Sobre la supuesta "invasión" soviética a los países bálticos

SS-18 escribió:NSV Litt es el experto en estos temas. Creo que en el hilo del "Pacto Molotov Ribbentrop" viene todo el asunto de los paises Balticos.

SS-18 escribió:Se que todo esta en este foro de la URSS, en las paginas, voy a ver si me meto a investigar una vez más a ver si pesco algun tema ineresante y lo ordeno, esto es un caos.

internacionalista_90 escribió:Aqui viene un articulo muy interesante en la Revista Comunista Internacional de los camaradas letones, sobre el proceso de inclusión de Letonia en la URSS.
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internacionalista_90 escribió:Aqui viene un articulo muy interesante en la Revista Comunista Internacional de los camaradas letones, sobre el proceso de inclusión de Letonia en la URSS.
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En Estonia se promulga en 1920 una constitución bastante liberal pero que funciona con muchos problemas por la ausencia de tradiciones democráticas en el país. A finales de los años veinte, a consecuencia de la crisis económica, crece el descontento y creció la influencia de los grupos fascistas, especialmente del Vabs (Liga de los Combatientes de la Libertad). En 1934 el presidente, Konstantin Päts, declaró el estado de sitio y disolvió la organización fascista.

En Letonia se establece también en 1922 una Asamblea democrática, pero con numerosos partidos políticos y sin que ninguno tuviera una mayoría sobre los demás. En 1934, Karlis Ulmanis suspendió el parlamento e instauró la dictadura. Instuaró un régimen inspirado en la Italia de Mussolini.

En Lituania hay que tener encuenta desde el principio el grave problema con Polonia, país que ocupaba territorios que los lituanos consideraban suyos, y donde había importante población lituana, empezando por su capital Vilnius, pero también había otras zonas. En 1926 una coalición de izquierdas gana las elecciones, pero ese mismo año se produce un golpe de estado nacionalista. En 1927 se disuelve el parlamento y se establece una constitución antidemocrática que se mantuvo hasta 1938.

Desde el momento de su independencia, estos países intentan formar un bloque común contra la amenaza soviética o alemana. Los primeros intentos se produjeron en 1920, donde Finlandia, Estonia, Lituania, Letonia y Polonia, intentaron ponerse de acuerdo para actuar contra la URSS. Sin embargo los conflictos entre Polonia y Lituania dieron al traste con la cooperación. Más tarde, ese mismo año, hubo nuevos intentos, pero de nuevo fracasaron, ya que por aquel entonces los polacos estaban enfrascados en su campaña militar para ocupar Vilnius (considerada por los lituanos como su capital). En 1923 entró por fin en vigor un acuerdo, pero más modesto, que englobaba solo a Letonia y Estonia. En 1934 ante la situación que se vivía en Europa, Lituania acabó incorporándose. Sin embargo, a diferencia de los intentos anteriores, aquí ya no hay ningún acuerdo militar, solo de coordinación en cuanto a la política exterior común.

En 1938 Alemania exige la anexión de Klaipeda (Memel), ciudad administrada por Lituania (por mandato de la Sociedad de Naciones - la ciudad fue ocupada en 1920 por tropas lituanas, pero también los polacos tenían pretensiones sobre ella, además de los alemanes, claro). La ciudad había pertenecido anteriormente a Alemania, y una parte importante de su población (el 60% antes de la Primera Guerra Mundial), era alemana. Como en otros lugares, una vez que los nazis tomaron el poder, se creó una organización paramilitar nacionalista alemana, la Ordnungsdienst, partidaria de la anexión al Tercer Reich. En 1939 las autoridades nazis exigieron la entrega de Memel y el gobierno lituano cedió (el 22 de marzo de 1939 se firmó el acuerdo).

Los países bálticos intentan una política de acercamiento a Alemania. En 1939 firman un tratado de no agresión con la Alemania nazi. El 23 de agosto de 1939 se firmó el acuerdo de Molotov-Ribbentrop. Por ese acuerdo Alemania consideraba las repúblicas bálticas territorio de influencia soviética y empezó a retirar a su población de allí (65 mil alemanes se marcharon a finales de 1939 de Estonia y Letonia).

La URSS convoca a los gobiernos bálticos en Moscú en septiembre de 1939. Estonia es obligada a firmar un pacto de ayuda mutua con Moscú, que preveía el acantonamiento de tropas soviéticas en el territorio de la república. El 5 de octubre lo firmó Letonia y el 10 de octubre Lituania. Los acuerdos suponían el respeto a la soberanía de estos países, pero en la práctica significaba la presencia de 25 mil soldados soviéticos en Estonia y 30 mil en Letonia, una cifra muy superior a la del ejército de estos dos países. Lituania no aceptó la insistencia soviética de permitir la llegada de 50 mil soldados, y se pusieron de acuerdo en 25 mil, y además recibió Vilnius.

Sin embargo hubo numerosos incidentes, incluyendo el secuestro y agresión de varios soldados soviéticos. La situación se degradó hasta el pnto de que el 14 de junio de 1940 la URSS envió un ultimátum a los tres gobiernos. En el caso de Lituania los soviéticos exigían la dimisión del ministro del interior y del jefe del departamento de policía, como responsables por los actos de provocación contra los soldados soviéticos. También se exigía la creación de un nuevo gobierno que no fuera agresivo respecto a la URSS y que cumpliera el acuerdo entre los dos países. Y por último, que se asegurara la presencia soviética en Lituania. El gobierno soviético daba un plazo de un día al gobierno para responder, y no hacerlo significaba la negativa a aceptar el acuerdo. Los otros países bálticos recibieron ultimátums semejantes. Los gobiernos dimitieron, y entonces la URSS ocupó militarmente los tres países.

El 14 y 15 de julio tuvieron lugar elecciones, en las que triunfaron los candidatos prosoviéticos. El 21 de julio, la nueva Dieta Lituana pide la entrada en la URSS. El 3 de agosto de 1940 Lituania queda incorporada a la URSS, el 5 Letonia y el 7 Estonia.

Sobre la situación en los años 30:

Con la llegada de Hitler al poder en Alemania y la cada vez más complicada situación que se vive en Europa a mediados de los años treinta, los países Bálticos sentían como amenaza a la Alemania nazi. Los soviéticos comienzan a realizar una activa política exterior para defenderse de esta amenaza. En 1936 establecen la idea de un Pacto Oriental (Locarno oriental), donde invitan a Alemania, Polonia, Checoslovaquia y las Repúblicas Bálticas. El pacto iba dirigido a prestarse ayuda mutuamente en caso de una agresión externa. La idea fracasó, especialmente por el desinterés alemán. Luego la URSS ofreció a Estonia y Letonia un acuerdo de ayuda mutua, por el cual la URSS podría crear bases militares en territorio de estos dos países. Los países bálticos rechazaron la idea.

Más tarde la URSS empezó a propagar la idea de una unión de los tres países bálticos. La URSS intentaba así influir, a través de Lituania en el resto de las repúblicas bálticas. Finalmente, en septiembre de 1934 se firmó un acuerdo de colaboración entre Estonia, Letonia y Lituania, que suponía una intensificación del contacto a nivel cultural y económico, así como encuentros regulares entre los ministros de Asuntos Exteriores de los tres países para la solución de problemas políticos. Sin embargo desde el punto de vista de la defensa, el acuerdo no tenía ninguna importancia.

A finales de los años treinta los países bálticos quedan aislados internacionalmente. Para entonces la Liga de Naciones no tiene ni influencia ni autoridad. Ningún país tenía tanto interés en las bálticas como para asumir riesgos. A la vez, la idea de una unión militar y económica entre las tres repúblicas se fue olvidando. Ante esta situación no les quedaba más posibilidad que maniobrar dentro de lo posible entre la URSS y Alemania. El paso lógico era declararse neutrales, cosa que sucedió en 1938. Pero era solo una declaración de intenciones, ya que ninguno de estos países tenían la fuerza suficiente como para defender su neutralidad.

En marzo de 1938 tuvieron lugar incidentes en la frontera entre Lituania y Polonia y el día 17 Polonia presentó un ultimátum exigiendo a Lituania el establecimiento de relacciones diplomáticas en el plazo de 48 horas (interrumpidas desde la ocupación polaca de territorios lituanos en 1920). El gobierno lituano aceptó, temiendo un conflicto bélico. Se intercambian embajadores y firman varios acuerdos para el transporte ferroviario y el correo, así como para el transporte de madera polaca a través del río Nieman. Las relacciones entre los dos estados seguían siendo muy tensas y no había posibilidad de ninguna colaboración más profunda.

Para entonces Alemania está actuando ya en interés de ocupar los territorios donde hay poblaciones alemanas, así que financia los movimientos nacionalistas de los alemanes de Klaipeda. El 20 de marzo de 1939, aprovechando el viaje en tren del ministro de exteriores de Lituania Juozas Urbshis, el gobierno alemán exige la entrega de la región de Klaipeda, amenazando con tomar la iniciativa militar en caso de respuesta negativa. Teniendo en cuenta las circunstancias de aislamiento y de tensión internacional, el gobierno lituanio no tenía la esperanza de ninguna ayuda, y decidió aceptar las exigencias de Alemania. El 22 de marzo se firmó en Alemania el acuerdo de entrega de la región de Klaipeda.

También Letonia y Estonia cayeron en la esfera de influencia de los intereses de la Alemania nazi. En Estonia, ciertos círculos, especialmente en las altas esferas militares, consideraban la influencia alemana como un mal menor, en Letonia, en cambio, estos círculos contaban más bien con la URSS. A pesar de eso los políticos de ambos países pensaban reaccionar de manera oportuna a la propuesta de Hitler de firmar un acuerdo de no agresión con Alemania. Pretendían mostrar a Moscú estos acuerdos, para desmontar la propaganda soviética de una posible agresión alemana sobre los países bálticos. El 7 de junio de 1939, Letonia y Estonia firmaron dichos acuerdos con Alemania.

OCUPACIÓN DE LOS PAÍSES BÁLTICOS POR LA URSS

1.ACUERDOS SOBRE LAS BASES MILITARES

Después de que en marzo de 1939 Alemania ocupara Checoslovaquia, Inglaterra y Francia rechazaron sus compromisos políticos e intentaron firmar un acuerdo con la URSS contra Alemania. Tuvieron lugar negociaciones a tres bandas en Moscú, la URSS exigía que tuviera la posibilidad de garantizar la seguridad de las repúblicas bálticas, esperando así atraer a estas repúblicas a su esfera de influencia. Finalmente la URSS se inclinó por pactar con Hitler. El 23 de agosto tiene lugar la firma del Pacto Mólotov-Ribentropp. Según sus protocolos secretos Finlandia, Letonia, Estonia y Besarabia pertenecían a la esfera de influencia soviética. Lituania en cambio, a la alemana (después, el 28 de septiembre tuvieron lugar nuevas renuniones soviético-germanas y entonces Lituania cayó en la esfera soviética). Este acuerdo fue muy importante para Alemania, ya que le permitía poder empezar la guerra contra Polonia.

Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, las repúblicas bálticas observaron fielmente su política de neutralidad, a pesar de los graves problemas económicos que produjo en la zona. Otro problema fue la llegada masiva de refugiados polacos, en Lituania fueron internados 13500 soldados polacos, además de muchos más refugiados civiles. A Letonia llegaron unos 2000, en Tallinn (Estonia) atracó el submarino polaco „Orzsel”.

Cuando la URSS ataca también Polonia, el 17 de septiembre, el submarino Orzsel abandona Tallinn. La URSS acusó a Estonia de violar su neutralidad y exigió la firma de un acuerdo de ayuda mutua y que Estonia le permitiera establecer bases militares en su territorio. La URSS amenazó con que, en caso de negativa, usaría la fuerza, y la amenaza se vio acompañada de una fuerte concentración de tropas en la frontera. Dado que Estonia no podía defenderse sola y que la colaboración entre las Repúblicas Bálticas era testimonial, el gobierno accedió a las pretensiones soviéticas. El 28 de septiembre de 1939 se firmó el acuerdo de ayuda mutua entre la URSS y Estonia. Poco después, el 5 de octubre se firmó el acuerdo entre la URSS y Letonia, y el 10 de octubre entre Lituania y la URSS.

Según el acuerdo los firmantes se abstenían de participar en una coalición dirigida contra otro firmante, y tenían la obligatoriedad de ofrecer ayuda en caso de ataque o amenaza. Además la URSS tenía que vender armamento militar a las tres repúblicas, y estas repúblicas, por su parte, tenían que entregar en arriendo bases militares a la URSS en sus territorios. Según los acuerdos en Estonia se establecerían 25 mil soldados rojos, en Letonia 30 mil y en Lituania 20 mil. En los acuerdos se especificaba que la URSS no se inmiscuiría en los asuntos internos de estos países ni intentaría cambiar su sistema de gobierno o económico. En virtud del acuerdo, la URSS entregó a Lituania la región de Vilnius (6656 km2).

La llegada de tropas sovíeticas no se vio acompañada de ningún tipo de incidentes serios. Los soldados estaban encerrados en sus bases y el contacto con la población era muy limitado. El mayor problema fue liberar los territorios designados para la base de la población local.

Para entonces la política exterior de las tres repúblicas bálticas dependía totalmente de la URSS. La guerra había limitado por completo el contacto con Occidente. Las relacciones de todo tipo con la URSS estaban extendiéndose, así como la cooperación entre las demás repúblicas bálticas.

La situación se complicó por la Guerra de Invierno entre la URSS y Finlandia. Aunque la población local era partidaria de los fineses en el conflicto, en su mayor parte, los gobiernos bálticos continuaron con el intento de mantener su neutralidad y rechazaron votar en contra de la URSS en el consejo de la Liga de Naciones que expulsó a la URSS por dicha guerra. Desde las bases soviéticas en Estonia se bombardeó Finlandia. El gobierno estonio protestó tímidamente sin ningún resultado.

Aunque no hubo cambios en la política interna a consecuencia directa de los acuerdos sobre las bases militares soviéticas, sí tuvieron como resultado la caída del gobierno en Estonia y Lituania. Dada la situación en las repúblicas, el gobierno alemán decidió pedir a los alemanes del Báltico que emigraran a Alemania. En siete meses 52 mil alemanes dejaron Letonia, y unos 14 mil Estonia. Junto a ellos también se marcharon letones y estones. Esta decisión del gobierno alemán, reforzó los rumores de un aucerdo secreto entre la URSS y Alemania.

2. LA OCUPACIÓN

En verano de 1940, la relacción de la URSS con los países bálticos fue de mal en peor: llegaron más soldados rojos de los que preveían los acuerdos, la URSS exigió ampliar el terrotorio de las bases por encima de lo acordado. La prensa soviética acusaba continuamente de las violaciones del acuerdo por parte de los estados de las repúblicas bálticas. Se afirmó incluso que en Lituania fueron secuestrados soldados soviéticos.

El 14 de junio, el gobierno soviético exigió en un ultimátum un cambio de gobierno en Lituania, así como la dimisión y la celebración de un juicio sobre el ministro de Asuntos Internos, y el jefe del departamento de seguridad, además de la ampliación del número de soldados soviéticos. Ese mismo día comenzó la „agresión”: en las fronteras tuvieron lugar todo tipo de provocaciones, las unidades de las bases militares se pusieron en alerta, las fuerzas navales soviéticas bloquearon los puertos, la aviación soviética derribó un avión de pasajeros finés que despegó desde Tallinn. Dado que era impensable la resistencia, el gobierno lituano decidió aceptar el ultimátum. El 15 de junio unos 300 mil soldados rojos cruzaron la frontera y ocuparon el país.

El 16 de junio Estonia y Letonia recibieron peticiones similares. Todo sucedió igual, y el 17 de junio ya estaban ocupados todos los países bálticos. La diferencia estriba en que el presidente lituano A. Smetona abandonó el país, mientras que los presidentes de Estonia y Letonia permanecieron en él y tuvieron que participar en los acontecimientos.

Para coordinar los movimientos soviéticos en las Bálticas se presentaron varios dirigentes soviéticos: en Kaunas el vicepresidente del Consejo Nacional de Asuntos Exteriores, Vladímir Dekanózov, en Riga el procurador general de la URSS, Andrei Vyshinski, y en Tallinn el líder de los comunistas de Leningrado, Zhdánov.

La primera tarea fue crear gobiernos "marioneta". Se eligieron para eso a importantes figuras públicas del país, no relaccionadas con el poder anterior. El primer ministro lituano sería el periodista Justas Paleckis, sustituido al poco tiempo por Vincas Kreve-Mickiavichius. El cabeza de gobierno en Letonia fue el famoso biólogo August Kirhenshteins, y en Estonia, el médico y poeta Johannes Vares-Barbarus. Los gobiernos populares prometieron respetar los derechos políticos, reforzar el nivel de bienestar de la población, desarrollar la cultura nacional y establecer relacciones mutuas pacíficas con el resto de gobiernos del mundo. En un primer momento se aseguró que la estructura del sistema del gobierno no cambiaría, la tierra permanecería y no habría nacionalizaciones.

A comienzos de junio se celebraron elecciones parlamentarias, que violaban varios principios de la constitución. Las plataformas de círculos nacionalistas de Estonia y Letonia fueron suprimidas y no pudieron presentarse a las elecciones del 14-15 de julio. Los resultados fueron falsificados. Según la propaganda soviética, en Lituania votó el 99,2% de los votantes, por los candidatos oficiales. En Letonia el 97,6% y en Estonia el 92,9%. El 17 de julio se hacen públicos los resultados.
Al mismo tiempo los comunistas locales empiezan a exigir en los mitings la unión de estas repúblicas a la URSS.

El 21 de julio el gobierno de estas tres repúblicas pidió el ingreso en la URSS. Para entonces ya se había decidido nacionalizar grandes empreas y realizar la reforma agraria. A comienzos de agosto, el Consejo Superior de la URSS aceptó el ingreso de la RSS de Lituania, de Letonia y de Estonia en la URSS.

El hecho indiscutible, es que el 21-22 de julio de 1940 los parlamentos de las tres repúblicas bálticas solicitaron el ingreso en la URSS. Y su ingreso fue aceptado por el Consejo Supremo de la URSS. Sobre la cuestión existen una serie de maniplaciones históricas y falsificaciones, algunas indirectas y no evidentes, y que más falsificaciones son acentuar ciertas cuestiones que en definitiva deforman la realidad de los hechos.

Mitos sobre la "ocupación" de las Bálticas:

1. La decisión de anexionar las repúblicas bálticas viene incluída en el pacto de Mólotov-Ribbentrop y en los protocolos secretos de dicho pacto. Stalin tenía proyectado ya desde hacía mucho tiempo ocupar las Bálticas y ese es uno de los marcos de la firma de los acuerdos con los nazis.

El análisis de los acuedos entre la URSS y los nazis es una cuestión muy compleja que exige conocer la realidad de las relacciones internacionales y de los conflictos de la época. Por el contrario, hablan más bien sobre la cuestión gente que no es profesional ni en el campo de la historia, ni en el derecho. La práctica de la época es que era habitual y frecuente la firma de este tipo de pactos y no exigían ningún tipo de "amiguismo" o unión entre los firmantes. Lo mismo cabe decir de los protocolos secretos del acuerdo, por poner un ejemplo, en el acuerdo que firmó Inglaterra como garante de Polonia en 1939, también existía un protocolo secreto que establecía que solo se ayudaría a Polonia en caso de ataque de Alemania, no de otro país. El principio de división de una región en esferas de influencia es algo habitual, por ejemplo lo practicaron los aliados al final de la segunda guerra mundial. Así que considerar criminal, amoral o incluso ilegal el pacto soviético-alemán de 1939 no es correcto.

Por otro lado, la división en esferas de influencia no significa la invasión de un país por otro. Rumanía, por ejemplo, pertenecía a la esfera de influencia alemana y no fue invadida, ni anexionada por los nazis y hay numerosos ejemplos de eso.

En otras palabras, la esfera de influencia supone un territorio en el cual la parte contraria de acuerdo con las obligaciones aceptadas, no va a ejercer una política exterior activa, expansión económica, o ayuda a fuerzas políticas que le sean favorables. (es una definición de un manual, en el original viene con su referencia bibliográfica, yo no la pongo porque es un libro ucraniano).

La política soviética de los años treinta en relacción con los países bálticos se explica por la necesidad de defender la ciudad de Leningrado y de evitar el bloqueo de la flota báltica soviética. En los años 20 la URSS estaba convencida de que un pacto entre las tres repúblicas bálticas le perjudicaba y podía suponer el inicio de un ataque de las potencias occidentales contra ella. En los años 30, tras la llegada al poder de Hitler, la cosa cambia, y la URSS realiza incansables esfuerzos por crear un sistema de defensa colectiva en Europa Oriental. En el marco de este proyecto hay que entender el proyecto de declaración conjunta polaco-soviética sobre el Báltico, en el que estos países garantizaban la integridad nacional y la independencia de estos países. Sin embargo Polonia no aceptó la iniciativa soviética.

Luego, la URSS también intentó implicar a otros países en iniciativas similares, primero a Alemania, después a Francia. Pero no tuvo el menor éxito. Estas iniciativas continuaron hasta el mismo año de 1939, cuando era evidente que ni Francia ni Inglaterra tenían intención de variar su política de concesiones a los nazis (baste ver el pacto de Munich).

El cambio de orientación de la política soviética respecto a las repúblicas bálticas lo reflejan perfectamente estas declaraciones de Karl Radek, dirigente del Buró de Información Internacional del CC del PC. En unas declaraciones de 1934, decía "Los estados bálticos, creados por la Entente, que tenían como función el ser un cordón o una plataforma contra nosotros, ahora aparece como el muro más firme de defensa en el Oeste". Desde hacía tiempo la URSS tenía entre sus objetivos lograr la neutralidad de las Bálticas y defender su independencia, en interés de su propia seguridad.

Volviendo al pacto de Mólotov-Ribbentrop, más en concreto al texto número 1 del protocolo secreto, se dice:

En el caso de un reacondicionamiento territorial y político en las áreas pertenecientes a los Estados Bálticos (Finlandia, Estonia, Latvia Lituania), la frontera norte de Lituania representarán los límites de la esfera de influencia de Alemania y de la URSS. En relación con esto, el interés de Lituania en el área del Vilna es reconocida por cada parte.

(he usado esta traducción: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

El 28 de septiembre de 1939 hubo un nuevo acuerdo y se corrigió la esfera de influencia, Alemania no tendrá pretensiones sobre Lituania, pero sí sobre las provincias de Lublin y Varsovia (en Polonia). En ningún momento se habla de "anexión", sino de esfera de influencias.

Por cierto, estos mismos días, justo el 27 de septiembre, en una conversación con Stalin, Ribbentrop le pregunta: "El pacto con Estonia, ¿no significará que la URSS tiene intención de ejercer cierta influencia en Estonia y luego en Letonia?" A lo cual, Stalin contestó: "Sí, significa eso. Pero por el momento será mantenido el sistema estatal existente, etc.

Como se desprende de esto y de todos los demás datos, la URSS no tenía intención ni plan alguno para ocupar las repúblicas bálticas o sovietizarlas. De hecho no existe un solo documento histórico que nos haga suponer que un plan así existía anteriormente.

2. los estados bálticos siguieron una política de neutralidad, no tenían ninguna intención de luchar en el bando de Alemania.

En primavera de 1939 Alemania ocupó definitivametne Chequia. Inglaterra y Francia se limitaron a enviar notas de protesta, a pesar de los acuerdo que habían firmado en Munich (nota de NSVL: en virtud de esos acuerdos Alemania tenía el derecho a anexionarse territorios checos, pero los acuerdos también protegían al nucleo central del estado checo, al menos teóricamente, de la voracidad alemana).

El principal interesado en la creación de un sistema colectivo de defensa en Europa Oriental era la URSS. La principal condición que imponía para ello era la neutralidad de Polonia y de los estados bálticos (NOTA de NSVL: la neutralidad de Polonia era una ficción, ya que acababa de colaborar en la destrucción de Checoslovaquia junto con los nazis). Sin embargo estos países rechazaron de plano las garantías que pedía la URSS.

El propio Wiston Churchill menciona el tema, en su obra "La segunda guerra mundial". Según Churchill los gobiernos de Polonia y Rumanía no querían aceptar las obligaciones que tenía que realizar la URSS según el acuerdo, que eran las mismas que habían aceptado en el caso de Inglaterra. Lo mismo sucedía en el caso de los países bálticos. Los soviéticos solo se unirían a un posible pacto de garantías mutuas, solo si también estaban incluídas Finlandia y los países bálticos. Pero estos países rechazaron esta medida. Finlandia y Estonia incluso afirmaron que considerarían una agresión cualquier garantía que se les diera sin su consentimiento. Ese mismo día, el 31 de mayo, Estonia y Letonia firmaban un pacto de no agresión con Alemania. Todo esto lo afirma Churchill en su libro.

De esta manera quedó destruída una de las últimas posibilidades de crear una defensa colectiva frente al expansionismo alemán en Oriente. Además en esta época, los estados bálticos se estaban inclinando peligrosamente hacia Alemania. No hace falta mirar más que los acuerdos de cooperación que tenían estos países con Alemania en 1939.

En marzo de ese mismo año Alemania había exigido de Lituania la entrega de la región de Klaipeda. A los pocos días fue firmado un acuerdo para la entrega de la región. Al mismo tiempo corrían rumores sobre un acuerdo secreto entre Alemania y Estonia, según el cual los alemanes tendrían derecho a que sus tropas cruzaran territorio estonio. Eran solo rumores, pero los acontecimientos posteriores alimentaron las sospechas de los soviéticos.

El 20 de abril de 1939 el jefe del estado mayor del ejéricto letón, M. Hartmanis y el comandante de la división de Kurzeme, O. Dankers asistieron en Berlín a los actos por el 50 cumpleaños de Hitler, y fueron recibidos personalmente por el Fürer, que además los condecoró. También se encontraba allí el general del estado mayor de Estonia, el teniente general Nikolai Reek. Después de esto, Estonia recibió la visita de altos cargos del ejército alemán, por ejemplo Franz Glader, y otros, por ejemplo el almirante Wilhem Kanaris. Este era un paso evidente hacia la colaboración militar entre ambos estados.

El 19 de junio, el embajador de Estonia en Moscú, Avgust Rej, en un encuentro con diplomáticos británicos afirmó que la ayuda de la URSS forzaba a Estonia a pasarse al lado de Alemania. Todo esto después de que se tuviera claro a dónde conducían las negociaciones con Alemania (como ejemplo la anexión de Austria, Chequia, y Klaipeda). El rechazo de la colacboración con la URSS se hacía incluso a costa de la pérdida de la soberanía del país.

El 28 de marzo, Litvínov, comisario de AAEE de la URSS entregó a los embajadores de Estonia y Letonia en Moscú una declaración. En ella la URSS declaraba que los recientes acuerdos entre las bálticas y Alemania eran para la URSS un indicio de la ruptura de los acuerdos firmados anteriormente entre la URSS y estos países. Algunos presentan esta declaración como un ejemplo de expansionismo soviético, pero en realidad lo que muestran es una preocupación por su seguridad, totalmente justificada.

El 11 de abril del mismo año, Hitler aceptaba la Directiva sobre la preparación militar para la guerra de 1939-40. Quedaba claro que después de Polonia, Alemania tenía intenciones de controlar Letonia y Lituania. "La posición de los estados limítrofes será determinada únicamente de acuerdo a las necesidades militares de Alemania. Según el desarrollo de los acontecimientos, puede surgir la neceidad de ocupar los estados limítrofes hasta la antigua frontera de Kurlandia, y e incluir estos territorios en el Imperio. ".

EL estudio sobre los archivos demuestra el nivel de cooperación entre los estados bálticos y Alemania. Hace poco el historiador Rolf Amann descubrió en los archivos alemanes un memorandum interno del jefe del servicio de noticias alemán para el extranjero, Dertinger, del 8 de julio de 1939, en el cual se habla de que tanto Estonia como Letonia estaban de acuerdo con coordinarse con Alemania en todas las medidas que se tomaran para defenderse de la URSS. En el mismo memorandum se muestra también que estos dos estados estaban advertidos de la necesidad de adaptar su política de neutralidad contra la "amenaza soviética".

Todo esto muestra que la "neutralidad" de los estados bálticos era una manera de disimular la colaboración con Alemania. Y veían en esta colaboración el medio para acabar con la "amenaza comunista".

3. La anexión de los países bálticos fue por la fuerza y fue acompañada de una represión masiva (genocidio) y la intervención militar por parte de la URSS. Se puede calificar estos acontecimientos como "anexión", "incorporación forzada" o "ilegal".

Para empezar hasta la segunda guerra mundial nunca se consideró que una anexión u ocupación fuera ilegal. La idea de una ocupación ilegal se fundamenta en los principios del derecho internacional establecidos por la ONU en 1945. Es decir, desde el punto de vista del derecho no hay manera de calificar la "anexión soviética" de ilegal.

Sobre los pactos de asistencia mutua, firmados entre la URSS y los países del Báltico en septiembre-octubre de 1939: el 28 de septiembre con Estonia, el 5 de octubre con Letonia y el 10 de octubre con Lituania. Estos pactos fueron, indudablemente, firmados bajo la presión diplomática de la URSS, pero eso es algo habitual, sobre todo si existe una amenaza real de agresión externa (la de la Alemania nazi). Pero eso no convierte estos pactos en ilegales. El contenido de estos pactos es similar: la URSS tenía derecho a alquilar a esos estados bases militares en su territorio, puertos y aeródromos, además de instalar en estos países fuerzas militares (entre 20 y 25 mil soldados por país).

¿Podemos decir que la existencia de los ejércitos de la OTAN en territorio de Europa limita la soberanía de estos países? Por supuesto. También podemos decir que los EEUU como líderes de la OTAN están dispuestos a usar estos ejércitos para influir en las fuerzas políticas de estos países y cambiar el curso político. Sin embargo estaréis de acuerdo que es un presupuesto dudoso. Sin embaro ese presupuesto dudoso se toma como un hecho cuando se menciona los acuerdos entre la URSS y los estados bálticos, que se convierten así, poco más o menos en el primer paso de la sovietización de los países bálticos.

Los ejércitos soviéticos que se instalaron en estos países tenían severas instrucciones para limitar su relación con la población local. El propio Stalin, charlando con G. Dimitrov le comentó que la URSS tenía la obligación respetar con toda severidad el régimen interno y la soberanía de estos países. "No vamos a sovietizarlos".

Por cierto, en la propia Segunda Guerra Mundial tenemos casos de ejércitos que se instalan en territorio de otro estado para evitar su ocupación por el enemigo. Por ejemplo tenemos el caso de la ocupación soviético-británica de Irán en 1941, o la de mayo de 1942 de Madagascar por los ingleses.


Las fuerzas izquierdistas de los países bálticos mostraron todo su apoyo a la URSS. Por ejemplo en octubre de 1939 tuvieron lugar manifestaciones en defensa del acuerdo entre Lituania y la URSS, la manifestación acabó en una batalla campal con la policía. Sin embargo Mólotov informó al ministro plenipotenciaria y al encargado de asuntos militares de la embajada que prohibía terminantemente inmiscuirse en los asuntos internos de Lituania, así como ayudar a la oposición.

Hay que tener en cuenta que para entonces Francia e Inglaterra entran en guerra contra Alemania, y había quienes estaban interesados en involucrar también a la URSS en el conflicto. Desestabilizar la situación en las bálticas no era precisamente un interés poliico de la URSS.

Además hay que tener en cuenta que Lituania, gracias a su acuerdo con la URSS, aumentó significativamente su territorio, recuperando Vilnius y la región de Vilnius, que habían sido ocupadas años atrás por los polacos. Y a pesar de todo los gobiernos bálticos seguían también su política de colaboración con los nazis (y Finlandia). Por ejemplo, durante la Guerra de Invierno, los servicios secretos letones pasaban a los fineses toda la información que podían conseguir sobre los ejércitos soviéticos y sus movimientos.

Sobre la represión masiva en 1939-41, que algunos sitúan en 1939, incluso antes de la incorporación de las repúblicas bálticas a la URSS. Los hechos demuestran que solo en mayo de 1941 se toman medidas para limpiar las repúblicas socialistas soviética de Lituania, Letonia y Estonia de elementos antisoviéticos, criminales y socialmente peligrosos.Entonces son deportadas unas 30 mil personas de las tres repúblicas. Pero frecuentemente se olvida que aunque muchos fueron deportados por actividades antisoviéticas, otros muchos lo fueron solo por actividades criminales comunes. Y que además en la mayoría de los casos, esto empieza justo en vísperas de la guerra.

Se suele mencionar como prueba la famosa orden del NKVD número 001223 "Sobre el procedimiento para la deportación de elementos anti-soviéticos de Lituania, Letonia y Estonia". En primer lugar, hay que resaltar que la primera mención a dicha orden proviene del libro "Die Sowjetunion und die baltische Staaten" ("La URSS y los estados del Báltico"), editado en 1941 en Kaunas (ocupada por los nazis). Es fácil darse cuenta de que no se trata de una investigación muy minuciosa y fue realizada por los colaboradores de Goebbels. Por supuesto no hay ni huella de esta orden en los archivos.

4. Antes de la incorporación de estas repúblicas a la URSS, los comunistas tomaron el poder. Las elecciones fueron falsificadas.


Como ya se comentó anteriormente, las autoridades soviéticas no tenían un plan para la anexión de las repúblicas bálticas. La situación cambió bruscamente en la primavera de 1940, cuando los alemanes tomaron la iniciativa en el frente occidental y en junio Francia capituló. Con esto era evidente el comienzo de los movimientos militares al este.

Sin embargo, los bálticos colaboraban con los soviéticos de mala gana. Por ejemplo podemos ver lo que el encargados de asuntos bálticos de la URSS en Lituania, A. Semiónov, comunicó a Moscú: En las conversaciones sobre las cuestiones relaccionadas con la estancia de los ejércitos soviéticos, los lituanos han adoptado una posición de continuo sabotaje y darnos largas. Basta con recordar que las conversaciones sobre cuestiones relativamente poco importantes como el cruce de fronteras por parte del ejército rojo se realizaron en tre meses, y en cambio las del alquiler y construcción para los locales del ejército, que empezaron el 1 de marzo, no han acabado hasta el día de hoy"

Precisamente en mayo de 1940 se produce el cambio radical de la política soviética en el báltico. Hay numerosos ejemplos, por ejemplo la evacuación de ciudadanos lituanos de Bielorrusia a Lituania, que debería realizarse voluntariamente. La idea era que los lituanos de los territorios de Polonia, que habían sido liberados por la URSS pudieran volver a su patria histórica. Si la URSS estuviera ya pensando en la anexión de Lituania, esta medida no tiene ningún sentido. Dos días después, cuando Molotov entrega al embajador lituano un comunicado sobre la desaparición de varios soldados rojos en Lituania, la actitud soviética ha cambiado.

La presión soviética sobre los estados bálticos fue corta y efectiva. Moscú acusó a los gobiernos de estos tres países de romper el pacto de ayuda mutua e intentar un acuerdo militar entre ellos, en el caso de Lituania, además tuvo importancia el secuestro de varios miembros del Ejército Rojo. Las autoridades locales recibieron un ultimatum para cambiar la composición de sus respectivos gobiernos y para coordinar el trabajo de su policía, sus ministros de exteriores y fuerzas armadas con la URSS, así como permitir la literatura prosoviética y la prensa escrita prosoviética.

Uno de los mitos soviéticos sobre la cuestión es que en julio de 1940 tuvo lugar una revolución popular que cambió el orden político existente. Eso no fue así, pero la cuestión de si las masas populares reaccionaron de manera pasiva o negativa hacia estos cambios es difícil de evaluar.

Además hay que tener en cuenta que ni Estonia, ni Letonia ni Lituania habían sido en sus 20 años de existencia países democráticos. Baste recordar que su independencia se la deben a la ocupación alemana en 1918. En los años treinta se establecieron regímenes fuertemente autoritarios, que se suelen con mucha frecuencia denominar en la literatura especializada "dictaduras presidenciales" (Konstantin Päts en Estonia, Karlis Ulmanis en Letonia y Anastas Smetona en Lituania), existía una fuerte censura sober la actividad de los partidos políticos, culto a la personalidad (la prensa letona mencionaba constantemente a Ulmanis como uno de los grandes prohombres de estado de la Europa de su tiempo, etc).

Muchas veces se presenta el argumento de la inconstitucionalidad o consecuentemente la ilegalidad de los cambios del régimen político en estos países. Sin embargo es eviente que en julio de 1940 hacía mucho tiempo que los propios presidentes de estos países habían violado su propia constitución.

A finales de junio- mediados de julio tuvieron lugar numerosas manifestaciones y miting de protesta con la exigencia de cambios políticos en los tres países. Finalmente estos camibios se produjeron y se convocaron nuevas elecciones, según una nueva ley electoral.

Sobre la participación de los comunistas en las elecciones, hay que tener en cuenta que se formó un bloque llamado "Unión del Pueblo Trabajador", donde había sindicalistas, asociaciones juveniles, etc, pero no eran en exclusiva partidos comunistas. Lógicamente estos frentes amplios atrayeron los votos de muchos electores. En muchos casos, se dio el caso de que muchos candidatos opuestos a la Unión ni siquieran consiguieron las firmas necesarias para poder presentarse. En algunos casos la comisión electoral rechazó a algunos candidatos por defecto de forma. En cualquier caso las elecciones del 14-15 de julio en los tres países supusieron la victoria aplastante de la "Unión del Pueblo Trabajador" (93% de votos en Estonia, 99% en Lituania, 97,8% en Letonia). Cierto que hubo ciertas irregularidades, y que en muchos casos no hubo alternativa, pero también lo es que fueron elecciones mucho más democráticas que se habían celebrado en estos países hasta entonces. Para muestra un botón: la participación en las elecciones estonias de 1940 fue un 33% superior a la de las elecciones en 1938.

Se menciona el hecho de que el sello que se ponía en el pasaporte muestra la obligatoriedad de presentarse en las elecciones, pero eso es una solemne tontería. ¿En qué convocatoria electoral no hay un control sobre los votantes) (nota de NSVL, maś que nada para que no voten dos veces, por ejemplo). ¿Acaso no se piden los datos personales para poder votar, en otros sitios?

El 21-22 de julio, estos gobiernos se declararon repúblicas soviéticas y solicitaron su ingreso en la URSS. Pero entre tanto tuvieron lugar acontecimientos trágicos y de gran importancia.

SS-18 escribió:Joer vaya putada lo de que perdieses el escrito.


Muchisimas gracias nuevamente , tiene muy buena pinta. Lo leere con calma esta tarde

5. La incorporación de las repúblicas bálticas a la URSS no sirvió para mejorar la defensa soviética, y al comienzo de la guerra, los letones, lituanos y estones huyeron o dispararon por la espalda al Ejército Rojo


La incorporación de estos territorios a la URSS impidió que pudieran ser usados para ocupar Leningrado. Si el ataque alemán hubiera empezado en la frontera entre Estonia y la URSS, en Narva, el 22 de junio de 1941, la caída de la zona fronteriza habría supuesto la caída de Leningrado, que está justo al lado, a unos pocos kilómetros. No habría habido la menor posibilidad de evacuar a la población. Eso sin contar lo que habría supuesto que la linea de frente de los alemanes llegara a la frontera con Finlandia.

Es cierto que gran parte del Báltico fue ocupada por los nazis en apenas unos días, pero también lo es, que la Blitzkrieg, fracasó. La totalidad del territorio fue controlada solo para octubre de 1941, lo que significó una mejora en la defensa de los frentes y la posibilidad de evacuación en muchos lugares.

Por supuesto en el báltico hubo partisanos anticomunistas (los "hermanos del bosque"), desertores y también hubo quienes apoyaron abiértamente a los nazis. Pero de ahí a decir que esos elementos eran los predominantes entre la población hay mucha diferencia, y además es simplemente mentira.

También hay ejemplos de la colaboración con el Ejército Rojo, por ejemplo el 8 corpus de fusileros estoniano de Tallinn, el 130 de fusileros letones de la orden Súvorov, la división 16 de fusileros lituanos de Klaipeda del Ejército Rojo, etc. Muchos fueron formados antes de la guerra y colaboraron en la defensa, por ejemlpo el 22. corpus de fusileros del territorio de Estonia, que estuvo en acción desde el 4 de julio de 1941 y otras cuantas.

Por supuesto estas unidades no eran puramente estonias, letonas o lituanas (entre el 35 y el 80% de sus soldados pertenecían a la "etnia titular"). En cualquier caso hay que tener en cuenta que el territorio fue rapidamente ocupado por los nazis y por lo tanto no era posible movilizar a la población local.

También es falso que los partisanos locales lucharan sobre todo contra el Ejército Rojo. En Letonia, por ejemplo, el número de partisanos que luchaba junto a los soviéticos era de alrededor de 20 mil hombres. Hay una interesante monografía dedicada al tema, el libro de A. I. Petrenko "Las divisiones bálticas de Stalin" (Moscú, 2010). Muchos fueron condecorados y participaron en los desfiles de gala en honor a la liberación en Tallinn, Riga, Vilnius y otras ciudades. 20042 miembros de las unidades estonas fueron condecorados en los años de la guerra por el ejército soviético, 17368 en las unidades letonas y 13764 en las lituanas. Varias decenas de estones, letones y lituanos étnicas fueron condecorados como "Heroes de la URSS".

6. El régimen soviético de 1940-91 en la región del Báltico puede ser considerado como un régimen ocupante.

Para empezar, desde el punto de vista del derecho no nos encontramos ante una "ocupación", ya que esta exige una situación de guerra entre los países afectados. La entrada de tropas soviéticas tuvo lugar en el marco de un acuerdo entre las partes afectadas, y con el consentimiento de las autoridades de esos países.

Además, durante el periodo e inclusión de esos países en la URSS, sus órganos de gobierno eran de carácter nacional. Precisamente estos órganos de gobierno aceptaron la independencia de estos países en 1990. Luego entonces si dudamos de la legitimidad de la autoridad de estos órganos, lo mismo cabe decir del mismo hecho de la independencia de estos países.

Como se ha visto antes, en realidad el contingente militar soviético no tuvo ninguna influencia en la evolución política de estos países. Más tarde parte importante de este contingente fue formado en esas mismas repúblicas y contaba con población local como parte importante.

Además hay que tener en cuenta también lo que sucedió después, en 1944, cuando la URSS liberó estos territorios.

Curiosamente, durante la visita de George Bush a Riga, en mayo del 2004 la retórica de los representantes de los EEUU no mencionó ninguna ocupación, sino "incorporación".

Como conclusión podemos mencionar las palabras del doctor de ciencias jurídicas S. V. Chernichenko, en el 2004 vicepresidente de la Asociación Rusa de Derecho Internacional: "Reconocer que los estados del Báltico entraron jurídicamente a formar parte de la URSS, significa rechazar la política rusófoba, ver su legalidad, de acuerdo con el derecho internacional, en el campo de los derechos del hombre, y devolver el estatus de ciudadanos en Letonia y Estonia, a esas personas que tuvieron dicho estatus durante el periodo soviético y fueron después desposeídas, por considerarse que lo habían recibido por las leyes del "ocupante". (Nota de NSVL: es decir, toda la discusión sobre la ocupación o no de las repúblicas bálticas que tiene lugar en estos países, tiene como base, el apartar políticamente a una gran parte de la población de esos países, y mantenerla sin derechos políticos).

7. Después de la Segunda Guerra Mundial habría sido honrado por parte de la URSS abandonar las repúblicas bálticas o realizar un referendum sobre su independencia, y en definitiva marcharse y dejar estos estados tal y como se encontraban antes de la guerra.

El 1 de diciembre de 1943, en la Conferencia de Teherán, Stalin y Rossevelt hablaron de la cuestión báltica. Así lo menciona la conversación Rossevelt:

Roosevelt: En los EEUU se puede plantear la cuestión de la inclusión de las repúblicas bálticas en la URSS, y yo creo que la opinión pública mundial considera deseable que en algún momento futuro los pueblos de estas repúblicas puedan expresar de alguna manera su opinión sobre la cuestión. Por eso, espero que el mariscal Stalin tenga en cuenta este deseo. Yo personalmente no tengo ninguna duda de que estos pueblos votarán por su incorporación a la URSS de manera amistosa, tal y como lo hicieron en 1940. (...)

Stalin: Por lo que respecta a la voluntad de los pueblos de Lituania, Letonia y Estonia, habrá no pocos casos en los que estos pueblos tendrán la posibilidad de expresar su voluntad.

Rossevelt: Me parece algo beneficioso.

Stalin: Pero esto, naturalmente no significa que se vaya a preparar ningún plebiscito bajo la supervisión internacional en estas repúblicas.

R: Naturalmente. Sería útil expresar en el momento conveniente que a su debido tiempo en estas repúblicas tendrán lugar elecciones.

S: Naturalmente. Eso haremos.

Como vemos, entonces Rossevelt no veía ningún problema en la inclusión de estas repúblicas en la URSS. Ya en 1940 los pueblos del Báltico habían expresado su opinión. Aún así era necesario asegurarlo, para que "la opinión pública mundial" se tranquilizara. Pues se hizo. En marzo de 1947 tuvieron lugar elecciones al Consejo Supremo del Soviet de las tres repúblicas. Las elecciones no fueron saboteadas por nadie, ni se impidió a nadie votar (como en 1940). Otra cuestión es que el comienzo de la guerra fría había cambiado la opinión norteamericana sobre la cuestión y en ese momento era más adecuado para los EEUU apoyar otro punto de vista.

Respecto al tema del referendum era una cuestión ilógica. La unión a la URSS había tenido lugar años atrás. Los órganos de poder fueron renovados en las elecciones de 1947. Ese proceso tuvo lugar en toda la URSS. Y además los representantes de estas tres repúblicas entraron a formar parte del Consejo Supremo de la URSS.

Además hay que recordar que tras la guerra la URSS no podía devolver la completa soberanía a los pueblos del Báltico por la sencilla razón de que no había nadie a quien devolvérsela. La legitimidad por la liberación en Europa la tenían las fuerzas que habían luchado contra el nazismo. En Europa Oriental esa legitimidad solo la tenían los comunistas. NO había otras fuerzas, no comunistas, que dispusieran de esta legitimidad. Y los que exigían la soberanía eran precisamente los que habían colaborado con los nazis.

9. Los países bálticos siemper quisieron la independencia de la URSS (lo que demuestra la oposición de la población, por ejemlpo el movimiento de los "hemanos del bosque"), por eso no tenía sentido desarrollar esta zona industrialmente. A la primera ocasión que tuvieron, los tres países se independizaron.

El movimiento "los hermanos del bosque" surgió tras la incorporación de las repúblicas bálticas a la URSS, existió durante más de 15 años y no era homogeneo nacionalmente. No existía un centro que estableciera la estrategia y práctica de su actividad, y lo que es más importante, que estableciera la ideología del movimiento. Considerarlos un movimiento "nacional-liberador" como se hace en la actualidad, no es correcto. Sus miembros tenían diferentes razones para participar, había los que colaboraron con los nazis, y también había delincuentes comunes.

Tras la guerra, la lucha contra "los hermanos del bosque" la llevaron el NKVD y las unidades del ejército. En la mayoría de los casos, los "partisanos" del báltico se dedicaron, antes que atacar a los "ocupantes", a castigar a los suyos, a los "traidores".

Entre 1944 y 1958 en Lituania los hermanos del bosque mataron a más de 25 mil personas, de las que 23 mil eran lituanos. Este hecho da que pensar sobre cuánto tenían de "nacionalistas-libertadores" y también, cuánto de ocupación tenía el régimen soviético y cual era la relacción de la población con las autoridades.

Tras la desaparición del movimiento de los hermanos del bosque no volvió a surgir ninguna organización armada contra el poder soviético en el territorio del Báltico.

Citar la pérdida de soberanía como argumento principal para la formación de este movimiento es erroneo, porque también influyen otras cosas, como las circunstancias de la guerra, que también dieron origen al movimiento nacionalista ucraniano, igualmente impregnado de elementos colaboracionistas con los nazis, cuando no, meramente criminales. Desde la época del deshielo el factor del descontento popular se volvió practicamente insignificante.

Otra cosa es el legado soviético en estas repúblicas. Por ejemplo la industrialización, el desarrollo turístico, y algo que se suele callar, el desarrollo de la cultura nacional.

ACUERDO DE AYUDA MUTUA ENTRE LA URSS, LITUANIA, LETONIA Y ESTONIA

Tras la destrucción de Polonia las posición de Alemania quedó más fortalecida todavía y creció el peligro de que los países bálticos - Estonia, Letonia, Lituania y Finlandia - se convirtieran en territorio de inicio de una ofensiva contra la URSS. El gobierno soviético tenía que tener en cuenta este hecho toda vez que los círculos reaccionarios de los estados bálticos seguían una política antisoviética desde hacía bastante tiempo. Y tuvieron un papel destacado en el fracaso de las negociaciones del verano de 1939 entre la URSS, Francia E inglaterra para firmar un acuerdo de apoyo mutuo; los gobiernos bálticos rechazaron la oferta soviética que les ofrecía garantías de defensa en caso de ataque alemán. Cuando estalló la guerra en Europa, la tendencia antisoviética de los círculos gobernantes se fortaleció aún más. El gobierno soviético se esforzó por conseguir un acuerdo de ayuda mutua con los países bálticos, quería ocuparse también de su defensa, no solo actuaba en interés de la seguridad soviética.

Estonia, Letonia y Lituania mal que bien acabaron aceptando la oferta soviética y el 28 de septiembre de 1939, así como el 5 y el 7 de octubre, se firmaron los respectivos acuerdos. Las diferentes partes en cuestión se obligaban a ofrecerse ayuda mutua en caso de ataque de cualquier gran potencia europea, incluyendo ayuda militar. La URSS debía ofrecer armamento en condiciones favorables de financiación. Los tres pequeños países estaban de acuerdo en ofrecer bases militares en su territorio y permitían la presencia de tropas soviéticas, en un número estrictamente limitado, en ellas.

En interés de la amistad soviético-lituana, el gobierno soviético entregó a Lituania su antigua capital, Vilnius y el territorio circundante, que en agosto de 1920 había sido ocupado por los polacos y más tarde, en septiembre de 1939, liberado por el Ejército Rojo.

LA CREACIÓN DEL PODER SOVIÉTICO EN LAS REPÚBLICAS BÁLTICAS

La esperanza de que los gobiernos de Estonia, Letonia y Lituania cumplieran de buena gana las obligaciones de los acuerdos, no se cumplieron. Durante el conflicto soviético-finés, los tres países intentaron crear un bloque finés-estonio e incluso báltico-escandinavo, contra la URSS. Apelando al acuerdo de 1934, denominado la "entente báltica", iniciaron una fuerte campaña de propaganda antisoviética. En marzo de 1940 Lituania se une a la unión militar creada por Letonia y Estonia.
Tras el final del conflicto soviético finés, la situación continuó empeorando. En verano de 1940, tras los triunfos de Alemania en el frente occidental, los gobiernos bálticos acentuaron su política de acercamiento a los nazis. Se reduje el comercio con la URSS, a la vez que aumentaba el alemán; su política económica y financiera estaba cada vez más subordinada a los monopolios alemanes. El gobierno lituano, esperando ayuda alemana pidió a los nazis el envió de tropas a los países bálticos. Los sentimientos antisoviéticos estaban fortaleciéndose cada vez más en el Báltico, personalidades importantes de la cultura atacaban la URSS en la prensa burguesa, se realizaron numerosos actos de provocación contra los soldados soviéticos.

El gobierno soviético decidió adoptar medidas radicales para detener la campaña antisoviética. En junio de 1940 envió notas diplomáticas a los gobiernos bálticos. Exigía la creación de nuevos gobiernos capaces de asegurar las condiciones de los acuerdos; exigía también que la URSS pudiera enviar la cantidad necesaria de soldados como para asegurar las tareas fijadas en los acuerdos, y que finalizaran las provocaciones. El pueblo de los países bálticos se mostró favorable a estas medidas y se opuso a la actitud de los círculos dirigentes y a sus intentos de mantenerse en el poder realizando solo cambios nominales. Con la iniciativa de los partidos comunistas locales se crearon frentes populares antifascistas. La situación estaba madurando para una revolución, y mientras llegaban las nuevas tropas, en virtud de los acuerdos, en todos los lugares comenzaba el levantamiento revolucionario de obreros, campesinos, soldados e intelectuales progresistas, contra la dictadura burguesa. Finalmente las autoridades filofascistas fueron derrocadas. El 17 de junio se formó un gobierno del Frente Popular en Lituania, dirigido por Justas Paleckis, el 20 de junio en Letonia, con Kirchenstein a la cabeza, y el 21 de junio, en Estonia, bajo la dirección de Vares.

La primera tarea de los nuevos gobiernos fue organizar elecciones democráticas a los diferentes parlamentos. La coalición electoral popular, dirigida por los comunistas preparó a sus candidatos y en julio de 1940 tuvieron lugar las elecciones, en función del derecho a voto general, igualitario, directo y secreto. Los candidatos del Frente consiguieron en Estonia el 92,8% de los votos, en Letonia el 97,8% y en Lituania el 99,19%.

El 21 de julio de 1940 el parlamento lituano y el letón, el 22 de julio, el estonio, decidió recuperar el poder soviético que había sido anegado en sangre en 1919 bajo las bayonetas de la burguesía. En las tres repúblicas se nacionalizó la tierra, la industria, los bancos, el transporte. Se acabó con el poder político y económico de los capitalistas y los propietarios de tierras. Los tres países declararon su intención de integrarse en la URSS y con esta intención enviaron a sus delegados a Moscú.Entre el 3 y el 6 de agosto de 1940, la séptima sesión del Consejo Supremo de la URSS, aceptó la incorporación de los tres países bálticos como repúblicas soviéticas en igualdad de derechos al resto.

El hecho de que de nuevo se creara el poder soviético en el Báltico abrió grandes perspectivas ante los pueblos bálticos, para su desarrollo político, económico y cultural. Su unión con la URSS reforzó la fuerza económica y defensiva de la Federación Soviética. Lo cual coincidía con los intereses de todos los países que luchaban contra Alemania. Sin embargo, las clases dirigentes de Inglaterra y los EEUU recibieron con quejas, con su ciego odio de clase,el triunfo del poder soviético en el Báltico. Se negaron a reconocer los gobiernos soviéticos de Lituania, Letonia y Estonia, y siguieron reconociendo como autoridad legal los gobiernos anteriores filofascistas; ilegalmente pusieron sus manos en la flota de los estados bálticos y se quedaron con el oro de los estados bálticos depositaado en bancos ingleses y americanos. Además de eso mostraron por todos sus medios su rechazo a los pueblos de los estados bálticos.

NSV Liit escribió:Última parte del artículo en cuestión. (no incluyo el punto 8, porque no me parece que aporte algo, se trata de si los países bálticos perdieron o no de jure su independencia).

9. Los países bálticos siemper quisieron la independencia de la URSS (lo que demuestra la oposición de la población, por ejemlpo el movimiento de los "hemanos del bosque"), por eso no tenía sentido desarrollar esta zona industrialmente. A la primera ocasión que tuvieron, los tres países se independizaron.

El movimiento "los hermanos del bosque" surgió tras la incorporación de las repúblicas bálticas a la URSS, existió durante más de 15 años y no era homogeneo nacionalmente. No existía un centro que estableciera la estrategia y práctica de su actividad, y lo que es más importante, que estableciera la ideología del movimiento. Considerarlos un movimiento "nacional-liberador" como se hace en la actualidad, no es correcto. Sus miembros tenían diferentes razones para participar, había los que colaboraron con los nazis, y también había delincuentes comunes.

Tras la guerra, la lucha contra "los hermanos del bosque" la llevaron el NKVD y las unidades del ejército. En la mayoría de los casos, los "partisanos" del báltico se dedicaron, antes que atacar a los "ocupantes", a castigar a los suyos, a los "traidores".

Entre 1944 y 1958 en Lituania los hermanos del bosque mataron a más de 25 mil personas, de las que 23 mil eran lituanos. Este hecho da que pensar sobre cuánto tenían de "nacionalistas-libertadores" y también, cuánto de ocupación tenía el régimen soviético y cual era la relacción de la población con las autoridades.

Tras la desaparición del movimiento de los hermanos del bosque no volvió a surgir ninguna organización armada contra el poder soviético en el territorio del Báltico.

Citar la pérdida de soberanía como argumento principal para la formación de este movimiento es erroneo, porque también influyen otras cosas, como las circunstancias de la guerra, que también dieron origen al movimiento nacionalista ucraniano, igualmente impregnado de elementos colaboracionistas con los nazis, cuando no, meramente criminales. Desde la época del deshielo el factor del descontento popular se volvió practicamente insignificante.

Otra cosa es el legado soviético en estas repúblicas. Por ejemplo la industrialización, el desarrollo turístico, y algo que se suele callar, el desarrollo de la cultura nacional.

Material gráfico del texto:

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Recibimiento de los ferroviarios de Estonia al diputado estono Veis, miembro de la comisión plenipotenciaria del parlamento estonio, tras su regreso de Moscú, donde Estonia fue aceptada como miembro de la URSS. Junio de 1940.



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Delegación de Estonia en una sesión del Consejo Supremo de la URSS.

Fuentes de las fotos, el texto en cuestión: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] , [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Un video muy interesante sobre el tema. Nota: está en ruso!!!!: Historia de una "ocupación"

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