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    [ACDT-Estado Español] El masivo apoyo a la marcha negra es el reconocimiento a su resistencia y contundente forma de lucha. La clase obrera reivindica esta forma para combatir la violencia recibida desde el estado.

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    [ACDT-Estado Español] El masivo apoyo a la marcha negra es el reconocimiento a su resistencia y contundente forma de lucha. La clase obrera reivindica esta forma para combatir la violencia recibida desde el estado. Empty [ACDT-Estado Español] El masivo apoyo a la marcha negra es el reconocimiento a su resistencia y contundente forma de lucha. La clase obrera reivindica esta forma para combatir la violencia recibida desde el estado.

    Mensaje por el_republicano2 Dom Jul 29, 2012 8:01 pm

    El masivo apoyo a la marcha negra es el reconocimiento a su resistencia y contundente forma de lucha. La clase obrera reivindica esta forma para combatir la violencia recibida desde el estado.


    Durante años los sindicalistas traidores se escudaban continuamente en la (según ellos) apatía de sus compañeros y su escasa participación en las movilizaciones, para llevar a cabo su política de “diálogo y paz social”, es decir negociar secuestrando a los trabajadores la posibilidad de presionar mediante la movilización, poniéndolos como excusa para traicionarlos firmando retrocesos continuos, con el argumento de firmar el “mal menor”.

    Esto nos llevó en la época de bonanza económica (1997-2007) a perder el 4% del poder adquisitivo, (único país de la OCDE en perder las rentas del trabajo) mientras se incrementaba el 70% el beneficio empresarial, a la generalización del sub-mileurismo (60% de la población trabajadora antes de la crisis), y de la temporalidad, y a los mayores niveles de desempleo de europa. Todo ello por las vías de acuerdos marcos de negociación colectiva, firmados por los sindicatos mayoritarios, y de las reformas laborales consentidas, con nula o escasa contestación por parte de los mismos.

    Partiendo de la precarización implantada, los trabajadores venimos sufriendo a diario continuos recortes con la excusa de la crisis, que nos colocan en situación de asfixia, cuando no de pobreza.
    Ya hace tiempo que esta clase viene demostrando sus ganas de pelear, secundando masivamente las dos últimas huelgas generales, las manifestaciones convocadas por el 15M, o las protagonizadas por los funcionarios públicos, estudiantes y profesionales de la educación y la sanidad. Todas ellas con un nivel de participación históricos.

    Es por ello que la causa minera genera tanta solidaridad entre el resto de la clase trabajadora. Porque suponen un ejemplo de organización, de lucha, de resistencia firme en la defensa de sus condiciones de vida. A lo cual el resto de la clase obrera se agarra, huérfana de organización y capacidad de respuesta, capada por tantos años de traición y conciliación con la clase explotadora.

    Pero ya ha pasado la hora de convocatorias a manifestaciones inocuas en días festivos, el objetivo de éstas de elevar conciencias y aumentar en número ya ha dado sus frutos, insistir en ellas es jugar al desgaste del pueblo, para que piense que “nunca se consigue nada”, y es por lo que sigue siendo la fórmula empleada por los sindicatos traidores para arrastrar su lucha al fracaso.

    Igualmente traidor es no organizar la unidad entre los trabajadores en lucha, permitiendo que los miles de conflictos que hay todos los días en las empresas del país, se mantengan aislados. De esta forma todos ellos están abocados al fracaso, por muy firme y decididos que estén los trabajadores de una empresa, aunque hagan prolongados periodos de huelgas, los empresarios saben que de esta forma el tiempo juega en su favor, y con la legislación actual, prefieren aguantar las pérdidas que les puedan ocasionar esas huelgas, y esperar a que caduquen los convenios colectivos, sin los cuales la reducción de costes laborales futuros compensarán estas pérdidas temporales.

    Esa labor de desunión, importantísima para la patronal, la acometen con disciplina los sindicatos mayoritarios de forma prioritaria. La prueba es la actual desunión generalizada.

    Las decisiones POLÍTICAS de los últimos tiempos: reformas laborales , los rescates bancarios, las subidas de impuestos al pueblo y exención y amnistía a los ricos, reducción en gasto social, la reducción del subsidio por desempleo, privatización de sanidad, educación, transportes, así como la reforma de horarios comerciales, que supondrán el cierre del pequeño comercio, conforman ataques por oleadas al bolsillo del pueblo para redistribuirlo a las minorías que tienen el poder económico, propietarias de las multinacionales y de la banca.

    Esto no nos deja otra salida más que la lucha POLíTICA, contra todas esas instituciones que toman las decisiones POLíTICAS en contra del pueblo, a la par de la creación de los órganos de poder realmente democráticos donde sea el pueblo el que tome todas las decisiones que afectan a sus condiciones de vida. Es decir que el pueblo haga su propia POLÍTICA, en lugar de delegar en la misma clase que lo oprime, la posibilidad de salvarlo.

    Pero resulta evidente que para esa lucha, las organizaciones actuales de los trabajadores no son válidas. Los sindicatos mayoritarios hace muchos años que se pasaron al otro bando, y desde entonces su trabajo es frenar esa lucha, y corroborar con su firma la pérdida de derechos.

    La unidad y solidaridad que se necesitan para que las luchas tengan éxito, tendrá que ser construida desde los centros de trabajo, con la organización de los trabajadores en torno a las Asambleas de Comités de Empresa, Delegados y trabajadores.

    En esa tarea, construir la unidad y fomentar la solidaridad, la labor de los comités de empresa y juntas de personal se torna imprescindible, a la vez que su responsabilidad. Y la forma para hacerlo es organizándose con los demás comités y representantes, dado que los sindicatos mayoritarios no lo hacen.

    De no hacerlo estarán dejando huérfanos a sus representados, los cuales ya han dicho en voz alta que quieren luchar. Falta que sus representantes les permitan hacerlo de forma unida, o que imiten a los sindicatos en su labor traidora.

    ¡¡¡VIVA LA LUCHA DE LOS MINEROS !!!
    ¡¡¡ VIVA LA CLASE OBRERA UNIDA !!!

    Fuente

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