http://revolutioninspain.blogspot.com/2011/08/para-que-una-tercera-republica-en.html
Gusta mucho entre los circulos progresistas de hablar de una Tercera República en España. A esto, los mas conservadores, o aquellos a los que ni les va ni les viene, escupen siempre la siguiente pregunta: ¿Pa qué?. Se preguntan, al igual que la mayoría, qué cambiaría con una nueva república. ¿Qué mas da que haya un rey o un jefe de Estado? ¿Va a bajar el paro? ¿Vamos a tener un nivel de vida más alto? En este artículo explicamos por qué es necesaria una nueva república y cuales son las pautas a seguir para instaurarla.
Extractos:
Estamos en un momento histórico en el que la democracia en el mundo en general está estancada o incluso en retroceso. En un momento histórico en el que urge salir del callejón sin salida en el que estamos. Los grandes problemas no sólo no se solucionan sino que se agravan. Y esto no ocurre por casualidad. Las minorías que controlan la sociedad no tienen suficiente voluntad para resolverlos. Prefieren incluso que nuestra civilización colapse a renunciar a sus injustos privilegios
Sin embargo, más de 70 años después de los hechos, en España se sigue sin conocer qué pasó, quién ordenó las ejecuciones, quién practicó las detenciones, y qué sucedió con los, al menos, 114.266 desaparecidos que se han documentado judicialmente.
La obligación de investigar, juzgar, castigar y reparar se ha obviado, de forma incoherente, en España. Peor aún, el único juez, Baltasar Garzón, que ha cumplido, con apego a la ley, coherencia, valentía y riesgos evidentes con el deber de contribuir a satisfacer las demandas de las víctimas, se encuentra cuestionado e imputado por quienes tendrían el deber ineludible de propiciar que España honre sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.No olvidemos a esos 114.266, con sus nombres, apellidos e historias. Con sus madres, hermanas o hijos. No sigamos tolerando que se torture a sus familias. El olvido y la impunidad no es solamente fuente de dolor para las víctimas, es una herida abierta que lesiona la democracia. Bien dijo Francisco de Quevedo: "Menos mal hacen los delincuentes, que un mal juez".
Señalaba, el relator de Naciones Unidas, Louis Joinet que "para pasar página, hay que haberla leído antes".
mo lograr en el México actual el aumento al salario mínimo de 60% del salario económico medio, aunada a la reducción de los salarios de los niveles 'más altos', etc). Es un hecho que un cambio social radical nunca se ha logrado por el convencimiento y la 'buena voluntad' de la clase en el poder, sino por su derrocamiento. Me parece que ese el camino señalado por la Historia. Este cambio no tiene por que ser violento, y no deseo que lo sea. El 15-M está demostrando que no hace falta usar la fuerza para cambiar las cosas.
Si la Tercera República va a ser capitalista, mejor que nunca llegue.
A continuación voy a detallar lo que podría ser una posible estrategia general para la instauración de la Tercera República española. Por supuesto, esto no son más que mis ideas, discutibles y cuestionables. Yo no soy ningún experto en política, simplemente soy un ciudadano corriente que intenta aportar su granito de arena. Sin embargo, como ya indiqué en mis escritos, la lucha por la República nos atañe a todos los ciudadanos, y por esto es deseable que el proceso de instauración de la República sea controlado y dirigido por el propio pueblo. Creo que es primordial que los ciudadanos corrientes nos involucremos todo lo posible en esta causa.Cuanto mayor protagonismo tenga el pueblo en la construcción de la República, mayor probabilidad de conseguir una verdadera democracia. No debemos dejar que el proceso de democratización se haga a espaldas del pueblo, esté protagonizado por cuatro expertos. Evidentemente, algunas cuestiones tendrán que ser implementadas por ciertos expertos, pero en líneas generales, el pueblo tiene que tener en todo momento la última palabra y el control. Es la mejor garantía para conseguir un sistema político que sirva a los intereses generales. Este artículo complementa al capítulo “En busca de la Tercera República” del libro “Rumbo a la democracia”.
Una vez constituida la plataforma popular unificada por la República, lo siguiente es establecer un plan estratégico global. En dicho plan deben fijarse objetivos a corto plazo, a medio plazo y a largo plazo. Cuando digo largo plazo no me refiero a que estemos hablando necesariamente de muchos años o décadas. No está claro si se podrá instaurar la Tercera República ni cuándo será posible hacerlo. Si es posible conseguirlo y el tiempo para lograrlo dependerán, entre otras cosas, de cómo y cuánto trabajemos los republicanos. Pero sí está claro que para conseguirlo, habrá que seguir un cierto orden, habrá que superar ciertas etapas intermedias, no podrá lograrse en dos días. Hay objetivos que pueden alcanzarse más pronto que otros. Y hay algunos objetivos que sólo podrán alcanzarse después de otros. Si, por ejemplo, pedimos directamente un referéndum antes de que las ideas republicanas hayan podido ser conocidas, antes de concienciar a la ciudadanía, sin un debate previo amplio y plural en el que los monárquicos y los republicanos puedan defender sus ideas públicamente en igualdad de condiciones, entonces la opción ganadora podría ser con bastante probabilidad la monárquica porque juega con mucha ventaja, con una propaganda de más de 30 años. Si queremos asegurar el éxito, debemos hacer las cosas en cierto orden. No podemos hacer el techo antes que el suelo. Ésta es la idea que intento transmitir cuando hablo de objetivos a distintos plazos. Si queremos hacer las cosas bien, si queremos que se instaure una república que merezca la pena, si el objetivo no es sólo la República sino una buena república, entonces necesitaremos un tiempo mínimo y una hoja de ruta con ciertas etapas a alcanzar secuencialmente en el tiempo. Las cosas bien hechas necesitan su tiempo. Las prisas y la impaciencia se llevan mal con la calidad. La improvisación es contrarrevolucionaria.
Por otro lado, para alcanzar cada uno de los objetivos deben plantearse las correspondientes estrategias. Estrategias que se deben complementar en diferentes frentes. La lucha debe hacerse simultáneamente en todos los frentes: político, sindical, social, cultural, ideológico, etc.
http://revolutioninspain.blogspot.com/2011/08/para-que-una-tercera-republica-en.html
Gusta mucho entre los circulos progresistas de hablar de una Tercera República en España. A esto, los mas conservadores, o aquellos a los que ni les va ni les viene, escupen siempre la siguiente pregunta: ¿Pa qué?. Se preguntan, al igual que la mayoría, qué cambiaría con una nueva república. ¿Qué mas da que haya un rey o un jefe de Estado? ¿Va a bajar el paro? ¿Vamos a tener un nivel de vida más alto? En este artículo explicamos por qué es necesaria una nueva república y cuales son las pautas a seguir para instaurarla.
Extractos:
Estamos en un momento histórico en el que la democracia en el mundo en general está estancada o incluso en retroceso. En un momento histórico en el que urge salir del callejón sin salida en el que estamos. Los grandes problemas no sólo no se solucionan sino que se agravan. Y esto no ocurre por casualidad. Las minorías que controlan la sociedad no tienen suficiente voluntad para resolverlos. Prefieren incluso que nuestra civilización colapse a renunciar a sus injustos privilegios
Sin embargo, más de 70 años después de los hechos, en España se sigue sin conocer qué pasó, quién ordenó las ejecuciones, quién practicó las detenciones, y qué sucedió con los, al menos, 114.266 desaparecidos que se han documentado judicialmente.
La obligación de investigar, juzgar, castigar y reparar se ha obviado, de forma incoherente, en España. Peor aún, el único juez, Baltasar Garzón, que ha cumplido, con apego a la ley, coherencia, valentía y riesgos evidentes con el deber de contribuir a satisfacer las demandas de las víctimas, se encuentra cuestionado e imputado por quienes tendrían el deber ineludible de propiciar que España honre sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.No olvidemos a esos 114.266, con sus nombres, apellidos e historias. Con sus madres, hermanas o hijos. No sigamos tolerando que se torture a sus familias. El olvido y la impunidad no es solamente fuente de dolor para las víctimas, es una herida abierta que lesiona la democracia. Bien dijo Francisco de Quevedo: "Menos mal hacen los delincuentes, que un mal juez".
Señalaba, el relator de Naciones Unidas, Louis Joinet que "para pasar página, hay que haberla leído antes".
mo lograr en el México actual el aumento al salario mínimo de 60% del salario económico medio, aunada a la reducción de los salarios de los niveles 'más altos', etc). Es un hecho que un cambio social radical nunca se ha logrado por el convencimiento y la 'buena voluntad' de la clase en el poder, sino por su derrocamiento. Me parece que ese el camino señalado por la Historia. Este cambio no tiene por que ser violento, y no deseo que lo sea. El 15-M está demostrando que no hace falta usar la fuerza para cambiar las cosas.
Si la Tercera República va a ser capitalista, mejor que nunca llegue.
A continuación voy a detallar lo que podría ser una posible estrategia general para la instauración de la Tercera República española. Por supuesto, esto no son más que mis ideas, discutibles y cuestionables. Yo no soy ningún experto en política, simplemente soy un ciudadano corriente que intenta aportar su granito de arena. Sin embargo, como ya indiqué en mis escritos, la lucha por la República nos atañe a todos los ciudadanos, y por esto es deseable que el proceso de instauración de la República sea controlado y dirigido por el propio pueblo. Creo que es primordial que los ciudadanos corrientes nos involucremos todo lo posible en esta causa.Cuanto mayor protagonismo tenga el pueblo en la construcción de la República, mayor probabilidad de conseguir una verdadera democracia. No debemos dejar que el proceso de democratización se haga a espaldas del pueblo, esté protagonizado por cuatro expertos. Evidentemente, algunas cuestiones tendrán que ser implementadas por ciertos expertos, pero en líneas generales, el pueblo tiene que tener en todo momento la última palabra y el control. Es la mejor garantía para conseguir un sistema político que sirva a los intereses generales. Este artículo complementa al capítulo “En busca de la Tercera República” del libro “Rumbo a la democracia”.
Una vez constituida la plataforma popular unificada por la República, lo siguiente es establecer un plan estratégico global. En dicho plan deben fijarse objetivos a corto plazo, a medio plazo y a largo plazo. Cuando digo largo plazo no me refiero a que estemos hablando necesariamente de muchos años o décadas. No está claro si se podrá instaurar la Tercera República ni cuándo será posible hacerlo. Si es posible conseguirlo y el tiempo para lograrlo dependerán, entre otras cosas, de cómo y cuánto trabajemos los republicanos. Pero sí está claro que para conseguirlo, habrá que seguir un cierto orden, habrá que superar ciertas etapas intermedias, no podrá lograrse en dos días. Hay objetivos que pueden alcanzarse más pronto que otros. Y hay algunos objetivos que sólo podrán alcanzarse después de otros. Si, por ejemplo, pedimos directamente un referéndum antes de que las ideas republicanas hayan podido ser conocidas, antes de concienciar a la ciudadanía, sin un debate previo amplio y plural en el que los monárquicos y los republicanos puedan defender sus ideas públicamente en igualdad de condiciones, entonces la opción ganadora podría ser con bastante probabilidad la monárquica porque juega con mucha ventaja, con una propaganda de más de 30 años. Si queremos asegurar el éxito, debemos hacer las cosas en cierto orden. No podemos hacer el techo antes que el suelo. Ésta es la idea que intento transmitir cuando hablo de objetivos a distintos plazos. Si queremos hacer las cosas bien, si queremos que se instaure una república que merezca la pena, si el objetivo no es sólo la República sino una buena república, entonces necesitaremos un tiempo mínimo y una hoja de ruta con ciertas etapas a alcanzar secuencialmente en el tiempo. Las cosas bien hechas necesitan su tiempo. Las prisas y la impaciencia se llevan mal con la calidad. La improvisación es contrarrevolucionaria.
Por otro lado, para alcanzar cada uno de los objetivos deben plantearse las correspondientes estrategias. Estrategias que se deben complementar en diferentes frentes. La lucha debe hacerse simultáneamente en todos los frentes: político, sindical, social, cultural, ideológico, etc.
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