Este artículo fue Publicado en la edición impresa de Mundo Obrero nº234 - Marzo 2011
"Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles." Esta frase de Bertolt Brecht parece escrita a propósito para Fanny Edelman que cumple cien años de vida y 76 de compromiso militante, de entrega a la lucha por la liberación de su pueblo, de su clase, de su género.
Fannny se apropia, con toda su vida y su pasión, de León Felipe cuando dice:
Sensibles
a todo viento
y bajo
todos los cielos,
Poetas,
nunca cantemos
la vida
de un mismo pueblo,
ni la flor
de un solo huerto...
Que sean todos
los pueblos
y todos
los huertos nuestros
Nacida en Argentina el 27 de febrero de 1911, miembro del Partido Comunista desde 1934, el recorrido por su vida es el recorrido por las luchas obreras y populares desde entonces. Mantiene su mirada dulce y la palabra pausada y certera.
Se inicia en el trabajo solidario a través del Socorro Rojo Argentino. En Argentina, recuerda Fanny, se produjo una enorme movilización de solidaridad con la República Española. Cuando se crean las Brigadas Internacionales, más de 500 argentinos se incorporaron. Entre ellos, Fanny y su compañero Bernardo. Una experiencia “trágica y hermosa a la vez”. En 1937, Antonio Machado convoca la Campaña de Invierno para reunir abrigos, alimentos y medicamentos para los combatientes republicanos, Fanny es designada para dirigirla. Desde entonces guarda con mucha ternura una caricatura que le hizo el dibujante Garay. Comparte tareas con personalidades revolucionarias de la talla de Tina Modotti, Dolores Ibarruri, Santiago Álvarez.
El movimiento creado en torno a la defensa de la República Española y especialmente las Brigadas Internacionales representan a su juicio, “una de las manifestaciones más altas de la solidaridad humana”.
Derrotada la República, que no vencida, y ya de regreso en Argentina Fanny se dedica a organizar el tema de los presos y refugiados españoles junto a Pablo Neruda y logran salvar a miles de exiliados. Convencida de que si la República no hubiese caído, la Segunda Guerra Mundial no hubiese estallado, su actividad solidaria se hace extensiva a todos los pueblos que luchan contra el fascismo. Junto al trabajo solidario comienza a profundizar en el tema de género. A finales de los años ’40, como consecuencia de la red solidaria creada en Argentina y en la cual la participación de las mujeres fue determinante, se crea la Unión de Mujeres Argentinas (UMA), en la cual Fanny es elegida como Secretaria General. Su militancia le reporta duros años de clandestinidad en Argentina y numerosas detenciones.
Su inquietud solidaria le lleva a ser de las primeras en arribar a Cuba Revolucionaria, donde traba amistad con Vilma Espín. La solidaridad con la Isla pasa a ser entonces uno de sus objetivos.
Su trabajo en la UMA y sus análisis de género y clase le conducen a integrarse en la dirección de la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM), de la cual será su Secretaria entre 1972 y 1978.
Autora de obras como “Feminismo y Marxismo”, Fanny es contundente al plantear que Marx tenía razón al decir que las ideas de las clases dominantes son las ideas de los dominados, y por tanto señala la batalla ideológica como fundamental para llevar adelante un proceso revolucionario, en el cual el tema del feminismo debe estar enraizado, ya que hay que transformar la condición de la mujer dentro de la transformación de la sociedad.
De carácter humilde, intenta rechazar con una sonrisa los merecidos homenajes que se le realizan. En 2009 fue condecorada como Personalidad Destacada en la lucha por los Derechos Humanos por la Legislatura de Buenos Aires. Y en noviembre del año 2010 se le efectuó un homenaje del cual participaron innumerables personalidades y organizaciones.
El Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, señaló en esa oportunidad que “En los años que corren, estamos en un proceso de liberación en el que hay luchas permanentes por un mundo mejor, es que, la democracia no se regala: es un espacio para construir, para conquistar día a día. Fanny: tu lucha ha sido y es una lucha cotidiana en estos caminos de liberación”.
Patricio Echegaray, secretario del PC Argentino, resaltó la “extraordinaria experiencia solidaria con los pueblos del tercer mundo” que Fanny desarrolló como secretaria general de la FDIM, “primero con el pueblo argentino: durante los años de plomo, presentó más de 200 casos de Terrorismo de Estado ante la Comisión de DD HH de la ONU”. Esta tradición de lucha internacionalista antifascista no es una cuestión del pasado, sino uno de los ejemplos de Fanny que debemos traer al presente”.
Después de una época en la cual se había decretado el fin de la historia, Fanny tiene la alegría de ver cómo se desarrollan luchas y movimientos sociales que pretenden seguir construyendo su propia historia. Ella, que nunca bajó sus banderas, que nunca cambió ideología por conveniencia, recibe, según palabras de Patricio Echegaray, el mejor regalo que le hacen la vida y los pueblos, es que los vencedores de ayer expresan su impotencia para resolver los problemas de la humanidad, lo que legitima el derecho y el deber de la lucha por superar el capitalismo y se re-legitiman los grandes ideales del socialismo y del comunismo. Ese éxito, ese regalo, lo merece plenamente, porque ha sido y es parte sustancial de esa batalla”.
Fanny, quienes tenemos el orgullo de conocerte, resaltamos una respuesta tuya a un periodista que te preguntaba qué entendías por “militancia”: llevar adelante las ideas revolucionarias del Partido Comunista, allí donde nos toque actuar: en movimientos sindicales, con la juventud, con el pueblo.
A sus cien años, Fanny Edelman sigue “profundamente enamorada de la Revolución, y feliz de continuar en el combate, de ser testigo y partícipe de esta nueva era”.