Uno de los lemas del nazismo era “Sangre y Tierra”, sugiriendo una conexión mística entre la sangre (el pueblo alemán) y la tierra (la naturaleza). Esta consigna explica el expansionismo nazi y su obsesión por la pureza racial. Los nazis decían que Alemania era un país excesivamente industrializado, por lo que necesitaba anexionarse tanto espacio en el este como fuese necesario para restituir la armonía entre el pueblo y la naturaleza. Los alemanes tenían derecho a vivir en comunión con su tierra, una tierra mitificada llena de montañas majestuosas, robles centenarios, ríos de agua helada y aire puro, en contraposición al judío o al eslavo, que viven hacinados en ciudades, sin respeto por el medioambiente e incapaces de tener ninguna relación auténtica con la tierra.
La ideología nazi se mostró partidaria de una unión mística con la naturaleza, la defensa del terruño, de lo salvaje y, paralelamente, denuncia la razón y el progreso. Los ecos nostálgicos de la “Arcadia perdida” preconizaban la superioridad de la raza nórdica, se oponían al mestizaje y defendían que la raza había degenerado en la medida que había destruido el paisaje y se había alejado del medio natural.
El Ministerio de Agricultura nazi impulsó un programa de agricultura biológica opuesta a la producción en masificada: pequeñas granjas de pequeños propietarios que usaban métodos de cultivos tradicionales para no dañar a la tierra.
Las autovías son un invento de los nazis para acercar al trabajador de los núcleos industriales a los espacios naturales. Diseñaron sus carreteras de forma que no dañaran el paisaje, la comunión armónica entre la obra del hombre y la naturaleza.
Los nazis fueron los primeros en reconocer los derechos de los animales. Hitler proclamó en noviembre de 1933: “En el nuevo Reich, no se permitirá más crueldad con los animales” y publicó una ley de protección de los animales sin precedentes, ni vuelta a repetir en ningún país, que entre otras cosas restringía la vivisección, una práctica que sigue siendo común en las facultades de biología en España o la experimentación innecesaria con animales. La experimentación con animales es parte de “la ciencia judía”. En julio de 1934 Hitler prohibió la caza en Alemania y en 1937 regularon el transporte de animales por carretera y en 1938 el ferroviario.
Establecieron una estricta protección del hábitat de los lobos, por considerarse el animal que encarnaba el espíritu del III Reich y dictaron normas para herrar a los caballos de la forma menos dolorosa para ellos posible, e incluso la forma de cocinar las langostas para que sufriesen lo menos posible.
En 1935 promulgaron una nueva ley que ampliaba la legislación de 1933 sobre espacios naturales, restringiendo fuertemente los usos comerciales en zonas no urbanas, para preservar la naturaleza.
Impusieron como norma para ser oficial de alto rango de las SS ser vegetariano y una buena parte de los dirigentes nazis lo eran, así como también amantes de los animales (Hitler, Himmler). Rudolf Hess sólo comía plantas cultivadas por métodos biodinámicos y estaba fascinado por la homeopatía. Impulsó una serie de medidas para la reforestación, la creación de reservas naturales, la protección de especies en peligro y evitar la contaminación ambiental.