ERE en Teleperformance, más crisis para la clase obrera [ACDT]

ERE EN TELEPERFOMANCE, MÁS CRISIS PARA LA CLASE OBRERA

La A.C.D.T. se solidariza con aquellos que menos culpa tienen del desempleo, en este caso con las trabajadoras y trabajadores de Teleperfomance que serán despedidos, y señala como culpables a los causantes de las crisis cada vez más profundas del capitalismo: a los grandes empresarios que buscan aumentar beneficios a costa de acabar con puestos de trabajo.
Y decimos despedidos porque no hay nada "voluntario" para los trabajadores en las empresas donde ahora manda el patrón, que es dueño y señor en su feudo, y no hay leyes, ni derechos, ni convenios que lo eviten.
Porque el juez de primera instancia es el empresario que sentencia a los obreros a perder sus empleos.

Los puestos de trabajo que se pierden no lo son sólo para las trabajadoras despedidas, sino para la sociedad.
Al mismo tiempo que los dueños de Teleperfomance cometen este genocidio laboral en sus propios documentos publicitan sus beneficios:
"En 2010, el Grupo Teleperformance consiguió 2.058 millones de euros de beneficios"
Esa riqueza la producen los trabajadores colectivamente, así que nadie nos regala nada, ni los empresarios son los que crean empleo, como constantemente repiten los medios de comunicación, Estado, instituciones y escuelas de economía, todas al servicio del interés del capitalista.
La A.C.D.T. insiste una vez más que la pelea no puede ser individual, ni fragmentada como ahora, donde los delegados de unas y otras empresas luchan en solitario y a veces ni están organizados con el resto de delegados de su mismo sindicato. Lo cual infringe derrotismo a los trabajadores que se siguen viendo débiles y desprotegidos, por mucho que una sección sindical de un sindicato minoritario llame a la rebelión de los mismos.
Hay que romper con la desorganización, con el fraccionamiento de delegados de unas y otras empresas, de los distintos sectores, de los distintos sindicatos.
Los representantes directos se deben a los intereses de los trabajadores antes que a los intereses de cúpulas sindicales, y esos intereses pasan por estar unidos al resto de delegados y comités de empresa.
Si éstos están unidos y organizados, y respaldados por las asambleas de trabajadores, podremos empezar a construir órganos de poder obrero y decidir nuestro destino: nosotros producimos todo lo que necesita la sociedad, nosotros debemos dirigir la sociedad.


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