03.07.11 - 02:15 - JOSÉ MARI REVIRIEGO | SAN SEBASTIÁN.
Miles de personas exigen en San Sebastián la absolución de Otegi por el 'caso Bateragune'.Los manifestantes, entre los que figuraban cuatro procesados, denunciaron también las «políticas represivas» de España y Francia.
Bildu estrenó ayer su capacidad de convocatoria en las calles tras su legalización con una multitudinaria protesta en San Sebastián en solidaridad con Arnaldo Otegi. En su primera manifestación como fuerza con responsabilidades de gobierno en la Diputación de Gipuzkoa y en numerosos ayuntamientos, el nuevo partido de la izquierda abertzale, EA y Alternatiba movilizó a una marea humana para exigir la absolución de Otegi, Rafa Díez Usabiaga y los otros seis dirigentes independentistas que están siendo juzgados en la Audiencia Nacional, acusados de reflotar Batasuna a través de la plataforma Bateragune.
Aunque la marcha discurrió entre consignas a favor de la independencia y el acercamiento de presos, los promotores se reservaron para la intervención final el llamamiento más significativo al expresar su rechazo a la banda terrorista con estas palabras: «No queremos la violencia de ETA. En general, no queremos violencia política de ningún tipo. Queremos paz». Este párrafo, en euskera y castellano, recibió incluso los aplausos de las miles de personas que se concentraban en el Boulevard. No fue la petición expresa de cese y desaparición definitiva del terrorismo que reclaman el resto de partidos, pero se trató de un gesto inédito que ahonda en el progresivo desmarque de ETA, asumido por los participantes y lanzado en público a las bases de Batasuna congregadas al término del recorrido.
Hasta la fecha, los representantes de Bildu, especialmente los adscritos como independientes de la izquierda radical, han sido reacios a condenar el terrorismo con todas sus letras, parapetados en el código ético por el que rechazan «cualquier tipo de violencia». Pero, esta vez, los organizadores de la protesta dieron una notable zancada para lanzar con todas sus siglas un «no queremos la violencia de ETA» ante la misma concurrencia que minutos antes había coreado con fuerza gritos en favor de la independencia y por los reclusos de la banda. Y eso que la manifestación había sido convocada bajo el lema 'No a los juicios políticos' por la plataforma 'Eleak', iniciales de libres y legales, en euskera.
Bildu se sumó a la protesta, en lo que se convirtió en un escaparate del espacio soberanista que ha irrumpido con fuerza en las últimas elecciones municipales y forales. Entre otros políticos y cargos públicos, situados en una discreta segunda fila, la marcha contó con la participación del diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano; el parlamentario de EA Juanjo Agirrezabala; el líder de Alternatiba, Oskar Matute; así como los máximos responsables del resto de formaciones que se adhirieron a la convocatoria: Aralar, representada por Patxi Zabaleta y Jon Abril; los sindicatos nacionalistas, encabezados por LAB; y el movimiento social Lokarri que apadrina al grupo de mediadores internacionales de Brian Currin. Junto a ellos, asistieron destacados representantes de la izquierda abertzale, como Rufi Etxeberria, Txelui Moreno, Tasio Erkizia, Miren Legorburu y el propio Rafa Díez Usabiaga. Junto a Moreno y Usabieaga también caminaron Amaia Esnal y José Manuel Serra. Son los cuatro procesados en la Audiencia Nacional que permanecen en libertad.
Miles de personas exigen en San Sebastián la absolución de Otegi por el 'caso Bateragune'.Los manifestantes, entre los que figuraban cuatro procesados, denunciaron también las «políticas represivas» de España y Francia.
Bildu estrenó ayer su capacidad de convocatoria en las calles tras su legalización con una multitudinaria protesta en San Sebastián en solidaridad con Arnaldo Otegi. En su primera manifestación como fuerza con responsabilidades de gobierno en la Diputación de Gipuzkoa y en numerosos ayuntamientos, el nuevo partido de la izquierda abertzale, EA y Alternatiba movilizó a una marea humana para exigir la absolución de Otegi, Rafa Díez Usabiaga y los otros seis dirigentes independentistas que están siendo juzgados en la Audiencia Nacional, acusados de reflotar Batasuna a través de la plataforma Bateragune.
Aunque la marcha discurrió entre consignas a favor de la independencia y el acercamiento de presos, los promotores se reservaron para la intervención final el llamamiento más significativo al expresar su rechazo a la banda terrorista con estas palabras: «No queremos la violencia de ETA. En general, no queremos violencia política de ningún tipo. Queremos paz». Este párrafo, en euskera y castellano, recibió incluso los aplausos de las miles de personas que se concentraban en el Boulevard. No fue la petición expresa de cese y desaparición definitiva del terrorismo que reclaman el resto de partidos, pero se trató de un gesto inédito que ahonda en el progresivo desmarque de ETA, asumido por los participantes y lanzado en público a las bases de Batasuna congregadas al término del recorrido.
Hasta la fecha, los representantes de Bildu, especialmente los adscritos como independientes de la izquierda radical, han sido reacios a condenar el terrorismo con todas sus letras, parapetados en el código ético por el que rechazan «cualquier tipo de violencia». Pero, esta vez, los organizadores de la protesta dieron una notable zancada para lanzar con todas sus siglas un «no queremos la violencia de ETA» ante la misma concurrencia que minutos antes había coreado con fuerza gritos en favor de la independencia y por los reclusos de la banda. Y eso que la manifestación había sido convocada bajo el lema 'No a los juicios políticos' por la plataforma 'Eleak', iniciales de libres y legales, en euskera.
Bildu se sumó a la protesta, en lo que se convirtió en un escaparate del espacio soberanista que ha irrumpido con fuerza en las últimas elecciones municipales y forales. Entre otros políticos y cargos públicos, situados en una discreta segunda fila, la marcha contó con la participación del diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano; el parlamentario de EA Juanjo Agirrezabala; el líder de Alternatiba, Oskar Matute; así como los máximos responsables del resto de formaciones que se adhirieron a la convocatoria: Aralar, representada por Patxi Zabaleta y Jon Abril; los sindicatos nacionalistas, encabezados por LAB; y el movimiento social Lokarri que apadrina al grupo de mediadores internacionales de Brian Currin. Junto a ellos, asistieron destacados representantes de la izquierda abertzale, como Rufi Etxeberria, Txelui Moreno, Tasio Erkizia, Miren Legorburu y el propio Rafa Díez Usabiaga. Junto a Moreno y Usabieaga también caminaron Amaia Esnal y José Manuel Serra. Son los cuatro procesados en la Audiencia Nacional que permanecen en libertad.