por Danko Dom Sep 23, 2012 2:51 am
La imagen e ideología del UPyD está directa e inseparablemente unida a la de su “lideresa”. A partir de ahí, cualquier examen sobre sus contenidos políticos sobra. UPyD hará lo que Rosa Díez estime oportuno que haga: esto es, lo que convenga a su carrera política personal. Exactamente igual que cualquier otro partido. Rosa Díez que durante toda su carrera política fue socialdemócrata ahora le cuesta definirse en términos doctrinales si esa definición implica perder un solo(solo) voto
La militancia de UPyD está conformada por antiguos militantes del PSOE, decepcionados con la última deriva zapaterista de este partido, y sus apoyos proceden especialmente de los desengañados en materia autonómica. Éstos últimos proceden de la derecha tanto como de la izquierda. El principal atractivo de su programa para estos electores es, precisamente el primer punto de su programa: “retorno de las competencias de educación y sanidad de las autonomías al Estado central para garantizar la igualdad de todos los españoles ante la prestación de los servicios básicos”.
En este sentido, UPyD retoma la tradición jacobina del viejo socialismo del PSOE de Pablo Iglesias que siempre consideró a las autonomías y a los partidos nacionalistas periféricos como excrecencias pequeño burguesas generadas por las élites económicas regionales.
Si bien quienes impulsaron inicialmente UPyD eran antiguos socialistas y progresistas de izquierdas. Entre ellos se encontraba el filósofo Fernando Savater, Martínez Gorriarán portavoz de !Basta ya!, la tendencia Socialistas en Positivo, el Foro de Ermua con Mikel Buesa y los periodistas y artistas catalanes que habían contribuido al nacimiento de Ciutadans. Pero hoy, muchos de ellos ya están fuera del partido y la ideología de “centro izquierda” apenas es reconocible por el recurso habitual al tópico “progresista”.
Lo que UPyD tiene hoy como pauta doctrinal es un conjunto de ambigüedades, calculadas para seguir royendo votos en los caladeros de la izquierda y de la derecha. ¿Para qué? Para servir de soporte electoral a Rosa Díez que es, a la vez el principal activo del partido, pero también su gran riesgo riesgo: si, por algún motivo, se pretende “acabar” con UPyD basta con apuntar las baterías contra Rosa Díez. Erosionada su imagen ante la sociedad, el partido, pura y simplemente, desaparece.