Os dejo esta entrada del blog de Josafat, un conocido traductor del ruso al castellano de noticias populares de Rusia, Ucrania y Belarus, que ha acabado hasta los cojones de Rebelión.
No sabia muy bien donde poner esto, así que lo pongo aquí.
Saludos Socialistas.
“Do svidania” Rebelión
Cuando hace cosa de 10 años empecé a colaborar para Rebelión con mis traducciones del ruso, me sentí orgulloso de poder aportar regularmente mi granito de arena en un medio alternativo que ya entonces tenía ganado un reconocido prestigio. A lo largo de estos años, con algún parón obligado por motivos personales, he mantenido la misma ilusión y orgullo por poder formar parte de este colectivo. Por desgracia tengo que admitir que ese entusiasmo se ha ido difuminando, especialmente en los dos últimos años.
He estado tentado desde hace tiempo de escribir esta despedida, en esos días posteriores a que se desechaba algunas de mis traducciones por “inadecuadas” y no estar en consonancia con la línea editorial. Pero dejaba pasar los días, se iba atenuando el cabreo y al cabo del tiempo esas pequeñas heridas cicatrizaban y volvía a traducir. Siento sin embargo que ha llegado el momento ahora de poner fin definitivamente a mi relación con Rebelión, pues el vaso de mi paciencia hace tiempo que se rebasó y no tengo ganas de esperar y ver como se sigue llenando el segundo vaso…
Y es que parece que lo que debía depararme satisfacciones y la posibilidad de hacerme sentir útil, se ha ido convirtiendo en un deporte de riesgo, donde se van sucediendo con mayor frecuencia las “lesiones gastrointestinales”. El problema es que llevo ya 17 años con una ileostomía a cuestas que me dejó sin intestino grueso, y no puedo permitirme que los nervios afecten a mi particular sistema digestivo.
El caso es que para seguir traduciendo y evitar que los textos que seleccionaba pudiesen encontrar algún tipo de traba en ese filtrado que pasan antes de ver la luz, me he tenido que imponer -en los últimos meses especialmente- una cuidadosa autocensura, lo que sin duda afecta a mi motivación y a esa pérdida de entusiasmo a la que aludía al principio.
El problema llega al absurdo delirante, cuando en ese proceso de selección de artículos o declaraciones que traducir, tengo que descartar noticias que encuentran amplio eco en todos los medios informativos de un país como Rusia o Bielorrusia, pero que a buen seguro, por la experiencia de los últimos tiempos, tendrían problemas para aparecer publicadas en Rebelión.
Aunque no me apetece en absoluto, me temo que no me queda más remedio que entrar en detalles para que se entienda a que me estoy refiriendo. Sin duda ese antes y después en mis labores como traductor para Rebelión, quedó marcado como línea divisoria entre el bien y el mal, a principios de septiembre de 2009, cuando no se me ocurrió nada mejor, que traducir un artículo de Guennadi Ziugánov, presidente del PCFR y líder de la oposición en Rusia, sobre la figura histórica de Stalin. ¡Con el demonio hemos topado! Rebelión se convulsionaba ante tamaña afrenta. ¿Cómo podía publicar Rebelión la opinión del líder de los comunistas rusos? Hasta ahí podíamos llegar…eso son cosas de rojos trasnochados y es su problema si ese mismo artículo aparece en portada de la edición impresa de “Soviétskaya Rossía” o de “Pravda” y sus tiradas de cientos de miles de ejemplares…Es problema de los rusos y sus medios burgueses si quieren entrevistar en la tele pública, en horario de máxima audiencia al susodicho Ziugánov para que diga eso mismo, que Rebelión se cuida muy mucho de publicar para evitar herir la sensibilidad de sus lectores. Además ¿quién ha dicho que los lectores puedan tener derecho a saber qué opinan los comunistas rusos a día de hoy sobre la figura de Stalin?
Sin duda esquivar este tema tabú para Rebelión, no ha sido para mí tarea fácil, pues los aniversarios que se han celebrado en el 2010 (65 aniversario del final de la guerra) y el que acaba de pasar (70 aniversario del principio de la guerra) han multiplicado por cien la vigencia informativa de este tema. Toda la maquinaria mediática rusa en este año electoral, está volcada en estos meses en atacar (con redoblados esfuerzos) la historia soviética (por si no hubiese sido suficientemente vilipendiada en los últimos 20 o 25 si contamos los años de la perestroika). Y como no puede ser de otro modo el PCFR defiende esa misma historia y a sus protagonistas con todos los medios que tiene a su alcance.
Pero la autocensura impuesta me ha impedido traducir nada relacionado con este tema, ya que iba a ser imposible evitar la palabra tabú, que al parecer tantas sensibilidades hiere en Rebelión, y que tanto multiplicaba las posibilidades de que esos artículos no viesen la luz.
Me he tenido que aguantar las ganas de reflejar los debates televisivos y radiofónicos en Rusia en los que participaban historiadores, intelectuales del PCFR, o afines, y en los que por cierto las posiciones de los comunistas rusos defendiendo a Stalin, arrasaban en las votaciones en directo vía telefónica, que tanto gustan allí…
Y digo yo: ¿Tanto cuesta poner al final de un artículo algo así como “Rebelión no se responsabiliza de las expresiones vertidas por el autor”?
En aquel septiembre de 2009, también me quedó claro que mi vieja propuesta de crear una sección propia donde agrupar todas las noticias provenientes del espacio postsoviético, tampoco iba a encontrar nunca respuesta positiva, por motivos obvios.
En total desde entonces no sé si han sido 6 o 7 las traducciones que no han pasado el filtro, aunque no sea ese el motivo principal de mi actual desgana. Confieso que no deja de sorprenderme que un medio alternativo de habla hispana censure artículos y opiniones que aparecen en prensa impresa en diarios como “Pravda”, con cien años de historia, o cuando esas mismas opiniones se pueden escuchar en el canal de noticias 24 horas de la televisión rusa, donde aparece Ziugánov entrevistado con periodicidad semanal.
Cuando decidieron desestabilizar Libia, muchos de los artículos que se pudieron leer en Rebelión en las semanas siguientes de marzo y abril, me dejaron bastante perplejo. Y si algo me quedó claro, fue que debía una vez más activar el campo gravitacional autocensuriano, no fuese a ser que sucumbiese a la tentación de traducir algunos de los análisis del Pravda o Soviétskaya Rossia, donde ponían a parir la postura del gobierno ruso en el tema Libio, pero ¡oh pecado!, se les escapaba alguna frase de apoyo al coronel Gadafi…
Cuando mis admirados Dick Emanuelsson, Jorge Capelán y Toni Solo, a los que leo regularmente en la publicación mensual “Correo de Nicaragua”, (por cierto que la postura de Rebelión con respecto a Nicaragua y el FSLN, también es digna de estudio) publicaron su carta denunciando estas actitudes de censura en Rebelión, se me ocurrió la pequeña maldad de hacer una vez más la prueba del algodón. Seleccione de la portada del Pravda, (como no), un nota oficial del PCFR, firmada por Ziugánov, donde criticaba la entrega del general Mladic por parte del gobierno serbio al tribunal de la OTAN (perdón de la Haya). Estaba casi seguro que la nota no pasaría el corte, pues tenía un título sin duda polémico, en la que calificaba a Mladic como “héroe del pueblo”. Y pensé para mí: “si la censuran dejo de traducir”…No me equivoqué.
Decidí entonces que había llegado el momento de poner punto final a esta relación de 10 años. Simplemente dejar de traducir sin dar ninguna explicación, ni exponer mis motivos. Esa semana, un muy querido camarada del PCE, con sus 83 años de experiencia vital, me animó a que no lo dejase y siguiese traduciendo. Coincidió con que en esos días, Bielorrusia se veía de nuevo en el centro de la vorágine informativa rusa, con motivo de la crisis de divisas que había obligado a devaluar la moneda drásticamente. Estaba en marcha una nueva y brutal campaña desinformativa para tumbar a Lukashenko. Esto me espoleó a seguir y a traducir a mi admirado presidente de Bielorrusia.
No han pasado ni tres semanas, y volvemos una vez más a las andadas. El responsable de la sección de las noticias de Europa, cree ahora que las declaraciones que hace Lukashenko en sus ruedas de prensa o discursos oficiales son “parciales”. Por lo visto ve normal que Rebelión pueda censurar las declaraciones de un presidente de gobierno (unas declaraciones de las que hasta Telesur se había hecho eco en sus noticiarios). Pues nada, lo mejor será que la gente se pueda seguir informando de lo que ocurre en Bielorrusia, imparcialmente gracias a “El País”, “TVE” “La Razón” y demás medios imparciales.
Bueno, poco más que añadir. Si traducir al presidente de un país como Bielorrusia, o traducir al candidato a presidente de Rusia (con unos apoyos cercanos al 30%) provoca conflictos en Rebelión, mejor será que me busque otro entretenimiento que me de satisfacciones en lugar de disgustos.
Lo que no estoy dispuesto es a seguir mendigando su publicación.
Tampoco me veo traduciendo para ningún otro medio, la verdad, así que lo siento por aquellas personas que me han seguido a lo largo de estos años.
Me he tenido que autocensurar bastante para escribir esto sin soltar ningún exabrupto.
Pero como despedida voy a empezar a romper esa barrera psicológica a la que he tenido que adaptarme, y voy a parafrasear a mi querido comandante Hugo Chávez: ¡Váyanse largo al carajo, señores de Rebelión!
PS
Por favor, que nadie se moleste en responder, acabo de “censurar” todas las cuentas de correo entrante relacionadas con Rebelión.
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No sabia muy bien donde poner esto, así que lo pongo aquí.
Saludos Socialistas.