Hace poco menos de 2 semanas muchos no sabían ubicar Haití en un mapa, el resto no sabía que existía y los pocos que la conocían ya llevaban trabajando allí varios años como son; los médicos y profesores cubanos que desde hace 11años están ahí.
Han tenido que morir miles de personas para que nos dignemos a girar la cabeza y mirarla, han tenido que morir miles de personas para que Haití empezara a existir, han tenido que morir miles de personas para que nos demos cuenta que allí también vivían seres humanos…
No todo es malo, no. Como el rey Midas, tenemos la capacidad de transformar todo lo que tocamos en oro. Las ruinas, los cadáveres y el sufrimiento ajeno generaran tiradas y tiradas de periódicos, la cuota de pantalla de nuestras cadenas de televisión aumentarán y nosotros aprenderemos que vivimos en una sociedad “humanitaria” que se preocupa por el mal ajeno sin interés alguno…Ese es el humanitarismo que nos hace ser felices y vivir sin remordimientos. Los valores morales de nuestra sociedad capitalista son esos; “se solidario cuando el sufrimiento salga en pantalla”, “se solidario cuando te lo digan los medios”.
Hoy deposito 10, 20, 30 o 40 € en una cuenta del banco destinados a esa pobre gente…Mañana voto a los dirigentes que permiten que el banco se quede con un porcentaje de ese dinero para que subvencionen sus campañas electorales, dirigentes que promueven políticas intervencionistas de ocupación sobre pueblos cuyo futuro no será tan diferente al de Haití…Total, cuando llegue el día volveré a ser “solidario”.
¿Quién destruyó Haití?-UN TERREMOTO- diréis. Yo creo que los destruimos y lo seguiremos destruyendo nosotros con nuestra pasividad, así como estamos dejando destruir al pueblo palestino, irakí, Kurdo, afgano, etc.… Con esto el capitalismo nos enseña que solo podemos ser sus cómplices directos e indirectos o sus enemigos. Quien elija ser su enemigo estará luchando por la humanidad y quien no en contra de ella.
Solidaridad con Haití, SÍ. Pero solidaridad humana, no comercial o táctica.
Han tenido que morir miles de personas para que nos dignemos a girar la cabeza y mirarla, han tenido que morir miles de personas para que Haití empezara a existir, han tenido que morir miles de personas para que nos demos cuenta que allí también vivían seres humanos…
No todo es malo, no. Como el rey Midas, tenemos la capacidad de transformar todo lo que tocamos en oro. Las ruinas, los cadáveres y el sufrimiento ajeno generaran tiradas y tiradas de periódicos, la cuota de pantalla de nuestras cadenas de televisión aumentarán y nosotros aprenderemos que vivimos en una sociedad “humanitaria” que se preocupa por el mal ajeno sin interés alguno…Ese es el humanitarismo que nos hace ser felices y vivir sin remordimientos. Los valores morales de nuestra sociedad capitalista son esos; “se solidario cuando el sufrimiento salga en pantalla”, “se solidario cuando te lo digan los medios”.
Hoy deposito 10, 20, 30 o 40 € en una cuenta del banco destinados a esa pobre gente…Mañana voto a los dirigentes que permiten que el banco se quede con un porcentaje de ese dinero para que subvencionen sus campañas electorales, dirigentes que promueven políticas intervencionistas de ocupación sobre pueblos cuyo futuro no será tan diferente al de Haití…Total, cuando llegue el día volveré a ser “solidario”.
¿Quién destruyó Haití?-UN TERREMOTO- diréis. Yo creo que los destruimos y lo seguiremos destruyendo nosotros con nuestra pasividad, así como estamos dejando destruir al pueblo palestino, irakí, Kurdo, afgano, etc.… Con esto el capitalismo nos enseña que solo podemos ser sus cómplices directos e indirectos o sus enemigos. Quien elija ser su enemigo estará luchando por la humanidad y quien no en contra de ella.
Solidaridad con Haití, SÍ. Pero solidaridad humana, no comercial o táctica.