La otra historia del Monasterio de San Pedro de Cardeña
tomado de un texto de Modesto Agustí publicado en el blog Diario de Vurgos en octubre de 2011
se citan fuentes del blog The Jaily News, nombre que fuera del diario clandestino que redactaban los presos en el monasterio
En el documental de propaganda franquista “Prisioneros de Guerra” pueden verse algunas de las imágenes que fueron rodadas en este monasterio:
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tomado de un texto de Modesto Agustí publicado en el blog Diario de Vurgos en octubre de 2011
se citan fuentes del blog The Jaily News, nombre que fuera del diario clandestino que redactaban los presos en el monasterio
A tan sólo una docena de kilómetros de Burgos se haya el monasterio de San Pedro de Cardeña. En la mayoría de libros de historia y folletos turísticos se limitan a reflejar su relación con el Cid, dado que dicho lugar es citado en el Cantar del Mío Cid. Son pocos los burgaleses y españoles que conocen que desde 1936 a 1940 el monasterio de San Pedro de Cardeña se convirtió en un campo de concentración reservado principalmente a prisioneros internacionales.
Hubo un tiempo en el que esta abadía trapense fue campo de concentración en el que se hacinaron prisioneros internacionales durante la guerra civil. Aunque por motivos bien distintos, entre sus muros también deambularon agentes de la Gestapo, personajes como Vallejo Nájera que ensayó sus experimentos pseudocientíficos con los presos e incluso un capitán de las S.S. refugiado entre los monjes tras la debacle alemana de la II Guerra Mundial.
A penas se dedican unas líneas en los libros que hay sobre el monasterio al periodo en el que de 1936 a 1940 fue campo de concentración, dedicado casi en exclusiva a prisioneros internacionales que habían sido capturados durante el desarrollo de la guerra civil española. Pero el tiempo pasa, y sin ir más lejos, el Monasterio de San Pedro de Cardeña cumple su 75º aniversario como campo de concentración (y de extermino en muchos casos) de los valerosos hombres que integraron las inmortales Brigadas Internacionales.
The Jaily News, periódico clandestino en San Pedro de Cardeña
Para hacerse una idea de lo que significó el Monasterio de San Pedro de Cardeña como lugar de reclusión conviene a cercarse al blog The Jaily News, nombre original del diario clandestino que redactaban los presos recluidos en el campo de concentración para contrarrestar la propaganda oficial. En este blog, publicado desde junio de 2009, se recogen documentos y textos relativos al campo de concentración, además de entrevistas con supervivientes de varias nacionalidades que estuvieron internados en él.
La Gestapo en San Pedro de Cardeña
Una de las revelaciones más llamativas que se publican en el blog The Jaily News es sin duda la de la presencia de agentes de la Gestapo en San Pedro de Cardeña y en la propia ciudad de Burgos. La principal misión de la Gestapo era la de interrogar a los prisioneros internados en el monasterio, dedicando especial atención a aquellos de nacionalidad alemana, austriaca o polaca con quienes se invertían varias horas de tortura y castigos. La información que ansiaban los agentes alemanes era conocer las actividades políticas que los presos habían desarrollado en sus respectivos países de origen antes de enrolarse en las Brigadas Internacionales. Algunos de ellos fueron a parar a campos de concentración alemanes, e incluso algunos tuvieron la suerte de ser canjeados por prisioneros fascistas en manos de la República española..
Por otra parte la Gestapo tenía también oficina propia en Burgos desde donde se coordinaban todas sus actividades, como ocurría en otras muchas ciudades de la llamada zona nacional. Según revelaciones del autor del blog, la oficina de la Gestapo en Burgos se ubicaría nada más y nada menos que en el actual Colegio de las Esclavas, vinculado en la actualidad al Opus Dei.
Los “experimentos científicos” de Vallejo Nájera
Otro de las interesantes aportaciones que pueden descubrirse en The Jaily News es la presencia del doctor Antonio Vallejo Nájera en el campo de concentración de San Pedro de Cardeña para llevar a cabo una serie de “investigaciones científicas” sobre los presos. Antonio Vallejo Nájera había sido nombrado agregado a la Embajada de España en Alemania en 1917, donde se forma como médico y psiquiatra. Allí asumirá como propias algunas tesis nazis como la eugenesia o la inferioridad intelectual de las mujeres. Posteriormente Vallejo Nájera se convertirá en una de las figuras intelectuales del régimen franquista.
En 1938 tras ser nombrado por Franco jefe de los servicios psiquiátricos del ejercito, Vallejo Nájera se encarga de la gestión del Gabinete de Investigaciones Psicológicas de la Inspección de campos de Concentración de prisioneros de guerra llevando a cabo investigaciones “científicas” sobre los presos internados en San Pedro de Cardeña. La finalidad de tales supuestas investigaciones es la de identificar y aislar el “gen rojo” responsable de comportamientos criminales en sujetos de ideología marxista. Para ello puso en marcha una serie de pruebas que le permitieran identificar entre presos de más de medio mundo donde residía ese malvado gen que predisponía a los seres humanos hacia conductas criminales derivadas de sus planteamientos políticos. Las pruebas científicas de Vallejo Nájera se basaban en mediciones antropométricas al más puro estilo de la escuela criminalista de Cesare Lombroso (famoso por sus tesis donde identificaba la conducta criminal con determinados rasgos físicos) y un cuestionario redactado en varios idiomas donde se agrupaban por igual preguntas que hacían hincapié en el pasado de los detenidos, sus adscripciones políticas y su conducta sexual.
El capitán de las S.S. que se ocultó en San Pedro de Cardeña
A pesar de que no tenga directamente que ver con el periodo en el que San Pedro de Cardeña funcionó como campo de concentración, una de las revelaciones más importantes que se deducen de la lectura del blog The Jaily News es la de la presencia de Reinhard Spitzy capitán de las S.S. nazis que logró ocultarse durante un tiempo en el monasterio tras el final de la II Guerra Mundial. La andadura de Spitzy en España comienza a partir de 1942, cuando haciéndose pasar por un ejecutivo de Skoda, realiza actividades de espionaje en Madrid dedicadas en su mayor parte al tráfico de wolfranio, mineral que fue llamado el “oro negro nazi”, y que era imprescindible para la industria de guerra alemana.
Tras el desembarcó aliado en las costas francesas en 1944 Spitzy sale discretamente de Madrid ante el devenir incierto que puede tomar la guerra y se traslada a Santillana del Mar. En este pueblecito cántabro le visitarán algunos agentes de la Gestapo que le solicitan que les acompañe hasta Berlín para aclarar cuál es su posición en la denominada Operación Valkiria, intento frustrado de atentado contra Hitler. Spitz salé hábilmente del paso argumentando que tiene todavía pendiente una misión en España que no puede abandonar hasta que reciba las órdenes pertinentes. Spitz permanecerá bajo la protección del párroco de la localidad Eduardo Rodríguez Agudo, hasta que en agostó de 1945 el fin de la guerra complica su situación. Con la caída de la Alemania nazi los servicios secretos británicos y americanos inician la caza de nazis por toda Europa. Al parecer militares americanos penetran en la Embajada Alemana en Madrid descubriendo que Reinhard Spitzy está domiciliado en Santillana del Mar. A partir de ese momento se convierte en uno de los cien nazis mas buscados.
La situación angustiosa del capitán de las S.S. es resuelta por las autoridades eclesiásticas que proponen su traslado al monasterio de San Pedro de Cardeña en la provincia de Burgos. A sus 35 años Reinhard Spitzy viste los hábitos monacales integrándose a la perfección en la comunidad donde desempeña la labor de monje panadero bajo la identidad de Ricardo de Irlanda, protegido en todo momento por el abad del monasterio Carlos de Azcárate.
En enero de 1947 la presión internacional sobre los nazis refugiados en España se incrementa. El abad del monasterio decide esconder a Ricardo de Irlanda en la torre románica del edificio no sin antes haber escenificado ante los monjes una estudiada representación teatral. En ella Ricardo confesaba públicamente y de rodillas frente al abad su perdida de fe y deseo de dejar el monasterio. Todo ese invierno lo pasó encerrado en la torre del monasterio hasta que durante la primavera se decide a marchar a Argentina. Para financiarse el viaje de huida Spitzy logró vender unos planos militares que conservaba de su paso por la compañía Skoda y gracias a la cobertura de la falange y de la iglesia logró llegar hasta Bilbao disfrazado de cura.
Con la nueva identidad de Andrés Martínez López, carné de guardia de Franco y miembro de la FET-JONS logró embarcarse hacia Argentina de Perón de cuyo refugio se sirvieron muchos nazis.
Siendo uno de los 100 nazis más buscados vivió tranquilamente en Buenos Aires hasta que en 1958 decidió regresar a su Alemania natal, en donde murió en un pequeño pueblecito en los años 90.
Esta son algunas de las historias que se ocultan tras los muros de San Pedro de Cardeña y que nunca deben olvidarse.
Hubo un tiempo en el que esta abadía trapense fue campo de concentración en el que se hacinaron prisioneros internacionales durante la guerra civil. Aunque por motivos bien distintos, entre sus muros también deambularon agentes de la Gestapo, personajes como Vallejo Nájera que ensayó sus experimentos pseudocientíficos con los presos e incluso un capitán de las S.S. refugiado entre los monjes tras la debacle alemana de la II Guerra Mundial.
A penas se dedican unas líneas en los libros que hay sobre el monasterio al periodo en el que de 1936 a 1940 fue campo de concentración, dedicado casi en exclusiva a prisioneros internacionales que habían sido capturados durante el desarrollo de la guerra civil española. Pero el tiempo pasa, y sin ir más lejos, el Monasterio de San Pedro de Cardeña cumple su 75º aniversario como campo de concentración (y de extermino en muchos casos) de los valerosos hombres que integraron las inmortales Brigadas Internacionales.
The Jaily News, periódico clandestino en San Pedro de Cardeña
Para hacerse una idea de lo que significó el Monasterio de San Pedro de Cardeña como lugar de reclusión conviene a cercarse al blog The Jaily News, nombre original del diario clandestino que redactaban los presos recluidos en el campo de concentración para contrarrestar la propaganda oficial. En este blog, publicado desde junio de 2009, se recogen documentos y textos relativos al campo de concentración, además de entrevistas con supervivientes de varias nacionalidades que estuvieron internados en él.
La Gestapo en San Pedro de Cardeña
Una de las revelaciones más llamativas que se publican en el blog The Jaily News es sin duda la de la presencia de agentes de la Gestapo en San Pedro de Cardeña y en la propia ciudad de Burgos. La principal misión de la Gestapo era la de interrogar a los prisioneros internados en el monasterio, dedicando especial atención a aquellos de nacionalidad alemana, austriaca o polaca con quienes se invertían varias horas de tortura y castigos. La información que ansiaban los agentes alemanes era conocer las actividades políticas que los presos habían desarrollado en sus respectivos países de origen antes de enrolarse en las Brigadas Internacionales. Algunos de ellos fueron a parar a campos de concentración alemanes, e incluso algunos tuvieron la suerte de ser canjeados por prisioneros fascistas en manos de la República española..
Por otra parte la Gestapo tenía también oficina propia en Burgos desde donde se coordinaban todas sus actividades, como ocurría en otras muchas ciudades de la llamada zona nacional. Según revelaciones del autor del blog, la oficina de la Gestapo en Burgos se ubicaría nada más y nada menos que en el actual Colegio de las Esclavas, vinculado en la actualidad al Opus Dei.
Los “experimentos científicos” de Vallejo Nájera
Otro de las interesantes aportaciones que pueden descubrirse en The Jaily News es la presencia del doctor Antonio Vallejo Nájera en el campo de concentración de San Pedro de Cardeña para llevar a cabo una serie de “investigaciones científicas” sobre los presos. Antonio Vallejo Nájera había sido nombrado agregado a la Embajada de España en Alemania en 1917, donde se forma como médico y psiquiatra. Allí asumirá como propias algunas tesis nazis como la eugenesia o la inferioridad intelectual de las mujeres. Posteriormente Vallejo Nájera se convertirá en una de las figuras intelectuales del régimen franquista.
En 1938 tras ser nombrado por Franco jefe de los servicios psiquiátricos del ejercito, Vallejo Nájera se encarga de la gestión del Gabinete de Investigaciones Psicológicas de la Inspección de campos de Concentración de prisioneros de guerra llevando a cabo investigaciones “científicas” sobre los presos internados en San Pedro de Cardeña. La finalidad de tales supuestas investigaciones es la de identificar y aislar el “gen rojo” responsable de comportamientos criminales en sujetos de ideología marxista. Para ello puso en marcha una serie de pruebas que le permitieran identificar entre presos de más de medio mundo donde residía ese malvado gen que predisponía a los seres humanos hacia conductas criminales derivadas de sus planteamientos políticos. Las pruebas científicas de Vallejo Nájera se basaban en mediciones antropométricas al más puro estilo de la escuela criminalista de Cesare Lombroso (famoso por sus tesis donde identificaba la conducta criminal con determinados rasgos físicos) y un cuestionario redactado en varios idiomas donde se agrupaban por igual preguntas que hacían hincapié en el pasado de los detenidos, sus adscripciones políticas y su conducta sexual.
El capitán de las S.S. que se ocultó en San Pedro de Cardeña
A pesar de que no tenga directamente que ver con el periodo en el que San Pedro de Cardeña funcionó como campo de concentración, una de las revelaciones más importantes que se deducen de la lectura del blog The Jaily News es la de la presencia de Reinhard Spitzy capitán de las S.S. nazis que logró ocultarse durante un tiempo en el monasterio tras el final de la II Guerra Mundial. La andadura de Spitzy en España comienza a partir de 1942, cuando haciéndose pasar por un ejecutivo de Skoda, realiza actividades de espionaje en Madrid dedicadas en su mayor parte al tráfico de wolfranio, mineral que fue llamado el “oro negro nazi”, y que era imprescindible para la industria de guerra alemana.
Tras el desembarcó aliado en las costas francesas en 1944 Spitzy sale discretamente de Madrid ante el devenir incierto que puede tomar la guerra y se traslada a Santillana del Mar. En este pueblecito cántabro le visitarán algunos agentes de la Gestapo que le solicitan que les acompañe hasta Berlín para aclarar cuál es su posición en la denominada Operación Valkiria, intento frustrado de atentado contra Hitler. Spitz salé hábilmente del paso argumentando que tiene todavía pendiente una misión en España que no puede abandonar hasta que reciba las órdenes pertinentes. Spitz permanecerá bajo la protección del párroco de la localidad Eduardo Rodríguez Agudo, hasta que en agostó de 1945 el fin de la guerra complica su situación. Con la caída de la Alemania nazi los servicios secretos británicos y americanos inician la caza de nazis por toda Europa. Al parecer militares americanos penetran en la Embajada Alemana en Madrid descubriendo que Reinhard Spitzy está domiciliado en Santillana del Mar. A partir de ese momento se convierte en uno de los cien nazis mas buscados.
La situación angustiosa del capitán de las S.S. es resuelta por las autoridades eclesiásticas que proponen su traslado al monasterio de San Pedro de Cardeña en la provincia de Burgos. A sus 35 años Reinhard Spitzy viste los hábitos monacales integrándose a la perfección en la comunidad donde desempeña la labor de monje panadero bajo la identidad de Ricardo de Irlanda, protegido en todo momento por el abad del monasterio Carlos de Azcárate.
En enero de 1947 la presión internacional sobre los nazis refugiados en España se incrementa. El abad del monasterio decide esconder a Ricardo de Irlanda en la torre románica del edificio no sin antes haber escenificado ante los monjes una estudiada representación teatral. En ella Ricardo confesaba públicamente y de rodillas frente al abad su perdida de fe y deseo de dejar el monasterio. Todo ese invierno lo pasó encerrado en la torre del monasterio hasta que durante la primavera se decide a marchar a Argentina. Para financiarse el viaje de huida Spitzy logró vender unos planos militares que conservaba de su paso por la compañía Skoda y gracias a la cobertura de la falange y de la iglesia logró llegar hasta Bilbao disfrazado de cura.
Con la nueva identidad de Andrés Martínez López, carné de guardia de Franco y miembro de la FET-JONS logró embarcarse hacia Argentina de Perón de cuyo refugio se sirvieron muchos nazis.
Siendo uno de los 100 nazis más buscados vivió tranquilamente en Buenos Aires hasta que en 1958 decidió regresar a su Alemania natal, en donde murió en un pequeño pueblecito en los años 90.
Esta son algunas de las historias que se ocultan tras los muros de San Pedro de Cardeña y que nunca deben olvidarse.
En el documental de propaganda franquista “Prisioneros de Guerra” pueden verse algunas de las imágenes que fueron rodadas en este monasterio:
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Última edición por pedrocasca el Sáb Dic 17, 2011 9:54 pm, editado 4 veces