vista, para no caer en la demagogia) no es algo que me vaya impedir dormir.
Lo de las purgas stalinistas fue porque todavía quedaba mucho menchevique y zarista suelto.
Camarada, varios generales del Ejército rojo, y revolucionarios de la época de Lenin, fueron liquidados en esas purgas.
carlos- Miembro del Soviet
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- Mensaje n°17
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
pero que piensas de las consignas izquierdistas del poum??
Camarada Víctor- Moderador de Reserva
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- Mensaje n°18
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
Su modo de lucha no fue el mas correcto...
francaradepan- Novato/a rojo/a
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- Mensaje n°19
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
Yo personalmente estoy en contra de la represión que ejerció el PCE (cuando ya controlaba el gobierno republicano) hacia el POUM. ¿Por qué una organización hermana en tiempos de paz de convierte en un ferviente enemigo en tiempos de guerra?
El POUM siempre fué un partido minoritario, aunque envió algunas columbas al frente que seguro que lucharon con dignidad, no era un partido de masas, eso es obvio. Su protagonismo reside en la propaganda como traidores que de él hace el Partido Comunista. Durante toda la guerra la quinta columna (el enemigo fascista en territorio republicano) había sido una amenaza. Estoy absolutamente en contra de la versión del PCE de que el POUM era un partido socialfascista y que sus dirigentes eran espías. No lo creo porque la documentación al respecto tanto de los ''juicios'' farsa de la época como testimonios directos y demás dejan en bragas todo argumento al respecto.
Como no creo en la maldad humana de por sí entonces intento usar la dialéctica para averiguar las causas de éste conflicto y mis conclusiones son que la CNT controlaba toda Catalunya y gran parte de Aragón, que el PCE debido a su estrategia política anelaba el control de estos territorios y atacó con todos los medios posible al eslabón más débil de la cadena (el poum) que entonces estaba alienado con la CNT para desacreditar a la CNT y aumentar el poder del PSUC en Catalunya para posteriormente desmantelar toda la organización de la cnt y dominar la situación. (Como así ocurrió efectivamente).
Estoy convencido de que para el PCE su estrategia era legítima, eliminó uno a uno los obstáculos que el consideraba necesarios para ganar la guerra. Yo personalmente creo que fué muy poco fiel a los principios elmentales de la tolerancia.
El POUM siempre fué un partido minoritario, aunque envió algunas columbas al frente que seguro que lucharon con dignidad, no era un partido de masas, eso es obvio. Su protagonismo reside en la propaganda como traidores que de él hace el Partido Comunista. Durante toda la guerra la quinta columna (el enemigo fascista en territorio republicano) había sido una amenaza. Estoy absolutamente en contra de la versión del PCE de que el POUM era un partido socialfascista y que sus dirigentes eran espías. No lo creo porque la documentación al respecto tanto de los ''juicios'' farsa de la época como testimonios directos y demás dejan en bragas todo argumento al respecto.
Como no creo en la maldad humana de por sí entonces intento usar la dialéctica para averiguar las causas de éste conflicto y mis conclusiones son que la CNT controlaba toda Catalunya y gran parte de Aragón, que el PCE debido a su estrategia política anelaba el control de estos territorios y atacó con todos los medios posible al eslabón más débil de la cadena (el poum) que entonces estaba alienado con la CNT para desacreditar a la CNT y aumentar el poder del PSUC en Catalunya para posteriormente desmantelar toda la organización de la cnt y dominar la situación. (Como así ocurrió efectivamente).
Estoy convencido de que para el PCE su estrategia era legítima, eliminó uno a uno los obstáculos que el consideraba necesarios para ganar la guerra. Yo personalmente creo que fué muy poco fiel a los principios elmentales de la tolerancia.
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- Mensaje n°20
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Buenos días Camaradas:
Soy JuanMi, amigo de FelipePoumista... Yo, como él sabrá, soy Republicano Comunista Marxista-Leninista Troskista Democrático. El Camarada Andreu tuvo una evolución política. ¿Ustedes es que son comunistas desde el primer día de conciencia política? El POUM era una alternativa comunista troskista de la época. ¿Qué es lo que ocurría? Todos los partidos comunistas del Globo se juntaban en el Kommintern y presídía la URSS (que casualidad que en aquella época la URSS era representada por Stalin). Por eso en el VII Congreso de la III Internacional se acordó que en los países capitalistas que los partidos de izquierda NO-TROSKISTAS se aliasen en frentes populares para poder hundir el capitalismo en su respectivo. Con lo cuál el frentepopularismo es una medida estalinista. Para mí el frente popular fue una chapuza, porque la CNT dio luz a votar en las elecciones de 1936 y luego en la guerra, el PCE (mejor dicho, la NKVD) díó orden de ilegalizar el POUM y combatir contra CNT y POUM en barcelona. Una cosa dejo clara. Yo siempre he pensado primero la guerra último la revolución. El PCE, como cualquier PC de aquella época eran marionetas de Stalin.
Soy JuanMi, amigo de FelipePoumista... Yo, como él sabrá, soy Republicano Comunista Marxista-Leninista Troskista Democrático. El Camarada Andreu tuvo una evolución política. ¿Ustedes es que son comunistas desde el primer día de conciencia política? El POUM era una alternativa comunista troskista de la época. ¿Qué es lo que ocurría? Todos los partidos comunistas del Globo se juntaban en el Kommintern y presídía la URSS (que casualidad que en aquella época la URSS era representada por Stalin). Por eso en el VII Congreso de la III Internacional se acordó que en los países capitalistas que los partidos de izquierda NO-TROSKISTAS se aliasen en frentes populares para poder hundir el capitalismo en su respectivo. Con lo cuál el frentepopularismo es una medida estalinista. Para mí el frente popular fue una chapuza, porque la CNT dio luz a votar en las elecciones de 1936 y luego en la guerra, el PCE (mejor dicho, la NKVD) díó orden de ilegalizar el POUM y combatir contra CNT y POUM en barcelona. Una cosa dejo clara. Yo siempre he pensado primero la guerra último la revolución. El PCE, como cualquier PC de aquella época eran marionetas de Stalin.
Shenin- Miembro del Soviet
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- Mensaje n°21
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
¿Quién tiene miedo a la historia?
Aprovechando el 70 aniversario del golpe de Estado de Barcelona, la burguesía fascista y sus corifeos han vuelto a la carga para repetirnos otra vez una historia de la guerra civil que parece condensarse en mayo de 1937, el POUM y la ejecución de Andrés Nin. Parece que la guerra civil no fue más que ese momento o que ese momento fue lo más importante de la guerra civil. Tenemos POUM, Nin y mayo de 1937 para rato: todo el rato que la burguesía logre retener sus medios de engaño y manipulación.
Desde un principio es fácil observar que, así expuestos, los hechos aparecen distorsionados, con una dimensión de la que carecen. El POUM es un partido con más libros que militantes; es insólito que una organización de esas características acapare tanta atención. Además, a juzgar también por el número de libros que se han difundido, Nin es el muerto más importante de la guerra civil; debió ser un personaje de mucho relieve durante la República porque algunos le rinden un culto que ya lo quisiera Buda para sí. Lo de Nin fue un magnicidio. Inflando los hechos de esa manera es como si el crimen fuera aún más horroroso: no sólo los pérfidos estalinistas mataron a un opositor político, sino que este opositor político era algo así como un Lenin hispánico, un revolucionario de gran valía, un teórico, etc. Al aumentar el tamaño de la víctima aumentan el tamaño del crimen.
Pero eso no les parece suficiente. Para hacer más horrendo el crimen la muerte no basta: hay que decir que fue torturado antes de matarlo. Pero si el cadáver no ha aparecido, ¿cómo saben que fue torturado? Lo saben porque un renegado como Jesús Hernández así lo dijo en sus desmemorias, a pesar de que no fue testigo de ello. De ese modo presenta los hechos la intoxicación disfrazada de historia objetiva e imparcial.
A diferencia de la historia, la propaganda lo que tiene que movilizar no es la razón (en el doble sentido de esta palabra) sino la emoción porque la tortura se digiere peor que el asesinato, sobre todo en un contexto como la guerra en el que cada día mueren millares de personas. La narración de unas inexistentes torturas no es ningún descuido sino algo bien meditado por los expertos imperialistas en intoxicación. La tortura de Nin es el punto a partir del cual ya todo es de color negro. Por tanto, es también el punto en el cual un lector cuidadoso de los textos identifica a un mercenario que escribe al dictado.
La diarrea intelectual
La diarrea del intelecto es una marca comercial patentada por los trotskistas: no paran de escribir porque es la mejor manera de que luego se escriba sobre ellos, generando así un volumen de letras que no tiene nada que ver con la realidad. El caso de su maestro imprimió su sello a toda la pocilga: Trotski no sólo escribió su autobiografía, lo que ya es insólito dentro de la historia del movimiento obrero, sino que además escribió la de su adversario, Stalin. Así no dejaba ningún cabo suelto.
En un modo de producción que hace mucho tiempo tiene establecida la división entre trabajo manual y trabajo intelectual, la sobredosis de trabajo intelectual expone la penuria de trabajo manual. Quien tanto escribe no tiene callos, ni roña en la uñas. Esa perversa escisión provoca que unos sean el motor de la historia mientras los otros van por detrás escribiéndola a su manera. Los que cayeron en las trincheras heroicamente, haciendo, no pudieron escribir, no nos llegan sus voces, pero los que escriben (porque tienen tiempo para ello) es seguro que no hacen y no hacen porque no están; escriben sobre lo que se imaginan, sobre lo que les dicen. Los historiadores son intelectuales, normalmente burgueses que, por tanto, valoran a los de su misma clase y condición. Por ejemplo, ven con buenos ojos a escritores como Maurín, Nin, Gorkin, Víctor Alba, Ignacio Iglesias, Juan Andrade, es decir, a toda la canalla trotskista, a los que califican como brillantes, mientras que los revolucionarios son grises, mediocres y burócratas. Realmente repulsivo.
A Maurín, en una época como la republicana, donde las masas lucieron con orgullo por la calle su mono azul de trabajo, le gustaba presentarse con su traje a medida y que le trataran de usted. Por su profesión de maestro, quizá estaba acostumbrado a pasearse por la palestra 30 centímetros por encima de sus alumnos, enseñar al dictado y que todos se levantaran de sus pupitres cuando él entraba en el aula. Quizá siempre pensó que las masas obreras eran como escolares suyos. No vestía boina sino sombrero canotier de señorito porque él no se consideraba el camarada de ningún ser inferior, de nadie que no fuera capaz de competir con su amplia cultura académica. Maurín no era maestro: era El Maestro en el sentido feudal de la palabra y así le llamaban sus colegas de partido. Él era brillante, o por lo menos eso pensaba de sí mismo. Por eso su biógrafa Anabel Bonsón Aventín le califica como el más aristocrático de todos los líderes obreros, porque a los obreros, como a todo rebaño, siempre les gustó ser dirigidos por la aristocracia. La historia le trató injustamente. Maurín no pudo llegar a ser el jefe del PCE, que es lo que se merecía; sólo pudo llegar a serlo en el POUM, una versión menor, entre otras razones porque le redujo a un ámbito político provinciano. Su sueño estaba en Madrid.
Juan Andrade es otro buen ejemplo de gacetillero trotskista de aquel momento. El elenco de libros que ha escrito no se podría contar con los dedos, por no hablar de sus artículos, que suman centenares. Pero si aparte de sus escritos alguien tiene la curiosidad de interesarse por saber si hizo algo más, se encontraría con dudas. ¿Hizo algo más (aparte de escribir)? Hay un detalle en su vida que lo dice todo. En 1936, cuando los fascistas se aprestaban a tomar Madrid al asalto, cuando ahí se jugaba el destino del proletariado mundial, cuando Durruti lo entendió claramente y se trasladó desde Barcelona con los suyos, Juan Andrade hizo el trayecto contrario: se largó de Madrid a Barcelona con el rabo entre las piernas. Lo suyo era escribir, no combatir.
Los extraños compañeros de cama
Es también sencillo comprobar que si en mayo de 1937 se produjo una complicidad entre trotskistas y anarquistas (éstos de manera parcial), por un lado, y fascistas por el otro, actualmente esa complicidad prosigue y lo mismo que dicen trotskistas y anarquistas (esta vez volcados todos ellos en cuerpo y alma) siguen diciendo los fascistas hoy. El ejemplo más claro ha sido el último libro de Zavala (subdirector de la revista Capital) sobre el tema, mencionado elogiosamente por César Vidal, Jiménez Losantos, La Razón, la COPE y demás consortes. Nadie debería dejar de leerlo para vacunarse para siempre contra el tifus revolucionario; es como el Libro Negro del Comunismo pero en versión española, sin subtítulos.
La historia tiene muy poco recorrido, la propaganda no acaba nunca; ambos son términos inversamente proporcionales: donde hay mucha propaganda hay poca (o ninguna) historia. La intoxicación lo que demuestra es el miedo a la historia: si algo de lo que cuentan tuviera una mínima sombra de verosimilitud, no sería necesario tanto aparato; los hechos resplandecerían con su propia luz.
Sobre el golpe de Barcelona de 1937 nosotros ya publicamos en líneas generales cómo sucedieron los hechos, aunque dejamos de lado las biografías personales de algunos de los participantes, que también tienen cierto interés histórico. Sobre el poumista Gorkin ya expusimos su posterior vinculación con las campañas sicológicas de la CIA durante la guerra fría. Que esa deriva no era algo personal sino muy característico del trotskismo lo demuestra que otros poumistas también se pusieron al servicio del imperialismo en su época más negra y siniestra. Es el caso de Víctor Alba o Ignacio Iglesias. La propaganda del imperialismo y la del trotskismo no eran dos cosas diferentes sino que formaban parte de lo mismo. En España la Editorial Janés formaba parte de ese tinglado, y no es ninguna casualidad que le diera trabajo a Maurín en 1946 cuando salió de la cárcel. Las campañas de intoxicación de esa editorial llegan hasta nuestros días.
Venimos llamando la atención sobre el hecho de que en la guerra civil, como caso obvio de quintacolumnismo, se organizaron tres traiciones y los tres personajes claves relacionados con ellas fueron puestos en libertad al finalizar la guerra casi al mismo tiempo sin resultar fusilados por los fascistas. Nos referimos a Ajuriaguerra (PNV), Maurín (POUM) y Mera (CNT). Ni siquiera cumplieron largas condenas de cárcel a pesar de que no eran unos personajes anónimos sino bien conocidos; no eran miembros de línea sino altos dirigentes, y en el caso de Mera, además, coronel del Ejército. En unas fechas donde aún se fusilaba en masa a los antifascistas de base, el hecho de que tres dirigentes reconocidos fueran indultados y salieran en libertad, tiene un extraordinario significado: el fascismo no fusilaba de manera indiscriminada sino que apuntaba muy bien y sabía recompensar los servicios prestados.
Maurín: una biografía truncada
También lo hemos expuesto alguna vez: si el POUM y los poumistas, a diferencia del PCE, que era reformista y burgués, fueron los revolucionarios de verdad, los auténticos, no nos vale que su biografía se acabe tristemente en 1939. Justamente entonces es cuando debió comenzar. Nosotros estaríamos dispuestos a reconocer con mucho gusto que el POUM y los anarquistas tenían razón cuando se alzaron contra la República burguesa, pero entonces se hubieran debido alzar aún con más ímpetu contra el fascismo a partir de 1939, que es justamente cuando desaparecieron del escenario de la historia.
Pero ¿por qué desaparecen? Es evidente: ya habían cumplido con su función, la de combatir a la República burguesa en nombre de la revolución. Pero cuidado: para ellos no se trataba de impulsar la revolución sino de hundir a la República en nombre de la revolución. Son dos cosas distintas. En sus bocas la revolución es sólo una coartada para conseguir lo otro.
Pasemos a las biografías. Nosotros ya hemos expuesto en otro artículo el paralelismo entre Maurín y su cuñado Souvarin, otro personaje con una turbia biografía, que se inicia en París en los años veinte y circula por Nueva York durante la II Guerra Mundial. Existe un aspecto clave tanto en la biografía personal de Maurín como en la historia del BOC y del POUM que los historiadores académicos no saben explotar: Maurín es el Cambó del Frente Popular y sus instrumentos políticos BOC-POUM son uno de los largos brazos sobre los que se sostiene la burguesía catalana. Ese es el secreto de su separatismo y de su iberismo. Lo denunciaron en su momento los anarquistas, lo denunció Trotski y lo denunció el PCE que le expulsó -entre otras razones- por nacionalista, un calificativo que también le lanzó Nin. Cuando algún historiador serio se detenga a analizar este fenómeno encontrará muchas de las claves políticas de Catalunya en aquella época, entre ellas el golpe de Estado de mayo de 1937.
Maurín nació en 1896 y murió en Nueva York en 1973; vivió, pues, 77 años y su biografía política se inicia a los 17 años cuando funda el periódico El Talión. Son 60 años de madurez de los cuales sólo 20 atraen el interés de los historiadores; el resto no interesa para nada. La conclusión es simple: no es posible comprender la biografía de una persona contando sólo con un tercio de su vida, como si el resto hubiera sido un zombi. La lucha de Maurín se acaba en 1946 cuando los fascistas le gratifican con un indulto y le dejan en libertad. Si era tan revolucionario como dicen que había sido antes, ¿qué sucedió entre 1946 y 1973? ¿Dónde está la lucha de Maurín? En plena guerra fría, Nueva York, donde vivió Maurín, no era precisamente el centro de la revolución mundial (sino todo lo contrario). Por ejemplo, los historiadores no nos cuentan detalles interesantes de aquel periodo como los siguientes:
— en 1959 Maurín se declaró enemigo de la revolución cubana
— dos años después Estados Unidos le recompensa otorgándole la nacionalidad yanqui.
Si la historia no se cuenta entera no es historia. La de Maurín es toda una metáfora de un momento histórico. No es su biografía: todo el POUM se acaba en 1939 y eso, que no puede extrañar de los trotskistas porque ya habían cumplido el papel que los fascistas les tenían asignado, sí extraña en cierto modo en el caso de los anarquistas que, a partir de entonces, dejaron de ser lo que habían sido. La mayor parte de ellos lo achacan al franquismo, a la represión, etc., pero si meditaran un poco acerca de ello obtendrían conclusiones muy interesantes, sobre todo para ellos mismos.
Con un pie en el estribo
Nin era muy diferente de Maurín: vacilante y sinuoso como un camaleón sin personalidad política de ninguna clase, siempre en busca de su propio acomodo intelectual, siempre con un pie en el estribo. El BOC de Maurín le acusó de ser un político voluble (1) y García Oliver dice de él que no fue un tránsfuga sino un fugitivo (2) porque, en una carrera breve pero trepidante, había recorrido casi todas las organizaciones políticas de izquierda existentes en Catalunya en el primer tercio del siglo XX.
Empezó en el nacionalismo burgués, luego se pasó al PSOE, luego a la CNT anarquista, luego al PCE estalinista, luego creó la OCE trotskista, luego tampoco estuvo a gusto a las órdenes de Trotski, las desobedeció y su minúscula organización se fusionó con el BOC para crear el POUM (que no se sabe lo que era, si chicha o limoná).
No hubo más recorrido porque había agotado todas las posibilidades del espectro político catalán. Posiblemente, como buen individualista, Nin sólo se encontraba a gusto consigo mismo, pero viajando de posada en posada, haciendo entrismo en todas y cada una de las habitaciones de aquel hotel de la política.
Su travestismo no fue sólo ideológico sino un estilo de hacer política. Por eso, aunque disimulen, en voz baja Nin no gusta a nadie. Utilizan su memoria para combatir al comunismo, que es lo que les interesa, y nada más. Lo único que les une a todos ellos es esa lucha común y ante nosotros aparecen como si formaran un frente. Por eso vemos a los anarquistas publicar libros trotskistas, tan alejados de sus postulados. Ni unos ni otros tienen principios; no se guían por ese tipo de cosas tan dogmáticas. Los anarquistas no soportan a Nin porque éste llevó a la CNT a la Internacional Sindical Roja, según ellos violando los acuerdos confederales. Pero a Nin ni siquiera le soportan los propios trotskistas; los del BOC con los que se fusionó siempre desconfiaron de él y cuando Maurín fue detenido no le dieron el cargo de secretario general del POUM: cambiaron el cargo de nombre. Sus colegas siempre dijeron que Nin había aceptado entrar de consejero de la Generalitat sin consultarles antes, es decir, que hizo con ellos lo mismo que antes había hecho con los anarquistas, es decir, que también entonces actuaba por su cuenta, sin contar más que consigo mismo.
Pocos días después de que el POUM firmara el pacto del Frente Popular, Trotski difundió un comunicado titulado La traición del Partido Obrero de Unificación Marxista. Los historiadores de pacotilla deberán tener en cuenta, por tanto, que nosotros los comunistas no somos los únicos que acusamos a Nin de traición; es más, lo que preguntamos es qué organización no le acusó en algún momento de traición. Nosotros seguimos diciendo bien alto lo que todos gritaron siempre: traición y Nin significan lo mismo.
Lo que sucede es que de traición sólo pueden hablar quienes tienen principios, no los pragmáticos, ni los tránsfugas, ni los entristas. Es lógico que se enfaden cuando se les llama traidores porque para ellos la traición es lo normal, la práctica habitual, la esencia misma de su forma de entender la lucha política. Su microclima son las facciones, tendencias, corrientes, escisiones, subdivisiones y demás métodos de pesca submarina. Nin firmó (dos veces) el pacto del Frente Popular y se levantó contra el Frente Popular; Nin fue consejero del gobierno de la República y se levantó contra la República. Los acuerdos y los juramentos están para incumplirlos: así actúan los que carecen de principios.
Nin se levantó contra la República porque ésta era burguesa y reaccionaria, pero unas semanas antes, cuando era consejero de la Generalitat, no debía ser tan burguesa ni tan reaccionaria. ¿Había dejado de ser lo que era? Nin y los suyos, como buenos camaleones, jugaban a todas las barajas. Que nadie busque aquí ni una pizca de eso que algunos valoran tanto en la lucha política y que se llama coherencia.
Nin en el PSOE
Nin es un caso único en la historia: en 1913 ingresó en el PSOE pero no por ello abandonó las filas del nacionalismo burgués: siguió en su cargo de redactor de El Poble Català. Con la mano derecha escribía en ese periódico para la burguesía y con la izquierda escribía para los obreros en La Justicia Social. Lo suyo era eso, escribir, no importa qué ni para quién. Por la mañana era autonomista e incluso federalista; por la tarde era el clásico jacobino centralista del PSOE.
En las filas del PSOE Nin vivió dos acontecimientos históricos de aquel siglo. El primero fue la I Guerra Mundial que, sin género de dudas, puso a prueba el carácter internacionalista del movimiento obrero. Como es bien sabido, la posición de la dirección del PSOE entonces se mostró partidaria del imperialismo aliado anglo-francés y Nin (lo mismo que Maurín) expresamente estuvo de acuerdo con el alineamiento oficial de su Partido. Ambos eran patrioteros; nada que ver con Lenin y los bolcheviques, ni con los internacionalistas.
Nin también vivió en el PSOE la Revolución socialista de 1917. Como también es bien sabido, a causa de ello las Juventudes Socialistas, a las que Nin pertenecía, se separaron para formar el Partido Comunista e incluso había una fuerte corriente tercerista dentro del propio PSOE. No fue ese el camino de Nin, que se pasó entonces... a la CNT.
Por tanto, a pesar de todo lo que digan sus secuaces, Nin era totalmente ajeno al bolchevismo y al internacionalismo.
Luego, desde la CNT, Nin tuvo una segunda oportunidad de demostrar su oposición a la Revolución de Octubre cuando en 1919 la CNT se planteó el ingreso en la III Internacional. Nin asistió en Madrid al Congreso de la CNT del Teatro de la Comedia donde, al contrario que la mayoría anarquista, que mostró sus simpatías por la revolución bolchevique, él no sólo no la defendió sino que expresó su acuerdo con Quintanilla, que es quien más se había opuesto a ella.
Con un poco de retraso
Nin llegó tarde a todas las citas, cuando sobre el mantel no había más que desperdicios. Al llegar a Moscú a finales de 1921 tenía el carnet de la CNT en el bolsillo; lo tiró a la papelera; se hizo estalinista, y decimos estalinista porque al poco de llegar él, en 1923, comienzan las intrigas de Trotski, pero Nin tampoco se presentó a tiempo a esa cita. Durante toda la batalla contra los trotskistas, Nin es estalinista. Por tanto:
miente Bullejos en sus desmemorias cuando dice: Desde los comienzos de la crisis interior del Partido soviético sus simpatías [las de Nin] estaban al lado de Trotski (3).
miente el historiador Joan Estruch cuando asegura que al ser designado Bullejos como Secretario General del PCE en 1925, Nin (mucho más capacitado que Bullejos) fue excluido del cargo a causa de sus relaciones con la Oposición trotskista (4).
miente la historiadora Anabel Bonsón Aventín cuando nos asegura que desde 1921 (¡nada más llegar a Moscú!), antes de aprender a hablar el ruso, Nin ya estaba próximo a Trotski (¿eran vecinos?) y, por tanto, ya estaba perseguido por Stalin (le persiguió por Moscú pero no le encontró hasta varios años más tarde).
miente también Victor Serge en sus desmemorias...
La respuesta es bien simple y lo reconoció con claridad el propio Nin en abril de 1925: estaba contra Trotski (5).
La batalla contra el trotskismo acabó en noviembre de 1927. Cuando la oposición trotskista ya había sido depurada de sus cargos, cuando Trotski ya estaba desterrado en Alma Ata, Nin seguía en la dirección de la Internacional Sindical Roja, participó en su IV Congreso (marzo de 1928) y luego en el VI Congreso de la Internacional Comunista (julio-septiembre de 1928).
Su nueva vuelta de tuerca, como todas las demás, tardó algunos años. Nin se convirtió al trotskismo cuando el trotskismo ya había sido derrotado. En 1930 ya le vemos en los flamantes tinglados internacionales de su jefe Trotski que en España utilizaban las siglas OCE, es decir, Oposición Comunista de España. ¿Por cuánto tiempo? No mucho. Hacia 1932 Nin ya estaba en contra del entrismo en el PCE que preconizaba Trotski. Pero tampoco está con Maurín y su BOC recién formado. Mejor dicho, está y no está; está pero rompe. Está en tierra de nadie o está consigo mismo. Crea un tinglado llamado Izquierda Comunista para deshacerlo y volver en 1935 al punto de partida: ICE de Nin más BOC de Maurín igual a POUM.
Por eso preguntamos: ¿qué era Nin?, también preguntamos: ¿quién era Nin?, y también: ¿por qué interesa tanto Nin?, y finalmente ¿a quién le interesa tanto Nin?
Notas:
(1) La Batalla, 17 de setiembre de 1931.
(2) El eco de los pasos, Ruedo Ibérico, Barcelona, 1978, pg.432.
(3) La Comintern en España. Recuerdos de mi vida, México, 1972, pg.60.
(4) Historia del PCE. 1920-1939, El Viejo Topo, Barcelona, 1978, tomo I, pg.50.
(5) «Chacun a sa place!», en La Correspondence International, núm. 48, 6 de mayo de 1925; la carta está traducida en Francesc Bonamusa: El Bloc Obrer i Camperol, Curial, Barcelona, 1974, pgs.353-354.
Aprovechando el 70 aniversario del golpe de Estado de Barcelona, la burguesía fascista y sus corifeos han vuelto a la carga para repetirnos otra vez una historia de la guerra civil que parece condensarse en mayo de 1937, el POUM y la ejecución de Andrés Nin. Parece que la guerra civil no fue más que ese momento o que ese momento fue lo más importante de la guerra civil. Tenemos POUM, Nin y mayo de 1937 para rato: todo el rato que la burguesía logre retener sus medios de engaño y manipulación.
Desde un principio es fácil observar que, así expuestos, los hechos aparecen distorsionados, con una dimensión de la que carecen. El POUM es un partido con más libros que militantes; es insólito que una organización de esas características acapare tanta atención. Además, a juzgar también por el número de libros que se han difundido, Nin es el muerto más importante de la guerra civil; debió ser un personaje de mucho relieve durante la República porque algunos le rinden un culto que ya lo quisiera Buda para sí. Lo de Nin fue un magnicidio. Inflando los hechos de esa manera es como si el crimen fuera aún más horroroso: no sólo los pérfidos estalinistas mataron a un opositor político, sino que este opositor político era algo así como un Lenin hispánico, un revolucionario de gran valía, un teórico, etc. Al aumentar el tamaño de la víctima aumentan el tamaño del crimen.
Pero eso no les parece suficiente. Para hacer más horrendo el crimen la muerte no basta: hay que decir que fue torturado antes de matarlo. Pero si el cadáver no ha aparecido, ¿cómo saben que fue torturado? Lo saben porque un renegado como Jesús Hernández así lo dijo en sus desmemorias, a pesar de que no fue testigo de ello. De ese modo presenta los hechos la intoxicación disfrazada de historia objetiva e imparcial.
A diferencia de la historia, la propaganda lo que tiene que movilizar no es la razón (en el doble sentido de esta palabra) sino la emoción porque la tortura se digiere peor que el asesinato, sobre todo en un contexto como la guerra en el que cada día mueren millares de personas. La narración de unas inexistentes torturas no es ningún descuido sino algo bien meditado por los expertos imperialistas en intoxicación. La tortura de Nin es el punto a partir del cual ya todo es de color negro. Por tanto, es también el punto en el cual un lector cuidadoso de los textos identifica a un mercenario que escribe al dictado.
La diarrea intelectual
La diarrea del intelecto es una marca comercial patentada por los trotskistas: no paran de escribir porque es la mejor manera de que luego se escriba sobre ellos, generando así un volumen de letras que no tiene nada que ver con la realidad. El caso de su maestro imprimió su sello a toda la pocilga: Trotski no sólo escribió su autobiografía, lo que ya es insólito dentro de la historia del movimiento obrero, sino que además escribió la de su adversario, Stalin. Así no dejaba ningún cabo suelto.
En un modo de producción que hace mucho tiempo tiene establecida la división entre trabajo manual y trabajo intelectual, la sobredosis de trabajo intelectual expone la penuria de trabajo manual. Quien tanto escribe no tiene callos, ni roña en la uñas. Esa perversa escisión provoca que unos sean el motor de la historia mientras los otros van por detrás escribiéndola a su manera. Los que cayeron en las trincheras heroicamente, haciendo, no pudieron escribir, no nos llegan sus voces, pero los que escriben (porque tienen tiempo para ello) es seguro que no hacen y no hacen porque no están; escriben sobre lo que se imaginan, sobre lo que les dicen. Los historiadores son intelectuales, normalmente burgueses que, por tanto, valoran a los de su misma clase y condición. Por ejemplo, ven con buenos ojos a escritores como Maurín, Nin, Gorkin, Víctor Alba, Ignacio Iglesias, Juan Andrade, es decir, a toda la canalla trotskista, a los que califican como brillantes, mientras que los revolucionarios son grises, mediocres y burócratas. Realmente repulsivo.
A Maurín, en una época como la republicana, donde las masas lucieron con orgullo por la calle su mono azul de trabajo, le gustaba presentarse con su traje a medida y que le trataran de usted. Por su profesión de maestro, quizá estaba acostumbrado a pasearse por la palestra 30 centímetros por encima de sus alumnos, enseñar al dictado y que todos se levantaran de sus pupitres cuando él entraba en el aula. Quizá siempre pensó que las masas obreras eran como escolares suyos. No vestía boina sino sombrero canotier de señorito porque él no se consideraba el camarada de ningún ser inferior, de nadie que no fuera capaz de competir con su amplia cultura académica. Maurín no era maestro: era El Maestro en el sentido feudal de la palabra y así le llamaban sus colegas de partido. Él era brillante, o por lo menos eso pensaba de sí mismo. Por eso su biógrafa Anabel Bonsón Aventín le califica como el más aristocrático de todos los líderes obreros, porque a los obreros, como a todo rebaño, siempre les gustó ser dirigidos por la aristocracia. La historia le trató injustamente. Maurín no pudo llegar a ser el jefe del PCE, que es lo que se merecía; sólo pudo llegar a serlo en el POUM, una versión menor, entre otras razones porque le redujo a un ámbito político provinciano. Su sueño estaba en Madrid.
Juan Andrade es otro buen ejemplo de gacetillero trotskista de aquel momento. El elenco de libros que ha escrito no se podría contar con los dedos, por no hablar de sus artículos, que suman centenares. Pero si aparte de sus escritos alguien tiene la curiosidad de interesarse por saber si hizo algo más, se encontraría con dudas. ¿Hizo algo más (aparte de escribir)? Hay un detalle en su vida que lo dice todo. En 1936, cuando los fascistas se aprestaban a tomar Madrid al asalto, cuando ahí se jugaba el destino del proletariado mundial, cuando Durruti lo entendió claramente y se trasladó desde Barcelona con los suyos, Juan Andrade hizo el trayecto contrario: se largó de Madrid a Barcelona con el rabo entre las piernas. Lo suyo era escribir, no combatir.
Los extraños compañeros de cama
Es también sencillo comprobar que si en mayo de 1937 se produjo una complicidad entre trotskistas y anarquistas (éstos de manera parcial), por un lado, y fascistas por el otro, actualmente esa complicidad prosigue y lo mismo que dicen trotskistas y anarquistas (esta vez volcados todos ellos en cuerpo y alma) siguen diciendo los fascistas hoy. El ejemplo más claro ha sido el último libro de Zavala (subdirector de la revista Capital) sobre el tema, mencionado elogiosamente por César Vidal, Jiménez Losantos, La Razón, la COPE y demás consortes. Nadie debería dejar de leerlo para vacunarse para siempre contra el tifus revolucionario; es como el Libro Negro del Comunismo pero en versión española, sin subtítulos.
La historia tiene muy poco recorrido, la propaganda no acaba nunca; ambos son términos inversamente proporcionales: donde hay mucha propaganda hay poca (o ninguna) historia. La intoxicación lo que demuestra es el miedo a la historia: si algo de lo que cuentan tuviera una mínima sombra de verosimilitud, no sería necesario tanto aparato; los hechos resplandecerían con su propia luz.
Sobre el golpe de Barcelona de 1937 nosotros ya publicamos en líneas generales cómo sucedieron los hechos, aunque dejamos de lado las biografías personales de algunos de los participantes, que también tienen cierto interés histórico. Sobre el poumista Gorkin ya expusimos su posterior vinculación con las campañas sicológicas de la CIA durante la guerra fría. Que esa deriva no era algo personal sino muy característico del trotskismo lo demuestra que otros poumistas también se pusieron al servicio del imperialismo en su época más negra y siniestra. Es el caso de Víctor Alba o Ignacio Iglesias. La propaganda del imperialismo y la del trotskismo no eran dos cosas diferentes sino que formaban parte de lo mismo. En España la Editorial Janés formaba parte de ese tinglado, y no es ninguna casualidad que le diera trabajo a Maurín en 1946 cuando salió de la cárcel. Las campañas de intoxicación de esa editorial llegan hasta nuestros días.
Venimos llamando la atención sobre el hecho de que en la guerra civil, como caso obvio de quintacolumnismo, se organizaron tres traiciones y los tres personajes claves relacionados con ellas fueron puestos en libertad al finalizar la guerra casi al mismo tiempo sin resultar fusilados por los fascistas. Nos referimos a Ajuriaguerra (PNV), Maurín (POUM) y Mera (CNT). Ni siquiera cumplieron largas condenas de cárcel a pesar de que no eran unos personajes anónimos sino bien conocidos; no eran miembros de línea sino altos dirigentes, y en el caso de Mera, además, coronel del Ejército. En unas fechas donde aún se fusilaba en masa a los antifascistas de base, el hecho de que tres dirigentes reconocidos fueran indultados y salieran en libertad, tiene un extraordinario significado: el fascismo no fusilaba de manera indiscriminada sino que apuntaba muy bien y sabía recompensar los servicios prestados.
Maurín: una biografía truncada
También lo hemos expuesto alguna vez: si el POUM y los poumistas, a diferencia del PCE, que era reformista y burgués, fueron los revolucionarios de verdad, los auténticos, no nos vale que su biografía se acabe tristemente en 1939. Justamente entonces es cuando debió comenzar. Nosotros estaríamos dispuestos a reconocer con mucho gusto que el POUM y los anarquistas tenían razón cuando se alzaron contra la República burguesa, pero entonces se hubieran debido alzar aún con más ímpetu contra el fascismo a partir de 1939, que es justamente cuando desaparecieron del escenario de la historia.
Pero ¿por qué desaparecen? Es evidente: ya habían cumplido con su función, la de combatir a la República burguesa en nombre de la revolución. Pero cuidado: para ellos no se trataba de impulsar la revolución sino de hundir a la República en nombre de la revolución. Son dos cosas distintas. En sus bocas la revolución es sólo una coartada para conseguir lo otro.
Pasemos a las biografías. Nosotros ya hemos expuesto en otro artículo el paralelismo entre Maurín y su cuñado Souvarin, otro personaje con una turbia biografía, que se inicia en París en los años veinte y circula por Nueva York durante la II Guerra Mundial. Existe un aspecto clave tanto en la biografía personal de Maurín como en la historia del BOC y del POUM que los historiadores académicos no saben explotar: Maurín es el Cambó del Frente Popular y sus instrumentos políticos BOC-POUM son uno de los largos brazos sobre los que se sostiene la burguesía catalana. Ese es el secreto de su separatismo y de su iberismo. Lo denunciaron en su momento los anarquistas, lo denunció Trotski y lo denunció el PCE que le expulsó -entre otras razones- por nacionalista, un calificativo que también le lanzó Nin. Cuando algún historiador serio se detenga a analizar este fenómeno encontrará muchas de las claves políticas de Catalunya en aquella época, entre ellas el golpe de Estado de mayo de 1937.
Maurín nació en 1896 y murió en Nueva York en 1973; vivió, pues, 77 años y su biografía política se inicia a los 17 años cuando funda el periódico El Talión. Son 60 años de madurez de los cuales sólo 20 atraen el interés de los historiadores; el resto no interesa para nada. La conclusión es simple: no es posible comprender la biografía de una persona contando sólo con un tercio de su vida, como si el resto hubiera sido un zombi. La lucha de Maurín se acaba en 1946 cuando los fascistas le gratifican con un indulto y le dejan en libertad. Si era tan revolucionario como dicen que había sido antes, ¿qué sucedió entre 1946 y 1973? ¿Dónde está la lucha de Maurín? En plena guerra fría, Nueva York, donde vivió Maurín, no era precisamente el centro de la revolución mundial (sino todo lo contrario). Por ejemplo, los historiadores no nos cuentan detalles interesantes de aquel periodo como los siguientes:
— en 1959 Maurín se declaró enemigo de la revolución cubana
— dos años después Estados Unidos le recompensa otorgándole la nacionalidad yanqui.
Si la historia no se cuenta entera no es historia. La de Maurín es toda una metáfora de un momento histórico. No es su biografía: todo el POUM se acaba en 1939 y eso, que no puede extrañar de los trotskistas porque ya habían cumplido el papel que los fascistas les tenían asignado, sí extraña en cierto modo en el caso de los anarquistas que, a partir de entonces, dejaron de ser lo que habían sido. La mayor parte de ellos lo achacan al franquismo, a la represión, etc., pero si meditaran un poco acerca de ello obtendrían conclusiones muy interesantes, sobre todo para ellos mismos.
Con un pie en el estribo
Nin era muy diferente de Maurín: vacilante y sinuoso como un camaleón sin personalidad política de ninguna clase, siempre en busca de su propio acomodo intelectual, siempre con un pie en el estribo. El BOC de Maurín le acusó de ser un político voluble (1) y García Oliver dice de él que no fue un tránsfuga sino un fugitivo (2) porque, en una carrera breve pero trepidante, había recorrido casi todas las organizaciones políticas de izquierda existentes en Catalunya en el primer tercio del siglo XX.
Empezó en el nacionalismo burgués, luego se pasó al PSOE, luego a la CNT anarquista, luego al PCE estalinista, luego creó la OCE trotskista, luego tampoco estuvo a gusto a las órdenes de Trotski, las desobedeció y su minúscula organización se fusionó con el BOC para crear el POUM (que no se sabe lo que era, si chicha o limoná).
No hubo más recorrido porque había agotado todas las posibilidades del espectro político catalán. Posiblemente, como buen individualista, Nin sólo se encontraba a gusto consigo mismo, pero viajando de posada en posada, haciendo entrismo en todas y cada una de las habitaciones de aquel hotel de la política.
Su travestismo no fue sólo ideológico sino un estilo de hacer política. Por eso, aunque disimulen, en voz baja Nin no gusta a nadie. Utilizan su memoria para combatir al comunismo, que es lo que les interesa, y nada más. Lo único que les une a todos ellos es esa lucha común y ante nosotros aparecen como si formaran un frente. Por eso vemos a los anarquistas publicar libros trotskistas, tan alejados de sus postulados. Ni unos ni otros tienen principios; no se guían por ese tipo de cosas tan dogmáticas. Los anarquistas no soportan a Nin porque éste llevó a la CNT a la Internacional Sindical Roja, según ellos violando los acuerdos confederales. Pero a Nin ni siquiera le soportan los propios trotskistas; los del BOC con los que se fusionó siempre desconfiaron de él y cuando Maurín fue detenido no le dieron el cargo de secretario general del POUM: cambiaron el cargo de nombre. Sus colegas siempre dijeron que Nin había aceptado entrar de consejero de la Generalitat sin consultarles antes, es decir, que hizo con ellos lo mismo que antes había hecho con los anarquistas, es decir, que también entonces actuaba por su cuenta, sin contar más que consigo mismo.
Pocos días después de que el POUM firmara el pacto del Frente Popular, Trotski difundió un comunicado titulado La traición del Partido Obrero de Unificación Marxista. Los historiadores de pacotilla deberán tener en cuenta, por tanto, que nosotros los comunistas no somos los únicos que acusamos a Nin de traición; es más, lo que preguntamos es qué organización no le acusó en algún momento de traición. Nosotros seguimos diciendo bien alto lo que todos gritaron siempre: traición y Nin significan lo mismo.
Lo que sucede es que de traición sólo pueden hablar quienes tienen principios, no los pragmáticos, ni los tránsfugas, ni los entristas. Es lógico que se enfaden cuando se les llama traidores porque para ellos la traición es lo normal, la práctica habitual, la esencia misma de su forma de entender la lucha política. Su microclima son las facciones, tendencias, corrientes, escisiones, subdivisiones y demás métodos de pesca submarina. Nin firmó (dos veces) el pacto del Frente Popular y se levantó contra el Frente Popular; Nin fue consejero del gobierno de la República y se levantó contra la República. Los acuerdos y los juramentos están para incumplirlos: así actúan los que carecen de principios.
Nin se levantó contra la República porque ésta era burguesa y reaccionaria, pero unas semanas antes, cuando era consejero de la Generalitat, no debía ser tan burguesa ni tan reaccionaria. ¿Había dejado de ser lo que era? Nin y los suyos, como buenos camaleones, jugaban a todas las barajas. Que nadie busque aquí ni una pizca de eso que algunos valoran tanto en la lucha política y que se llama coherencia.
Nin en el PSOE
Nin es un caso único en la historia: en 1913 ingresó en el PSOE pero no por ello abandonó las filas del nacionalismo burgués: siguió en su cargo de redactor de El Poble Català. Con la mano derecha escribía en ese periódico para la burguesía y con la izquierda escribía para los obreros en La Justicia Social. Lo suyo era eso, escribir, no importa qué ni para quién. Por la mañana era autonomista e incluso federalista; por la tarde era el clásico jacobino centralista del PSOE.
En las filas del PSOE Nin vivió dos acontecimientos históricos de aquel siglo. El primero fue la I Guerra Mundial que, sin género de dudas, puso a prueba el carácter internacionalista del movimiento obrero. Como es bien sabido, la posición de la dirección del PSOE entonces se mostró partidaria del imperialismo aliado anglo-francés y Nin (lo mismo que Maurín) expresamente estuvo de acuerdo con el alineamiento oficial de su Partido. Ambos eran patrioteros; nada que ver con Lenin y los bolcheviques, ni con los internacionalistas.
Nin también vivió en el PSOE la Revolución socialista de 1917. Como también es bien sabido, a causa de ello las Juventudes Socialistas, a las que Nin pertenecía, se separaron para formar el Partido Comunista e incluso había una fuerte corriente tercerista dentro del propio PSOE. No fue ese el camino de Nin, que se pasó entonces... a la CNT.
Por tanto, a pesar de todo lo que digan sus secuaces, Nin era totalmente ajeno al bolchevismo y al internacionalismo.
Luego, desde la CNT, Nin tuvo una segunda oportunidad de demostrar su oposición a la Revolución de Octubre cuando en 1919 la CNT se planteó el ingreso en la III Internacional. Nin asistió en Madrid al Congreso de la CNT del Teatro de la Comedia donde, al contrario que la mayoría anarquista, que mostró sus simpatías por la revolución bolchevique, él no sólo no la defendió sino que expresó su acuerdo con Quintanilla, que es quien más se había opuesto a ella.
Con un poco de retraso
Nin llegó tarde a todas las citas, cuando sobre el mantel no había más que desperdicios. Al llegar a Moscú a finales de 1921 tenía el carnet de la CNT en el bolsillo; lo tiró a la papelera; se hizo estalinista, y decimos estalinista porque al poco de llegar él, en 1923, comienzan las intrigas de Trotski, pero Nin tampoco se presentó a tiempo a esa cita. Durante toda la batalla contra los trotskistas, Nin es estalinista. Por tanto:
miente Bullejos en sus desmemorias cuando dice: Desde los comienzos de la crisis interior del Partido soviético sus simpatías [las de Nin] estaban al lado de Trotski (3).
miente el historiador Joan Estruch cuando asegura que al ser designado Bullejos como Secretario General del PCE en 1925, Nin (mucho más capacitado que Bullejos) fue excluido del cargo a causa de sus relaciones con la Oposición trotskista (4).
miente la historiadora Anabel Bonsón Aventín cuando nos asegura que desde 1921 (¡nada más llegar a Moscú!), antes de aprender a hablar el ruso, Nin ya estaba próximo a Trotski (¿eran vecinos?) y, por tanto, ya estaba perseguido por Stalin (le persiguió por Moscú pero no le encontró hasta varios años más tarde).
miente también Victor Serge en sus desmemorias...
La respuesta es bien simple y lo reconoció con claridad el propio Nin en abril de 1925: estaba contra Trotski (5).
La batalla contra el trotskismo acabó en noviembre de 1927. Cuando la oposición trotskista ya había sido depurada de sus cargos, cuando Trotski ya estaba desterrado en Alma Ata, Nin seguía en la dirección de la Internacional Sindical Roja, participó en su IV Congreso (marzo de 1928) y luego en el VI Congreso de la Internacional Comunista (julio-septiembre de 1928).
Su nueva vuelta de tuerca, como todas las demás, tardó algunos años. Nin se convirtió al trotskismo cuando el trotskismo ya había sido derrotado. En 1930 ya le vemos en los flamantes tinglados internacionales de su jefe Trotski que en España utilizaban las siglas OCE, es decir, Oposición Comunista de España. ¿Por cuánto tiempo? No mucho. Hacia 1932 Nin ya estaba en contra del entrismo en el PCE que preconizaba Trotski. Pero tampoco está con Maurín y su BOC recién formado. Mejor dicho, está y no está; está pero rompe. Está en tierra de nadie o está consigo mismo. Crea un tinglado llamado Izquierda Comunista para deshacerlo y volver en 1935 al punto de partida: ICE de Nin más BOC de Maurín igual a POUM.
Por eso preguntamos: ¿qué era Nin?, también preguntamos: ¿quién era Nin?, y también: ¿por qué interesa tanto Nin?, y finalmente ¿a quién le interesa tanto Nin?
Notas:
(1) La Batalla, 17 de setiembre de 1931.
(2) El eco de los pasos, Ruedo Ibérico, Barcelona, 1978, pg.432.
(3) La Comintern en España. Recuerdos de mi vida, México, 1972, pg.60.
(4) Historia del PCE. 1920-1939, El Viejo Topo, Barcelona, 1978, tomo I, pg.50.
(5) «Chacun a sa place!», en La Correspondence International, núm. 48, 6 de mayo de 1925; la carta está traducida en Francesc Bonamusa: El Bloc Obrer i Camperol, Curial, Barcelona, 1974, pgs.353-354.
Yeremenko- Revolucionario/a
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- Mensaje n°22
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
Si no se inventan a Nin, se inventan el 34 o la teoría de la inevitabilidad del golpe: son argumentos desfasados y mediáticos, meramente propagandísticos neofranqistas. Lo que intentan es adoctrinar a los nietos y biznietos de ya sabemos quien, para difuminar y confundir; pero cuando se les planta cara, y ya se ha intentado establecer debates serios entre, por ejemplo el profesor Moradiellos y Pío Moa o Stanley Payne, rehúyen del mismo con una alergia bestial...
Salud.
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Camarada Víctor- Moderador de Reserva
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- Mensaje n°23
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
Opino de él lo mismo que pienso del POUM, que ya hablé hace tiempo. No creo que fuera un conspirador fascista, pero está claro que la cagaron él y el POUM durante la guerra. Obsesiandose con su propia revolución y en el antiestalinismo mientras Stalin ayudaba a república y cosas así...
Yeremenko- Revolucionario/a
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- Mensaje n°24
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
Stalin decide enviar armamento de consideración y tropas a mediados de Septiembre de 1936. Oireis que no, que fue en Agosto, pero es propaganda neofranquista. Que hubiese algún agente soviético infiltrado en Madrid con nacionalidad mejicana antes no lo niego pero la decisión la toma Stalin a mediados de Septiembre. Este es uno de los descubrimientos recientes gracias a documentación y fuentes como Rybalkyn. Fue Stalin quien lamó a (ahora no me acuerdo del nombre) y le dijo "adelante, brindémosle ayuda a la república." De todos modos Stalin permanecía atento a Alemania, por aquel entonces.
Salud.
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otomsti- Gran camarada
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- Mensaje n°25
Re: ¿Que opinais del Poumista Andres Nin?
La URSS (que no solo Stalin) apoyaron el pacto de no intervención, porque sabían que sin intervención extranjera los republicanos tenían la victoria al alcance, pero cunado Gran Bretaña y Francia cerraban los ojos ante la descarada intervención de Alemania, Italia y Portugal, los soviéticos denunciaron el pacto de no intervención y comenzaron los emvíos de asesores y armamento, pero no de tropas profesinales como alemania e Italia.
Salud.
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