Las organizaciones republicanas, manifestamos que resulta imposible concebir un programa de izquierda realmente creíble que no proponga cambiar de raíz el modelo político establecido en España durante la transición y del que la Constitución de 1978 es su máxima expresión programática.
Desde entonces, como ocurriera antes, las grandes decisiones que han afectado a la mayoría trabajadora se han impuesto de forma antidemocrática (es el caso de la entrada en la Unión Europea y la desindustrialización que llevó aparejada, la firma del tratado de Maastricht, la entrada en la zona euro, el tratado de Schengen y las sucesivas reformas y recortes dictados desde Bruselas, la implicación en la guerra de Irak, etc); o en consultas amañadas en las que el Gobierno de turno incumplió después todos los compromisos adquiridos (como en la entrada en la OTAN, que realiza ahora, por cierto, las mayores maniobras de su historia, en España y a espaldas de los ciudadanos).
Las consecuencias, todos estos años, las han sufrido las clases populares: cada vez que una crisis amenazaba con reducir los beneficios de la minoría en el poder, se recortaban los derechos políticos, sociales y laborales de la mayoría.
La práctica del Gobierno de Rajoy es la mejor prueba de lo que decimos: en sus cuatro años de mandato ha impuesto arbitrariamente una larga serie de recortes que afectan a la mayoría trabajadora en todos los órdenes de su vida: reforma laboral, liquidación del sistema nacional de salud, ley mordaza, reforma del Código Penal, contrarreforma educativa; etc
Ahora, a las puertas de una elecciones generales, las del próximo 20 de diciembre, que deberían significar el fin del bipartidismo y el triunfo de la izquierda, el surgimiento del “ciudadanismo”, ha terminado por borrar los objetivos políticos transformadores de las principales opciones de la izquierda y abrir la puerta a la derecha populista que representa “Ciudadanos”
En las próximas elecciones del 20 de diciembre, muchos dirigentes políticos hablan de “unidad popular” al margen de las reivindicaciones políticas vitales para hacer posibles los objetivos que se marcan en sus programas y que dan sentido pleno a ese término.
Y entre esas reivindicaciones políticas, hay dos trascendentales para hacer avanzar los intereses de la mayoría trabajadora: la ruptura con el régimen monárquico y la constitución de una República Popular y Federal que garantice las conquistas pasadas y los avances futuros.
Las organizaciones que firmamos este manifiesto, insistimos en que la lucha por la República en España esta ligada íntimamente con la lucha por la democracia y los avances sociales. Lo estuvo antes y lo está, con más claridad si cabe, ahora que queda meridianamente clara la esencia antidemocrática del régimen surgido tras la transición y de sus principales instituciones.
“Hay otras prioridades sociales”, “la República no es prioritaria”. “ahora no toca” nos dicen algunos, pero, la unidad popular no se puede construir sin romper radicalmente con el régimen monárquico.
Hace un año, acosado por la movilización social y la implicación de la institución monárquica en vergonzosos escándalos de corrupción, el régimen respondía con la abdicación de Juan Carlos en su hijo, decisión ésta, una vez más impuesta en apenas dos semanas, cuando todos los estudios de opinión daban cuenta del creciente rechazo popular a la institución monárquica.
Entonces, convocados por las organizaciones republicanas, cientos de miles de personas se echaron a la calle en numerosos lugares del Estado español para reclamar la República y la ruptura, demostrando con ello que, a pesar de la insistente e insidiosa campaña propagandística diseñada para legitimar a la casa real, el espíritu republicano sigue animando a nuestro pueblo y a los sectores más activos y comprometidos de él.
Por eso, las organizaciones republicanas que firmamos este manifiesto, manifestamos que es la hora de la República; reafirmamos nuestro compromiso con la República Popular y Federal y demandamos a los partidos y formaciones de izquierda que incluyan la III República como prioridad en sus programas, para alcanzar un cambio radical de régimen, denunciando y hablando claro de la ilegitimidad del rey Felipe VI y de su antecesor Juan Carlos I impuesto por el golpista y genocida general Franco.
Instamos también a todas las fuerzas republicanas a preparar una gran manifestación unitaria para el próximo 6 de diciembre, contra la Constitución monárquica.
¡¡¡España, mañana será republicana!!!
¡¡¡Viva la III República!!!
Firman: Unión Cívica por la República (UCR), Federación de Republicanos (RPS), Junta Estatal Republicana (JER)
Desde entonces, como ocurriera antes, las grandes decisiones que han afectado a la mayoría trabajadora se han impuesto de forma antidemocrática (es el caso de la entrada en la Unión Europea y la desindustrialización que llevó aparejada, la firma del tratado de Maastricht, la entrada en la zona euro, el tratado de Schengen y las sucesivas reformas y recortes dictados desde Bruselas, la implicación en la guerra de Irak, etc); o en consultas amañadas en las que el Gobierno de turno incumplió después todos los compromisos adquiridos (como en la entrada en la OTAN, que realiza ahora, por cierto, las mayores maniobras de su historia, en España y a espaldas de los ciudadanos).
Las consecuencias, todos estos años, las han sufrido las clases populares: cada vez que una crisis amenazaba con reducir los beneficios de la minoría en el poder, se recortaban los derechos políticos, sociales y laborales de la mayoría.
La práctica del Gobierno de Rajoy es la mejor prueba de lo que decimos: en sus cuatro años de mandato ha impuesto arbitrariamente una larga serie de recortes que afectan a la mayoría trabajadora en todos los órdenes de su vida: reforma laboral, liquidación del sistema nacional de salud, ley mordaza, reforma del Código Penal, contrarreforma educativa; etc
Ahora, a las puertas de una elecciones generales, las del próximo 20 de diciembre, que deberían significar el fin del bipartidismo y el triunfo de la izquierda, el surgimiento del “ciudadanismo”, ha terminado por borrar los objetivos políticos transformadores de las principales opciones de la izquierda y abrir la puerta a la derecha populista que representa “Ciudadanos”
En las próximas elecciones del 20 de diciembre, muchos dirigentes políticos hablan de “unidad popular” al margen de las reivindicaciones políticas vitales para hacer posibles los objetivos que se marcan en sus programas y que dan sentido pleno a ese término.
Y entre esas reivindicaciones políticas, hay dos trascendentales para hacer avanzar los intereses de la mayoría trabajadora: la ruptura con el régimen monárquico y la constitución de una República Popular y Federal que garantice las conquistas pasadas y los avances futuros.
Las organizaciones que firmamos este manifiesto, insistimos en que la lucha por la República en España esta ligada íntimamente con la lucha por la democracia y los avances sociales. Lo estuvo antes y lo está, con más claridad si cabe, ahora que queda meridianamente clara la esencia antidemocrática del régimen surgido tras la transición y de sus principales instituciones.
“Hay otras prioridades sociales”, “la República no es prioritaria”. “ahora no toca” nos dicen algunos, pero, la unidad popular no se puede construir sin romper radicalmente con el régimen monárquico.
Hace un año, acosado por la movilización social y la implicación de la institución monárquica en vergonzosos escándalos de corrupción, el régimen respondía con la abdicación de Juan Carlos en su hijo, decisión ésta, una vez más impuesta en apenas dos semanas, cuando todos los estudios de opinión daban cuenta del creciente rechazo popular a la institución monárquica.
Entonces, convocados por las organizaciones republicanas, cientos de miles de personas se echaron a la calle en numerosos lugares del Estado español para reclamar la República y la ruptura, demostrando con ello que, a pesar de la insistente e insidiosa campaña propagandística diseñada para legitimar a la casa real, el espíritu republicano sigue animando a nuestro pueblo y a los sectores más activos y comprometidos de él.
Por eso, las organizaciones republicanas que firmamos este manifiesto, manifestamos que es la hora de la República; reafirmamos nuestro compromiso con la República Popular y Federal y demandamos a los partidos y formaciones de izquierda que incluyan la III República como prioridad en sus programas, para alcanzar un cambio radical de régimen, denunciando y hablando claro de la ilegitimidad del rey Felipe VI y de su antecesor Juan Carlos I impuesto por el golpista y genocida general Franco.
Instamos también a todas las fuerzas republicanas a preparar una gran manifestación unitaria para el próximo 6 de diciembre, contra la Constitución monárquica.
¡¡¡España, mañana será republicana!!!
¡¡¡Viva la III República!!!
Firman: Unión Cívica por la República (UCR), Federación de Republicanos (RPS), Junta Estatal Republicana (JER)