Te copio el anexo que llevo recopilado hasta ahora de un trabajo sobre la revolución española. Es de caracter técnico y localista sobre todo, sobre Barcelona lo hace muy de pasada, está incompleto, sobre Aragón tienes algo más. Faltan algunas comunidades y de andalucía solo la colectividad de pescadores en almería.
Tielmes de Tajuña (Madrid)
Para dar una idea en concreto de cómo funcionaron las colectividades en la zona Centro, hemos tomado la del pueblo de Tielmes de Tajuña.
De unos dos mil habitantes. Como tantos otros pueblos de la zona, previamente ha sido fundado un Sindicato de Oficios Varios, afecto ala C. N. T ., el 4 de diciembre de 1936. Trece días más tarde, el 17 de diciembre, se funda la colectividad, con los miembros del sindicato, a la que aportan «todo lo que tenían; los pequeños propietarios, sus tierras, sus simientes, sus aperos, sus productos, ¡su dinero! Los pobres de solemnidad, sus brazos y su buen deseo de procurarse una vida menos azarosa que la anterior. Así, al fundarse la colectividad no se requisa nada e incluso ceden ala ugetista Federación Española de Trabajadores de la Tierra (F.. E. T. T .) una fábrica de aceite y una era.
A mediados de 1937 poseen 60 hectáreas de riego eventual; 400 de secano, cubiertas de olivos; 58 mulas y 50 caballerías. Dos molinos de aceite, una fábrica de conservas en envase metálico para mil botes diarios. Además, tienen dos carpinterías, dos panaderías y un economato, donde puede comprar todo el pueblo; una escuela y un médico contratado por la colectividad.
A pesar de las diferencias que tienen con los elementos marxistas, que llegan a «. ..cobrar una peseta con sesenta céntimos a los nuestros, mientras que ellos han asignado una peseta con veinticinco a los afiliados a la U. G. T .» , y coaccionan (al fundarse el sindica to se presentan en casa del secretario y le exigen la lista de adheridos), la cosecha de 1937 es superior a la anterior y comprende: 2.500 fanegas de cebada, 1.500 de trigo, 800 de avena, 60.000 kilos de patatas, 30.000 de judías, 75.000 de aceite, 80.000 de aceitunas y 6.000 arrobas de vino. Las hortalizas recolectadas ascienden a 100.000 repollos, 130.000 pimientos, 110.000 tomates, 40.000 coliflor y la fruta de 1.000 manzanos, 300 perales y 40 ciruelos.
Han ayudado a la intendencia del Ejército, tienen 25 voluntarios en el frente y se inicia la plantación de soja y una pequeña cabaña de 16 vacas y 56 cabras. El funcionamiento de la colectividad, como generalizábamos anteriormente, se basa en un Consejo de Economía, formado por tres vocales que se ocupan de todos los problemas de regulación, compras y ventas, determinación de precios, personal, designación de responsables, intercambio, contabilidad, información, etc.
Está dividido en tres secciones: Agricultura y Derivados, que lleva todo lo referente a semillas, cultivos, etc., y que a su vez esta dividida en subsecciones de cultivos, socorros, vinicultura, conserva, vegetales, aceite, jabones y ganado.
La segunda sección es la de Industria, que se subdivide en transporte, vino, panadería, vaquería, tejidos, economato y confección.
Finalmente, la sección de Estadística, que se encarga de la contabilidad y llevar las operaciones económicas.
Realiza contactos con los jefes de las demás secciones para coordinar el trabajo y dar el visto bueno a los pagos y entradas.
Estos cargos son por un tiempo limitado y cualquiera puede ser destituido por un voto de censura de la asamblea de todos los colectivistas.
Aunque « ...procuramos no utilizar la moneda más que en los momentos más necesarios, se paga una "retribución familiar" en dinero y productos colectivizados, que varía en el plazo de medio año. La retribución está concebida de forma familiar, independientemente de lo que cada uno aportara a la colectividad en su nacimiento. Así, las pesetas del matrimonio se ven incrementadas por hijo según sea mayor, es decir, esté en condiciones de trabajar , o menor. Igual ocurre con los productos colectivizados en lo que, aparte del cupo correspondiente al matrimonio, se añade una cantidad por hijo.
Además de esta retribución, los colectivistas contaban de forma gratuita con casa, leña, médico y servicio de peluquería, que se pagaba por vales. Desde que se fundó la colectividad hasta agosto de 1937, una vez deducidos los gatos, se ha sacado en líquido doscientas mil pesetas, que se ponen a disposición de la Federación Regional de Campesinos del Centro, a cuya sección de ganadería se ha pedido ayuda para solucionar los problemas referentes a la cabaña, además de pedirle un laboratorio y el envío de un equipo de técnicos.
Pero estos campesinos no se contentaban con esto, sino que «...lo que ocurre es que ahora nos damos cuenta de los beneficios del Comunismo Libertario. No creo que lo "nuestro" sea algo parecido a ese sistema que imperará en el suelo castellano. Pero, jvamos!, estamos haciendo lo posible para que los demás se den cuenta de que nuestra nueva forma de vivir, sin mandones, ni coacciones, sin egoísmos, procurando no utilizar la moneda más que en los momentos más necesarios para adquirir materias no fácilmente adquiribles por intercambio, colectivizando lo poco que tenemos. Es algo que hasta ahora se tuvo por utópico y que a nosotros nos parece tan realizable..., que lo estamos practicando aun dentro de un ambiente hostil! »
Un sindicato colectivizado: Sindicato de Alimentación e Industrias Gastronómicas
Este sindicato, además de realizar una obra social que comprendía un hogar-escuela, una policlínica y un sanatorio, colectivizó una serie de pequeñas industrias que entraban dentro de su ámbito.
Estaban colectivizados 26 cafés, tres restaurantes, seis casas de vino, 30 ultramarinos, 25 despachos de fruta y verdura, 10 carnicerías, nueve vaquerías, cuatro pescaderías, tres chocolaterías y las siguientes fábricas: tres de repostería y una de aceite y mantequilla.
El balance de cuentas que presentaba comprendía un pago mensual de renta y contribuciones de 150.000 pesetas y de abonos de los 1.200 afiliados 1.500.000 pesetas.
Ahora que parece que las corrientes libertarias vuelven a tomar nuevos ímpetus es hora de evaluar fallos y virtudes y para quienes viven y luchan en Castilla aquello que se produjo aquí. Ha habido mucho silencio interesado o no.
Las colectividades supusieron la implantación a gran escala de las ideas libertarias acusadas de utópicas y vagas. En la circunstancia concreta no parecieron ni lo uno ni lo otro. Por ello un labrador de Tielmes podía responder a la pregunta: ¿Qué celebridades salieron de aquí? Nosotros únicamente.
Membrilla (Ciudad Real)
Viendo la complejidad de la solución que se apuntaba, ya que no había otra, los componentes de la política en activo, o sea todos los que componían el Ayuntamiento se inhibieron de toda responsabilidad, declinando todo el quehacer socio-económico del momento a favor de los hombres responsables de la Confederación Nacional del Trabajo (C.N.T.), que aceptaron, contando con la colaboración de Izquierda Republicana. Ambas eran las únicas organizaciones políticas o sindicales existentes.
Convocaron nuevamente al Pueblo en pleno a una reunión que se celebraría en la Plaza con asistencia masiva. Fue dándose a conocer con ciertos detalles lo que se consideraba que se podía hacer en aquellos momentos de desconcierto para superarlos y empezar a darle vida al pueblo. Hubo que hacerle ver la verdad de la situación de pre-revolución que se estaba viviendo, así como las ausencias de muchos propietarios comprometidos, probablemente, con los sublevados, que habían dejado abandonadas sus haciendas.
Ante aquella situación se imponía la necesidad de proceder a la recogida de la cosecha de trigo y cebada, abandonadas en el campo, dada la fecha en la que se encontraban y el riesgo a que éstas se perdieran por cualquier eventualidad climática. Se propuso que para realizar la recogida de la cosecha era imprescindible inventariar propiedades y aperos de labranza, para después proceder a la recolección. Esta sugerencia fue muy bien acogida y aceptada. Fue entonces cuando se procedió al nombramiento de un Consejo de Administración, que quedó compuesto por diez miembros de C.N.T. y cinco de Izquierda Republicana. Este Consejo tenía la responsabilidad de dar vida a un ente socio-económico prácticamente ignorado, aunque teóricamente se conociera el funcionamiento de una sociedad análoga a la que pensaron poner en marcha.
Como la representación de C.N.T. en todas las Comisiones era mayoritaria, entre el pueblo comenzó a comentarse, con cierta simpatía, que aquella organización empezaba a ser el Comunismo Libertario. Efectivamente, comenzó siendo una administración económica y laboral orientada por anarquistas, pero en aquellos momentos de confusión, no estaba configurada la forma que aquel ente podía adoptar. Pero sin poder determinarlo, su inicio estaba marcado por lo primeros pasos de un Comunismo Libertario.
FORMACION DE COMISIONES
Comisión de Agricultura.
Estaba integrada por cinco competentes trabajadores que comenzaron su labor haciendo un inventario, como se había acordado, de los bienes que tenían que controlar y administrar.
Comisión de Abastos.
Controlaron una fábrica de harina cerrada para hacerla funcionar rápidamente y un matadero industrial. Crearon unos economatos en los lugares mas estratégicos del pueblo para facilitar el abastecimiento. Realmente el trabajo de esta Comisión fue tremendo, hasta que pudo conectar con otras Colectividades que habían comenzado con anterioridad su andadura, para proceder al intercambio de productos y asegurar el abastecimiento, aunque sólo fuera parcial.
Vivienda y Sanidad.
La misión de esta Comisión fue mas sencilla y de menos trabajo, ya que sólo tuvo que hacer una relación de las viviendas y casas abandonadas, para ir acomodando a los contingentes de refugiados que, constantemente, llegaban huyendo de los horrores de la guerra, despojados de todos sus bienes.
De la Sanidad local se ocupaban tres médicos que, en aquel momento, ejercían su labor en Membrilla, colaborando de forma altruista con la mencionada Comisión.
Defensa.
Los componentes de esta delegación estaban obligados a guardar el orden dentro del término municipal. Contaban con grupos de obreros que, relevándose, hacían guardia en los Centros Oficiales, y vigilaban los accesos a la población, para evitar males mayores.
INDEMNIZACION POR EL TRABAJO REALIZADO
Se entregaron una Tarjeta de Productor y Consumidor, con la cual, presentándola en cualquiera de los Economatos existentes, el ciudadano podía adquirir cualquier artículo de consumo o útil necesario para el abastecimiento de su hogar. Los alquileres de las viviendas que estaban ocupadas dejaron de abonarse. El agua potable que se consumía era gratuita, a pesar de que debía ser transportada, desde la vecina localidad de Manzanares, en cubas preparadas a tal efecto y, por supuesto, había que abonar al pueblo propietario de los pozos una cantidad por el consumo.
Tanto la luz eléctrica como los servicios médicos y farmacéuticos eran gratuitos. Además de todo lo mencionado, también se entregaban unos vales de cuantía limitada con un valor efectivo que suplantaba la moneda, para poder ser utilizados en cualquier establecimiento de tejidos o ultramarinos de la localidad. Este procedimiento de anticipos, tan justo y generoso como humano, se realizó (justo es decirlo) bajo los colores rojo y negro del anarco-sindicalismo, que puso en marcha su soñado ideario de Comunismo Libertario, aunque sólo fuera por unos meses. Una aspiración tachada de utópica, pero que dio el ejemplo convincente al mundo entero, de que aquella filosofía humanista, moral, solidaria y fraternal se podía pragmatizar porque es la esencia misma de una concepción. Esa “utopía” fue el motor impulsor de una realidad, y no puede quedar el deseo de su realización porque ya se ha realizado, sino su humana implantación generalizada para bien de todos los humanos.
ENSEÑANZA
En el campo cultural fue donde más esfuerzos se realizaron, ya que el índice de cultura no era muy elevado y había que hacer esfuerzos sobrehumanos para
preparar a los hombres y mujeres del mañana con una mentalidad nueva, a base de una enseñanza libre con concepciones humanas y solidarias, que se ajustaran a los nuevos planteamientos socio-económicos de la Sociedad que empezaba a nacer. Para ello, se abriría una Escuela de Artes y Oficios, en donde se impartían las siguientes asignaturas: Música, Cerámica, Mecánica, Enología, Electricidad y Secretariado de Colectivismo. El personal que daba clases de estas materias eran técnicos especializados en las mismas.
En el Ateneo también se potenció la enseñanza, dando contantemente conferencias, donde se analizaba todo lo referente al aspecto político, económico y sindical. Además se representaban, con frecuencia, obras teatrales por los mas jóvenes y los mas mayores, despertando la ilusión de todos los asistentes, que solían ser casi todos los vecinos de Membrilla.
Cuenca
A mediados de marzo de 1937, los componentes en Cuenca de las sindicales CNT y UGT hacían públicas las siguientes normas con miras al problema de la colectivización de la tierra en aquella provincia:
"En vista de las constantes diferencias que se suscitan en los pueblos entre los componentes de las dos sindicales UGT y CNT alrededor de los problemas creados por la revolución, los elementos responsables de ambas organizaciones en esta provincia, reunidos para estudiar y resolver estos problemas, acuerdan suscribir conjuntamente las siguientes normas para el desarrollo del trabajo y la convivencia en los pueblos de la provincia donde ambas organizaciones tienen representantes y afiliados:
1) Las tierras e industrias incautadas serán explotadas en colectividad.
2) Esta colectividad, que se formará entre los productores de cada población, cualquiera que sea la organización sindical a que pertenezcan, nombrará un consejo de administración cuyas funciones serán:
a) Dirigir el trabajo y administrar la producción con arreglo a las normas trazadas en las asambleas de la colectividad y por los estatutos de la misma.
b) Negociar el intercambio de productos con otras localidades y provincias.
c) Vigilar el cumplimiento, por cada uno de los colectivistas, de lo acordado por mayoría en las asambleas.
3) El Consejo de Administración debe componerlo un número reducido de individuos elegidos en asamblea por la colectividad y nombrando igual número por organización, procurando sean estos los más capacitados.
4) Para pertenecer a la colectividad basta el título de trabajador , representado por el carnet de cualquiera de las dos sindicales, UGT y CNT.
5) Si algún pequeño propietario quisiera ingresar a la colectividad pondrá a disposición de ésta cuantos bienes posee, entregándosele recibo de lo cedido.. Sin este requisito previo no podrá pertenecer a la misma.
6) Del trabajo. El Consejo de Administración, en función de sus facultades directoras de la producción, determinará los trabajos y la duración de las jornadas con arreglo a las necesidades de cada estación, época y jornada, de acuerdo con las decisiones tomadas en las asambleas de la colectividad.
7) Nadie podrá eximirse de acudir al trabajo si no es por alguna causa de enfermedad o accidente que se lo impida.
8( El trabajo será por grupos, tan numeroso como las necesidades del mismo lo exijan, y se nombrarán delegados en lo lugares de trabajo de acuerdo con los trabajadores.
9) Todos los delegados se reunirán diariamente con el Consejo de Administración a fin de cambiar impresiones y ponerse de acuerdo para la mejor marcha del trabajo.
10) Los delegados procurarán por todos los medio persuasivos de que el trabajo se realice con la mayor eficacia, debiendo demostrar afinidad y moralidad y enseñando a sus compañeros aquellas labores para las cuales no tengan una preparación previa.
11) Los delegados no podrán aplicar sanción alguna a ningún compañero, las anormalidades que observen las pondrán en conocimiento del Consejo, éste de la asamblea y ésta será en definitiva la que resuelva.
12) Tanto los delegados como los miembros del Consejo Administrativo que se extralimiten en sus funciones serán inmediatamente suspendidos en sus cargos, dando cuenta a la asamblea, la cuál resolverá.
13) Del consumo. En el colectivismo el salario no existe, por ser una fórmula de compensación al trabajo humillante, injusta e insuficiente. Por consiguiente, el productor disfrutará de un anticipo igual al jornal que tiene en la actualidad, no pudiendo percibir más que veintiocho céntimos de demasía sobre ese jornal por cada hijo menor de quince años que tenga al amparo del colectivismo. Esto habrá de hacerse mediante la carta de trabajo.
14) El intercambio de productos, interlocal, se verificará por medio de las cooperativas, siendo éstas las que distribuirán conjuntamente con la colectividad
15) Al constituirse la colectividad, las incautaciones de fincas o industrias verificadas por una de las dos organizaciones pasan a ser de la colectividad, no pudiendo dividirse dichas fincas más que en caso de desacuerdo entre ambas sindicales, y en este caso, improbable, se haría partición proporcionalmente.
16) Los beneficios sobrantes del pago de gastos y anticipos se dividirán en la forma siguiente: un 25% para enseñanza; otro 25% para adquisición y mejora de material de trabajo, y el 50% restante quedará a beneficio de todos los colectivistas, si así lo acuerdan éstos en la asamblea.
17) Serán consideradas jornadas de trabajo los casos de enfermedad de los afiliados a la colectividad.
Deberes y derechos de todo colectivista.
1) En el momento de ingresar en la colectividad, aunque ésta se halle fundada desde mucho antes, el colectivista estará en igualdad de derechos y deberes con los demás.
2) A ningún colectivista se le podrá exigir más trabajo que el que con arreglo a sus fuerzas físicas pueda hacer, respetando los ancianos o convalecientes de enfermedades o empleándoles, en todo caso, en los trabajos más leves.
3) El respeto mutuo debe presidir inflexiblemente las relaciones entre colectivistas, teniendo en cuenta que al constituirse en colectividad lo hacen para trabajar unidos para el bienestar de todos. Por consiguiente, todo colectivista que trate de atropellar a otro, aunque éste no sea colectivista, o bien intente usurpar beneficios que no le corresponden, como primera medida será sancionado, y si reincidiera será expulsado, perdiendo todos los derechos que hubiera adquirido y sin que pudiera reclamar beneficio alguno de cuanto puso a disposición de la colectividad; y si la falta fuese leve, se le aplicarán las sanciones que sean de justicia.
4) Ningún colectivista se opondrá a que sus familiares sean empleados en aquellas labores de que la colectividad tenga necesidad y que considere ésta que aquellos pueden desempeñar, considerando su participación en el producto con arreglo a su capacidad productiva.
Artículo adicional. Todo lo no previsto en estas normas podrá ser acordado en las asambleas generales de la colectividad.
BENJAMIN C. RUIZ - El colectivismo agrario en la revolucion española
Adra (Almería)
La colectividad de pescadores de Adra
En los periódicos, mensuales, que durante algún tiempo ha venido publicando la Regional Andaluza (Nervio y El Rebelde) he escrito algunos artículos relacionados con la Industria Pesquera de Adra, los cuales, aunque carentes de méritos literarios, podrían ayudarte a comprender mejor la vida de los pescadores. Voy a contestar, lo mejor que pueda, a tu cuestionario.
En agosto de 1936, una Asamblea celebrada en el cine Capitol de Adra, en la que había alrededor de 1.000 pescadores y algunos armadores, o sea, dueños de los barcos, decidió por unanimidad la incautación de todos los barcos “Traiñas” y su colectivización inmediata.
Las organizaciones representadas en aquella Asamblea eran la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). La primera contaba con un porcentaje del 10 % de la población pesquera y el 90 % restante pertenecían a la CNT, pero conviene hacer notar que no surgió problema alguno de divergencias ni de desacuerdos entre las dos centrales sindicales en lo que se refería a la puesta en marcha de la colectividad ni a la forma de funcionamiento. Cualquiera era libre de dejar la embarcación colectivizada o de ingresar en la misma; de acuerdo con las necesidades, es decir, si una embarcación necesitaba 25 hombres, por ejemplo, y tenía nada más que 24, el primer llegado podía cubrir la vacante.
¿Existía dinero? Sí, no podíamos prescindir de la moneda y tanto el Sindicato como el Comité de la Industria Pesquera, que era el que controlaba todo el complejo de la industria, tenía que trabajar inteligentemente para que esa obra revolucionaria puesta en marcha por los propios pescadores no fuese un fracaso. El producto de la pesca de cada barco se repartía entre los tripulantes después de haber depositado en el Comité una pequeña cantidad, que se dedicaba a renovar cualquier utensilio deteriorado o roto. También se pasaba una cantidad, aprobada por los pescadores, al antiguo dueño de la embarcación. No recuerdo que surgiera ningún problema digno de mención entre los pescadores, y los únicos obstáculos con los que tropezábamos eran el no poder estar surtidos debidamente, a causa de la guerra, de los materiales necesarios para la pesca, que era abundante en aquella época.
Las mejoras fueron considerables en todos los aspectos. El pescador empezó a recobrar su dignidad, ya no era un esclavo. Antes de la guerra el patrón o armador se llevaba el 50 % del producto de la pesca más tres quintas partes del resto. Uno de los zánganos más grandes era el “vendedor”, individuo que una vez que se ha desembarcado el pescado lo subasta y por cuyo “trabajo” se llevaba el 12,5 % de la venta global. Nosotros suprimimos todas esas injusticias. Durante el funcionamiento de la colectividad el “vendedor” cobraba el 2,5 %, y ya ganaba bastante. La colectividad fue un gran éxito en todos los sentidos. Ese éxito se consiguió por el dinamismo y el entusiasmo que todos los jóvenes libertarios, inspirados en las ideas del anarcosindicalismo, desplegamos en aquellos momentos álgidos y gloriosos preñados de promesas.
Alcoy (Alicante)
El 14 de abril de 1931 entró la República en España. A partir de aquel momento hubo un parlamento, el rey se marchó y la sociedad empezó a regirse de otra manera a como estaba acostumbrado el pueblo español. Hubo un período de gobierno derechista, hubo otro de izquierdas... El último, que se llamó el "bienio negro" y que duró dos años fue gobernado por la derecha. En 1936, cuando se votó al Frente Popular, volvió a subir la izquierda. Lo que dio motivo a que se empezara a tramar la revuelta militar que empezó el 18 de julio del 36. La economía en principio fue bastante justa, lo que después se frustró debido a que la derecha boicoteó toda la economía e hizo muy pocas participaciones de inversión económica. De esta manera, las fábricas estaban a medio trabajo y había una retención enorme de la economía. La gente trabajaba poco y ganaba muy poco. Fue a partir, como estoy diciendo, del 36 cuando el Frente Popular volvió a asumir el gobierno. La república de izquierdas, digamos, aunque el pueblo seguía estando en una situación bastante deprimente.
En este período, en 1984, yo hice un estudio sobre lo que fueron las colectividades y la socialización en Alcoy. Las he plasmado en este libro. Voy a explicar lo que he podido estudiar e indagar. Porque fue un trabajo (más que nada) de periodismo, de entrevistar a multitud de personas para saber exactamente, que me explicaran sus vivencias. El 18 de julio se hizo un paro general y se creó una comisión de control. La comisión de control estaba formada por el sindicato CNT, mayoritario en Alcoy, y la UGT, que participó en un porcentaje mucho menos numeroso, pero que también formó parte de lo que se llamó "el control". El control era una especie de comité en el cual estaba integrado todo el sindicato, y que tomó la economía en sus manos. ¿Qué hizo? Socializó el transporte; socializó la metalurgia; socializó el textil; y también el papel. En este edificio, emblemático de aquella fecha, es donde estaban las fábricas de producción de papel.
A partir de este momento fue "el control" el que gobernó Alcoy. ¿Cómo se organizó la economía? Bueno, con la colectividad, al reunificar todo el transporte, incluso los cines, las peluquerías, los bancos, cada persona tenía un puesto de trabajo y cobraba diez pesetas diarias. Lo mismo que cobraba un soldado que se hubiera ido a participar en la guerra y que saliera como voluntario a frenar el avance fascista.
Alcoy tuvo un momento muy dramático. En su cuartel permanecían los soldados, los hijos de los hombres que esperaban en su exterior la resolución que tomaban las fuerzas armadas: si salían apoyando la rebelión fascista o se unían al pueblo. Tras unas largas negociaciones el cuartel abrió sus puertas y padres e hijos pudieron abrazarse. Alcoy quedó en el lado de la República, y se formó un voluntariado para ir a luchar y parar el fascismo.
Las socializaciones en España fueron muchas. Puede decirse que en Cataluña y en Aragón fue casi íntegra. En Alcoy fue emblemático porque, así como el Partido Comunista derrocó las colectividades en Aragón, aquí no pudo hacerlo. Mandó al SIM, que era un servicio de interior militar, para poder deshacer las colectividades. Pero no pudo hacerlo porque la metalurgia producía material de guerra y tenían que respetarlo. El pueblo de Alcoy hubiera saboteado todo el proceso. Luego estaba la industria textil, que fabricaba ropa militar.
Entonces, ¿cómo se estructuró? Pues sencillamente, la comisión de control marchó a Madrid, al Ministerio de la Guerra, y solicitó ponerse a trabajar a hacer armas para la República. El Ministerio lo aceptó, y Alcoy se puso a trabajar las 24 horas del día, con turnos de 8 horas cada uno. Todo el mundo se puso a trabajar. Vino incluso gente de fuera porque faltaban trabajadores, teniendo en cuenta la cantidad de hombres que habían salido para el frente.
La estructura estaba dividida en los puestos de trabajo necesarios para la producción. Se cobraba exactamente lo mismo por un trabajo sencillo que por uno de más responsabilidad. Por ejemplo, una persona que era técnico en producción de bombas me dijo que su jefe, que era un ingeniero dueño del taller donde él trabajaba, pasó a formar parte como un trabajador más. Y así se fue estructurando el trabajo.
Las colectividades en Alcoy fueron totales. Toda la metalurgia estaba dentro, todo el textil, todos los cines. También las peluquerías, todos los bancos, todos estaban colectivizados. Cada uno cumplía su trabajo, y en la asamblea se determinaba lo que se tenía que hacer en un determinado momento.
La economía que había entonces suponía que no había una especulación para enriquecerse. Cada persona tenía su salario. Y al ser igual un salario que otro, desde la base se podía subir el nivel económico de las personas. Aunque esto se pudo hacer relativamente, porque había una guerra. El jornal era de diez pesetas diarias, que era un buen sueldo, se mantuvo igual durante todo el período.
En cuanto a cubrir las necesidades, primero se cogieron los almacenes. En segundo lugar, se precisó el intercambio. Por ejemplo, Alcoy mandaba máquinas para hacer aceite u otros utensilios, y los pueblos lindantes mandaban las verduras, las carnes, y todo lo demás complementario.
Como he dicho al principio, no se forzó a nadie a entrar en las colectividades. Pero todo el mundo estaba ansioso por hacerlo, porque representaba un sueldo mejor que el que tenían. Cubría sus necesidades. Además cuando se pone en marcha un sistema de esta clase no es un pequeño grupo el que lo establece, sino que es el 99% de la población el que lo ha pedido. Una parte de los que eran patronos se marcharon, desaparecieron; otros se quedaron en casa. Entonces la CNT fue a verlos, les dio un carnet y un sitio de trabajo.
En cuanto a las represiones, hubo alguna locura, que siempre las hay, de cosas personales. Pero en general en Alcoy no hubo ningún derramamiento de sangre notorio, sino que un patrono que el día anterior estaba rigiendo su empresa pasaba a ocupar un sitio de trabajo en esa misma empresa.
Lo importante es cómo se organizaban aquellas personas. Primeramente, hacerse cargo de la empresa significaba decidir qué produce la empresa. Si la empresa producía máquinas de prensas para hacer vino y para hacer aceite, que vendían en el exterior, pasaban a fabricar sencillamente material de guerra. Se había pedido un determinado número de obuses, granadas, lo que fuese...Iban a trabajar y a poner en marcha todas las máquinas para hacer el pedido. Cada persona estaba en su puesto con el cargo de responsabilidad que le concerniese. Lo que era notorio era que los puestos no eran permanentes sino que cada persona era mandada o mandaba ella misma. Normalmente cuando había que hacer un trabajo, se pedía un voluntariado. Si no había voluntariado se exigía que alguien tomara la responsabilidad de ocupar un cargo. Pero ese cargo era revocable en cualquier momento. Cuando una persona no había cumplido, o no había hecho el trabajo a satisfacción de los demás, dejaba su sitio y pasaba a otro. Los trabajadores de entonces no sólo eran capaces de llevar un puesto de trabajo, sino que eran hombres múltiples. Podían cambiar perfectamente el lugar de trabajo, lo mismo podían ser fresadores que ajustadores o empaquetadores. Y cada hombre estaba dispuesto no solo a llevar su función sino a aprender otras nuevas para que el producto que se había responsabilizado a hacer saliera a la luz.
Las colectividades en Alcoy, Transcripción de un vídeo de O. Ressler, grabado en Alcoy, España, 22 min., 2004
Ademuz (Valencia)
Localidad de 5.000 habitantes. La ocupación principal era la agricultura. De 300 a 400 hectáreas de tierra que riega el río Turia y unas 1.000 hectáreas de secano. Produce cereales, viñedos, remolacha azucarera, manzana y leguminosas.
En septiembre de 1936 la CNT y la UGT, que habían venido trabajando y luchando de común acuerdo, fundaron la colectividad, en la cual ingresaron 500 familias, 300 de la CNT y 200 de la UGT. El trabajo se organizó con equipos de diez o más personas, según la partida de terreno que había que cultivar. Los delegados de grupo se reunían todas las noches para organizar el trabajo de la jornada próxima. Todos los sábados se celebraba asamblea general de trabajo para discutir libremente los trabajadores sobre futuras orientaciones.
Los productos se depositaban en los almacenes de la cooperativa. Para la adquisición de los productos racionados se puso en práctica la libreta familiar., en la que constaba el número de individuos que figuraban en la familia.. El calzado y el vestido se facilitaba mediante bonos. Dentro de la colectividad, e incluso para la vida local, no existía el dinero. No obstante, éste les era facilitado a quienes, por circunstancias especiales tenían necesidad de salir de la colectividad.
Todos los colectivistas de ambos sexos mayores de 14 años y menores de 60, y siempre que gozasen de buena salud, tenían el deber de trabajar con arreglo a sus fuerzas y capacidades. Se exceptuaba de la regla a las mujeres casadas que se ocupaban del hogar.
Los servicios pedagógicos y médico-sanitarios fueron asegurados en todo momento por la colectividad. Se practicó indistintamente el intercambio de productos y la compra-venta según las exigencias del momento. La colectividad introdujo mejoras en la economía del pueblo, creando toda una serie de talleres (de forja, sastrería, zapatería y otras técnicas) que antes no existían.
Utiel (Valencia)
En esta localidad se constituyó una colectividad compuesta por 600 familias.
Esta colectividad estaba inspirada en los puros principios del comunismo libertario, habiendo captado por su ejemplo a muchos de los acérrimos enemigos de este régimen.
La comunidad de Utiel realizó una magnífica obra de abastecimiento a los frentes, principalmente al de Madrid, en los días negros de la ofensiva fascista. De una sola vez enviaron 1.490 litros de aceite, y en otras 190 arrobas del mismo alimento. Las alubias, trigo, arroz, etc. mandados a los frentes ascendieron a millares de kilos. En otro momento se enviaron 300 arrobas de patatas. Estas entregas se hacían gratuitamente. La colectividad atendió a más de 500 familias evacuadas de los frentes de guerra con toda clase de auxilios en vestido, víveres, cobijo, etc.
La producción obtenida en los años anteriores bajo el régimen arrojó un aumento del 25% en comparación con la producción obtenida en los años anteriores bajo el régimen capitalista en todas las fincas incautadas que componían la colectividad en el período revolucionario.
Barcelona
Metalurgia socializada
La industria metalúrgica ha sido, desde luego, el sector clave de la revolución. A las dificultades inherentes a la incautación por los obreros de un sector tan técnico de la economía se añadió la necesidad de transformar la casi totalidad de la producción en industria de guerra. A través de esa readaptación, los obreros demuestran sus capacidades creadoras. Desde el punto de vista de la tecnología, como de la organización, teniendo en cuenta que los ingenieros y los patronos se han marchado, las colectividades van a demostrar la facultad de adaptación y eficacia, incluso en el plano puramente económico, de la colectivización.
Por ejemplo: en Barcelona, el 19 de julio, los 520 obreros de la Vulcano se apoderan de la fábrica y nombran a un comité CNT-UGT que orienta su producción de cara al abastecimiento de las milicias.
En la Girona, que ocupa a 1.500 obreros, los cuadros directivos se han quedado, pero tienen que contar con el Comité de Control, que impone la semana de cuarenta horas y un aumento de sueldo del 15 por 100.
En San Andrés (Barcelona), la Hispano Suiza, empresa de 1.400 obreros, es incautada por los sindicatos en el mes de julio. La dirige un Comité de Empresa en el que está representada cada sección, incluida la de los ingenieros. La empresa se adapta a las necesidades de las milicias y de la guerra y produce camiones blindados y bombas de mano.
Madera socializada
Este importante ramo contó de siete a diez mil personas durante los tres años de revolución. Pocos días después del 19 de julio empezó la socialización de la Madera de Barcelona. Se cerraron los talleres que no reunían condiciones de higiene suficientes, reagrupándolos para disponer de locales grandes y claros. Si algunos talleres pequeños, en los primeros momentos, van a seguir independientes, después se irán sumando al movimiento de socialización del ramo.
En esta primera fase, el trabajo se organiza espontáneamente. Los obreros entusiastas, a los que se suman a veces algunos burgueses vencidos, eligen a un compañero conocido por su capacidad técnica y sobre todo moral, como por ejemplo Manuel Hernández, carpintero andaluz, presidente de la Madera Socializada de Barcelona. Otro obrero representa a la Organización de cara a la industria. Toda esta organización se apoya en las asambleas generales soberanas.
La Madera sigue con las fabricaciones clásicas: muebles, barcas, toneles, encofrados y juguetes... pero, rápidamente y sin abandonar estas producciones, las exigencias de la guerra imponen la realización de barracones, cajas, culatas, etc. Se crea un pequeño laboratorio para el estudio de productos de substitución, principalmente colas y barnices. Las dificultades del abastecimiento imponen la utilización de materiales y técnicas nuevas. Por ejemplo, ya que resulta imposible conseguir ocume, se utiliza con éxito el plátano para la realización de contrachapados.
La Madera de Barcelona es un sector completo de la economía que se ha socializado, ya que en ella están incluidos el ebanista y el leñador, el carpintero y el vendedor de muebles...
Cuando resulta factible, las relaciones con los otros sectores de la economía se realizan por intercambio: productos acabados por víveres de las colectividades agrícolas, por ejemplo. Sin embargo, determinados abastecimientos siguen realizándose de forma comercial. Se ha eliminado la competencia, particularmente con la industria socializada de la Madera de Valencia, mediante una planificación de la producción: cada cual produce un determinado tipo de mueble.
Como ejemplo de la extraordinaria capacidad creadora de los trabajadores de la Madera, cabe hacer resaltar el proyecto de creación de una escuela profesional.
Como anécdota se puede señalar la creación de la piscina del sindicato, así como bibliotecas, ejemplos significativos del esfuerzo de todos para cambiar radicalmente la forma de vivir.
La jornada es de 8 horas, y se han unificado los sueldos. En estas condiciones de organización racional del trabajo, de entusiasmo y de fraternidad, a nadie puede extrañarle que la producción aumente considerablemente, llegándose a triplicar en determinados sectores.
Sin embargo, no se trata tampoco de ocultar las dificultades e incluso ciertos antagonismos suscitados por criterios diferentes acerca del desarrollo de la Madera. Pero el sentido común siempre prevaleció en los momentos difíciles. Las únicas dificultades serias procedieron de la Generalidad de Cataluña, que intentó frenar el proceso de socialización.
Transportes colectivizados
En Barcelona la totalidad de los medios de transporte está, desde el mismo mes de julio, en manos de trabajadores: los tranvías, los autobuses, el metro, los taxis y el conjunto de los ferrocarriles catalanes.
Fundamentalmente, la colectivización es obra de la CNT. De los 3.442 empleados de tranvías, 3.322 están afiliados a la CNT. Sin embargo se le concede una participación a la UGT, por ejemplo en los ferrocarriles.
Como en las otras empresas colectivizadas, son las asambleas generales de trabajadores las que deciden las orientaciones básicas. Son bimensuales para los ferroviarios y eligen un comité de administración de ocho trabajadores. Serán seis los miembros del Comité de Administración del Metro y siete los de Tranvías. También se nombran responsables de talleres y depósitos, así como en las 123 estaciones de la red de ferrocarriles de Cataluña.
Los trabajadores realizan las mejoras por las que habían luchado tanto. Se aumentan los sueldos, intentando uníficarlos, y se instaura la semana de 40 horas. Sin embargo se trabaja más, para suplir la ausencia de los compañeros que luchan en los frentes. Se incrementan los equipos de trabajadores de tranvías y autobuses.
Por todas partes mejoran las condiciones de trabajo e higiene. Se desarrollan o se crean sistemas de protección social. Por ejemplo, en la colectividad de tranvías se decide la creación del retiro unificado a los sesenta años y del sueldo íntegro para el trabajador enfermo.
Pensando en el porvenir, las decisiones van orientadas de cara a una mejora del servicio público. Los trabajadores de los tranvías prolongan lineas, se estudia la posible electrificación de los ferrocarriles y los trabajadores del Metro conciben un tipo original de locomotora. Por su parte los trabajadores de los autobuses entregan pases gratuitos para los alumnos de las escuelas de Barcelona.
Se generaliza la solidaridad. Primero de cara a los compañeros que luchan en los frentes, pero también de cara a las otras secciones del Sindicato de Transportes; por ejemplo la Sección de Tranvías, más próspera, ayuda a las secciones que sufren las consecuencias de la guerra.
Y cuando es posible, se colabora con las colectividades agrarias. Por su parte, los trabajadores del Metro han transformado la hermosa torre del antiguo director en casa de reposo, en la que cuidan a veinticinco niños refugiados de Madrid.
Los 700 tranvías rojinegros que recorrieron Barcelona hasta los bombardeos fascistas de 1938 demostraron ante todos la capacidad gestora de los trabajadores de los transportes.
Alimentación de Barcelona colectivizada
A causa de la guerra, el abastecimiento de las ciudades importantes va a ser difícil. Veamos lo que realizaron los obreros de la Alimentación.
En Barcelona, el 19 de julio, la CNT ha incautado 39 grandes empresas de alimentación que, en su mayoría, serán convertidas en restaurantes de precio módico. Se crea un restaurante popular a precio fijo. Son trabajadores de la Alimentación quienes van a asegurar la comida a la clase trabajadora de las mayores ciudades de España.
Cervecerías Damm colectivizadas
Los trabajadores de Damm incautaron la empresa en julio del 36. Los directores y los técnicos lo abandonaron todo y los 610 trabajadores de la cervecería, miembros de la CNT, reorganizaron la fábrica nombrando un consejo de empresa de 9 miembros así como 5 secciones técnicas.
Los sueldos han sido aumentados y unificados. Se piensa crear un sueldo familiar. Todos los trabajadores gozan ahora del seguro médico y se ha establecido el retiro a los 60 años. Se ha adquirido material moderno para mejorar la producción. En los locales de la fábrica se instala una biblioteca, una sala de deportes y un comedor.
Para conseguir la cebada necesaria para la elaboración de la cerveza, se mantienen relaciones con las colectividades del campo, a las que se proporciona la simiente.
Con los beneficios obtenidos, los trabajadores de Damm aseguraron el sueldo de un centenar de compañeros milicianos que luchaban en los frentes, y pagaban más de 2.000 pesetas semanales a las milicias, a las que dieron dos de los mejores camiones de la fábrica.
Industrias lácteas socializadas
Vencido el fascismo, los trabajadores pudieron lanzarse a la socialización de un sector controlado hasta entonces por un gran número de pequeños propietarios y algunas empresas importantes entre las cuales hay que destacar la multinacional suiza Nestlé.
Al socializar la industria, la preocupación esencial de los obreros fue proporcionar al pueblo de Barcelona un producto íntegro en las mejores condiciones de higiene. Antaño, los patronos sólo se preocupaban de sus beneficios. Para mejorar la situación, se crearon 7 fábricas de refrigeración y pasteurización ultramodernas, como la de Mallet, situadas en los lugares de producción, así como un sistema de envasado automático. Para el transporte de la leche, la colectividad compró 24 camiones cisterna isotérmicos, que en aquel entonces eran únicos en Europa. En una granja comprada por la colectividad, la Granja Germinal, se creó una unidad de producción lechera moderna.
Todas estas mejaras y modernizaciones le costaron a la industria socializada más de 7 millones de pesetas, que sólo pudieron conseguirse merced al empeño y a la voluntad de los trabajadores.
Además se acordó apoyar a las milicias así como a otras colectividades perjudicadas por la falta de materias primas.
En la leche socializada, las asambleas generales eran soberanas y ellas elegían a los compañeros encargadas de funciones administrativas. En una de esas asambleas se decidió crear un sueldo idéntico para todos. En otra se rechazó el decreto de calectivización de la Generalidad de Cataluña, considerando que se trataba de encuadrar y de controlar la colectivización en un molde estatal.
Así puede decirse que la industria socializada, desde el lugar de producción, la granja, pasando por el envase y el transporte, hasta el lugar de consumo, la ciudad, siguió asegurando el abastecimiento de Barcelona hasta los últimos días de la guerra, a pesar de situarse totalmente al margen de la legalidad republicana." (testimonio de José Capellas)
Educación
El Consejo de la Escuela Nueva Unificada (CENU), creado el 27 de julio de 1936, fue el instrumento de la revolución pedagógica que se conjugó con la revolución social que se desarrollaba en campos y talleres.
Compuesto de 4 delegados de la CNT, 4 delegados de la UGT y 4 maestros nombrados por el Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña, el CENU tropezó rápidamente con una dificultad fundamental: antes de renovar a fondo la pedagogía, era preciso ocuparse de la simple escolarización de los niños. Ya hemos señalado que en 1931 los analfabetos representaban el 47 por ciento de la población española. En 1936 la situación no ha mejorado mucho. Por eso el CENU crea de inmediato grupos escolares: escuelas nuevas edificadas por el Sindicato de la Construcción, o palacetes y conventos requisados en los barrios residenciales de las ciudades importantes. Mediante esas iniciativas, de julio del 36 a julio del 37, el número de niños escolarizados en Barcelona pasa de 34.431 a 116.846. Junto a este aspecto cuantitativo, se desarrolla también una preocupación cualitativa: en cada escuela sólo se acoge a un número reducido de niños, se acentúa el contacto del niño con la naturaleza…
En el terreno puramente pedagógico, la teoría de la Escuela Moderna de Francisco Ferrer Guardía, fusilado en 1909 con cuatro compañeros, sirvió de base, sin que se considerase, sin embargo, como un dogma insuperable.
El propio Puig Elías, presidente del CENU y militante de la CNT, rechazará, en parte, la importancia exagerada que se le da a la razón en la Escuela Moderna y propone un cuadro pedagógico original en el cual intervendrían equitativamente la razón y el sentir, excluyendo, claro está, toda clase de dogmatismo, sea éste religioso o "revolucionario". No es superflua esta precisión si observamos hasta qué punto se llegó a utilizar a la infancia. Por su parte los revolucionarios rechazan rotundamente adoctrinamiento y uniforme: ¡No envenenéis la infancia!
Lo que pretendía el CENU era, ni más ni menos, acabar con la manipulación borreguista de los niños y crear un instrumento de desarrollo y formación para los hombres en la sociedad revolucionaria. Por falta de un personal formado, que no lograron sustituir totalmente unos obreros autodidactas y voluntariosos, y a causa del desarrollo de la contrarrevolución y de los progresos fascistas en los frentes, se malogró en parte este magnífico impulso.
Hospitalet de Llobregat (Barcelona)
Las tierras cultivadas por la colectividad representaban una superficie de 15 km2. La componían más de 1.000 colectivistas entre hombres y mujeres.
Se pagaban unas 90.000 pesetas semanales en concepto de salarios.
La cosecha de judías de 1937 dio la cantidad de 555.000 kg. Las tierras estaban repartidas en 38 zonas; 35 eran de regadío y las tres restantes de secano.
Desde su constitución se venían pagando 7.000 pesetas semanales por gastos de mejoramiento general en la construcción de nuevas obras. En diez meses se compró maquinaria por valor de 180.000 pesetas. He aquí un balance muy ilustrativo de su administración:
SEPTIEMBRE DE 1936- AGOSTO DE 1937
Período Entradas (pesetas) Salidas (pesetas)
Primer trimestre 432,710.34 416,973.09
Segundo trimestre 910,756.81 794,628.51
Tercer trimestre 1.653,045.20 1.312,305.10
Cuarto trimestre 2.007,992.80 1.643,773.05
Totales 5.004,505.15 4.167,697.75
La colectividad envió al frente gratuitamente unos ocho vagones de alcachofas, valoradas en 30.000 pesetas, y varios camiones de hortalizas. También prestó solidaridad a otras colectividades necesitadas.
Cada trimestre se celebraba asamblea general para estudiar los resultados obtenidos y señalar nuevos planes de rendimiento. Con antelación a estas asambleas, el Consejo de Administración presentaba a los colectivistas un detallado estado de cuentas. Este consejo administrativo estaba formado por cinco compañeros, ayudados por dos delegados de cada zona, uno sindical y el otro técnico. Los delegados técnicos se reunían cada 15 días para estudiar las necesidades del trabajo. Con las informaciones de los delegados técnicos, el Consejo de Administración determinaba lo que diariamente debía ser transportado a los mercados, tanto de Hospitalet como de Barcelona. Los colectivistas acariciaban el proyecto de canalización de la ribera del Llobregat para poner el término municipal a cubierto de las frecuentes inundaciones.
Excepto unos 60 colectivistas, los demás pertenecían a la CNT. La colectivización de las tierras era total. Se practicaba la solidaridad y el intercambio con otras colectividades.
Orriols (Gerona)
Al estallar el movimiento, 23 familias de las 44 que habitaban en el pueblo (en su mayoría aparceros) pusieron sus tierras en común, así como el ganado y los aperos de labranza, constituyéndose en colectividad. Ésta se regía, a principios de 1937, por los siguientes Estatutos:
A) Todos los socios de la colectividad procurarán no olvidar lo siguiente: Con la colectividad han desaparecido las diferencias económicas que nacían de la desigualdad de condiciones.
B) Desaparecidas esas desigualdades económicas, la colectividad pasa a ser una sola y gran familia productora, respetándose, no obstante, la mutua y máxima autonomía en cada familia en lo que atañe al consumo.
La finalidad inmediata de la colectividad comprende los siguientes compromisos por parte de sus socios:
a) Una vez deliberadas las cuestiones y los problemas que se plantean en la colectividad, resueltos en libre discusión, los acuerdos recaídos y aceptados serán cumplidos con la máxima disciplina por parte de todos.
b) Bajo el lema humano y ácrata de "todos para uno y para todos", los socios de la colectividad mancomunarán sus esfuerzos para asegurar el bienestar económico y social de todos, sin distinción de familia ni edad. La colectividad dispondrá de una caja común, con la cual procurará cubrir (según sean sus posibilidades) todas las necesidades de la gran familia colectivizada. Los gastos de orden particular también serán atendidos por la caja en común, siempre que éstos se ajusten a las normas de ética social propios de la colectividad. Los gastos de orden particular serán siempre justificados. Si un miembro de la colectividad, movido por un egoísmo insano, pretendiese abusar de lo que es patrimonio común, el consejo viene obligado a poner el caso en conocimiento de la asamblea, para que ésta, como única soberana, determine la sanción que cada caso requiera.
c) La caja común de la colectividad, y a partir de los primeros gastos de sus miembros (distracciones propias de la juventud y otras atenciones de carácter accesorio), establece un salario familiar semanal, comprendido de la siguiente forma: Hombres casados, 5 pesetas de sueldo diarias; mujeres casadas, 3 pesetas; hombres solteros de más de 15 años, 8 pesetas; muchachas de 12 a 15 años, 3 pesetas; de 8 a 12 años, una peseta; muchachas de más de 15 años, 3 pesetas.
Al final de cada ejercicio, y una vez atendidas todas las necesidades de los miembros de la colectividad, el líquido remanente del ejercicio realizado tendrá la siguiente aplicación:
1) Mejoramiento e higienización de las viviendas.
2) Adquisición de material mecánico agrícola.
3) Fomento e incrementación de los productos pecuarios.
4) Creación de una granja avícola.
5) Propulsar un mayor grado de cultura en el pueblo por medio de divulgación cultural asequible a todas las inteligencias, utilizando para dicha labor el teatro, el cine, la conferencia, la radio y la prensa, con folletos de divulgación científica y moral.
La colectividad se esforzará por todos los medios en sostener relaciones de solidaridad moral y material con todos los obreros del mundo, sin distinción de clases ni color.
Las puertas de la colectividad permanecerán siempre abiertas para recoger en su seno a los conciudadanos campesinos que quieran ingresar en la gran familia, una vez que se hayan convencido de las ventajas de la colectividad. (2)
Pla de Cabra (Tarragona)
Dos mil habitantes, parte de ellos ocupados en la fábrica textil Martí Llopart. La Colectividad la formaban, en junio de 1937, unos 270 individuos. Cultivaban unas 5.000 hectáreas de terreno. Las tierras aumentaron su productividad en un 75 %. Producían cereales, legumbres, viña, almendra y avellanas. El excedente del consumo lo vendían al exterior, o bien ejercían el intercambio.
No existía horario de trabajo fijo. El salario era familiar. Cada colectivista percibía cinco pesetas de jornal, añadiéndosele dos pesetas más por cada miembro de la familia sin fijar la edad.
Granja con 500 gallinas para la producción de huevos. Nueve vacas, seis terneras y un toro. Habilitaron un almacén en la iglesia. Montaron tiendas colectivas de comestibles, legumbres, pesca salada y carne. Carecían de maquinaria agrícola. La fábrica textil, colectivizada por los obreros, pasaba por una época de crisis por falta de materias primas e ingredientes químicos.
Los obreros pertenecían a la CNT y a la UGT.
(1) Tierra y Libertad - La obra constructiva de la Revolución española.
(2) Benjamín C. Ruiz - El colectivismo agrario en la revolucion española