Profundamente descreído, exigió a sus “camaradas” comunistas “pensar en la refundación de una izquierda muy amplia, distinta a lo que fue el PCE”. No sirven los patrones ni los viejos dogmas, vino a decir. “La izquierda debe volver a empezar”, salir de las “divisiones entre comunistas o entre viejos comunistas” y buscar “instrumentos de lucha más amplios, democráticos y diversos”, conminó con aplomo.
Carrillo, en su libro, homenajea a los que, como él, se encontraron en una encrucijada única, luchando a los 20 años contra el fascismo, en España y fuera. Hombres y mujeres con nombre en la Historia y otros tantos a los que la Historia olvidará. Es “la generación combustible”, que “tomó conciencia de patria”. “Me gustaría estar seguro de que no habrá más generaciones combustible”. Presiente que las habrá, sobre todo si se alimenta desde la derecha –el "neoconservadurismo muy peligroso", citó– “el descrédito de la democracia”, el abono que “crea el terreno para la dictadura”.
¿Que os parece, camaradas? El muy cabrón no puede ni ocultar las ganas que tiene de destrozar todo lo que se encuentra a la izquierda de sus actuales amos, los chupiprogres del PSOE... Menos mal que no triunfó del todo en su intento de terminar con el comunismo