Prensa Latina informa:
Rusia coloca obstáculos a escudo antimisil de OTAN
Escrito por Antonio Rondón García
24 de noviembre de 2011, 08:48Por Antonio Rondón García
Moscú, 24 nov (PL) El anuncio de medidas drásticas por parte del presidente ruso, Dmitri Medvedev, parece mostrar hoy el primer intento de lanzar algunas piedras sobre el cada vez más avanzado proyecto de escudo global antimisil estadounidense.
A diferencia de principios de la década de 1990, cuando la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) prometió de ninguna forma extender sus fronteras hacia al este y finalmente lo hizo, a Moscú le queda poca confianza en las promesas verbales.
La Casa Blanca, por ejemplo, al conocer ayer las medidas anunciadas por Medvedev, reiteró el mismo discurso: el escudo antimisil de la OTAN para nada tiene que ver con Rusia y de ninguna forma amenaza su soberanía, por lo tanto no lo vamos a suspender.
Para el Kremlin, sin embargo, resultan bien extrañas las amenazas anunciadas por la Casa Blanca, provenientes de Pyongyang o Teherán, cuyo desarrollo coheteril no se corresponden con las tareas que pretende resolver la fase europea del escudo con componentes estratégicos estadounidenses.
Además, recientemente, el ministro ruso del Exterior, Serguei Lavrov, afirmó que el Pentágono planea desplegar buques con cohetes interceptores SM-3, cuyo alcance se pretende ampliar, en los mares del Norte, Barents, Báltico, Negro y Mediterráneo.
La prensa rusa revela que la declaración de Medvedev se preparaba desde octubre pasado, por lo que quizás el reciente tope sostenido en Honolulu con su similar, Barack Obama, fue el último intento de llegar a un arreglo, antes de anunciar medidas drásticas.
Uno de los cinco puntos enumerados por el jefe de Estado ruso y que posee más perspectivas de inmediata aplicación esta relacionado con el eventual despliegue de los sistemas de cohetes Iskander-M, con un alcance de 500 kilómetros, en el enclave septentrional de Kaliningrado.
El Iskander-M o Piedra, como se le conoce en la OTAN, puede portar armas tácticas nucleares, tiene una gran precisión para destruir objetos, incluso muy pequeños, y es capaz de burlar cualquier medio de defensa antiaérea existente en la actualidad.
Además de situarlos en el referido flanco occidental ruso, las baterías de los sistemas que Moscú dio a conocer por primera vez en 1999, serán desplegadas en los límites sureños de este país.
Hasta ahora, una brigada de Iskander-M, que también destruye sistemas de radares y radioelectrónicos, se encuentra en la provincia de Leningrado.
La disposición de Medvedev supondrá horas de jornada extra de producción para la Fábrica de Maquinarias de Boltinski.
Por otro lado, el jefe de Estado ruso ordenó sumar a la guardia combativa nacional la estación de radiolocalización lejana y pronto aviso de Kaliningrado, cuyas pruebas en frío apenas concluyeron el pasado mes.
La serie Varonizh-DM de estaciones de radiolocalización pueden crear interferencias al trabajo de los componentes del sistema de defensa antimisil norteamericano en su segmento europeo.
Uno de los puntos más llamativos de la declaración de Medvedev se centra en la posibilidad de destruir los elementos de lucha radioelectrónica vinculados al sistema de defensa antimisil de la OTAN, aunque ello puede realizarse mediante un guerra cibernética, estiman expertos.
De igual forma, el mandatario ruso orientó que los nuevos misiles balísticos intercontinentales deben ser dotados con bloques especiales para hacerlos invulnerables a la acción del escudo anticoheteril global.
Algunos especialistas militares reconocen que en el caso del misil balístico intercontinental más perspectivo de Rusia, el Bulavá, éste atravesó por una triste historia de pruebas fallidas hasta consolidarse como arma fiable en la pasada primavera.
Expertos estiman que será necesario como mínimo cinco años para adaptar, además, a los recién terminados Bulavá (naval), Yars (móvil) y Sineva (naval) con sistemas para burlar la defensa antimisil.
Sin embargo, existe otro grupo de analistas militares que consideran al Bulavá, con entre seis y 10 ojivas de guiado independiente, al Yars (con entre tres y seis) y al Sineva (con 10) con capacidad para hacer quedar mal a los sistemas antimisiles.
Por otro lado, la disposición del Kremlin estima que será necesario proteger a los nichos terrestres de los cohetes balísticos intercontinentales Topol-M, Yars, Voevoda y Stilets, con sistemas antiaéreos polivalentes S-400 Triunfo.
Hasta el momento, sólo existe un solo regimiento de S-400 en la región de Moscú, en correspondencia con la única zona protegida que posee Rusia (Estados Unidos cuenta con dos), pero requerirá de otras en el resto del país. Para ello, hace algún tiempo se inició la construcción de dos plantas de producción de S-400, donde también se fabricarán en un futuro los S-500 (Triunfante), si existe financiación adecuada.
Sin embargo, el asunto es más grave. Los expertos nacionales tiempo atrás señalaron que los misiles interceptores SM-3, cuya variante con base en tierra también se desarrolla, pueden destruir en la primera fase de vuelo a los misiles intercontinentales rusos.
Ello se hace más peligroso, cuando al final de un plan de tres etapas Estados Unidos desplegará más de un centenar de SM-3 en las cercanías de la frontera occidental rusa y en el Mar Mediterráneo.
Medvedev anunció que deja la puerta abierta para continuar las negociaciones con el fin de crear una defensa conjunta europea.
Y además a la firma, al menos, de un documento jurídico que comprometa a la OTAN a desistir de amenazas contra las capacidades estratégicas nucleares rusas.
Pero el mandatario estimó que los planes de la Casa Blanca ponen en duda las bases que permitieron la firma en abril de 2010 del Tratado de Reducción y Limitación de armas nucleares (START-3): el vínculo entre armamentos estratégicos ofensivos y defensivos.
Saludos.