Desde hace algunos meses atrás, Bolivia se ha sumergido en un fuerte debate sobre la construcción de una carretera que atraviesa una región postergada y permite integración entre dos importantes regiones que se hallan incomunicadas por las condiciones topográficas de la zona. Se trata del Tramo II de la Carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos que atraviesa el Parque Nacional Isiboro Secure.
EL dilema surge a razón que dicha zona fue declarado Territorio Indigena (TIPNIS) y los pueblos de la zona y de zonas aledañas se han opuesto a su construcción. Sabemos casi con certeza que la pugna por la construcción de la carretera está siendo alimentada por Organizaciones no Gubernamentales financiadas por USAID, la agencia de cooperacion para el desarrollo de Estados unidos de Norteamérica.
Los pueblos han partido en una marcha desde trinidad que tiene por objeto arribar la sede de gobierno de Bolivia.
La cosa se agrava, por que al mejor estilo imperialista, se han despertado derechos legitimos de los pueblos para crear posturas intransigentes que más allá de favorecer a los pueblos del TIPNIS, ha logrado ser una punta de lanza para la derecha que tiene por fin desgastar y derrocar al gobierno del Presidente Evo Morales.
Tal es el caso, que de los 16 puntos que plantean los marchistas, solo 1 tiene relacion al tramo II de la carretera y los demás son medidas descabelladas que tienen por objeto debilitar economicamente y geopoliticamente al Estado y por ende al Gobbierno.
Una vez más, los ambientalistas se han puesto al servicio de la derecha neoliberal y del imperialismo, esta vez generando en base a derechos legitimos de los pueblos, posiciones irreconciliables.
La Izquierda de bolivia, continua trabajando para lograr consensos en este conflicto, pero mientras el poder economico del imperialismo tenga ingerencia en los países, esto será una tarea dificil.
EL dilema surge a razón que dicha zona fue declarado Territorio Indigena (TIPNIS) y los pueblos de la zona y de zonas aledañas se han opuesto a su construcción. Sabemos casi con certeza que la pugna por la construcción de la carretera está siendo alimentada por Organizaciones no Gubernamentales financiadas por USAID, la agencia de cooperacion para el desarrollo de Estados unidos de Norteamérica.
Los pueblos han partido en una marcha desde trinidad que tiene por objeto arribar la sede de gobierno de Bolivia.
La cosa se agrava, por que al mejor estilo imperialista, se han despertado derechos legitimos de los pueblos para crear posturas intransigentes que más allá de favorecer a los pueblos del TIPNIS, ha logrado ser una punta de lanza para la derecha que tiene por fin desgastar y derrocar al gobierno del Presidente Evo Morales.
Tal es el caso, que de los 16 puntos que plantean los marchistas, solo 1 tiene relacion al tramo II de la carretera y los demás son medidas descabelladas que tienen por objeto debilitar economicamente y geopoliticamente al Estado y por ende al Gobbierno.
Una vez más, los ambientalistas se han puesto al servicio de la derecha neoliberal y del imperialismo, esta vez generando en base a derechos legitimos de los pueblos, posiciones irreconciliables.
La Izquierda de bolivia, continua trabajando para lograr consensos en este conflicto, pero mientras el poder economico del imperialismo tenga ingerencia en los países, esto será una tarea dificil.